[3681]
Con verdadero júbilo he recibido su estimadísima del 31 de agosto pasado, la n.° 6, con que V. Em.a ha tenido la bondad de comunicarme el resultado de la Asamblea General de la S. C. de Propaganda, la cual se dignó ocuparse de los asuntos de mi arduo y laborioso Vicariato. Por encontrarme extraordinariamente ocupado en este momento, dejo para otra carta mi respuesta a cada uno de los puntos de la importante y apreciada misiva de V. Em.a , y el demostrarle lo sabias y prácticas que fueron todas y cada una de las veneradas instrucciones que la S. C. tuvo a bien darme sobre el modo de actuar en los diversos asuntos relativos a esta Misión.
[3682]
Sí, Emmo. Príncipe; se ve claramente que es el Espíritu Santo el que guía a esa sublime Congregación que gobierna todas las Misiones Extranjeras del universo. Y yo con todos mis compañeros, a los que he dado a conocer ese precioso Documento, el cual contiene la voz de Dios que habla por medio de su Iglesia, tuvimos el gran consuelo de ver trazada y señalada tan claramente la voluntad divina respecto a nosotros. Yo le prometo de todo corazón que seré fiel en poner por obra con todas mis fuerzas y al pie de la letra las sabias y prudentísimas disposiciones que me han sido comunicadas en ese escrito, que es un monumento de la sabiduría de los Eminentísimos Padres de Propaganda. Además no tengo bastantes palabras para expresar mi gratitud hacia V. Em.a y sus Emmos. colegas por haberse dignado animarme a perseverar incansablemente en la santa empresa que me ha sido confiada por la Santa Sede, y a esperar toda ayuda de la amorosa asistencia de Dios. Tengo la firme convicción de estar muy lejos de merecer tan alto honor por parte de los Emmos. Cardenales que componen la S. C. de Propaganda.
[3683]
Le confieso sinceramente que tales palabras de ánimo, en medio de los continuos sufrimientos de este laborioso apostolado, han sido para mi debilidad un auténtico maná del cielo, que han reafirmado y redoblado mi valor y el vigor de mi espíritu, y han constituido un bálsamo saludable para el ánimo de todos mis compañeros. Cuando se tiene la plena certeza de estar haciendo la voluntad de Dios, todo sacrificio, todas las cruces y la misma muerte son el más dulce consuelo de nuestros corazones, la más grata recompensa a nuestros padecimientos. Por lo cual suplico humildemente a V. Em.a que se haga intérprete, ante dichos Emmos. Cardenales de la S. C., de mis profundos sentimientos de gratitud, de devoción y de inquebrantable firmeza en el corresponder fielmente a sus benévolas expectativas y a sus magnánimos deseos, dirigidos a la gloria de Dios y a la salvación de las almas.
[3684]
He tardado esta vez en escribir, porque estuve ausente de mi residencia principal, por haber ido a Berber, donde compré y equipé una de las más grandes y hermosas casas de la ciudad, situada a orillas del Nilo, para alojar en ella a los Padres Camilos. Dispone de locales para enfermería u hospital, capilla, aulas y jardín. He instalado allí al P. Franceschini, Camilo, al que había destinado a la nueva misión de Gebel Nuba, pero al que luego retuve en Berber, tras recibir una carta del P. Carcereri, en la cual decía ser voluntad de Propaganda y del P. General Guardi que todos los Camilos permanezcan un año entero unidos en la Casa de Berber. Antes de hacer cualquier objeción a lo que me escribe a este respecto, y que no está muy en concordancia con el sentido de mi Acuerdo con el Rmo. P. General de la ínclita Orden de los Crucíferos [o Camilos], he considerado oportuno esperar la llegada a Jartum de dicho Padre, y hablar con él sobre el asunto.
[3685]
Entretanto, apenas recibí el venerado escrito de V. Em.a antes aludido, en el que sus Emmos. colegas han ordenado que funde yo sin más la nueva misión entre los pueblos Nuba, mandé enseguida al Kordofán dos individuos competentes con el fin de que se unieran al Superior de El-Obeid para acompañar a la pequeña vanguardia enviada por mí a esas tierras y ayudarla llevar a cabo mis planes. Las últimas noticias que he recibido esta semana son que el gran jefe envió a nuestra misión de El-Obeid un pariente suyo con otros seis Nuba, los cuales están alojados en nuestro establecimiento, y dentro de unos días conducirán mi pequeña caravana apostólica a su destino; es decir, apenas se encuentre restablecido mi excelente misionero D. Juan Losi, que debe reemplazar a D. Salvador Mauro en el puesto de Superior de El-Obeid.
[3686]
En cuanto a la caravana guiada por el P. Carcereri, le daré noticias cuando haya llegado a Jartum. Salió de El Cairo el 25 del pasado octubre. Y como dicho Padre ha querido seguir la larga e insegura ruta de Wady-Halfa y Dóngola, y dejar el viejo itinerario del desierto del Atmur, que siempre siguieron los misioneros y todos los mercaderes, me temo que no llegará a su destino, aquí a Jartum, ni siquiera en otros dos meses, aunque ésta es la estación más propicia del año para viajar en Sudán.
[3687]
Ismail Bajá, Gobernador General de la mayor parte de Sudán, al frente de su ejército egipcio ha tomado ya la capital del imperio de Darfur, y, tras cortar la cabeza al Sultán de allí, la ha llevado en triunfo a Tendelti. El mismo Generalísimo Ismail Bajá me escribe desde la capital de Darfur, anunciándome sus victorias, y asegurándome que ha llevado a cabo la conquista de ese importante país sin excesivo derramamiento de sangre, y que después de las fiestas del Gran Bairam espera regresar a Jartum y venir a estrecharme la mano a mi residencia. Pero yo sé por otra fuente todavía más segura que el pueblo de Darfur se ha elegido por Sultán al tío del difunto, y, quemada la capital, Tendelti, se ha retirado a las montañas del noroeste del imperio, que son bastante fértiles y menos accesibles, decidido a defenderse hasta morir. Por lo cual, tomada la capital, no se puede considerar conquistado el imperio de Darfur; y al ejército egipcio le queda aún mucha brega por delante hasta poder decir que la conquista de Darfur está asegurada.
[3688]
Por otro lado tengo noticias positivas de la expedición del coronel Gordon, Gobernador General de las Regiones Ecuatoriales de Africa, el cual me escribe muy a menudo. Su principal ayudante, el coronel Long, americano, llegó al lago Nyanza Victoria, descubierto por Speke y Grant, y pasó algún tiempo en la corte del rey de los Metisi, el más poderoso de los príncipes ecuatoriales. El coronel Long, que ha vuelto a Jartum, vino a verme y me contó que el rey de los Metisi, para agasajarle, hizo degollar delante de sus ojos a quince personas: tal es la señal que utiliza el rey para expresar su júbilo por la presencia de un ilustre visitante.
[3689]
Completando las interesantísimas noticias por mí recogidas en mis largos viajes entre las tribus del Nilo Blanco en 1858 y 1859 sobre los importantísimos reinos situados en los territorios ecuatoriales limítrofes con los grandes lagos que constituyen las fuentes del Nilo, el coronel Long me ha dado tan sugestivos datos sobre aquellos pueblos pertenecientes a mi Vicariato que opino (habida cuenta también de las repetidas invitaciones que me han hecho el Gobernador General y el coronel Gordon) que después de establecer bien y poner en marcha la misión de Gebel Nuba, conseguiremos fundar otra en las regiones ecuatoriales junto a las fuentes del Nilo. Esto, naturalmente, después de haber sometido el proyecto de la misma y el resultado de mis investigaciones a V. Em.a, y de haber obtenido su venerada aprobación. Mientras, pongo toda solicitud en llevar a cabo lo que V. Em.a y la S. Congregación me han ordenado recientemente respecto a la misión de Gebel Nuba.
[3690]
Renovándole las expresiones de mi sentida gratitud y absoluta obediencia, le brindo mis mejores deseos para las próximas fiestas de Navidad y para el fin de año, y paso a besar la sagrada púrpura y a declararme en los Sdos. Corazones de Jesús y María
De V. Em.a Rma.
hummo., devotmo. y afmo. hijo
Daniel Comboni
Provco. Aplico. de Africa Central
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Como sin duda sabrá, a raíz de las intrigas del Agente Diplomático y Cónsul General inglés en Egipto y del Cónsul General prusiano, el Jedive de Egipto ha hecho nombrar Patriarca copto herético en El Cairo a un monje del gran monasterio de María Virgen (Deir el-Aadra), que está situado entre Alejandría y El Cairo, y al acceder al Patriarcado, ese monje ha tomado el nombre de Cirilo IV.
Por los sacerdotes coptos de Jartum poseo información fidedigna de que el nuevo Patriarca, Cirilo IV, no tardará en designar el nuevo obispo herético copto de Jartum en la persona de un monje del convento de San Antonio, de Egipto.