Comboni, en este día

Durante el viaje de animación misionera (1871), Comboni celebra en la catedral de Dresde.
A Mitterrutzner, 1877
Mi confianza está puesta en la justicia de la eterna Roma, y en ese divino Corazón que palpitó también por la Nigricia.

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Nº Escrito
Destinatario
Señal (*)
Remitente
Fecha
741
Madre Isabel Nespoli
0
1877
N. 741 (704) - A LA MADRE ISABEL NESPOLI

ACCR, Cart. S. Sede.



1877



[4989]
...... para examinar la proposición de mi nombramiento como Obispo, el primero que ha tenido jamás Africa Central. Ruego de su bondad que en ese día rece y haga rezar según mi intención por el puro bien de la Nigricia.

Puede contar con mi actividad en impulsar e impeler la causa de la Venerable. Es interés también de la Nigricia, por la contribución a la conversión de ésta de su magnánimo y Eminentísimo sobrino, que es una gloria de la Iglesia.

En los Sdos. Corazones de J. y M. me declaro



Su devotmo. servidor

Daniel Comboni




[4990]
Encomiendo a sus plegarias las santas y generosas intenciones de Melanie (aquella a la que se apareció la Virgen de La Salette, nacida en el mismo mes y año que yo), que hoy me ha escrito, y con la que estoy vinculado desde hace años por intereses de la divina gloria. Es un ángel en la tierra.



N.B. Fragmento de carta, de la que falta la primera parte.






742
Acuerdo con Hnas. S. José
0
1877
N. 742 (705) - ACUERDO CON LAS HERMANAS DE SAN JOSE

AP SC Afr. C., v. 8, ff. 578-580



1877



ACUERDO

[4991]
estipulado entre el Rmo. Mons. Daniel Comboni, actual Vicario Aplico. de Africa Central, y la Rma. Madre Emilie Julien, Supra. Gral. de la Congregación de las Hermanas de San José de la Aparición.


[4992]
A fin de coadyuvar a las Misiones Católicas dentro del Vicariato Apostólico de Africa Central en todos los campos de instrucción y caridad en favor de la población femenina y de la infancia, la Congregación de San José de la Aparición con sus Hermanas da generosamente su asentimiento a los siguientes pactos, convenidos de mutuo acuerdo entre el Rmo. Monseñor Daniel Comboni, Vicario Aplico. de dicho Vicariato de Africa Central, y la Rma. Madre Emilie Julien, Superiora General de la mencionada Congregación, obligatorios, después de su aprobación por la S. C. de Propaganda Fide, también para sus Sucesores, mientras plugiere a la Santa Sede.


[4993]
1.° Las Hermanas de San José de la Aparición trabajarán en el Vicariato Aplico. de Africa Central junto con las Pías Madres de la Nigricia, si bien éstas se hallarán independientes de aquéllas en cuanto a casa y provincia.

La única casa que les servirá de común residencia será la de aclimatación de El Cairo, donde habrá zonas exclusivas para cada una de ambas Congregaciones, pero utilizarán conjuntamente cocina, lavadero y refectorio, y común será también la capilla. Por lo demás, cada grupo se ocupará del cuidado de su propia zona, estudiará por separado y tendrá su propia Superiora, la cual velará por que sin perjuicio de las actividades comunes sus Hermanas cumplan las Reglas propias.


[4994]
2.° Las Hermanas residentes en El Cairo tienen la obligación de cocinar y lavar también para la casa masculina, en favor de la cual realizarán asimismo todas las labores de costura. Por su parte, la Misión está obligada a suministrar a las Hermanas lo necesario en cuanto a alimentación y vestido.


[4995]
3.° La Superiora General dejará siempre en cada casa de Misión al menos cuatro Hermanas, y en Jartum cinco como mínimo, incluida la Superiora. Tal es el número que, en vista de las condiciones generales y particulares del Vicariato y de los lugares, se considera indispensable para el desempeño de las diversas tareas; por tanto:


[4996]
4.° La Superiora General, a petición del Vicario Apostólico, enviará a El Cairo con destino a Africa Central Hermanas en número bastante al menos para cubrir el fijado a cada casa, y todas ellas provistas de la Obediencia para las Misiones, y dotadas de verdadero y suficiente espíritu religioso, de buena salud y de capacidad para desempeñar las actividades que se les encomienden.


[4997]
5.° Estas permanecerán en El Cairo, para su aclimatación, todo el tiempo que considere oportuno el Vicario Apostólico. En este período, una de ellas será la Superiora de las demás, según las órdenes de la Madre General; se ocuparán principalmente de estudiar las lenguas de Africa Central, y en lo espiritual estarán sometidas a la autoridad del Vicario Aplico. de Egipto, en conformidad con sus Constituciones.


[4998]
6.° Viajando por las diversas Estaciones del Vicariato, las Hermanas de San José recibirán de las Pías Madres de la Nigricia, y éstas de aquéllas, el alojamiento y los servicios adecuados a las Hermanas y personas religiosas que son. Las Hermanas de San José obtendrán luego de la Misión compensación por los gastos que les haya ocasionado la temporal estancia de las Pías Madres de la Nigricia en su casa.


[4999]
7.° Las Hermanas están obligadas a cocinar, lavar y realizar todas las labores de costura necesarias, gratuitamente, para las casas masculina y femenina; o bien dirigirán ellas esos trabajos, procurando emplear en los mismos a las alumnas negras, a las cuales por otra parte están obligadas a educar en las labores femeninas.


[5000]
8.° Las Hermanas tienen además la obligación de dar educación gratuita y de instruir en la Religión Católica, en la lectura y en la escritura a todas aquellas jóvenes que les fueren confiadas por el Vicario Apostólico o por Superiores que él haya constituido. También deberán introducirse prudentemente en las familias para ejercer en ellas la caridad y ganar almas para Dios; y de acuerdo con el Párroco, cuyos derechos se respetarán, no se negarán nunca a llevar a cabo esa tarea cuando especialmente él, por medio de la Superiora, les invite a realizarla.


[5001]
9.° Por otro lado, el Vicario, los superiores y los Directores tendrán sobre las Hermanas los derechos y la autoridad que les consienten las Constituciones de las mismas Hermanas, las cuales aceptarán el Superior, el Director o el Confesor que les asigne el Vicario Apostólico.


[5002]
10.° Las relaciones de las Hermanas con los Misioneros y con todos, así como su vida y sus acciones, no estarán nunca en discordancia con la Regla y las Constituciones. Estas deberán ser observadas por todas, en la medida en que lo permitan las necesidades de la Misión. Sólo la Superiora tiene derecho a modificar la Regla; y no se negará nunca a ello cuando lo exija un verdadero bien de la Misión.


[5003]
11.° Por tanto, la Superiora General conservará en la residencia principal de Jartum una Superiora que tenga jurisdicción sobre todas las Hermanas de San José dispersas por el Vicariato de Africa Central, y que pueda imponer la Regla, corregir y castigar a las Hermanas, trasladarlas a otras casas o devolverlas a Europa, abrir nuevas casas, etc. Esta Superiora, dependiente de la General, informará de todo a la misma; y en las cosas de grave importancia, como alejar a una Hermana de la Misión, abrir nuevas casas, etc., consultará primero a la General, siempre y cuando un daño evidente de la Obra o de las personas, por necesitar rápido remedio, no obligase a una pronta resolución, en cuyo caso la Superiora se pondrá de acuerdo con el Vicario Apostólico e informará a la General de las medidas tomadas. Tal autoridad corresponde a esta Superiora desde el día en que llega a Jartum. La General, por su parte, procurará que la persona sea idónea para cargo de tanta responsabilidad.


[5004]
12.° El Vicario Aplico. facilitará a las Hermanas una casa decentemente amueblada, provista de lo necesario en conformidad con las Reglas de la Congregación, que de por sí manifiesta en su vivir verdadera sencillez.

Además entregará anualmente por cada Hermana la cantidad de 500 (quinientas) liras en dos pagos semestrales por adelantado. Con este dinero podrán las Hermanas, si tal es su deseo, abastecerse del almacén de la Misión y, sin tener en cuenta los gastos de transporte, obtener los géneros al precio a que fueron comprados. Y tendrán derecho a participar de lo que produzcan los terrenos pertenecientes a las distintas Misiones.


[5005]
Para los gastos de viaje se acuerda que en lo referente a las Hermanas que pida o envíe el Vicario Aplico., todo corre a cargo de éste; en cambio, todo corre a cargo de la General respecto a las que ella envíe o reclame.

La alimentación, ropas, medicinas, alojamiento, libros, etc. necesarios para las alumnas negras van a expensas del Vicario Aplico. o de los padres de las mismas. Dígase lo mismo en cuanto a los orfanatos u hospitales que el Vicario Aplico. les confiase.


[5006]
El Vicario Aplico. proveerá con todo cuidado de manera que en cada una de sus casas las Hermanas puedan observar perfectamente sus Reglas, sin perjuicio de las necesidades de la Misión a la que sirven, como figura en las Constituciones de la Congregación.

En caso de muerte de una Hermana, se le harán gratuitamente funerales y sufragios como se hacen a los Sacerdotes Misioneros difuntos, por disponerlo así las Rúbricas litúrgicas.




743
Card. Alejandro Franchi
0
El Cairo
4. 1.1878
N. 743 (706) - AL CARD. ALEJANDRO FRANCHI

AP Udienze (1878), v. 189, p. 1, ff. 72 A-C



N.° 1

El Cairo, 4 de enero de 1878



Eminentísimo Príncipe:



[5007]
La Sociedad de Colonia para el Rescate y educación de los negros, aprobada por la Santa Sede, en sólo doce años ha puesto en mis manos más de 250.000 francos, y con cartas escritas al Santo Padre, a V. Em.a y al Emmo. Card. Canossa ha declarado su voluntad de asignar al Vicariato, a perpetuidad, la importante cantidad de diez mil francos anuales ad fulciendam dignitatem episcopalem.


[5008]
Cuando en 1872 fui nombrado Provicario Apostólico pregunté a Monseñor Simeoni, hoy Emmo. Cardenal, si yo podía implorar al Emmo. Cardenal Prefecto que fuesen hechos Caballeros de S. S. dos de los más beneméritos miembros de aquella Sociedad, la cual está compuesta en su totalidad de hombres verdaderamente católicos, apostólicos, romanos, papales en el estricto sentido; y Monseñor me contestó que convenía esperar unos años, por ver si dicha Sociedad continuaba con sus ayudas.


[5009]
No ignora V. Em.a con cuánto celo y constancia la Sociedad de Colonia favorece mi ardua y laboriosa misión. Por eso, como le escribió el Emmo. Card. Canossa, y como le dije yo mismo de palabra, suplico de la eximia bondad de V. Em.a que tenga a bien hacer las gestiones pertinentes ante el Santo Padre, a fin de que sean nombrados Caballeros de la Orden Llana, o de San Gregorio Papa, los dos miembros más antiguos y de mayor celo (después del Presidente) del Comité de esa excelentísima Sociedad, de la que son Consejeros y Cofundadores, a saber:


[5010]
1.° El Dr. Martín Sticker II, Médico municipal de la ciudad de Colonia y de varios monasterios, extraordinario Orador en los Comités, Sociedades y Congresos católicos de Alemania, ex Presidente de varias Obras católicas, valeroso defensor y propugnador de la causa de la Santa Sede y campeón del Papado, además de excelente cristiano. Lleva 22 años de Consejero de dicha Sociedad para los negros.


[5011]
2.° El Sr. José Schnitzler, Hauptmeister, o sea Director de las Escuelas Católicas de los Santos Apóstoles de Colonia, que desde hace 28 años está al frente de varios maestros y anualmente de más de mil alumnos. Hombre muy devoto, ejemplar, miembro de muchas Obras y Consejero de nuestro Comité.


[5012]
El Ilmo. y Rmo. Mons. Baudry, Obispo de Aretusa, y desde hace 32 años Vic.o Gral. de la Archidiócesis de Colonia, a quien comuniqué la petición que ahora hago a V. Em.a, la aprobó con verdadera satisfacción.


[5013]
Debo referirme asimismo al preclaro Sr. Otón Steiner, marido de una hija del Barón de Spens, y desde hace unos años Vicepresidente del Excelentísimo Comité de la Sociedad de María, de Viena, la cual durante tantos años ha sostenido el Vicariato con ingentes cantidades de dinero. El Emmo. Card. Arzpo. de Viena, que es el Presidente de la misma, tiene en mucha estima a este señor, quien desde la época en que yo asumí el gobierno del Vicariato ha dado mucho auge y desarrollo a esa Sociedad, la cual goza de la protección de Su Majestad Apostólica. Es un distinguido señor, funcionario del Ministerio de Comercio, excelente católico adepto al Papa, y dotado de celo por las buenas Obras. También para él imploro la distinción arriba mencionada.


[5014]
Finalmente, el Rmo. Juan Cristóstomo Mitterrutzner, Canónigo Regular Lateranense de la Orden de San Agustín, Doctor en Teología y en utroque iure, y Director del Gimnasio episcopal de Bressanone, tiene contraídos grandes méritos respecto al Vicariato, porque entre muchas otras razones:

1.° Es el mayor conocedor de las cosas africanas y de las misiones de Africa Central, con las que estuvo estrechamente vinculado hasta la creación del Vicariato.

2.° Facilitó a Africa Central en el primer período de la misión el personal más hábil y entusiasta, y como miembro del Comité de Viena suministró ingentes cantidades de dinero, llegando a dar en un solo año (1854) más de 60.000 francos.


[5015]
3.° Como erudito y distinguido políglota, hizo lo siguiente en beneficio de las misiones africanas: 1.°, compuso y publicó un rico diccionario en bari y otro en denka, que son dos lenguas principales de Africa Central; 2.°, tradujo al bari y al denka todos los Evangelios de los domingos y fiestas del año, y el Evangelio de San Lucas; 3.°, publicó un libro de interesantísimos diálogos en las lenguas bari y denka para uso de los misioneros, y esto a sus propias expensas.


[5016]
Ahora el Rmo. Mitterrutzner, que por su ciencia y erudición eclesiástica fue elegido por el Rmo. Mons. Fessler, Secretario del Concilio Vaticano, para que le ayudase en calidad de Secretario privado, sigue favoreciendo al Vicariato de todas las maneras como miembro del Comité de Viena. Por eso suplico a V. Em.a que lo haga nombrar Consultor de la S. C. de Propaganda, asegurándole que siempre que en algún caso dificilísimo, especialmente sobre cosas africanas sea consultado, él dará a la S. C. respuestas cargadas de sabiduría, conocimientos y experiencia. Espero por tanto que, del mismo modo que al doctísimo Abad Haneberg, muerto como Obispo de Spira, la S. C. lo nombró Consultor para los asuntos orientales, aunque residía en Munich, Mitterrutzner sea nombrado Consultor de la S. C. (de la que Mons. Agnozzi es Secretario).

Inclinándome a besar la sagrada púrpura, tengo el honor de suscribirme



De V. Em.a Rma. devotmo., obedmo. afmo. hijo

† Daniel Comboni

Obpo. de Claudiópolis y Vic. Ap. de A. C.






744
Cónsul general austríaco
1
El Cairo
8. 1.1878
N. 744 (707) - AL CONSUL GENERAL AUSTRIACO

ACR, A, c. 15/155



(El Cairo) 8 de enero de 1878



Breve billete.





745
Card. Alejandro Franchi
0
El Cairo
15. 1.1878
N. 745 (708) - AL CARD. ALEJANDRO FRANCHI

ACR, A, c. 13/31



N.° 2

El Cairo, 15 de enero de 1878



Eminentísimo Príncipe:



[5017]
Monseñor Ciurcia me entregó su estimadísima carta escrita el pasado año, en la que me encarga de informar a la S. C. sobre la marcha de la obra que el Rey de los belgas ha ideado para la abolición de la esclavitud y de la trata de negros, y para la civilización de Africa Central. Yo conozco a fondo la obra y las buenas intenciones de Su Majestad, con quien el 1 de noviembre pasado tuve una conversación de dos horas, y estoy y estaré siempre en relaciones epistolares y personales con él.


[5018]
Conozco asimismo casi todos los Comités internacionales que se han establecido en las capitales de Europa y de América, porque sus respectivos Presidentes gustan y tratan de establecer relaciones conmigo; y además conozco personalmente y a fondo a todos los jefes de las expediciones que actualmente se realizan, excepto al jefe de la escocesa, que ahora (con una paga de 300.000 francos anuales) acaba de llegar a los lagos Nyanza, como supe por boca del ilustre viajero Stanley hace quince días. Dejando para cuando tenga más tiempo el dar a V. Em.a detallado informe de todo, por el momento me limito a decirle que el proyecto, las intenciones y el objetivo final del Rey de los belgas son excelentes; y confío en que más adelante la Religión católica podrá beneficiarse de ello, momento que llegará tras la inevitable experiencia de muchos fracasos que han de sufrir esas expediciones, sin la necesaria ayuda del Catolicismo. Más aún, después de seria reflexión y mucho estudio declaro que me agrada enormemente que un Rey católico, aunque pequeño, haya hecho oír su voz en favor de los infelices pueblos de Africa Central, y en mis cartas animo a Su Majestad a perseverar en su generoso propósito.


[5019]
Pero considerando el modo como ahora se pone en práctica la idea concebida, las personas integrantes de Comités y expediciones, y el falso objetivo final al que prácticamente tienden los Comités internacionales y los jefes de expedición, estoy seguro de que no se conseguirá nada para la abolición de la esclavitud, ni para la civilización europea. El modo adoptado consiste en hacer expediciones y establecer estaciones comerciales e industriales: algo que muy difícilmente podrá llevar a cabo en Africa gente sin fe ni moral, y sin esa férrea constancia que sólo posee el misionero católico. Las personas elegidas son de todas clases, incluido un buen número de masones, los cuales confunden la filantropía con la caridad y acabarán corrompiendo más que civilizando.


[5020]
El objetivo final (de muchos miembros y jefes, no del Rey) es civilizar sin Dios y sin la verdadera religión y moral. Pero es imposible llevar la auténtica civilización a Africa Central, y abolir la esclavitud, sin la predicación del Evangelio y sin la fe y el apostolado católico: todo esfuerzo humano es inútil para obtener el verdadero efecto. Por eso, mientras con buenos modos y gentiles maneras animo al Rey de los belgas, siempre le doy a entender que no se verán buenos resultados en tanto no entren de lleno en el asunto las misiones católicas. Así las cosas, considero muy prudente que por ahora los jefes de misión no se mezclen en tales empresas y expediciones, y que si se presenta la ocasión se limiten tan sólo, y de manera personal, a practicar la caridad hacia los necesitados y los enfermos, siempre que estén dentro de los límites de su jurisdicción.


[5021]
El Rey habría deseado poner de relieve la idea católica en su plan; pero dando por seguro que en tal caso las otras potencias habrían rehusado toda participación, creyó conveniente limitarse a declarar que el fin es evangelizar y civilizar, no catolicizar, Africa Central. En todo caso, si bien creo que por ahora las misiones católicas van a sacar poco o nada de estas expediciones científico-comerciales, tampoco van a recibir el menor perjuicio de ellas.


[5022]
Estos viajeros, exploradores y civilizadores (!?!) llegan a Africa Central deshechos por las fatigas de desastrosos viajes, a veces llenos de miedo, y siempre sin conocer ni personas, ni lenguas de los países (son más de cien las diversas lenguas habladas en el Vicariato); por lo cual es para ellos una bendición encontrar en el misionero o en la Hermana una mano amiga que en caso de necesidad o de enfermedad los ayude y consuele. Mientras que el misionero y la Hermana, educados en la abnegación de Cristo, sufren de buena gana y permanecen firmes en su puesto, el moderno civilizador llegado a aquellas tierras tratará por todos los medios, salvo raras excepciones, de escapar de allí y volver a Europa.


[5023]
Lo que de positivo podrá conseguir hic et nunc la religión católica es que en Europa aumentará el aprecio hacia el misionero católico y se reconocerán sus verdaderos méritos, incluso por los masones y los barrabases, porque empezarán a ver que el sacerdocio católico es realmente estimable, por sus sacrificios y utilidad en Africa Central y en las misiones extranjeras. De los pormenores y resultados de la obra del Rey de los belgas, me ocuparé en otra ocasión.


[5024]
Entretanto, tras añadir tan sólo que aquí en El Cairo los frailes, los misioneros, los Cónsules y los Bajaes me han recibido con mucha deferencia y simpatía, le transmito las expresiones de la más profunda devoción de mi excelente administrador, D. Antonio Squaranti, así como de mis misioneros y Hermanas, y le beso la sagrada púrpura declarándome con todo respeto



De V. Em.a Rma. hummo., obed., dev. hijo

† Daniel Comboni Obispo y Vic.o Aplico.






746
Card. Alejandro Franchi
0
El Cairo
19. 1.1878
N. 746 (709) - AL CARD. ALEJANDRO FRANCHI

ACR, A, c. 13/32



N.° 3

19 de enero de 1878

A Propaganda

Emmo. y Rmo. Príncipe:



[5025]
Ya el 21 de diciembre pasado llegué con mi expedición a El Cairo, desde donde pensaba partir cuanto antes por la ruta de Suez y del mar Rojo y, atravesando el desierto de Suakin, alcanzar en un solo mes Berber. Pero como en Jedda, por donde debía pasar el barco, se habían producido algunos casos de cólera, temí una larga cuarentena para mí y mi numerosa caravana, y después de hacer mis cálculos decidí tomar la ruta del Nilo, cruzar el difícil desierto de Atmur, y por Abuhhammed llegar a Berber y a Jartum en menos de dos meses.


[5026]
Así pues, el próximo lunes, día 21 del corriente, a bordo de una gran barca dahhabia zarparemos de El Cairo y, recorriendo las estaciones de la Prefectura Apostólica del Alto Egipto, llegaremos en veinte días a Nubia Inferior; y ya tenemos embarcadas más de sesenta cajas.


[5027]
No puedo por menos de manifestarle la benévola acogida que me han dispensado Mons. Ciurcia y todos los frailes y misioneros de Egipto, así como el entusiástico favor que he encontrado en los Cónsules Generales de Austria, Francia, Inglaterra y Bélgica, y sobre todo en los Ministros y Bajaes, y en Su Alteza el Príncipe heredero, que es el Ministro del Interior de Egipto, el cual me ha dado dos poderosísimos firmanes por él suscritos: uno para S. E. Gordon Bajá, Gobernador General de las posesiones egipcias en Sudán, las cuales ocupan un territorio cinco veces más extenso que Francia, y el otro para todos los Bajaes, Mudires y Gobernadores que se encuentran desde El Cairo hasta las fuentes del Nilo, en los cuales el Príncipe ordena en nombre del Jedive que se proteja a las misiones católicas y se me preste asistencia en todas mis necesidades y deseos.


[5028]
Pero la acogida más benévola de todas la recibí de Su Alteza el Jedive de Egipto, el cual tuvo la bondad de concederme una audiencia de una hora y media, tiempo en el que me preguntó sobre muchos asuntos de Africa Central, sobre varios Gobernadores y sobre Gordon Bajá, declarándome francamente que mi opinión y consejo le serían preciosos, como salidos (son sus palabras) de la boca de usted, llena de verdad y de sabiduría.


[5029]
Son expresiones de un príncipe musulmán, de un turco. Luego el Jedive me habló con sumo respeto y reconocimiento del Santo Padre, diciéndome que estaba «muy agradecido a Su Santidad por las palabras salidas de sus venerables labios en favor de los turcos y criticando a los rusos». Añadió que ante el mundo entero la palabra y el juicio de Su Santidad tenían «el máximo valor, por proceder de la persona más venerable del universo», y que por tanto él se creía en el deber de proteger y hacer cuanto pudiera en favor de las iglesias y misiones católicas. Y terminó agradeciéndome mis sentimientos y celo en buscar el bien y la civilización de Africa Central.


[5030]
Y a las atenciones de que me hizo objeto Su Alteza el Príncipe heredero se unieron las del Ministro de la Guerra, Stone Bajá, el cual me invitó al solemne banquete que dio en honor del ilustre Mr. Stanley, uno de los más grandes viajeros de Africa Central, el primero en descubrir el curso del inmenso río Congo, y que desde las fuentes del Nilo, por Tanganika y el río Congo, salió al océano Atlántico. Tal empresa, además de beneficiar a mi Vicariato, podrá ser utilísima para los RR. Padres. del Espíritu Santo y del S. C. de María, que desde su Prefectura del Congo tendrán la posibilidad de extenderse muy adentro, con gran ventaja de las almas.


[5031]
El ilustre Stanley (que es anglicano de América) me facilitó oportunas instrucciones para llegar hasta las fuentes del Nilo y establecer allí una misión católica, y me dio una recomendación para el rey Mutesa, de quien dice que es un perfecto caballero y poderosísimo, y que tiene afecto a los cristianos. Por mor de brevedad, sólo le haré saber una anécdota que me contó el ilustre viajero.


[5032]
Los mahometanos, que habían penetrado allí desde hacía bastante años, después de mucho trabajo habían inducido al rey a celebrar el viernes de los musulmanes. Llegado a aquellas tierras Mr. Stanley, le habló elogiosamente de la religión cristiana, y le dijo que Cristo fue el que elevó la dignidad de la mujer, liberándola de la ignominia en que la tenían los bárbaros y los musulmanes. El rey quedó muy admirado de ello, y le rogó que le explicase qué era la religión cristiana y en qué consistía.


[5033]
Stanley le dijo entonces que la religión cristiana tenía once mandamientos... Y después de explicarle los diez, o sea el Decálogo, pasó al undécimo, que consiste en obedecer y respetar al rey, como soberano y padre (a su tiempo, nosotros explicaremos al rey que esto entra en el cuarto); es decir, que los súbditos deben tratar el rey como padre, y él debe tratarles a ellos como hijos. Estupefacto al rey de tan buenas doctrinas, rogó a Stanley que pusiera por escrito los once Mandamientos de la ley de Dios, cosa que el explorador hizo. Y el rey, después haberlos estudiado y examinado, declaró que la religión cristiana era mucho mejor que la musulmana, y determinó establecer desde entonces la observancia del domingo en su reino (que está en el Ecuador, y dentro de los límites del Vicariato); de modo que el rey Mutesa celebra la fiesta del viernes como los seguidores de Mahoma, y la del domingo como los cristianos (!!!)


[5034]
Mi excelente Administrador, D. Antonio Squaranti, y mis misioneros y Hermanas, le besan la sagrada púrpura, mientras con toda veneración y respeto yo me honro en ponerme a sus pies y declararme



De V. Em.a Rma. hum. y dev. hijo

† Daniel Comb. Obpo. y Vic. Ap.






747
Card. Alejandro Franchi
1
El Cairo
19. 1.1878
N. 747 (710) AL CARD, ALEJANDRO FRANCHI

AP SC Afr. C. v. 8, ff. 734-737



El Cairo, 19 de enero de 1878



Los textos nn. 745 y 746 son borradores de esta carta.





748
Jean François des Garets
0
El Cairo
19. 1.1878
N. 748 (711) - A MR. JEAN FRANÇOIS DES GARETS

APFEL, Afrique Centrale, 111



J.M.J.

El Cairo, 19 de enero de 1878



Señor Presidente:



[5035]
Acuso recibo de sus estimables cartas del 6 de noviembre y del 28 de diciembre del año pasado, así como de las respectivas letras de cambio (la primera de 12.000 fr. y la segunda de 10.000 fr.), por las que le estoy infinitamente agradecido.


[5036]
En cuanto a los cuadros estadísticos que le debo enviar para el próximo reparto, me resulta un poco problemático hacerlos, ya que no tendré noticias exactas de todo hasta mi llegada al Vicariato y a mi residencia. Por ello le ruego que para el presente año se base en el del año pasado, con las indicaciones que le he dado a usted y al Secretario del Consejo de París. La semana próxima, o sea pasado mañana lunes 21, saldré con mi caravana desde El Cairo remontando el curso del Nilo, y a finales de febrero entraremos en el desierto.


[5037]
Suplico a los dos Consejos que se me conceda una gran ayuda este año. Los viajes, las expediciones, los víveres, etc. cuestan más que en años anteriores. Aparte de esto, desde el pasado septiembre ha vuelto a poner en marcha la misión de Gebel Nuba el antiguo Superior de la misma, D. Luis Bonomi. Además estoy decidido a fundar una buena misión en los lagos ecuatoriales Nyanza, y a este objeto he hablado mucho con el célebre viajero Stanley, que conoce bien el país.

En la esperanza de escribirle dentro de dos semanas, me declaro en los Sagrados Corazones de Jesús y María



Suyo devotmo.

Daniel Comboni

Vicario Aplico. de Africa Central



Original francés.

Traducción del italiano






749
Un obispo
0
El Cairo
19. 1.1878
N. 749 (712) - A UN OBISPO

AP SC Afr. C., v. 8 f. 601



J.M.J.

El Cairo, 19 de enero de 1878



Excelencia Rma.:



[5038]
Antes de abandonar la capital de Egipto, me dirijo a Ud. para rogar de su eximia bondad que ingrese siempre en mi banco, el de los Sres. Brown et Fils, en Via Condotti, las cantidades de dinero que a través de la S. C. de Propaganda me vengan asignadas ya sea desde Austria o de cualquier otra parte.


[5039]
Respecto a la suma que yo debía depositar para mis cuatro alumnos en la S. C., he autorizado al banco Brown a pagar todo lo requerido por Ud.

A partir de ahora, mis señas serán las siguientes:

A ... Comboni

Obpo. y Vic. Ap. de Afr. Ctral.

C/ Egipto - Jartum

(Nubia Superior)


[5040]
Dándole las gracias de corazón por la gran bondad que ha tenido conmigo en toda circunstancia, le suplico que me encomiende al Señor junto con mi Vicariato, a fin de que podamos acabar con el reinado de Satanás en esos países y plantar allí el estandarte de Cristo. Nosotros rezamos cada día por la S. C. y sus miembros, y por Ud.

En los Sdos. Corazones de J. y M. me declaro con todo respeto



De V. E. Rma.

hummo., obedmo. serv.

† Daniel Comboni

Obpo. y Vic. Ap.






750
Un minutante de Prop. Fide
0
El Cairo
19. 1.1878
N. 750 (713) - A UN MINUTANTE DE PROPAGANDA FIDE

AP SC Afr. C., v. 8, f. 599



N.° 1

El Cairo, 19 de enero de 1878



Mi venerado Hermano:



[5041]
Al agradecerle de corazón las fatigas y esfuerzos soportados por las misiones del centro de Africa (porque nuestros venerados y capaces minutantes [*] de Propaganda son verdaderos apóstoles y llevan en el pecho un corazón apostólico), le escribo dos líneas por los motivos siguientes:


[5042]
1.° Encomendar a su bondad los tres títulos de Caballeros, sobre los que escribí a Su Eminencia, así como el nombramiento de Consultor para el incomparable Mitterrutzner (antiguo compañero en el Profesorado de los ilustres Obispos de Bressanone y de Linz, y de Mons.Fessler, tres perlas del episcopado).


[5043]
2.° Solicitar la renovación de mis facultades ordinarias y extraordinarias, advirtiendo al competente Mons. Cretoni que las redacte todas en una hoja, y, a ser posible, con validez para más de un quinquenio.


[5044]
3.° Rogar que con motivo de la concesión de los títulos de Caballeros a los dos de Colonia se escriba una gentil carta al presidente de aquella Sociedad, G. H. Noecker Pfarrer, am St. Jacob in Colonia, dando las gracias a la misma por su celo, aceptando la generosa oferta de diez mil francos anuales que me ha concedido, y animándola a multiplicar su interés por Africa Central. Resulta que desde 1872 esa Sociedad no ha recibido ni una sola línea de la S. C.; aunque por estar compuesta de hombres verdaderamente buenos, trabaja de todos modos sin otra mira que la eterna recompensa.

La dirección que la S. C. debe tener de mí a partir de ahora, es la siguiente:

A ... Comboni

Obpo. y Vic. Ap. de Afr. Ctral.

C/ Egipto - Jartum

(Nubia Superior)


[5045]
Además, si en el futuro llega a Propaganda dinero para mí o para el Vicariato, Monseñor podrá ingresarlo en mi banco de Roma, el que los señores Brown et Fils tienen abierto en Via Condotti.

Le ruego que salude de mi parte a los Monseñores Cretoni, Rinaldini, Turroni, Pieratozzi y a todos los minutantes, etc., y que rece a Dios por la Nigricia y por mí.


[5046]
Pasado mañana parto por la ruta del Nilo. Hay embarcadas 110 cajas. Vamos a hacer la guerra a Satanás y a echarlo de Africa Central: Jesús y la Iglesia están con nosotros. Vale et fave.



Suyo afmo.

† Daniel Ob.



[*] Funcionarios de los órganos de la Curia, encargados antaño de las minutas de los Breves.