Comboni, en este día

C. participa en Cairo (1869) al recibimiento ofrecido por Francisco José a los misioneros.
Del Quadro storico, 1880
Las Sociedades de las santas Misiones Apostólicas y ese ejército de pregoneros de Cristo, que penetran con la Cruz y con el Evangelio donde ni la espada, ni la codicia del dinero, ni el noble amor a la ciencia pudieron abrirse camino.

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Nº Escrito
Destinatario
Señal (*)
Remitente
Fecha
591
Card. Alejandro Franchi
0
Jartum
25. 3.1875
N. 591 (560) - AL CARD. ALEJANDRO FRANCHI

AP SC Afr. C., v. 8, ff. 313-318



J.M.J. N.° 2

Jartum, 25 de marzo de 1875



Emmo. y Rmo. Príncipe:



[3766]
Es ley constante de la Providencia que las Obras de Dios lleven la marca de la Cruz. Por eso no es pequeño consuelo para mi espíritu, aunque debilísimo, verme con la carga de muy pesadas cruces. Estas nos fortalecen inmensamente si pensamos que con la Cruz J. C. salvó al mundo, y que con la Cruz nuestro adorado Santo Padre Pío IX ha llevado a tanta altura la gloria del Pontificado, que un grave Ministro de Inglaterra no ha podido por menos de decir que la Iglesia Católica es hoy, aunque inerme, la potencia más formidable y colosal del universo, mientras que ese Barrabás charlatán de Villa Severini desenvueltamente se ha atrevido a afirmar que el Papado ha cumplido su tiempo. Sean, pues, siempre benditas las Cruces: las obras de Dios son solidísimas por nacer al pie del Calvario.


[3767]
La caravana guiada por el P. Carcereri llegó a Jartum el 3 del pasado febrero, a los ciento tres días de su salida de El Cairo; pero llegó sólo el personal de la expedición (menos el excelente José Avesani, agricultor veronés, que murió ahogado en el Nilo a la altura de Schellal), con diecinueve camellos, por la ruta de Dóngola. Todo el resto de cajas y provisiones correspondientes a la carga de sesenta camellos fue dejado por el P. Carcereri en Wady-Halfa, o sea, a más de cuarenta días de Jartum. Gran parte de las provisiones, y todos los ornamentos sagrados que me habían mandado de todas partes de Europa, se perdieron o se estropearon en las cataratas de Asuán; y si el resto de las provisiones sigue estando en Wady-Halfa, acabará por echarse a perder.


[3768]
Una embarcación de la caravana, golpeada por las olas al pasar las cataratas, se estrelló contra los escollos y se fue al fondo, si bien aún se pudieron sacar algunos efectos deteriorados. El perjuicio que ha sufrido la Misión, además de muchos otros inconvenientes, asciende a más de veinte mil francos, y acaso a más de treinta mil, lo que me crea no poca preocupación. Pero en las barbas de San José se encuentran escondidos no sólo treinta mil francos, sino miles y millones de guineas; por lo cual no dudo que nuestro querido santo Protector de la Iglesia Católica y de la Nigricia cumplirá con su deber de resarcir a la obra africana de su divino Hijo. A este objeto están dirigidas especialmente nuestras oraciones en este mes consagrado a él.


[3769]
Hasta ahora, nunca había ocurrido una desgracia semejante a ninguna caravana de la Misión de Africa Central desde el año 1846, en que fue erigido el Vicariato. Tanto los misioneros como todos los comerciantes llegados a Asuán, siempre han desembarcado las provisiones y mercancías, y las han transportado hasta Schellal por medio de camellos. Y siempre se ha seguido este procedimiento, porque haciendo pasar las embarcaciones por las cataratas se corre el peligro de perder personal y cargamento. Similarmente, todos los misioneros y comerciantes que han llegado navegando a Korosko, siempre han tomado la ruta del desierto de Atmur hasta Berber, y nunca los misioneros han seguido la de Wady-Halfa y Dóngola, especialmente transportando muchas cajas, porque en Wady-Halfa es difícil encontrar camellos; y aunque hubiera camellos, esa ruta es siempre más larga y fatigosa y supone un mayor gasto.


[3770]
Todos los que estamos aquí no hemos podido comprender todavía por qué se le ocurrió al P. Carcereri hacer pasar las embarcaciones por las peligrosas cataratas de Asuán, ni la razón de que tomase el camino incierto de Wady-Halfa, que él mismo nunca había visto, apartándose del sistema y de la ruta siempre seguidos por misioneros y comerciantes. Entretanto, yo me veo obligado a efectuar nuevos gastos de unos cuantos miles de francos para hacer transportar a Jartum las cajas de Wady-Halfa. Y acaso tendré que seguir el consejo del I. R. Cónsul austrohúngaro y del Gobernador de Jartum: ordenar a mi buen Augusto Wisnewscky (a quien he enviado a Wady-Halfa, donde no encuentra camellos) que embarque de nuevo todas las cajas y las lleve de vuelta a Korosko, para tomar allí la antigua ruta del desierto de Atmur y de Berber. Hágase siempre la voluntad divina.


[3771]
Apenas llegados los misioneros a Jartum, he enviado al Kordofán una nueva caravana, para dar comienzo a la Misión de Gebel Nuba. Nada más recibir mi aviso, el gran jefe se ha apresurado a mandar su gente a El-Obeid para buscar y conducir a los misioneros a Delen. La pequeña caravana, compuesta de dos sacerdotes y dos hábiles y píos artesanos, más un alumno mío de la tribu de los Nuba como intérprete, ya ha salido para su destino desde El-Obeid. Con la ayuda del jefe deben preparar en el poblado de Delen dos establecimientos, uno para los misioneros y otro para las Hermanas, y una capilla. Hasta la fecha no tengo ninguna noticia ni del viaje, ni de la llegada de la caravana a Delen.


[3772]
La excelente Madre General de las Hermanas de San José ha mandado a El Cairo desde Marsella la Madre Provincial que tanto le había yo suplicado, en la persona de la Hermana Emilienne Naubonnet, quizá muy conocida en Propaganda porque estuvo treinta años de Superiora en Siria; y he telegrafiado al Superior de mis Institutos de El Cairo ordenándole que la envíe cuanto antes a Jartum por la ruta de Suez, el mar Rojo y Suakin. Al mismo tiempo he mandado a esta última ciudad un misionero para que vaya a recibirla y, por el desierto de los Bisharin, la conduzca a Berber. Tanto la Madre Provincial como el misionero enviado no solamente han llegado a Suakin, sino que se encuentran ya viajando en camello con dirección a Berber.


[3773]
Habiéndome declarado el P. Carcereri que era voluntad de Propaganda y de su General que él se quedase un año en Berber, y comprendiendo yo bien que tal era el deseo del P. Carcereri, creí conveniente acceder a ello; por lo cual partió con todos sus Religiosos hacia Berber, adonde ha llegado hace tiempo. Así que todos los Camilos están ya instalados en aquella nueva casa.


[3774]
El 22 de enero moría en Jartum la Superiora de las Hermanas de San José, Sor Genoveva Nivelet. Entre las recién llegadas hay una (la más fuerte), Sor Victoria Maillé, que está gravemente enferma. En realidad llegó ya mala a Jartum, y me temo que también ésta tome el camino del cielo. Por lo demás, el clima de Africa Central es mejor que el de muchas otras Misiones. Aquí hay que soportar cantidad de fatigas y sufrimientos, pero se puede subsistir: basta llevar una vida bien ordenada.


[3775]
Ha venido prisionero a Jartum el Sultán de Darfur acompañado de muchos hijos. En Darfur tenía más de doscientas esposas y concubinas. El Gobernador militar de Jartum llevó a la Misión al Sultán y a sus hijos, todos más negros que el carbón, a hacerme una visita. Se quedó pasmado de admiración al ver nuestro jardín y sobre todo el nuevo establecimiento que he construido para las Hermanas. El Sultán, hablándome de su cautiverio, me dijo entre otras cosas en lengua árabo-sudanesa, en la que se expresa bastante bien, que «Dios es el Señor de todos los reinos y de todas las cosas: hoy crea los reyes y les ordena mandar; mañana los vuelve siervos y les ordena obedecer. Ayer yo era rey; mis antepasados habían mandado en Darfur como dueños de la vida y de la muerte de todos los mortales, a lo largo de una dinastía de 467 años de existencia. Hoy, en cambio, de repente me he visto convertido en siervo, y debo servir lejos de mi país. Dios es mi Señor: Dios tiene razón, puesto que lo quiere así. Hay que hacer lo que Dios quiere».


[3776]
Sus imperiales hijos se quedaron boquiabiertos cuando les enseñé la gran fotografía de S. E. Ismail Ayub Bajá, Gobernador General de Sudán y Generalísimo del Ejército egipcio de Darfur. Estos príncipes negros reconocieron perfectamente en la gran fotografía al que los había hecho prisioneros y se había apoderado de su capital y de su país. Primero mostraron asombro, y comentaban: «Es él, es Ismail Bajá». Luego se echaron a reír inconteniblemente, repitiendo: «hua zato, hua bardo». Hasta que de pronto se esfumaron de mi salón sin siquiera despedirse, y huyeron de la Misión. Hay quien dice que los hijos del Sultán, creyendo encontrarse verdaderamente en presencia de Ismail Bajá, su enemigo, se dieron a la fuga.


[3777]
Ahora que está ausente S. E. Ismail Bajá, todos los comerciantes de Jartum se encuentran muy descontentos con quien desempeña las funciones de Gobernador General, que es Tuak Bajá, y suspiran por el regreso de de aquél. Pero tardará mucho en volver a Jartum, porque esta vez ha recibido el encargo de S. A. el Jedive de establecer un gobierno regular en el conquistado imperio de Darfur, el cual se dividirá en cinco grandes provincias, o mudirías, y se abrirá al comercio y a las comunicaciones con otros países de Africa y con los europeos. Espero que no tardaremos mucho en plantar la Cruz en su capital.


[3778]
Le pido perdón por haberme alargado un poco. Sería feliz si la eximia bondad de V. Em.a me obtuviese del Santo Padre una bendición para soportar alegremente las cruces que me afligen, y en especial para el buen éxito en el establecimiento de la nueva Misión de Gebel Nuba. Antes de marchar a territorio Nuba publicaré en una circular el Jubileo o Año Santo.

Rindiéndole humildemente el homenaje de mi profunda devoción, tengo el honor de besarle la sagrada púrpura y declararme en los Sdos. Corazones de Jesús y María



De V. Em.a Rma.

hummo., devotmo. y afmo. hijo

Daniel Comboni

Provco. Aplico. de Africa Central.




[3779]
En mi última carta me olvidé de añadir la adjunta copia relativa al establecimiento de Berber, hecha con el permiso del escribiente, el P. Franceschini, que informaba a su General sobre la Casa Camila de Berber.






592
Nota
1
Jartum
25. 3.1875
N. 592 (1208) - NOTA

AP SC Afr. C., v. 8, ff. 319-320



25 de marzo de 1875



Breve nota sobre una carta.





593
Nota
1
Jartum
3.1875
N. 593 (561) - NOTA A UNA CARTA DE DON LOSI

ACR, A, c. 27/11, n. 4



Jartum, marzo de 1875





594
Decreto erección Berber
0
Jartum
I. 4.1875
N. 594 (562) - DECRETO DE ERECCION DE LA CASA DE BERBER

AP SC Afr. C., V. 8, F. 329



Jartum, 1 de abril de 1875



Anexo A.–Decreto de erección canónica

de la Casa de Misión en Berber.

Decreto



[3780]
Dado que S.S. nuestro Señor Pío IX, Papa por Divina Providencia, nos ha otorgado a nosotros, aunque indignos, la suprema autoridad del Vicariato Apostólico de Africa Central, y que es nuestro deber poner sumo cuidado en atender con gran empeño a las gravísimas tareas de nuestro apostolado, y con todas nuestras fuerzas procurar diligentemente la salvación eterna de estos pueblos, después de elevar con fervor diarias plegarias y súplicas a Cristo Jesús, Eterno y Sumo Pastor, hemos considerado que deberíamos disponer las cosas de manera que, bajo nuestra potestad y autoridad, también las ínclitas Familias de los Regulares acudiesen en ayuda de los dilectos Sacerdotes de nuestro Instituto veronés de las Misiones pro Nigris, Sacerdotes a los cuales ha sido confiada y encomendada por la Santa Sede Apostólica la administración y el espiritual cuidado de todo el Vicariato de Africa Central.


[3781]
Entre dichas Familias hemos preferido la Congregación de los Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos, fundada por San Camilo de Lelis, porque hemos pensado que sobre todo ésta, al serle propio el doble carisma del servicio eclesiástico y de la eximia caridad, podría responder extraordinariamente a las necesidades de las regiones africanas.


[3782]
Por tanto, propuesto al Rmo. P. Camilo Guardi, Superior General de la misma Orden, un determinado Acuerdo para tal fin, válido por un quinquenio, hemos pensado confiar a estos Religiosos, elegidos y aprobados por la S. Congregación de Propaganda Fide mediante una carta de autorización, el cuidado espiritual con la ordinaria jurisdicción parroquial –sólo bajo nuestra autoridad y dependencia y la de nuestros Sucesores– sobre todos los fieles de uno y otro sexo, de cualquier nacionalidad y rito, que se encuentran en la provincia de Berber, en Nubia Superior, desde Suakin hasta el mar Rojo, y desde Taka hasta el límite septentrional con Abisinia y con el antiguo reino de Dóngola, tal como figura constituida civilmente y unida a nuestro Vicariato.


[3783]
Comoquiera que el mencionado Rmo. P. Camilo Guardi y la S. Congregación de Propaganda Fide se han dignado benévolamente dar a todo ello su aquiescencia, y encontrándose ya en nuestro Vicariato los aprobados y elegidos de dicha Orden Religiosa, nosotros, tras madura y diligente indagación sobre ellos, y escuchada la opinión de algunos miembros de nuestro Instituto veronés para las Misiones, de los más venerados y tenidos en consideración por su experiencia, hemos determinado entregar la casa de la Misión de Berber, por nosotros fundada, a los dilectos Hijos de San Camilo de Lelis, y proceder a la erección canónica de la misma casa para la Familia de los Camilos.


[3784]
Por lo cual hemos decidido en el Señor erigir canónicamente la susodicha casa de la Misión de los Clérigos Regulares de los Ministros de los Enfermos en la ciudad de Berber. Desde hoy, con nuestra presente Carta, solemnemente la declaramos erigida, según la forma y las condiciones suscritas en el referido Acuerdo por nosotros propuesto, aceptado por el Rmo. P. Camilo Guardi y benévolamente aprobado por la S. Congregación de Propaganda Fide.

Dado en Jartum, en nuestra residencia principal, a 1 de abril de 1875.



(L.S.)

Daniel Comboni

Provicario Apostólico de Africa Central

Pablo Rossi, Secretario.



Original latino.

Traducción del italiano






595
P. Estanislao Carcereri
0
Jartum
11. 4.1875
N. 595 (563) - AL P. ESTANISLAO CARCERERI

APCV, 1458/458 (Cronaca..., p. 35)



Jartum, 11 de abril de 1875



[3785]
«En atención a los deseos que me expresó verbalmente en Jartum el pasado febrero y me comunicó por escrito en varias cartas desde El Cairo y Wady-Halfa, declarando su voluntad de renunciar a ser mi Vicario General, y habida cuenta de que esa función es incompatible hic et nunc con su nuevo cargo de Prefecto de la Casa Camila de Berber, le manifiesto por medio de este escrito que he aceptado definitivamente su renuncia a la función antedicha. En virtud de lo cual queda usted desposeído de todas las facultades ordinarias y extraordinarias anexas a la misma, y que yo le conferí mediante Documento expedido en mayo de 1873 y en otras épocas tanto verbalmente como por escrito.


[3786]
Asimismo declaro con la presente nulas y de ningún valor, a partir de ahora, todas las facultades que, como mi Vicario Gral., ha otorgado a sus hermanos Camilos, reservando para mí mismo concederles en el futuro mediante el correspondiente Documento los poderes y facultades que considere oportunos, etc...»



Daniel Comboni






596
P. Camilo Guardi
0
Jartum
14. 4.1875
N. 596 (564) - AL P. CAMILO GUARDI

AGCR, 1700/35



N.° 1

Jartum, 14 de abril de 1875



Rmo. Padre:



[3787]
Aunque tarde, por fin ha llegado a mis manos su estimadísima del 14 de septiembre del pasado año. No solamente ha sido V. S. Rma. hombre de palabra, sino que ha demostrado tener palabra de rey. Mas por mi parte tengo la satisfacción de no ir a la zaga de V. S. Rma. en lo que se refiere a cumplir; porque si bien me encontraba en la absoluta imposibilidad de ofrecer enseguida en Berber una casa digna de acoger a una Orden Religiosa, tanto por las Obras que me tenían ocupado, como porque casi todos los recursos del Vicariato estaban en manos del P. Estanislao y del Superior de mis pequeños Institutos de El Cairo, para hacer frente a los gastos de la gran caravana que el P.Estanislao debía conducir a Africa Central, sin embargo hice sacrificios superiores a mis fuerzas, con el gran fin de ver enseguida preparada y erigida material y canónicamente la Casa Camila según sus venerables deseos, que reiteradamente me había expuesto por escrito el P. Estanislao Carcereri.


[3788]
Para satisfacer la voluntad de V. P. Rma., expresada también por dicho Padre, he consentido que todos los Religiosos permanezcan reunidos en Berber en tanto yo no tenga absoluta necesidad de ellos. Posiblemente sólo llamaré a Jartum, y por poco tiempo, al P. Franceschini. Como él tiene permiso de V. P. Rma. para hacer una visita a Verona, desearía que me acompañase en mi viaje a Europa desde Africa Central cuando, fundada la Misión de los Nuba, tenga que marchar a Roma. Cosa que no ha de ir para largo, porque ya han llegado mis misioneros a esas tribus y han sido bien acogidos por el jefe y por la población de Delen.


[3789]
Mientras, a ruegos del P. Estanislao, el 1 del corriente he promulgado el Decreto de erección canónica de la Casa de Misión en Berber, del que he mandado copia a Propaganda. Y aunque, dadas las graves pérdidas sufridas por el naufragio de una embarcación en las cataratas de Asuán, y por la tardanza en recuperar el resto de las provisiones –que en la fecha en que escribo están todavía en Wady-Halfa, a más de 40 días de Jartum– me encuentro desprovisto de fondos, su paternal corazón puede estar completamente seguro de que su Familia Religiosa de Berber no dejará de ser abastecida de lo necesario. La Providencia Divina me ayudará –espero– a asistir a esta primogénita de las Congregaciones Regulares del Vicariato.


[3790]
Cuando tenga la dicha de ir a la Ciudad Eterna, si Dios me da vida, confío en poder conversar largamente con V. P. Rma. sobre muchas cosas de importancia relativas a los intereses y al mayor bien de sus Hijos africanos y de su obra. Me agrada mucho el R. P. Alfonso Chiarelli.


[3791]
En cumplimiento del Artículo IX de nuestro Acuerdo, he puesto el ojo en el R. P. Juan Bautista Carcereri para la elección del futuro Párroco de Berber; y a este objeto, con carta de 11 del actual, he comunicado al P. Estanislao que voy a nombrar provisionalmente Vicario Parroquial a su hermano J. Bautista. Por ello ruego a V. P. Rma. se digne hacerme saber si es de su agrado que este Padre (al que conozco desde hace más de treinta años, y que con el M. R. P. Tomelleri y el P. Ragazzini fue condiscípulo mío en el Instituto Mazza de Verona) sea elegido Párroco de manera definitiva, en cuyo caso le entregaré la necesaria patente. Por muy buenos motivos, que sin duda no escapan a la sabiduría de V. P. Rma., me parece muy oportuna esta elección.


[3792]
Finalmente, atendiendo a reiteradas cartas del P. Estanislao enviadas desde Verona, El Cairo y Wady-Halfa, y a la intención que me manifestó en Jartum de renunciar al cargo de Vicario General mío para atender con mayor dedicación a establecer la casa Religiosa de Berber, he aceptado la solicitada dimisión, por ser verdaderamente incompatible tan grave función con su nuevo cometido y prolongada residencia en Berber.


[3793]
Asegurándole todo mi cuidado y afecto por su dilecta Familia Religiosa de Berber, y con el ardiente deseo de verle pronto en Roma, le rindo homenaje de veneración y gratitud, con el que tengo el placer de suscribirme de todo corazón



De V. P. Rma. hummo. y verdadero servidor

Daniel Comboni, Provco. Aplico. de A. C.






597
Card. Alejandro Franchi
0
Jartum
14. 4.1875
N. 597 (565) - AL CARD. ALEJANDRO FRANCHI

AP SC Afr. C., v. 8, ff. 323-324



J.M.J. N.° 3

Jartum, 14 de abril de 1875



Emmo.y Rmo. Príncipe:



[3794]
No obstando nada la erección canónica de la Casa de Misión en Berber, donde ya se encuentran reunidos cinco sacerdotes religiosos de San Camilo provistos de la Patente de Propaganda, y dos laicos, el 1 del presente abril he publicado el Decreto para la erección canónica de dicha Casa de Misión, del que me hago un deber remitir copia a V. Em.a Rma. como Anexo A.


[3795]
Por otro lado, habiéndome manifestado el P. Carcereri, con carta del 16 del pasado marzo, el deseo de V. Em.a Rma. de que yo examinase al P. José Franceschini (al que V. Em.a ha expedido la Patente de Misionero, que él me ha mostrado) sobre sus conocimientos y aptitud para el ministerio apostólico, por encontrarse este candidato en Berber, delegué en el P. Carcereri para que le hiciera el requerido examen. Efectuado el mismo el 2 del presente abril, me envió una declaración al respecto, en la que reconoce en dicho joven religioso buenas cualidades para la Misión de Africa Central, y que, ratificada por mi parte, paso a remitir a V. Em.a Rma. como Anexo B.


[3796]
Todas las cajas y provisiones de la expedición del P. Carcereri que aún quedaron tras el desastre en las cataratas de Asuán se encuentran todavía en Wady-Halfa, a más de cuarenta días de Jartum. Siguiendo el parecer del I. R. Cónsul austrohúngaro, del Gobierno local y de algunos expertos comerciantes, he dado orden a mi enviado Augusto Wisnewscki de que lleve todas las provisiones y efectos de vuelta a Korosko, y siga el desierto de Atmur por Abuhhammed y Berber. Espero que en mes y medio podré recibir todo ello en Jartum.


[3797]
La Rvda. Madre Provincial, Sor Emilienne Naubonnet, aunque vieja y con treinta años de misión en Siria, pasó felizmente el desierto de los Bisharin desde Suakin, en el mar Rojo, hasta Berber (15 días de camello). El 7 del corriente ha partido de esta última ciudad, y posiblemente dentro de una semana llegará a Jartum. Va a ser un dolor para ella no encontrar ya a la excelente hermana Victoria Maillé, la cual voló al eterno descanso el día 2 del presente mes.


[3798]
El pasado domingo recibí cartas de Gebel Nuba, donde han llegado sin contratiempos mis misioneros y han sido cordialmente acogidos por aquel jefe y por la población de Delen. Espero que el Sacratísimo Corazón de Jesús bendiga esta nueva Misión.


[3799]
También S. E. Ismail Bajá, Gobernador General de Sudán y Generalísimo del ejército egipcio en el imperio de Darfur, me escribió desde aquella capital con fecha 10 de Safar (17 de marzo), dándome muy buenas nuevas de esa reciente conquista, pidiendo noticias mías y mostrando la mejor disposición. Está organizando en cinco grandes muderías, o provincias, el vasto reino conquistado, y luego volverá a Jartum.


[3800]
El coronel Gordon, nombrado ahora Ferik Bajá, ha dejado Gondókoro, para fijar su residencia principal en Ladó, a tres horas más hacia el norte. Lo han abandonado casi todos sus colaboradores, que regresan a Europa –se dice– por su gran rigor. Pero la razón determinante es que se trata de un verdadero soldado, que exige orden y puntualidad, y que no permite robar. Además, se muestra terrible e inexorable con la trata de negros, que ha desaparecido completamente de las localidades próximas a su residencia; pero la trata sigue con pleno vigor a alguna distancia de Ladó y de las orillas del Nilo Blanco, adonde no llegan sus escasas tropas.

Honrándome en expresarle mis sentimientos de profunda veneración, y besándole respetuoso la sagrada púrpura, paso a suscribirme en los Sagrados Corazones de J. y M.



De V. Em.a Rma.

hummo., devotmo. y afmo. hijo

Daniel Comboni

Provco. Aplico. de Africa Central






598
P. Arnoldo Janssen
0
Jartum
14. 4.1875
N. 598 (566) - AL P. ARNOLDO JANSSEN

AVR, 1626-1633



J.M.J. N.° 1

Jartum, 14 de abril de 1875



Ilmo. y dilectísimo Señor:



[3801]
Ayer recibí su carta del 18 de febrero de este año, junto con las tres hojas de su pía revista, que lleva el dulce título de Kleiner Herz-Jesu Bote (Pequeño mensajero del Corazón de Jesús).


[3802]
Le doy millones de gracias por su gentileza y caridad, y también a mis piadosísimos bienhechores, que por medio de usted se han compadecido de esta fatigosa Misión de Africa Central y de los niños negros.


[3803]
Todos los días, en público y en privado, rezamos al Corazón de Jesús, al que con la autoridad del Sumo Pontífice Pío IX y de la Santa Sede Apostólica he consagrado todo el Vicariato por usted y por los bienhechores de la Alemania católica, así como por los intrépidos Obispos, Sacerdotes y fieles de la Prusia Renana y Germánica, cuya fe, firmeza y heroísmo contemplan admirados el mundo, los Angeles y los hombres. Los misioneros de Africa Central, aunque extenuados por un enorme trabajo, no nos consideramos dignos de ser llamados discípulos de los valerosísimos hombres de Alemania, tanto eclesiásticos como laicos católicos. El ejemplo de ustedes fortalece nuestro espíritu y nos incita a sufrir más por la salvación y redención de los negros del Africa interior. ¡Animo, pues! El próximo triunfo los consolará a ustedes y a la Iglesia de Cristo. El Corazón de Jesús está con ustedes.


[3804]
El Rmo. señor Párroco Nöcher, de Colonia, en treinta meses, a partir de septiembre del año 1872, ha dado a mi Vicariato 40.000 (cuarenta mil) franco, y también el encargo de comprar niños.


[3805]
Pero, como no me ha llegado la carta en francés a que usted se dignó referirse en su carta, hasta el momento no conozco enteramente las condiciones y las intenciones especiales de mis generosos benefactores: el Ilmo. y Rmo. Párroco Nöcker, junto con los socios de la pía Sociedad de Colonia para el rescate y la educación de los niños negros (con los que me relaciono desde hace quince años), es y ha sido siempre muy exacto y fiel en transmitir el dinero y las intenciones de los benefactores de Africa Central. Ruego a usted que, si recoge dinero para mí y para Africa Central, se sirva mandarlo al Rmo. Párroco Nöcker, Presidente de dicha Sociedad, para que así me lleguen segura y puntualmente sus donativos.


[3806]
Los motivos por los que no he recibido esa carta en francés pueden ser varios:

1.° El servicio postal de Alejandría o de El Cairo, o,en una palabra, del conjunto de Egipto y de Nubia, no es como el europeo. Por ello, muchas cartas que me son enviadas a Africa, o que yo escribo a Europa, se extravían. Y de nada han servido mis quejas, o las del I. R. Cónsul austrohúngaro sobre ello al Gobierno egipcio. Las cartas y los escritos son transportados a lomos de camellos, y al árabe le falta mucho para la civilización, todavía es primitivo.

2.° El Revdo. P. Carcereri, antes mi Vicario General, es un excelentísimo escritor y redactor, y muy instruido; pero (para decirle confidencial y secretamente la verdad) es un pésimo administrador y muy inexperto en cuanto a tratar los asuntos. En los dos años que permanecí en El-Obeid, en el Kordofán, él recibió en Jartum todas las cartas dirigidas a mí desde Europa y fue muy negligente en hacérmelas llegar.


[3807]
El P. Carcereri salió de Jartum el 10 de diciembre de 1873 con dirección a Europa, donde recorrió Italia, Francia, Alemania y Austria por asuntos de la Misión, tras lo cual regresó a Egipto y luego a Jartum. Ahora es Superior de la casa de la Misión de Berber. El mismo, antes de julio del pasado año, recibió en Europa para mí abundantes cartas de muchos de mis bienhechores de Italia, Alemania y Austria, y con ellas dinero, ropas, libros, ornamentos y vasos sagrados; pero no me habló ni escribió especificando las diferentes cosas y benefactores, salvo en algún caso.


[3808]
Ahora, desde Berber, me ha mandado muchas cartas fechadas en los meses de abril, mayo y junio del año pasado. También me envió algunas cartas atrasadas desde El Cairo, otras desde Wady-Halfa, Asuán y Dóngola, y todavía hay otras en las cajas de géneros alimenticios y demás cosas que llevó desde El Cairo hasta Wady-Halfa, y que siguen allí desde hace cinco meses porque no pudo transportarlas a Jartum por falta de sesenta camellos.


[3809]
El P. Carcereri fue a Colonia en junio del año pasado, donde recibió del Rmo. Nöcker 20.000 francos. Y ciertamente la Sociedad de los negros o el Rmo. Párroco Nöcker le entregaron todas las notas necesarias con las intenciones de los bienhechores, como se hace siempre.


[3810]
Hecha esta aclaración, con gusto cumpliré las condiciones y deseos expresados en la carta de V. S. recientemente recibida. Rescataré los diez negros en la Misión del Kordofán; mas será tan gentil de escribirme los nombres de los niños que usted o los bienhechores deseen. Ya hemos rescatado muchos niños en El-Obeid con el dinero de la Sociedad de Colonia, y el mes próximo, cuando vaya a tierras de los Nuba para fundar una Misión por mandato de la Santa Sede Apostólica, administraré el bautismo en El-Obeid a veinticinco o treinta niños rescatados el año pasado. Me hará, pues, ilustrísimo señor, un señalado favor si apenas recibida mi carta me manda los nombres de los niños negros rescatados por los bienhechores de Westfalia.


[3811]
Perdóneme por escribirle en latín; pero es que no duermo por exceso de ocupaciones, y estoy agotado. Por este motivo no le escribo en alemán, porque necesitaría más tiempo y tendría que usar el diccionario. Pero usted puede escribirme en alemán, lo entiendo bastante bien. O, si lo prefiere, puede hacerlo igualmente en francés, inglés, español, portugués, italiano o en latín, lenguas habladas por los occidentales.


[3812]
Mis colaboradores, esto es, mi Vicario General y Superior de Jartum, D. Pascual Fiore; mi Secretario, D. Pablo Rossi, y D. Losi, Rector de la Misión del Kordofán, me harán llegar sin falta todos los escritos que usted me mande. Y lo mismo D. Bartolomé Rolleri, Superior del Colegio de negros de El Cairo, en Egipto.

Le ruego que me mande su estupenda revista Kleiner Herz-Jesu Bote, de marzo, abril y de los meses siguientes, porque es un feliz compendio de la historia de las Misiones Apostólicas. Le doy las gracias por ello.


[3813]
Cuando disponga de más tiempo le escribiré sobre mi Vicariato, que es muy extenso y el más poblado de todo el mundo, y cuyas gentes y pueblos se hallan en las tinieblas y sombras de muerte.


[3814]
Sírvase expresar mi agradecimiento lo más que pueda a mis bienhechores y transmitirme, si es posible, los nombres de las personas más dignas de veneración, para que las tengamos en nuestras oraciones. Por lo que respecta al dinero, si recogiera algo, tenga la bondad de mandarlo siempre al señor Nöcker.

En el Sacratísimo Corazón de Jesús me suscribo humildemente



Tuissimo servo in Xsto.

Daniel Comboni

Provicario Apostólico de Africa Central



Original latino.

Traducción del italiano






599
Don Godofredo Noecker
0
Jartum
20. 4.1875
N. 599 (567) - A DON GODOFREDO NOECKER

«Jahresbericht...» 22 (1875), pp. 52-55



Jartum, 20 de abril de 1875



Ilmo. y Rmo. Señor:



[3815]
Ocupado con trabajos importantes y urgentes y apremiado por visitas de todas clases, me encontré hasta ahora en la imposibilidad de enviar noticias sobre la situación y las condiciones de nuestra Misión. Le pido mil perdones. En este tiempo, el buen Dios me ha dado un excelente secretario, lleno de espíritu apostólico, en la persona de D. Pablo Rossi, un alumno de nuestro Instituto Africano de Verona, por medio del cual pronto podré mandar, sobre las bendiciones que el Corazón de Jesús tiene reservadas para nuestro Vicariato de Africa Central, detallados informes a la Sociedad de Colonia, a cuyas fatigas debe este inmenso Vicariato su resurrección y su existencia.


[3816]
Como anticipo, les envío con la presente los acuerdos a que he llegado, por una parte, con el Superior General de los «Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos» y, por otra, con la Superiora General de la Congregación de las «Hermanas de San José de la Aparición», y que han sido aprobados por Propaganda en Roma. A todo ello añado el reciente «Decreto» sobre la erección canónica de una casa misionera en Berber. Todos los Padres de la Congregación de San Camilo Lelis, llamados también «Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos», deben permanecer en Berber un año por deseo de su Prefecto, el Rmo. P. Estanislao Carcereri; quedan exceptuados de ello los Padres Franceschini y Chiarelli, que junto con un veterano de la Misión, el Rev. Sr. Wischnewsky de la diócesis de Ermland, en Prusia, se mantienen preparados para visitar, bajo mi dirección personal, los pueblos Nuba. Ya he mandado también allí, guiados por D. Luis Bonomi, de nuestro Instituto de Verona, cuatro hermanos coadjutores. Llegaron hace dos meses al primer poblado, llamado Delen, donde el jefe los recibió con mucho agrado. Allí van a construir dos casas, una destinada a acoger a los misioneros y otra a las Hermanas de San José.


[3817]
Hace poco vino a Jartum, por la ruta del mar Rojo y de Suakin, la reverenda Madre Provincial, Sor Emilienne Naubonnet, que ya ha sido durante treinta años Superiora de las misiones en Siria. Llegó por primera vez a Oriente con el Rmo. P. Maximiliano Ryllo, sacerdote de la Compañía de Jesús, que murió en 1848 como primer Provicario Apostólico de Africa Central, y cuyos restos están enterrados en el jardín de la casa de las Hermanas que he construido recientemente. Ya dos años antes había solicitado del difunto Cardenal Barnabó una Madre Provincial para Africa Central que se hiciera cargo de la dirección religiosa de los Institutos de las Hermanas, y ahora me han concedido este favor tanto el nuevo Prefecto de Propaganda, Su Em.a el Card. Franchi, como la Superiora General. Una mujer fuerte, dotada de ánimo viril, de 56 años, y de singular experiencia y habilidad, será, si Dios quiere, de grandísima utilidad al Vicariato.


[3818]
Los misioneros que salieron de El Cairo el 24 de octubre de 1874 han llegado a Jartum el 3 de febrero del presente año; pero lo han hecho sin las provisiones y las otras cosas que traían para la Misión. Esto ha permanecido cuatro meses en Wady-Halfa, y desde entonces hasta hoy en la capital de Dóngola, y se ha perdido casi todo. Este daño, que asciende casi a treinta mil francos, está motivado por dos equivocaciones del conductor de la expedición. En efecto, en vez de ir por el camino normal, el de Korosko a Berber, que siguen los comerciantes y desde 1847 los misioneros, tomó la ruta de Wady-Halfa y Dóngola, que es demasiado larga, arriesgada y dispendiosa; y en vez de pasar las cataratas de Asuán con las embarcaciones vacías, mientras la carga –como habían hecho los misioneros desde Knoblecher en adelante– era transportada más allá de las cataratas, por tierra, a lomos de camello, y las personas sobre borricos, él pasó esos peligrosos lugares con las embarcaciones cargadas, y por tanto sin las debidas precauciones, de modo que los misioneros y las Hermanas se vieron expuestos al gran peligro de ahogarse, y sólo por milagro se libraron de un naufragio seguro.


[3819]
Aun así, una embarcación que llevaba provisiones y los ornamentos de iglesia, estrellándose, se hundió en el río, en cuyas aguas encontró la muerte nuestro querido hermano José Avesani. Por esta razón y por tan graves pérdidas, de momento no estoy en condiciones de ir al Kordofán y a Gebel Nuba. Si bien por ahora esto me tiene muy afligido, no quiero perder el ánimo. Antes al contrario, he de decir con el patriarca Job: «Dios me lo ha dado, Dios me lo ha quitado; como el Señor ha querido, así ha ocurrido. ¡Bendito sea el nombre del Señor!»

El divino Corazón de Jesús nos anime y conforte. Reciba usted mis cordiales saludos y tenga un amable recuerdo para su

obligadísimo amigo



Daniel Comboni, Provicario



Original alemán.

Traducción del italiano.






600
Augusto De Villeneuve
0
Jartum
25. 4.1875
N. 600 (568) - A AUGUSTO DE VILLENEUVE

AFV, Versailles



J.M.J.

Jartum, 25 de abril de 1875



Mi muy querido Augusto:



[3820]
Me encuentro al frente de la más vasta Misión de todo el universo, rodeado de las más grandes y pesadas cruces. En medio de mis penas y de mis trabajos, y entre el agobio de un tremendo calor, ha venido a traerme un inmenso e inefable consuelo la noticia que la Madre Emilie Julien me ha dado de su feliz boda con un maravilloso ángel, o sea, con la señorita de Tanquerelle des Planches, sobrina del Card. de Cheverus, la cual es hoy su muy amada esposa. ¡Oh, queridísimo amigo, esta noticia me ha colmado de verdadero gozo y me ha levantado el corazón, tanto por su felicidad como por los deseos satisfechos de su incomparable madre. De modo que hemos cantado una Misa solemne en mi pequeña catedral, para dar gracias a Dios por esta gran ventura.


[3821]
Es el fruto, querido Augusto, de tantas plegarias como su admirable madre ha elevado y hecho elevar al cielo en todo el universo. Sí; tampoco en las lejanas regiones de Africa Central dejé ni un solo día de rogar a Dios que le diese una compañera en la tierra, y esté seguro de que asimismo se ha rogado en Asia, en América, en Australia, en Roma y en todas partes, porque su incomparable madre, dotada de una fe heroica y una perseverancia sin igual, es bien digna de ser escuchada. Desde hace muchos años ella ha derramado cantidad de lágrimas y suspiros, y ha hecho rezar por este feliz resultado hasta a la augusta Majestad de Pío IX. Así, el imponderable Dios se ha visto obligado a atender esa poderosa plegaria materna.


[3822]
Dé gracias, mi querido Augusto, ante todo a Dios, a la Santa Virgen y a Pío IX, y luego a la fe de esa extraordinaria madre que le ha conseguido tal dicha, y procuren usted y su esposa poner todo de su parte por servir bien a Dios y hacer felices los días de su buena madre sobre la tierra, pues se lo merece por su fe, su perseverancia y su amor materno.

Sírvase, querido Augusto, presentar mis afectuosos respetos a su esposa, a la que espero conocer personalmente antes de morir, y le ruego que me mande una foto de ella por correo. Esta es mi dirección:

Mons. Daniel Comboni

Provicario Apostólico de Africa Central

C/ Egipto - Jartum (Sudán)

El 16 de julio diré Misa en el Kordofán por usted, su esposa y su madre.



Su amigo Daniel Comboni



Original francés.

Traducción del italiano.