[3584]
Cumpliendo el deseo que V. Em.a se dignó expresarme en su venerada carta n.° 4 del pasado 15 de abril, me apresuro a redactarle sucintamente un breve Informe sobre el estado actual de la Misión que me ha sido confiada, el cual, unido a la Relación que ya le habrá presentado el P. Carcereri, mi Vicario Gral., podrá darle una justa idea de la importancia de la Obra que la divina Providencia me ha puesto en las manos. Y ante todo creo oportuno anteponer algunas nociones generales sobre las condiciones de este laborioso e inmenso campo de la Viña del Señor.
[3585]
El Vicariato Aplico. de Africa Central es sin duda el más extenso y poblado del universo.
Tiene como límites:
Al Norte, el Vicariato de Egipto y la Prefectura de Trípoli.
Al Este, el mar Rojo, los Vicariatos de Abisinia y de los Gallas, y la Prefectura de Zanguebar.
Al Sur, los 10° de latitud austral, donde generalmente se sitúan las supuestas Montañas de la Luna.
Al Oeste, la Guinea Meridional y la Prefectura del Desierto del Sáhara.
[3586]
De esto se deduce claramente que el Vicariato de Africa Central abarca una extensión territorial superior a la de toda Europa. Su población, según los cálculos de mi doctísimo Predecesor, el Provicario Knoblecher, asciende a noventa millones de almas (1). Pero con arreglo a mi humilde opinión, basada en serias indagaciones y diligentes estudios, los habitantes del Vicariato son más de cien millones.
[3587]
Esta población inmensa, carente por completo de toda civilización, está dividida en su mayor parte en tribus independientes. Algunas de ellas son nómadas. Sin embargo, no faltan vastísimos reinos e imperios gobernados despóticamente en todo el rigor de la palabra. Por el contrario, las tribus presentan sólo una sombra de gobierno, que generalmente es patriarcal: el cabeza de familia tiene una gran autoridad; y en los asuntos de público interés, especialmente la guerra, el jefe de la tribu, que generalmente es cabeza de la familia más rica y poderosa, tiene una autoridad absoluta que todos reconocen y respetan.
[3588]
Las lenguas del Vicariato (no los dialectos) son más de cien y totalmente distintas unas de otras: difieren en mayor medida que el italiano del alemán. En ninguna de ellas se encuentran las palabras escribir y leer, porque se desconocen por completo las letras. Todas las normas de gobierno, las leyes y la historia son transmitidas por tradición. El difunto Provicario Knoblecher recogió los nombres de los números de cuarenta y cinco lenguas distintas habladas en la parte oriental del Vicariato, trabajos que yo mismo he visto y leído. Ahora esos preciosos escritos andan extraviados. En 1859 conseguimos componer un voluminoso diccionario y gramática de las lenguas de los Denka y de los Bari, y el año pasado, en el Kordofán, empecé a recoger muchísimos vocablos de la lengua de los Nuba.
[3589]
Todas las lenguas de Africa Central, por lo que hasta ahora he podido averiguar, son monosilábicas y de naturaleza semítica. La lengua predominante en los países musulmanes sometidos a la Corona de Egipto es el árabe, que con los siglos se ha introducido en toda la Nubia Inferior y Superior desde Asuán hasta Jartum; pero los siglos de opresión musulmana no pudieron hacer desaparecer la lengua original, la beréber, que es hablada exclusivamente por los Barabra.
[3590]
Los pueblos del Vicariato son por lo general de raza negra, excepto los de raza árabe que citaré más adelante. Hay representantes de todas las tonalidades, desde el tipo abisinio hasta el puro color ébano y negro carbón. Existen también tribus de piel rojiza y de color sangre, como los Dor, en el centro, y los Abugerid, en el Nilo Azul y en el Blanco. Hay, además, razas de toda estatura, desde la enana hasta la gigante. Pero todos ellos son guerreros, y desde la infancia se adiestran en el uso de las armas, que generalmente consisten en lanzas y flechas envenenadas, astas agudísimas y palos de ébano y de sunt muy bien labrados. Muy frugales, estos pueblos no son tan libidinosos como se cree, y como suelen serlo los que, arrancados de sus tierras natales de la Nigricia, son condenados a vivir en medio de la corrupción musulmana. Sus casas consisten normalmente en toscas cabañas, cuya puerta es justamente como la boca de un horno; su cama es el desnudo suelo, o alguna piel, o el angareb. El clima es por lo común muy cálido.
[3591]
En el centro hay lluvias regulares de seis o siete meses cada año. En Berber, Dóngola, Jartum y el Kordofán las lluvias caen de tres a cuatro meses; es decir, en los tres o cuatro meses de la época de lluvias, o jarif, llueve ocho o diez veces abundantemente. Todo el resto del año el cielo está despejado y sereno. Esta es la razón por la que las casas de la misión deben ser sólidas y amplias: en ello nos va la vida. El Vicariato tiene muchos desiertos de arena ardentísima. Pero la mayor parte de Africa Central está salpicada de terrenos muy fértiles, que, regados, y con la humana industria, podrían producir inmensas riquezas. Los montes que se elevan en algunos lugares son bastante pequeños en comparación con los de Europa: casi todo el suelo del Vicariato se dilata en inmensas llanuras abundantes en fértiles pastos y llenas de ganados de toda especie. Hay también en ellas, en gran número, elefantes, hienas, leones, tigres, panteras, serpientes de desmesurado tamaño, y otros animales feroces. Los caminos apenas existen. Los más semejantes a tales, y para nosotros más cómodos, son siempre los de los chilabas, o sea, aquellos por los que pasan los traficantes de esclavos con las innumerables turbas de sus víctimas: estos caminos son los practicables para el misionero.
[3592]
En cuanto a religión, lo predominante en el Vicariato es el fetichismo y la idolatría, en sus más diversas y extrañas versiones. Pero el islamismo impera en toda la parte septentrional del Vicariato, en Nubia, en el Waday, en el Kordofán, en una parte del imperio de Bornu, y entre las tribus árabes nómadas, las cuales tienen su origen en las famosas migraciones de los siglos VII y XVI, que, procedentes de Arabia, se extendieron gradualmente hasta muchas tribus del interior. Sin embargo, los seguidores del Corán que pueblan tan considerable parte del Vicariato no son tan fanáticos como los de Egipto y de Asia.
[3593]
Los coptos heréticos establecidos en el Vicariato desde la época de las conquistas egipcias, como escribientes del Gobierno o como comerciantes y aventureros, son cerca de cinco mil, y tienen una sede episcopal en Jartum, que hoy se encuentra vacante por los motivos a que aludí en mi carta del 20 de octubre del año pasado al Emmo. Cardenal Prefecto (d. s. m.).
[3594]
También hay unos dos mil griegos cismáticos, más un pequeño número de protestantes luteranos y anglicanos, y algunos judíos atraídos por el comercio.
Los católicos de todos los ritos apenas llegan a trescientos en todo el Vicariato. Pero cuando en las misiones del mismo estén organizadas todas las obras de apostolado católico, estoy profundamente convencido de que entonces nuestra santa fe hará progresos extraordinarios. Los prusianos (perdóneme V. Em.a este ejemplo de los modernos persecutores de la Iglesia y del Papado) trabajan cinco meses seguidos preparando sus obras de estrategia militar para estrechar el cerco de la inexpugnable París. Después de lo cual, con unos pocos días de bombardeo, entran victoriosos en la soberbia capital de Francia. Cuando nosotros hayamos preparado las bombas y las ametralladoras de bien organizados Institutos misioneros y de Hermanas, y de colegios, y hayamos organizado bien las escuelas, los asilos, los hospitales y las otras obras católicas, abriremos fuego, y el coloso de la idolatría caerá por obra de la Cruz, como la mística piedrecita de la Escritura, y reinará sólo Jesucristo.
[3595]
Es indudable que, sabiamente establecidas las obras del apostolado católico en las tribus interiores del Vicariato, la predicación del Evangelio producirá señalados triunfos, hasta ver poblaciones enteras convertidas en masa a nuestra santa Religión. El islamismo no ha podido arraigar entre los negros de Africa Central. Las tribus árabes nómadas desde hace muchos siglos, y el Gobierno egipcio desde hace cuarenta años, han realizado esfuerzos inauditos dirigidos a ganar para Mahoma las tribus de los negros; e incluso hoy día los Gobernadores del Sudán egipcio, como he podido constatar con mis ojos, tienen la política de enviar a los más fanáticos de sus muftíes, ulemas y maestros de religión con el fin de preparar mediante la predicación del Corán a aquellos pueblos para su sometimiento a la Corona de Egipto. Pero siempre ha sido un vano esfuerzo: los negros aborrecen el islamismo.
[3596]
Además yo soy de la opinión de que, bien organizadas nuestras santas misiones en las zonas musulmanas del Vicariato, como Jartum, el Kordofán, Berber, Sennar, etc., con el transcurso de unas generaciones, y gracias al culto externo, la vida ejemplar de los Misioneros, de las Hermanas y de los miembros de la Misión, y al establecimiento de las obras de caridad, también estas inmensas provincias dominadas por el islamismo doblarán la frente ante la Cruz. La influencia que hoy ejerce la Misión católica tanto en el Gobierno local como en las poblaciones cristianas de todo género y sobre los infieles, es muy grande. Se puede decir con toda verdad que la Misión constituye la primera fuerza moral de Sudán. Pero es necesario que su jefe y sus misioneros muestren mucha prudencia y circunspección, junto con una inquebrantable entereza, para mantenerse firmes ante los golpes de las potencias del mal, sobre todo en lo que respecta a los atropellos de la más horrible esclavitud y de la trata de negros, plaga funesta de la que es triste escenario el Vicariato. El mayor obstáculo para la conversión de estos pueblos musulmanes es la opresión brutal que ejerce contra ellos el gobierno dominante, y la crueldad y los excesos arbitrarios de los satélites del Diván de Egipto.
[3597]
El Gobierno egipcio tiene tales posesiones en el Vicariato, que si estuvieran bien organizadas y gobernadas podrían formar en pocos lustros un imperio muy floreciente. En efecto ocupa una buena porción de la parte oriental, y algunos puntos de la parte central, a lo largo del inmenso espacio que se extiende desde el Trópico de Cáncer hasta el Ecuador. Y sin contar Nubia Inferior desde Schellal hasta Wadi Halfa y buen trecho del desierto de Atmur, que obedece al Gobernador de Esneh, en el Alto Egipto, las posesiones de S. A. el Jedive en el Vicariato están divididas en catorce muderías, o vastas provincias, gobernadas cada una por un Mudir, que siempre es un Bajá o un Bey, y guarnecidas por más de treinta mil soldados egipcios e indígenas armados de fusiles y artillería de campaña. Estas catorce provincias se hallan reunidas bajo la jurisdicción de tres Hokondares, o Gobernadores Generales, dotados de grandes poderes, y que residen en Taka, en Jartum y en Gondókoro:
[3598]
Su Excelencia Munzinger Bajá, católico suizo y actual Hokondar o Gobernador General del departamento Oriental, o del Mar Rojo, que comprende las provincias de Taka, Suakin, Cadaref y Ghalabat, en mi Vicariato, y también la de Massaua en el Vicariato de Abisinia, depende del Virrey de Egipto.
[3599]
Su Excelencia Ismail Bajá Ayub, turco de origen y temible musulmán (aunque muy cortés y generoso conmigo) es el Hokondar o Gobernador General de las provincias de Jartum, Sennar, Fazoglo, Berber, Dóngola, Kordofán, Fashoda (la vasta tribu de los Schelluk en la margen izquierda del Nilo Blanco) y Schiaka, en el Bahar-el-Ghazal, a 9° de lat. N.
[3600]
Su Excelencia el coronel Gordon, inglés anglicano, que ha domado a los rebeldes de China, y es un distinguido caballero, es Gobernador General del Nilo Blanco y del Ecuador, tiene bajo su jurisdicción las provincias de Gondókoro y de Fatico, y ha recibido del Jedive el encargo de implantar el Gobierno egipcio en las fértiles y pobladísimas tierras situadas alrededor de las fuentes del Nilo.
[3601]
La acción de los primeros misioneros desde la erección del Vicariato en 1846 hasta 1861, de los que yo mismo formaba parte, se desarrolló en la parte oriental del Vicariato, donde se fundaron estas cuatro Estaciones: Schellal, en el Trópico de Cáncer; Jartum, entre los 15° y 16°; Santa Cruz, entre los 6° y 7°, y Gondókoro, entre los 4° y 5° (siempre de latitud Norte), en el Nilo Blanco.
De 1861 a 1872, bajo la dirección franciscana, se abandonaron todas las Estaciones referidas, a excepción de Jartum.
La Obra del Instituto de las Misiones de la Nigricia, de Verona, en los dos años de su administración ha extendido la acción católica al centro del Vicariato, fundando la Misión del Kordofán y llevando a cabo una eficaz exploración entre los Nuba.
[3602]
El clima de Jartum no es ya letal como en los tiempos pasados, en que fueron víctimas del mismo más de treinta misioneros, y yo mismo estuve repetidamente al borde de la tumba. Por las plantaciones y por otras causas ha mejorado la atmósfera de esta capital, destinada a convertirse en un gran centro de poder y de comercio en cuanto esté construida la vía férrea de Sudán, la cual eliminará la barrera del Gran Desierto, que hace ahora tan penosa y difícil la comunicación entre Africa Central y Egipto. En Jartum hoy se puede vivir casi como en El Cairo. Por otra parte, el clima del Kordofán, como el de las tierras de los Nuba y el de las fuentes del Nilo, en el Ecuador –donde no tardaremos en establecer nuestra santa Religión–, es de lo más sano. Parece que Dios, en su misericordia, ha quitado de en medio el mayor obstáculo que impedía la redención de estos pueblos: el clima mortífero. Este hecho, unido a la circunstancia no menos capital de que ahora se van abriendo en Africa Central las vías de comunicación, es un nuevo indicio indudable de que ha sonado la hora de la redención de la Nigricia.
[3603]
Hay todavía un gravísimo inconveniente que afecta de forma viva y directa al apostolado católico, y es la existencia en pleno vigor de la más cruel esclavitud, en la que caen cada año cientos de miles de víctimas; es la horrible trata de negros, que llevan a cabo en pleno día miles de truhanes apoyados secretamente por el Gobierno egipcio, y que ejercen sus mismos agentes y Gobernadores. Pero Dios suscitará medios para eliminarla en breve, y a ello contribuirá grandemente la fuerza y poder moral de nuestra santa misión, que no retrocederá ante ningún obstáculo. Es la verdadera misión de Jesucristo, que vino al mundo a liberar a los esclavos, a dar a todos la libertad, y a constituirnos en hermanos suyos e hijos de un mismo padre que está en los cielos. La lucha gloriosa de la misión contra las horribles lacras aquí imperantes de la esclavitud y la trata de negros facilitará poderosamente la conquista de Africa Central para la Iglesia Católica.
[3604]
Tras estas nociones generales, que he juzgado oportuno exponer a Vuestra Eminencia, paso a señalar brevemente el estado actual de este importantísimo Vicariato. A decir verdad, los medios empleados para producir lo obtenido son muy pequeños; lo cual nos sirve de gran satisfacción, porque tal es la regla ordinaria de la Providencia divina, que nos indica que sólo El es el autor de todo bien.
[3605]
El mayor fruto que el apostolado católico puede alcanzar eficazmente en el Vicariato es la conversión de los negros pertenecientes a las tribus idólatras y fetichistas del interior. Pero también podemos ganar almas en las tierras musulmanas donde actualmente estamos establecidos, en las que más de las cuatro quintas partes de los habitantes son esclavos idólatras que gimen bajo el yugo de las familias mahometanas.
[3606]
Para conseguir organizar las obras católicas en las regiones idólatras del interior a fin de convertir aquellas tribus a la fe, importa muchísimo que los establecimientos erigidos en ellas tengan un centro de apoyo y estén sometidos, por así decir, a las Casas Madre; o sea, a las Misiones fundamentales establecidas en territorio seguro, bajo un gobierno regular, donde haya también Consulados de potencias europeas que protejan su existencia y su estabilidad.
Tales son precisamente las dos Misiones fundamentales y centrales establecidas en las capitales Jartum y El-Obeid, ciudades muy importantes, la primera de 48.000 habitantes y la segunda de 100.000, que se prestan maravillosamente a este fin.
[3607]
Jartum es el centro de comunicación y la base de operaciones para llevar gradualmente la fe a las grandes tribus y reinos que constituyen la parte oriental del Vicariato hasta más allá de las fuentes del Nilo, en los 10 grados de latitud meridional.
El-Obeid es el centro de comunicación y la base de operaciones para plantar poco a poco el estandarte de la Cruz en las inmensas tribus, reinos e imperios que forman las partes central y occidental del Vicariato.
[3608]
Este es el motivo por el que desde que tomé posesión de la Misión en calidad de Provicario Apostólico, he puesto un cuidado especial en fortalecer y consolidar las dos Misiones principales y fundamentales de Jartum y de El-Obeid, como varias veces he indicado en mis cartas a la S. C. Con esta intención he postergado por el momento la gran tarea de ir a la caza de almas, considerando más útil establecer primero, convenientemente, las obras de apostolado. Pues bien, he aquí lo que existe, y lo que intento hacer en estos dos establecimientos primarios.
[3609]
En Jartum, el departamento masculino cuenta con la más grandiosa y perfecta construcción (en piedra) que hay en todo Sudán, de 126 metros de longitud, y por tanto más larga que el palacio de Propaganda, con un vasto jardín anejo que se extiende hasta la orilla del Nilo Azul: es obra de mi predecesor el Provicario Knoblecher, que gastó en ella casi un millón de francos. Se trata de la residencia del Provicario Aplico. y de los misioneros. Está dotada de locales adecuados para las Escuelas de artes y oficios, con almacenes para guardar las provisiones y los objetos necesarios para todas las Estaciones filiales del Vicariato Apostólico. Dispone también de una elegante capilla, que sirve de Parroquia para los católicos de esta capital.
[3610]
Al lado de este colosal edificio he empezado, a partir de enero del presente año, la construcción con ladrillos rojos de un establecimiento absolutamente igual al grandioso edificio masculino, para las Obras femeninas, que debe resultar idéntico (menos las arcadas) al anterior en dimensiones, diseño y capacidad. Ahora las obras llegan a un cuarto del total, porque cada día trabajan en ellas unos cincuenta obreros; y el próximo julio, en lo ya construido, se instalarán las Hermanas, el orfanato femenino y en parte la escuela. Todo el establecimiento estará terminado, espero, antes de un año; a lo que, además de los recursos de las Sociedades benefactoras de Europa, me ayudarán las limosnas recibidas de bienhechores especiales, entre los que destacan Sus Majestades el Emperador Fernando I y la Emperatriz María Ana Pía de Austria, hermana de la Venerable Reina María Cristina de Nápoles, y su Serenísimo sobrino el Duque de Módena.
[3611]
Una bella y espaciosa iglesia circundada de árboles, de cara a una amplia plaza abierta, rodeada de árboles también, dividirá los dos grandiosos establecimientos de los Misioneros y de las Hermanas. Para esta obra ya he hecho algún preparativo y contratado y pagado en parte un millón de ladrillos rojos, contando al efecto con firmes promesas de importantes ayudas. Espero que el templo esté terminado en cuatro años. Para el tallado y labrado de las piedras necesito algún artesano, que haré venir de Europa. De este modo, dentro de no mucho, además de la iglesia, necesaria cuando esté abierta la vía de ferrocarril de Sudán, tendremos dos colosales establecimientos, masculino y femenino (cosa muy útil en estos países tan materialistas para mantener el prestigio de la misión), dotados de un amplio huerto-jardín que producirá gran parte de lo que consumamos, y provistos de los correspondientes locales de enseñanza, orfanatos y enfermerías de ambos sexos, y las respectivas dependencias para los esclavos.
[3612]
Lo que estoy haciendo en Jartum se realiza en parte en El-Obeid, pero en proporciones mucho más modestas y menos dispendiosas, por no haber allí cal ni piedra.
En El-Obeid tenemos una casa bastante espaciosa para los misioneros, con locales para la escuela y las clases de artes y oficios, y con un poco de jardín. Hay allí una capilla que sirve de Parroquia, y un cómodo conjunto de locales separados, donde he abierto un colegio de negritos, en el que se seleccionarán aquellos que, distinguiéndose por su piedad y por su inteligencia, fuesen llamados a la carrera eclesiástica. Aunque este colegio aún se halla en los comienzos, funciona muy bien y promete mucho. Ya hay en él cuatro jóvenes, de los cuales espero hacer buenos misioneros. Tenemos también, anejo, un local destinado a recoger a los enfermos expulsados; es decir, a los negros que, estando enfermos, son echados de casa por sus amos. Hasta ahora sólo han muerto tres de éstos, y habían recibido ya la preparación y el bautismo.
[3613]
Separado por la vía Imperial, o Derb-el-Sultaníe, está el Instituto de las Hermanas, con orfanato y dependencias para las esclavas y capilla privada. Este establecimiento, que tiene capacidad para setenta personas, será restaurado y ampliado después del jarif –o sea, cuando terminen las lluvias en el próximo octubre–, y será rodeado de un grueso muro de arena roja (porque ahora lo circunda un seto de espino). También en El-Obeid estoy preparando madera y arena para la construcción de una casa más amplia. Espero que todo ello se encuentre acabado para 1875.
[3614]
Tanto en Jartum como en El-Obeid no he abierto todavía las correspondientes escuelas públicas masculinas, a pesar de las peticiones de muchos, incluso entre los católicos: hasta ahora no he creído prudente acceder a ello por falta de suficiente personal docente. La escuela femenina de Jartum está abierta; pero tuve que limitar la admisión de alumnas, al no tener todavía listos los locales. También en El-Obeid se ha abierto una escuela pública por parte de las Hermanas; mas también en este caso he ordenado que se proceda con lentitud, por ser aún escaso el número de las Hermanas y de las maestras negras, a las que prefiero ocupar por el momento en la enseñanza del catecismo a las diecisiete catecúmenas que ahora hay allí. Es preciso medir cada paso, puesto que una vez dado ya no se debe retroceder.
[3615]
Jartum tiene setenta y cuatro personas que viven completamente a expensas de la misión, incluidos los misioneros y las Hermanas. En El-Obeid hay cincuenta y ocho.
Como la obra que tengo entre las manos es toda de Dios, es con Dios especialmente con quien hay que tratar todo asunto grande o pequeño de la Misión; por eso es de suma importancia que entre sus miembros abunden sobremanera la piedad y el espíritu de oración.
[3616]
Gracias al Sacratísimo Corazón de Jesús reina verdaderamente este Espíritu del Señor. Cada mañana, una vez levantados a las cuatro y media, y a las cinco en invierno, los misioneros hacen en común tres cuartos de hora de meditación, además de los ordinarios rezos orales; y por la noche igualmente se reúnen en la capilla para rezar juntos el santo Rosario, hacer los exámenes, etc. El oficio divino, la lectura espiritual, la visita al Santísimo Sacramento, etc., los hace cada uno de forma privada. Dígase lo mismo de los laicos, de las Hermanas y de las maestras negras de ambas Misiones. Cada miércoles por la mañana hay una Hora de adoración al Santísimo Sacramento, que termina, expuesto el mismo, con la Bendición pro conversione Nigritiae, por mí instituida en 1868 en nuestras casas de El Cairo con el devoto ejercicio de la Guardia de Honor del Sdo. Corazón.
[3617]
Cada viernes por la mañana, en la iglesia, los miembros de ambos Institutos rezan en común el Rosario del Sagrado Corazón, y a las cuatro de la tarde hacen también en común allí el Vía Crucis. Además, todos los primeros viernes de mes hay retiro y práctica de la Adoración al Smo. Sacramento, expuesto el mismo, en honor al Sdo. Corazón de Jesús, donde se renueva la Consagración del Vicariato al Sdo. Corazón de Jesús, Patrón de la Nigricia. Asimismo, siempre hemos hecho públicamente en la iglesia todo el mes de marzo en honor de San José, y el de mayo en honor de la Virgen Inmaculada, Reina de la Nigricia, con sermón diario y bendición, expuesto el Santísimo, aparte de todas las Novenas y Triduos en preparación para las principales fiestas de Nuestro Señor, de la Virgen María y de los Santos Protectores del Vicariato.
Estas prácticas ordinarias de piedad realizadas en común mantienen muy bien el espíritu de los miembros de la misión, fortaleciéndolos y haciéndolos capaces de soportar con alegre ánimo los grandes sufrimientos, las incomodidades, los difíciles y peligrosos viajes, y las cruces inevitables en tan arduo y laborioso apostolado.
[3618]
Los bautismos de adultos infieles hasta el 15 del pasado mayo han sido setenta y tres, además de la firme conversión de un rico comerciante albanés, que abjuró ante mí del cisma griego, convirtiéndose en bienhechor de la Misión; y de otro rico comerciante griego cismático de El-Obeid, que abjuró con su esposa ante el P. Carcereri. Pero, como dije, estas conversiones son insignificantes, porque todavía no ha llegado el tiempo de abrir fuego con los cañones y ametralladoras que ahora se están preparando en las misiones del Vicariato.
El personal masculino y femenino es todavía muy escaso; pero tengo motivos para esperar que dentro de poco recibamos poderosos refuerzos.
[3619]
Establecimientos masculinos
1.° D. Daniel Comboni, nacido en Limone, diócesis de Brescia, el 15 de marzo de 1831, miembro del Insto. de las Misiones para la Nigricia en Verona, Provicario Apostólico.
2.° P. Estanislao Carcereri, veronés, de los MM. de los II, de 34 años, Vicario General.
3.° D. Pascual Fiore, canónigo, miembro del Instituto de Verona, de 33 años, Superior y Párroco de la Misión de Jartum y Confesor ordinario de las Hermanas.
4.° D. Salvador Mauro, de Barletta, miembro del Instituto de Verona,de 39 años, Superior y Párroco de la Misión de El-Obeid y Confesor extraordinario de las Hermanas.
5.° D. Juan Losi, de Piacenza, miembro del Insto. de Verona, de 35 años, Confesor ordinario de las Hermanas en El-Obeid.
6.° P. José Franceschini, de 28 años, de los MM. de los II., Canciller de mi Curia.
7.° D. Esteban Vanni, del Insto. de Verona, de 39 años, pío y excelente Sacerdote misionero.
8.° D. Vicente Jermolinski, polaco, pío y docto Sacerdote misionero, de 29 años.
9.° D. José Khuri, de 23 años, pío y bien instruido Maronita de Trípoli de Siria, Maestro de lengua árabe, y aspirante al estado eclesiástico en el establecimiento de Jartum.
[3620]
Hay además cinco buenos y distinguidos Maestros de artes y oficios, tres en Jartum y dos en El-Obeid, que son también ejemplares y de intachable conducta. Entre los diecisiete alumnos negros hay cuatro que aspiran al estado clerical.
Del Insto. de El Cairo, dirigido por mi excelente y muy pío misionero alumno del Insto. de Verona D. Bartolomé Rolleri, y del personal que hay allí, le informará mejor el P. Carcereri.
[3621]
En cuanto al Insto. femenino, dirigido por las Hermanas de San José de la Aparición, hay cuatro Hermanas en Jartum y tres en El-Obeid, asistidas por una prima mía –que es ya una monja experta, con la cual abrí la casa femenina en el Kordofán por falta de Hermanas– y por nueve buenas maestras negras. Para las necesidades de las dos Misiones principales se necesitarían al menos veinticuatro Hermanas de San José, las cuales, en mi opinión, son unas misioneras excelentes y de suma utilidad para las misiones extranjeras; pero es una Congregación que no tiene muchos miembros. Sabiendo yo esto desde hace unos años, fundé en Verona el Instituto de las Pías Madres de la Nigricia, y lo doté de alguna renta, con el fin de prepararme misioneras para Africa Central. Ellas tienen ahora una escuela y un pensionado, sobre todo para hijas de grandes familias venidas a menos, y hay allí bastantes novicias preparándose para el apostolado de la Nigricia.
[3622]
Pienso poner en Berber, dependiente de los Camilos, la primera casa africana de mis Hermanas de Verona, que brindan grandes esperanzas. En Africa Central hay sitio para todos. Estoy contento con las Hermanas de San José, y quisiera que la Madre General me diese muchas de ellas, especialmente árabes, que con menos exigencias son de gran utilidad.
[3623]
En El-Obeid, además tener en propiedad absoluta dos establecimientos exentos de impuestos, he adquirido dos almacenes que rentan mil francos anualmente.
En Jartum la Misión es propietaria de los establecimientos, y también posee un amplio y fértil huerto, en el que he hecho grandes dispendios para mejorarlo. Pero dentro de dos años rendirá limpios dos mil escudos anuales, o sea, más de diez mil francos.
[3624]
Los ingresos obtenidos desde el 26 de mayo de 1872, época de mi nombramiento como Provicario, hasta el 26 de mayo de 1874 son de 202.521 (doscientos dos mil quinientos veintiún) francos en dinero efectivo, y más de diez mil francos en géneros y objetos. Mientras que aquí en Jartum me encuentro en poder de un pequeño fondo para continuar la construcción del establecimiento femenino, gracias a la Providencia y a mi ecónomo San José ni yo ni la Misión tenemos un solo céntimo de deuda en Egipto ni en Europa, a excepción de 3.000 (tres mil) francos que debo a la Madre General de San José, Sor Emilie Julien, por voluntaria obligación, y que pagaré en cuanto reciba la asignación de la Propagación de la Fe correspondiente al ejercicio de 1873.
[3625]
Los viajes entre Egipto y Africa Central, además de ser costosísimos, son tremendamente fatigosos. En la primera expedición, de treinta y una personas, guiada por mí al comienzo de 1873, y que me costó 22.000 francos, incluidas algunas provisiones, tardé noventa y nueve días en ir desde El Cairo hasta Jartum. Don Losi, que vino con cuatro Hermanas y tres hermanos laicos, empleó sólo sesenta y ocho días; pero el P. Estanislao, con otro misionero, tardó en ir de Jartum a El Cairo setenta y cinco días, y la actual Superiora, que llegó hace ahora seis meses, empleó ochenta y dos. De Jartum a El-Obeid hay doce días; de Jartum a Berber, ocho días; de Berber a Suakin, trece días; de Jartum a Gondókoro, dos meses, etc. Además, hasta qué punto son fatigosos los viajes a Sudán se lo dirá a V. Em.a el ilustre señor Trémaux, miembro de varias Academias de Ciencias y del Instituto de Francia, el cual, viniendo de Egipto a Jartum a expensas de S. A. el Virrey de Egipto, y por tanto con todas las comodidades imaginables, que nunca puede tener un misionero, dejó escrito en su espléndida obra Egypte et Ethiopie, segunda edición, págs. 357-358, estas palabras llenas de verdad:
[3626]
«El viaje por agua, sobre todo por vía marítima, no es nada en comparación con el viaje por tierra en estas regiones (entre Egipto y Jartum). En efecto, por mar, p. ej., se hacen cien leguas al día, jugando a las cartas en el vapor; mas por el desierto, en camello, no se hacen más que seis o siete leguas en el mismo lapso de tiempo, soportando inaudito calor y toda suerte de privaciones. Desde este punto de vista, Sudán está diez veces más lejos que China, diez veces más lejos que los antípodas» (2).
[3627]
En cuanto a la Misión entre los Nuba, el P. Carcereri habrá expuesto todo a V. Em.a con precisión. Creo que en la misión de los Nuba y en otras de la misma naturaleza será muy conveniente adoptar más o menos el sistema de las famosas Reducciones del Paraguay, ideadas por los valerosos Padres de la Compañía de Jesús, que hicieron de aquel país una escuela de perfección cristiana, modelo de las misiones católicas. El jefe de los Nuba, el Coyur Kakum, sigue mandándome embajadas, y últimamente me envió una buena cantidad de estupenda miel como regalo. Después del jarif empezaré a mandar a Gebel Nuba materiales para la erección del establecimiento misionero.
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Queda ahora el importantísimo asunto de la esclavitud y de la trata de negros, deprimente espectáculo del que es teatro el Vicariato de Africa Central. Espero que el P. Carcereri le haya expuesto bien todo al respecto, siendo éste el principal motivo por el que lo he enviado a Roma y a Viena. Por mi parte le haré saber epistolarmente, poco a poco, las fases de tan gran desgracia de la humanidad. Espero que el divino Corazón de Jesús, al que he consagrado solemnemente el Vicariato, con su infinita caridad elimine esta terrible plaga de la infeliz Nigricia.
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Además he dispuesto todo para la correcta administración de las Parroquias. Mediante expresa circular he ordenado adoptar el catecismo de Mons. Valerga como texto doctrinal para el Vicariato, habiéndolo encontrado muy adecuado para estos países.
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Ya tiene, pues, un breve cuadro del estado de la misión de Africa Central. Nosotros esperamos todas las bendiciones del Sacratísimo Corazón de Jesús, especialmente después de que el Santo Padre se ha dignado enriquecer con trescientos años de indulgencia una oración que compuse en latín pro conversione Chamitarum Africae Centralis ad Ecclesiam Catholicam, y conceder Indulgencia Plenaria a quien la rece un mes.
Suplico de V. Em.a la mayor solicitud hacia la infeliz Nigricia, y una acogida benévola a las expresiones de mi más profunda reverencia y veneración con las que le beso la sagrada púrpura, suscribiéndome en los SS. CC. de J. y M.
e V. Em.a Rma.
hummo., devotmo. y obedmo. hijo
Daniel Comboni
Provicario Aplico. de Africa Central
(1) Dr. Ignaz Knoblecher Apostolischer Provikar der Katholischen Mission in Central-Afrika, Eine Lebensskizze von Dr. J. C. Mitterrutzner, página 10. Brixen 1869.
(2) Tremaux, Egypte et Ethiopie, déuxième edition. Paris. Librairie de L. Hachette e Cie., Boulevard St. Germain 77.