Comboni, en este día

C. participa en Cairo (1869) al recibimiento ofrecido por Francisco José a los misioneros.
Del Quadro storico, 1880
Las Sociedades de las santas Misiones Apostólicas y ese ejército de pregoneros de Cristo, que penetran con la Cruz y con el Evangelio donde ni la espada, ni la codicia del dinero, ni el noble amor a la ciencia pudieron abrirse camino.

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Nº Escrito
Destinatario
Señal (*)
Remitente
Fecha
561
Faustina Stampais
1
Jartum
22. 5.1874
N. 561 (531) - A FAUSTINA STAMPAIS

ACR, A, c.20/18, n. 20



22 de mayo de 1874



Breve nota.





562
Card. Alejandro Franchi
0
Jartum
25. 5.1874
N. 562 (532) - AL CARD. ALEJANDRO FRANCHI

AP SC Afr. C., v. 8, ff. 213-216



J.M.J. N.° 5

Jartum, 25 de mayo de 1874



Emmo. y Rmo. Príncipe:



[3575]
Si vivo y profundo fue el dolor que sentí al recibir la luctuosa noticia de la muerte de aquel Grande entre los Príncipes de la Santa Iglesia, que durante tantos años dirigió con prodigiosa diligencia y sabiduría la S. C. de Propaganda, y que me sirvió de escudo y de sagacísimo guía al echar los cimientos de la santa Obra para la Regeneración de la Nigricia, sentí en el fondo del alma un gran alivio, un consuelo inefable, cuando la venerada carta con que V. Em.a dignóse honrarme el 17 de marzo pasado me anunció que el Santo Padre había nombrado a V. Em.a sucesor del nunca bastante llorado Emmo. Card. Barnabò.


[3576]
El misericordioso Dios, en su infinita caridad por la conversión de las gentes, no ha tardado en buscar compensación a la gran pérdida, y ahora los méritos sublimes, los altos cargos cada vez más importantes desempeñados durante más de veinte años en pro de la Santa Sede Apostólica, y las dotes eminentes de sabiduría, sagacidad y celo, con que se muestra luminosa y brillante su carrera prelaticia, son argumento ineluctable y claro indicio de las grandes obras y salvíficas empresas que ha de llevar a cabo V. Em.a en la nueva carrera cardenalicia como Prefecto de la importantísima Congregación que rige los destinos y los intereses más vitales de la Iglesia y de Dios en cuatro partes y media del mundo.


[3577]
De ahí que, una vez cumplido nuestro deber de encomendar a Dios el alma llena de méritos del ilustre Purpurado que nos dejaba huérfanos, mediante dos Oficios con Misa solemne en cada una de las Estaciones del Vicariato, además de cinco Misas celebradas por cada sacerdote, yo pidiese con una circular preparada al efecto públicas oraciones diarias al Sagrado Corazón de Jesús precedidas del Veni Creator, a fin de que Dios guiara, como siempre ha hecho, la mente de nuestro Santo Padre Pío IX, para dar a las Misiones católicas de los dos mundos un piloto de valía, el guía mejor, que fuese digno del alto cometido. Y he aquí que el jueves de la Ascensión de N. S., recibida la mencionada carta de V. Em.a Rma., después de la Misa solemne, expuesto el Santísimo, hemos entonado llenos de júbilo el Himno Ambrosiano, en acción de gracias a ese Dios que da dolor y consuelo, y que jamás abandona a quien en El confía.


[3578]
Desde este momento, pues, postrado a sus pies como humilde hijo, aunque completamente indigno, prometo y juro a V. Em.a absoluta sumisión y perfecta obediencia, y me declaro dispuesto a considerar su autoridad, sus órdenes, sus intenciones y su juicio como los de Dios y del Santo Padre, del que V. Em.a es digno representante. Dígnese acoger benévolamente este acto de sumisión y de absoluta obediencia que sale del corazón. Y como es mi firme propósito no iniciar nunca ninguna empresa de importancia sin consultar a la S. C. de Propaganda, y dado que el apostolado de Africa Central está lleno de espinas, suplico de su inmensa caridad que me asista, porque desde que la Santa Sede me ha confiado este arduo y laborioso Vicariato, todos mis compañeros y yo estamos unánimemente dispuestos a consumir nuestra vida por salvar los más de cien millones de almas que él contiene.


[3579]
Nuestro grito de guerra es y será siempre, hasta el último aliento: Nigricia o muerte. Además, en todas las casas del Vicariato se reza continuamente cada día, mañana y tarde, por el Emmo. Cardenal Prefecto, por Mons. el Secretario, y por toda Propaganda, de donde parte todo bien para las Misiones, y especialmente para la más nueva y la más necesitada de ellas: Africa Central.


[3580]
Espero que el excelente P. Carcereri haya sometido a V. Em.a los relevantes asuntos que le he encargado, como el de la trata de negros de que es luctuoso teatro mi Vicariato, la importancia de la nueva misión entre los Nuba, la situación del Vicariato y las floridas esperanzas de ver bien pronto establecido en el corazón de la Nigricia el santo Evangelio. Asimismo le he encomendado que componga y defina el Acuerdo con las Hermanas de San José, que exponga a la S. C. el tema de la exagerada usura vigente entre los católicos del Vicariato, y que suplique nuevamente para que el viernes después de la Octava del Corpus Domini, consagrado al Sagrado Corazón de Jesús, sea para el Vicariato Fiesta de Precepto, y Rito Doble de primera clase con Octava.


[3581]
En cuanto a mí, habiendo estado muy ocupado estos meses ardientes de sol ecuatorial, aún no he podido redactar un Informe general sobre el Vicariato y dar nuevas e importantes noticias respecto al mismo. No obstante espero poder enviarle antes de cuatro meses una sustanciosa Relación del Vicariato, que, unida a las noticias de mi Vicario General Carcereri, pueda ofrecer a V. Em.a un cuadro exacto y la veraz idea de esta santa Misión.


[3582]
Por otra parte, como el mencionado P. Carcereri me comunica que vuelve sumamente agradecido a Propaganda, pues no sólo los dos Camilos Carcereri y Franceschini continúan ayudándome a mí y a mis misioneros, sino que además se asocian otros religiosos de la misma Orden, he redactado, en base a las pocas ideas que me ha trazado Carcereri, el adjunto Acuerdo entre mí y el Rmo. P. Guardi, que someto a Vuestra Eminencia humildemente. Al elaborar este documento he supuesto que podrán ser destinados al nuevo apostolado doce religiosos. Los mayores gastos corresponden a los viajes y a las construcciones: éstas las he puesto todas a mi cargo. En lugares como Berber y Jartum, donde con cuatro francos se compra un carnero, con treinta un gran buey, etc., se vive con poco; por eso creo que he sido muy generoso destinando cinco mil francos a la proyectada casa Camila de Berber.


[3583]
Pero estoy dispuesto a hacer todas las modificaciones que V. Em.a juzgue oportunas, o que el Rmo. P. Guardi pueda desear. Así, por no retrasar la conclusión de este importante asunto, en caso de que fuese necesaria mi firma para cualquier modificación que V. Em.a tuviese a bien hacer en el presente Acuerdo, nombro mi apoderado a mi veneradísimo Mons. Canossa Obispo de Verona, cuya firma tendré por válida y corroborada, como si fuese la mía misma.

Dígnese V. Em.a aceptar con benevolencia las expresiones de absoluta sumisión y de profunda veneración con las que, besándole la sagrada púrpura, tengo el honor de suscribirme, en los Sdos. Corazones de J. y M.



De V. Em.a Rma.

hummo., obedmo. y devotmo. hijo

Daniel Comboni

Provco. Aplico. de Africa Central



P.S. Me llega en este momento su estimada del 15 de abril, la nº 4. Dentro de tres días recibirá el pequeño Informe sobre el Vicariato.






563
Card. Alejandro Franchi
0
Jartum
2. 6.1874
N. 563 (534) - AL CARD. ALEJANDRO FRANCHI

AP SOCG, v. 1003, ff. 770-784



N.° 6

Informe a la S. C. de Propaganda Fide

sobre el Vicariato Aplico. de Africa Central

Jartum, 2 de junio de 1874



Emmo. y Rmo. Príncipe:



[3584]
Cumpliendo el deseo que V. Em.a se dignó expresarme en su venerada carta n.° 4 del pasado 15 de abril, me apresuro a redactarle sucintamente un breve Informe sobre el estado actual de la Misión que me ha sido confiada, el cual, unido a la Relación que ya le habrá presentado el P. Carcereri, mi Vicario Gral., podrá darle una justa idea de la importancia de la Obra que la divina Providencia me ha puesto en las manos. Y ante todo creo oportuno anteponer algunas nociones generales sobre las condiciones de este laborioso e inmenso campo de la Viña del Señor.


[3585]
El Vicariato Aplico. de Africa Central es sin duda el más extenso y poblado del universo.

Tiene como límites:

Al Norte, el Vicariato de Egipto y la Prefectura de Trípoli.

Al Este, el mar Rojo, los Vicariatos de Abisinia y de los Gallas, y la Prefectura de Zanguebar.

Al Sur, los 10° de latitud austral, donde generalmente se sitúan las supuestas Montañas de la Luna.

Al Oeste, la Guinea Meridional y la Prefectura del Desierto del Sáhara.


[3586]
De esto se deduce claramente que el Vicariato de Africa Central abarca una extensión territorial superior a la de toda Europa. Su población, según los cálculos de mi doctísimo Predecesor, el Provicario Knoblecher, asciende a noventa millones de almas (1). Pero con arreglo a mi humilde opinión, basada en serias indagaciones y diligentes estudios, los habitantes del Vicariato son más de cien millones.


[3587]
Esta población inmensa, carente por completo de toda civilización, está dividida en su mayor parte en tribus independientes. Algunas de ellas son nómadas. Sin embargo, no faltan vastísimos reinos e imperios gobernados despóticamente en todo el rigor de la palabra. Por el contrario, las tribus presentan sólo una sombra de gobierno, que generalmente es patriarcal: el cabeza de familia tiene una gran autoridad; y en los asuntos de público interés, especialmente la guerra, el jefe de la tribu, que generalmente es cabeza de la familia más rica y poderosa, tiene una autoridad absoluta que todos reconocen y respetan.


[3588]
Las lenguas del Vicariato (no los dialectos) son más de cien y totalmente distintas unas de otras: difieren en mayor medida que el italiano del alemán. En ninguna de ellas se encuentran las palabras escribir y leer, porque se desconocen por completo las letras. Todas las normas de gobierno, las leyes y la historia son transmitidas por tradición. El difunto Provicario Knoblecher recogió los nombres de los números de cuarenta y cinco lenguas distintas habladas en la parte oriental del Vicariato, trabajos que yo mismo he visto y leído. Ahora esos preciosos escritos andan extraviados. En 1859 conseguimos componer un voluminoso diccionario y gramática de las lenguas de los Denka y de los Bari, y el año pasado, en el Kordofán, empecé a recoger muchísimos vocablos de la lengua de los Nuba.


[3589]
Todas las lenguas de Africa Central, por lo que hasta ahora he podido averiguar, son monosilábicas y de naturaleza semítica. La lengua predominante en los países musulmanes sometidos a la Corona de Egipto es el árabe, que con los siglos se ha introducido en toda la Nubia Inferior y Superior desde Asuán hasta Jartum; pero los siglos de opresión musulmana no pudieron hacer desaparecer la lengua original, la beréber, que es hablada exclusivamente por los Barabra.


[3590]
Los pueblos del Vicariato son por lo general de raza negra, excepto los de raza árabe que citaré más adelante. Hay representantes de todas las tonalidades, desde el tipo abisinio hasta el puro color ébano y negro carbón. Existen también tribus de piel rojiza y de color sangre, como los Dor, en el centro, y los Abugerid, en el Nilo Azul y en el Blanco. Hay, además, razas de toda estatura, desde la enana hasta la gigante. Pero todos ellos son guerreros, y desde la infancia se adiestran en el uso de las armas, que generalmente consisten en lanzas y flechas envenenadas, astas agudísimas y palos de ébano y de sunt muy bien labrados. Muy frugales, estos pueblos no son tan libidinosos como se cree, y como suelen serlo los que, arrancados de sus tierras natales de la Nigricia, son condenados a vivir en medio de la corrupción musulmana. Sus casas consisten normalmente en toscas cabañas, cuya puerta es justamente como la boca de un horno; su cama es el desnudo suelo, o alguna piel, o el angareb. El clima es por lo común muy cálido.


[3591]
En el centro hay lluvias regulares de seis o siete meses cada año. En Berber, Dóngola, Jartum y el Kordofán las lluvias caen de tres a cuatro meses; es decir, en los tres o cuatro meses de la época de lluvias, o jarif, llueve ocho o diez veces abundantemente. Todo el resto del año el cielo está despejado y sereno. Esta es la razón por la que las casas de la misión deben ser sólidas y amplias: en ello nos va la vida. El Vicariato tiene muchos desiertos de arena ardentísima. Pero la mayor parte de Africa Central está salpicada de terrenos muy fértiles, que, regados, y con la humana industria, podrían producir inmensas riquezas. Los montes que se elevan en algunos lugares son bastante pequeños en comparación con los de Europa: casi todo el suelo del Vicariato se dilata en inmensas llanuras abundantes en fértiles pastos y llenas de ganados de toda especie. Hay también en ellas, en gran número, elefantes, hienas, leones, tigres, panteras, serpientes de desmesurado tamaño, y otros animales feroces. Los caminos apenas existen. Los más semejantes a tales, y para nosotros más cómodos, son siempre los de los chilabas, o sea, aquellos por los que pasan los traficantes de esclavos con las innumerables turbas de sus víctimas: estos caminos son los practicables para el misionero.


[3592]
En cuanto a religión, lo predominante en el Vicariato es el fetichismo y la idolatría, en sus más diversas y extrañas versiones. Pero el islamismo impera en toda la parte septentrional del Vicariato, en Nubia, en el Waday, en el Kordofán, en una parte del imperio de Bornu, y entre las tribus árabes nómadas, las cuales tienen su origen en las famosas migraciones de los siglos VII y XVI, que, procedentes de Arabia, se extendieron gradualmente hasta muchas tribus del interior. Sin embargo, los seguidores del Corán que pueblan tan considerable parte del Vicariato no son tan fanáticos como los de Egipto y de Asia.


[3593]
Los coptos heréticos establecidos en el Vicariato desde la época de las conquistas egipcias, como escribientes del Gobierno o como comerciantes y aventureros, son cerca de cinco mil, y tienen una sede episcopal en Jartum, que hoy se encuentra vacante por los motivos a que aludí en mi carta del 20 de octubre del año pasado al Emmo. Cardenal Prefecto (d. s. m.).


[3594]
También hay unos dos mil griegos cismáticos, más un pequeño número de protestantes luteranos y anglicanos, y algunos judíos atraídos por el comercio.

Los católicos de todos los ritos apenas llegan a trescientos en todo el Vicariato. Pero cuando en las misiones del mismo estén organizadas todas las obras de apostolado católico, estoy profundamente convencido de que entonces nuestra santa fe hará progresos extraordinarios. Los prusianos (perdóneme V. Em.a este ejemplo de los modernos persecutores de la Iglesia y del Papado) trabajan cinco meses seguidos preparando sus obras de estrategia militar para estrechar el cerco de la inexpugnable París. Después de lo cual, con unos pocos días de bombardeo, entran victoriosos en la soberbia capital de Francia. Cuando nosotros hayamos preparado las bombas y las ametralladoras de bien organizados Institutos misioneros y de Hermanas, y de colegios, y hayamos organizado bien las escuelas, los asilos, los hospitales y las otras obras católicas, abriremos fuego, y el coloso de la idolatría caerá por obra de la Cruz, como la mística piedrecita de la Escritura, y reinará sólo Jesucristo.


[3595]
Es indudable que, sabiamente establecidas las obras del apostolado católico en las tribus interiores del Vicariato, la predicación del Evangelio producirá señalados triunfos, hasta ver poblaciones enteras convertidas en masa a nuestra santa Religión. El islamismo no ha podido arraigar entre los negros de Africa Central. Las tribus árabes nómadas desde hace muchos siglos, y el Gobierno egipcio desde hace cuarenta años, han realizado esfuerzos inauditos dirigidos a ganar para Mahoma las tribus de los negros; e incluso hoy día los Gobernadores del Sudán egipcio, como he podido constatar con mis ojos, tienen la política de enviar a los más fanáticos de sus muftíes, ulemas y maestros de religión con el fin de preparar mediante la predicación del Corán a aquellos pueblos para su sometimiento a la Corona de Egipto. Pero siempre ha sido un vano esfuerzo: los negros aborrecen el islamismo.


[3596]
Además yo soy de la opinión de que, bien organizadas nuestras santas misiones en las zonas musulmanas del Vicariato, como Jartum, el Kordofán, Berber, Sennar, etc., con el transcurso de unas generaciones, y gracias al culto externo, la vida ejemplar de los Misioneros, de las Hermanas y de los miembros de la Misión, y al establecimiento de las obras de caridad, también estas inmensas provincias dominadas por el islamismo doblarán la frente ante la Cruz. La influencia que hoy ejerce la Misión católica tanto en el Gobierno local como en las poblaciones cristianas de todo género y sobre los infieles, es muy grande. Se puede decir con toda verdad que la Misión constituye la primera fuerza moral de Sudán. Pero es necesario que su jefe y sus misioneros muestren mucha prudencia y circunspección, junto con una inquebrantable entereza, para mantenerse firmes ante los golpes de las potencias del mal, sobre todo en lo que respecta a los atropellos de la más horrible esclavitud y de la trata de negros, plaga funesta de la que es triste escenario el Vicariato. El mayor obstáculo para la conversión de estos pueblos musulmanes es la opresión brutal que ejerce contra ellos el gobierno dominante, y la crueldad y los excesos arbitrarios de los satélites del Diván de Egipto.


[3597]
El Gobierno egipcio tiene tales posesiones en el Vicariato, que si estuvieran bien organizadas y gobernadas podrían formar en pocos lustros un imperio muy floreciente. En efecto ocupa una buena porción de la parte oriental, y algunos puntos de la parte central, a lo largo del inmenso espacio que se extiende desde el Trópico de Cáncer hasta el Ecuador. Y sin contar Nubia Inferior desde Schellal hasta Wadi Halfa y buen trecho del desierto de Atmur, que obedece al Gobernador de Esneh, en el Alto Egipto, las posesiones de S. A. el Jedive en el Vicariato están divididas en catorce muderías, o vastas provincias, gobernadas cada una por un Mudir, que siempre es un Bajá o un Bey, y guarnecidas por más de treinta mil soldados egipcios e indígenas armados de fusiles y artillería de campaña. Estas catorce provincias se hallan reunidas bajo la jurisdicción de tres Hokondares, o Gobernadores Generales, dotados de grandes poderes, y que residen en Taka, en Jartum y en Gondókoro:


[3598]
Su Excelencia Munzinger Bajá, católico suizo y actual Hokondar o Gobernador General del departamento Oriental, o del Mar Rojo, que comprende las provincias de Taka, Suakin, Cadaref y Ghalabat, en mi Vicariato, y también la de Massaua en el Vicariato de Abisinia, depende del Virrey de Egipto.


[3599]
Su Excelencia Ismail Bajá Ayub, turco de origen y temible musulmán (aunque muy cortés y generoso conmigo) es el Hokondar o Gobernador General de las provincias de Jartum, Sennar, Fazoglo, Berber, Dóngola, Kordofán, Fashoda (la vasta tribu de los Schelluk en la margen izquierda del Nilo Blanco) y Schiaka, en el Bahar-el-Ghazal, a 9° de lat. N.


[3600]
Su Excelencia el coronel Gordon, inglés anglicano, que ha domado a los rebeldes de China, y es un distinguido caballero, es Gobernador General del Nilo Blanco y del Ecuador, tiene bajo su jurisdicción las provincias de Gondókoro y de Fatico, y ha recibido del Jedive el encargo de implantar el Gobierno egipcio en las fértiles y pobladísimas tierras situadas alrededor de las fuentes del Nilo.


[3601]
La acción de los primeros misioneros desde la erección del Vicariato en 1846 hasta 1861, de los que yo mismo formaba parte, se desarrolló en la parte oriental del Vicariato, donde se fundaron estas cuatro Estaciones: Schellal, en el Trópico de Cáncer; Jartum, entre los 15° y 16°; Santa Cruz, entre los 6° y 7°, y Gondókoro, entre los 4° y 5° (siempre de latitud Norte), en el Nilo Blanco.

De 1861 a 1872, bajo la dirección franciscana, se abandonaron todas las Estaciones referidas, a excepción de Jartum.

La Obra del Instituto de las Misiones de la Nigricia, de Verona, en los dos años de su administración ha extendido la acción católica al centro del Vicariato, fundando la Misión del Kordofán y llevando a cabo una eficaz exploración entre los Nuba.


[3602]
El clima de Jartum no es ya letal como en los tiempos pasados, en que fueron víctimas del mismo más de treinta misioneros, y yo mismo estuve repetidamente al borde de la tumba. Por las plantaciones y por otras causas ha mejorado la atmósfera de esta capital, destinada a convertirse en un gran centro de poder y de comercio en cuanto esté construida la vía férrea de Sudán, la cual eliminará la barrera del Gran Desierto, que hace ahora tan penosa y difícil la comunicación entre Africa Central y Egipto. En Jartum hoy se puede vivir casi como en El Cairo. Por otra parte, el clima del Kordofán, como el de las tierras de los Nuba y el de las fuentes del Nilo, en el Ecuador –donde no tardaremos en establecer nuestra santa Religión–, es de lo más sano. Parece que Dios, en su misericordia, ha quitado de en medio el mayor obstáculo que impedía la redención de estos pueblos: el clima mortífero. Este hecho, unido a la circunstancia no menos capital de que ahora se van abriendo en Africa Central las vías de comunicación, es un nuevo indicio indudable de que ha sonado la hora de la redención de la Nigricia.


[3603]
Hay todavía un gravísimo inconveniente que afecta de forma viva y directa al apostolado católico, y es la existencia en pleno vigor de la más cruel esclavitud, en la que caen cada año cientos de miles de víctimas; es la horrible trata de negros, que llevan a cabo en pleno día miles de truhanes apoyados secretamente por el Gobierno egipcio, y que ejercen sus mismos agentes y Gobernadores. Pero Dios suscitará medios para eliminarla en breve, y a ello contribuirá grandemente la fuerza y poder moral de nuestra santa misión, que no retrocederá ante ningún obstáculo. Es la verdadera misión de Jesucristo, que vino al mundo a liberar a los esclavos, a dar a todos la libertad, y a constituirnos en hermanos suyos e hijos de un mismo padre que está en los cielos. La lucha gloriosa de la misión contra las horribles lacras aquí imperantes de la esclavitud y la trata de negros facilitará poderosamente la conquista de Africa Central para la Iglesia Católica.


[3604]
Tras estas nociones generales, que he juzgado oportuno exponer a Vuestra Eminencia, paso a señalar brevemente el estado actual de este importantísimo Vicariato. A decir verdad, los medios empleados para producir lo obtenido son muy pequeños; lo cual nos sirve de gran satisfacción, porque tal es la regla ordinaria de la Providencia divina, que nos indica que sólo El es el autor de todo bien.


[3605]
El mayor fruto que el apostolado católico puede alcanzar eficazmente en el Vicariato es la conversión de los negros pertenecientes a las tribus idólatras y fetichistas del interior. Pero también podemos ganar almas en las tierras musulmanas donde actualmente estamos establecidos, en las que más de las cuatro quintas partes de los habitantes son esclavos idólatras que gimen bajo el yugo de las familias mahometanas.


[3606]
Para conseguir organizar las obras católicas en las regiones idólatras del interior a fin de convertir aquellas tribus a la fe, importa muchísimo que los establecimientos erigidos en ellas tengan un centro de apoyo y estén sometidos, por así decir, a las Casas Madre; o sea, a las Misiones fundamentales establecidas en territorio seguro, bajo un gobierno regular, donde haya también Consulados de potencias europeas que protejan su existencia y su estabilidad.

Tales son precisamente las dos Misiones fundamentales y centrales establecidas en las capitales Jartum y El-Obeid, ciudades muy importantes, la primera de 48.000 habitantes y la segunda de 100.000, que se prestan maravillosamente a este fin.


[3607]
Jartum es el centro de comunicación y la base de operaciones para llevar gradualmente la fe a las grandes tribus y reinos que constituyen la parte oriental del Vicariato hasta más allá de las fuentes del Nilo, en los 10 grados de latitud meridional.

El-Obeid es el centro de comunicación y la base de operaciones para plantar poco a poco el estandarte de la Cruz en las inmensas tribus, reinos e imperios que forman las partes central y occidental del Vicariato.


[3608]
Este es el motivo por el que desde que tomé posesión de la Misión en calidad de Provicario Apostólico, he puesto un cuidado especial en fortalecer y consolidar las dos Misiones principales y fundamentales de Jartum y de El-Obeid, como varias veces he indicado en mis cartas a la S. C. Con esta intención he postergado por el momento la gran tarea de ir a la caza de almas, considerando más útil establecer primero, convenientemente, las obras de apostolado. Pues bien, he aquí lo que existe, y lo que intento hacer en estos dos establecimientos primarios.


[3609]
En Jartum, el departamento masculino cuenta con la más grandiosa y perfecta construcción (en piedra) que hay en todo Sudán, de 126 metros de longitud, y por tanto más larga que el palacio de Propaganda, con un vasto jardín anejo que se extiende hasta la orilla del Nilo Azul: es obra de mi predecesor el Provicario Knoblecher, que gastó en ella casi un millón de francos. Se trata de la residencia del Provicario Aplico. y de los misioneros. Está dotada de locales adecuados para las Escuelas de artes y oficios, con almacenes para guardar las provisiones y los objetos necesarios para todas las Estaciones filiales del Vicariato Apostólico. Dispone también de una elegante capilla, que sirve de Parroquia para los católicos de esta capital.


[3610]
Al lado de este colosal edificio he empezado, a partir de enero del presente año, la construcción con ladrillos rojos de un establecimiento absolutamente igual al grandioso edificio masculino, para las Obras femeninas, que debe resultar idéntico (menos las arcadas) al anterior en dimensiones, diseño y capacidad. Ahora las obras llegan a un cuarto del total, porque cada día trabajan en ellas unos cincuenta obreros; y el próximo julio, en lo ya construido, se instalarán las Hermanas, el orfanato femenino y en parte la escuela. Todo el establecimiento estará terminado, espero, antes de un año; a lo que, además de los recursos de las Sociedades benefactoras de Europa, me ayudarán las limosnas recibidas de bienhechores especiales, entre los que destacan Sus Majestades el Emperador Fernando I y la Emperatriz María Ana Pía de Austria, hermana de la Venerable Reina María Cristina de Nápoles, y su Serenísimo sobrino el Duque de Módena.


[3611]
Una bella y espaciosa iglesia circundada de árboles, de cara a una amplia plaza abierta, rodeada de árboles también, dividirá los dos grandiosos establecimientos de los Misioneros y de las Hermanas. Para esta obra ya he hecho algún preparativo y contratado y pagado en parte un millón de ladrillos rojos, contando al efecto con firmes promesas de importantes ayudas. Espero que el templo esté terminado en cuatro años. Para el tallado y labrado de las piedras necesito algún artesano, que haré venir de Europa. De este modo, dentro de no mucho, además de la iglesia, necesaria cuando esté abierta la vía de ferrocarril de Sudán, tendremos dos colosales establecimientos, masculino y femenino (cosa muy útil en estos países tan materialistas para mantener el prestigio de la misión), dotados de un amplio huerto-jardín que producirá gran parte de lo que consumamos, y provistos de los correspondientes locales de enseñanza, orfanatos y enfermerías de ambos sexos, y las respectivas dependencias para los esclavos.


[3612]
Lo que estoy haciendo en Jartum se realiza en parte en El-Obeid, pero en proporciones mucho más modestas y menos dispendiosas, por no haber allí cal ni piedra.

En El-Obeid tenemos una casa bastante espaciosa para los misioneros, con locales para la escuela y las clases de artes y oficios, y con un poco de jardín. Hay allí una capilla que sirve de Parroquia, y un cómodo conjunto de locales separados, donde he abierto un colegio de negritos, en el que se seleccionarán aquellos que, distinguiéndose por su piedad y por su inteligencia, fuesen llamados a la carrera eclesiástica. Aunque este colegio aún se halla en los comienzos, funciona muy bien y promete mucho. Ya hay en él cuatro jóvenes, de los cuales espero hacer buenos misioneros. Tenemos también, anejo, un local destinado a recoger a los enfermos expulsados; es decir, a los negros que, estando enfermos, son echados de casa por sus amos. Hasta ahora sólo han muerto tres de éstos, y habían recibido ya la preparación y el bautismo.


[3613]
Separado por la vía Imperial, o Derb-el-Sultaníe, está el Instituto de las Hermanas, con orfanato y dependencias para las esclavas y capilla privada. Este establecimiento, que tiene capacidad para setenta personas, será restaurado y ampliado después del jarif –o sea, cuando terminen las lluvias en el próximo octubre–, y será rodeado de un grueso muro de arena roja (porque ahora lo circunda un seto de espino). También en El-Obeid estoy preparando madera y arena para la construcción de una casa más amplia. Espero que todo ello se encuentre acabado para 1875.


[3614]
Tanto en Jartum como en El-Obeid no he abierto todavía las correspondientes escuelas públicas masculinas, a pesar de las peticiones de muchos, incluso entre los católicos: hasta ahora no he creído prudente acceder a ello por falta de suficiente personal docente. La escuela femenina de Jartum está abierta; pero tuve que limitar la admisión de alumnas, al no tener todavía listos los locales. También en El-Obeid se ha abierto una escuela pública por parte de las Hermanas; mas también en este caso he ordenado que se proceda con lentitud, por ser aún escaso el número de las Hermanas y de las maestras negras, a las que prefiero ocupar por el momento en la enseñanza del catecismo a las diecisiete catecúmenas que ahora hay allí. Es preciso medir cada paso, puesto que una vez dado ya no se debe retroceder.


[3615]
Jartum tiene setenta y cuatro personas que viven completamente a expensas de la misión, incluidos los misioneros y las Hermanas. En El-Obeid hay cincuenta y ocho.

Como la obra que tengo entre las manos es toda de Dios, es con Dios especialmente con quien hay que tratar todo asunto grande o pequeño de la Misión; por eso es de suma importancia que entre sus miembros abunden sobremanera la piedad y el espíritu de oración.


[3616]
Gracias al Sacratísimo Corazón de Jesús reina verdaderamente este Espíritu del Señor. Cada mañana, una vez levantados a las cuatro y media, y a las cinco en invierno, los misioneros hacen en común tres cuartos de hora de meditación, además de los ordinarios rezos orales; y por la noche igualmente se reúnen en la capilla para rezar juntos el santo Rosario, hacer los exámenes, etc. El oficio divino, la lectura espiritual, la visita al Santísimo Sacramento, etc., los hace cada uno de forma privada. Dígase lo mismo de los laicos, de las Hermanas y de las maestras negras de ambas Misiones. Cada miércoles por la mañana hay una Hora de adoración al Santísimo Sacramento, que termina, expuesto el mismo, con la Bendición pro conversione Nigritiae, por mí instituida en 1868 en nuestras casas de El Cairo con el devoto ejercicio de la Guardia de Honor del Sdo. Corazón.


[3617]
Cada viernes por la mañana, en la iglesia, los miembros de ambos Institutos rezan en común el Rosario del Sagrado Corazón, y a las cuatro de la tarde hacen también en común allí el Vía Crucis. Además, todos los primeros viernes de mes hay retiro y práctica de la Adoración al Smo. Sacramento, expuesto el mismo, en honor al Sdo. Corazón de Jesús, donde se renueva la Consagración del Vicariato al Sdo. Corazón de Jesús, Patrón de la Nigricia. Asimismo, siempre hemos hecho públicamente en la iglesia todo el mes de marzo en honor de San José, y el de mayo en honor de la Virgen Inmaculada, Reina de la Nigricia, con sermón diario y bendición, expuesto el Santísimo, aparte de todas las Novenas y Triduos en preparación para las principales fiestas de Nuestro Señor, de la Virgen María y de los Santos Protectores del Vicariato.

Estas prácticas ordinarias de piedad realizadas en común mantienen muy bien el espíritu de los miembros de la misión, fortaleciéndolos y haciéndolos capaces de soportar con alegre ánimo los grandes sufrimientos, las incomodidades, los difíciles y peligrosos viajes, y las cruces inevitables en tan arduo y laborioso apostolado.


[3618]
Los bautismos de adultos infieles hasta el 15 del pasado mayo han sido setenta y tres, además de la firme conversión de un rico comerciante albanés, que abjuró ante mí del cisma griego, convirtiéndose en bienhechor de la Misión; y de otro rico comerciante griego cismático de El-Obeid, que abjuró con su esposa ante el P. Carcereri. Pero, como dije, estas conversiones son insignificantes, porque todavía no ha llegado el tiempo de abrir fuego con los cañones y ametralladoras que ahora se están preparando en las misiones del Vicariato.

El personal masculino y femenino es todavía muy escaso; pero tengo motivos para esperar que dentro de poco recibamos poderosos refuerzos.




[3619]
Establecimientos masculinos

1.° D. Daniel Comboni, nacido en Limone, diócesis de Brescia, el 15 de marzo de 1831, miembro del Insto. de las Misiones para la Nigricia en Verona, Provicario Apostólico.

2.° P. Estanislao Carcereri, veronés, de los MM. de los II, de 34 años, Vicario General.

3.° D. Pascual Fiore, canónigo, miembro del Instituto de Verona, de 33 años, Superior y Párroco de la Misión de Jartum y Confesor ordinario de las Hermanas.

4.° D. Salvador Mauro, de Barletta, miembro del Instituto de Verona,de 39 años, Superior y Párroco de la Misión de El-Obeid y Confesor extraordinario de las Hermanas.

5.° D. Juan Losi, de Piacenza, miembro del Insto. de Verona, de 35 años, Confesor ordinario de las Hermanas en El-Obeid.

6.° P. José Franceschini, de 28 años, de los MM. de los II., Canciller de mi Curia.

7.° D. Esteban Vanni, del Insto. de Verona, de 39 años, pío y excelente Sacerdote misionero.

8.° D. Vicente Jermolinski, polaco, pío y docto Sacerdote misionero, de 29 años.

9.° D. José Khuri, de 23 años, pío y bien instruido Maronita de Trípoli de Siria, Maestro de lengua árabe, y aspirante al estado eclesiástico en el establecimiento de Jartum.


[3620]
Hay además cinco buenos y distinguidos Maestros de artes y oficios, tres en Jartum y dos en El-Obeid, que son también ejemplares y de intachable conducta. Entre los diecisiete alumnos negros hay cuatro que aspiran al estado clerical.

Del Insto. de El Cairo, dirigido por mi excelente y muy pío misionero alumno del Insto. de Verona D. Bartolomé Rolleri, y del personal que hay allí, le informará mejor el P. Carcereri.


[3621]
En cuanto al Insto. femenino, dirigido por las Hermanas de San José de la Aparición, hay cuatro Hermanas en Jartum y tres en El-Obeid, asistidas por una prima mía –que es ya una monja experta, con la cual abrí la casa femenina en el Kordofán por falta de Hermanas– y por nueve buenas maestras negras. Para las necesidades de las dos Misiones principales se necesitarían al menos veinticuatro Hermanas de San José, las cuales, en mi opinión, son unas misioneras excelentes y de suma utilidad para las misiones extranjeras; pero es una Congregación que no tiene muchos miembros. Sabiendo yo esto desde hace unos años, fundé en Verona el Instituto de las Pías Madres de la Nigricia, y lo doté de alguna renta, con el fin de prepararme misioneras para Africa Central. Ellas tienen ahora una escuela y un pensionado, sobre todo para hijas de grandes familias venidas a menos, y hay allí bastantes novicias preparándose para el apostolado de la Nigricia.


[3622]
Pienso poner en Berber, dependiente de los Camilos, la primera casa africana de mis Hermanas de Verona, que brindan grandes esperanzas. En Africa Central hay sitio para todos. Estoy contento con las Hermanas de San José, y quisiera que la Madre General me diese muchas de ellas, especialmente árabes, que con menos exigencias son de gran utilidad.


[3623]
En El-Obeid, además tener en propiedad absoluta dos establecimientos exentos de impuestos, he adquirido dos almacenes que rentan mil francos anualmente.

En Jartum la Misión es propietaria de los establecimientos, y también posee un amplio y fértil huerto, en el que he hecho grandes dispendios para mejorarlo. Pero dentro de dos años rendirá limpios dos mil escudos anuales, o sea, más de diez mil francos.


[3624]
Los ingresos obtenidos desde el 26 de mayo de 1872, época de mi nombramiento como Provicario, hasta el 26 de mayo de 1874 son de 202.521 (doscientos dos mil quinientos veintiún) francos en dinero efectivo, y más de diez mil francos en géneros y objetos. Mientras que aquí en Jartum me encuentro en poder de un pequeño fondo para continuar la construcción del establecimiento femenino, gracias a la Providencia y a mi ecónomo San José ni yo ni la Misión tenemos un solo céntimo de deuda en Egipto ni en Europa, a excepción de 3.000 (tres mil) francos que debo a la Madre General de San José, Sor Emilie Julien, por voluntaria obligación, y que pagaré en cuanto reciba la asignación de la Propagación de la Fe correspondiente al ejercicio de 1873.


[3625]
Los viajes entre Egipto y Africa Central, además de ser costosísimos, son tremendamente fatigosos. En la primera expedición, de treinta y una personas, guiada por mí al comienzo de 1873, y que me costó 22.000 francos, incluidas algunas provisiones, tardé noventa y nueve días en ir desde El Cairo hasta Jartum. Don Losi, que vino con cuatro Hermanas y tres hermanos laicos, empleó sólo sesenta y ocho días; pero el P. Estanislao, con otro misionero, tardó en ir de Jartum a El Cairo setenta y cinco días, y la actual Superiora, que llegó hace ahora seis meses, empleó ochenta y dos. De Jartum a El-Obeid hay doce días; de Jartum a Berber, ocho días; de Berber a Suakin, trece días; de Jartum a Gondókoro, dos meses, etc. Además, hasta qué punto son fatigosos los viajes a Sudán se lo dirá a V. Em.a el ilustre señor Trémaux, miembro de varias Academias de Ciencias y del Instituto de Francia, el cual, viniendo de Egipto a Jartum a expensas de S. A. el Virrey de Egipto, y por tanto con todas las comodidades imaginables, que nunca puede tener un misionero, dejó escrito en su espléndida obra Egypte et Ethiopie, segunda edición, págs. 357-358, estas palabras llenas de verdad:


[3626]
«El viaje por agua, sobre todo por vía marítima, no es nada en comparación con el viaje por tierra en estas regiones (entre Egipto y Jartum). En efecto, por mar, p. ej., se hacen cien leguas al día, jugando a las cartas en el vapor; mas por el desierto, en camello, no se hacen más que seis o siete leguas en el mismo lapso de tiempo, soportando inaudito calor y toda suerte de privaciones. Desde este punto de vista, Sudán está diez veces más lejos que China, diez veces más lejos que los antípodas» (2).


[3627]
En cuanto a la Misión entre los Nuba, el P. Carcereri habrá expuesto todo a V. Em.a con precisión. Creo que en la misión de los Nuba y en otras de la misma naturaleza será muy conveniente adoptar más o menos el sistema de las famosas Reducciones del Paraguay, ideadas por los valerosos Padres de la Compañía de Jesús, que hicieron de aquel país una escuela de perfección cristiana, modelo de las misiones católicas. El jefe de los Nuba, el Coyur Kakum, sigue mandándome embajadas, y últimamente me envió una buena cantidad de estupenda miel como regalo. Después del jarif empezaré a mandar a Gebel Nuba materiales para la erección del establecimiento misionero.


[3628]
Queda ahora el importantísimo asunto de la esclavitud y de la trata de negros, deprimente espectáculo del que es teatro el Vicariato de Africa Central. Espero que el P. Carcereri le haya expuesto bien todo al respecto, siendo éste el principal motivo por el que lo he enviado a Roma y a Viena. Por mi parte le haré saber epistolarmente, poco a poco, las fases de tan gran desgracia de la humanidad. Espero que el divino Corazón de Jesús, al que he consagrado solemnemente el Vicariato, con su infinita caridad elimine esta terrible plaga de la infeliz Nigricia.


[3629]
Además he dispuesto todo para la correcta administración de las Parroquias. Mediante expresa circular he ordenado adoptar el catecismo de Mons. Valerga como texto doctrinal para el Vicariato, habiéndolo encontrado muy adecuado para estos países.


[3630]
Ya tiene, pues, un breve cuadro del estado de la misión de Africa Central. Nosotros esperamos todas las bendiciones del Sacratísimo Corazón de Jesús, especialmente después de que el Santo Padre se ha dignado enriquecer con trescientos años de indulgencia una oración que compuse en latín pro conversione Chamitarum Africae Centralis ad Ecclesiam Catholicam, y conceder Indulgencia Plenaria a quien la rece un mes.

Suplico de V. Em.a la mayor solicitud hacia la infeliz Nigricia, y una acogida benévola a las expresiones de mi más profunda reverencia y veneración con las que le beso la sagrada púrpura, suscribiéndome en los SS. CC. de J. y M.



e V. Em.a Rma.

hummo., devotmo. y obedmo. hijo

Daniel Comboni

Provicario Aplico. de Africa Central



(1) Dr. Ignaz Knoblecher Apostolischer Provikar der Katholischen Mission in Central-Afrika, Eine Lebensskizze von Dr. J. C. Mitterrutzner, página 10. Brixen 1869.

(2) Tremaux, Egypte et Ethiopie, déuxième edition. Paris. Librairie de L. Hachette e Cie., Boulevard St. Germain 77.






564
Eustaquio y Herminia Comboni
0
Jartum
2. 6.1874
N. 564 (535) - A EUSTAQUIO Y HERMINIA COMBONI

AFC



J.M.J.

Jartum, en Africa Central

2 de junio de 1874



Mis queridísimos primos Eustaquio y Herminia:



[3631]
Me habría esperado cualquier cosa: desgracias de enfermedades, reveses de fortuna, tribulaciones de todo género; pero que un joven lleno de energía y de vida, en la flor de los años y de las esperanzas, como Emilio, fuera a morir tan pronto, dejando desconsolados a unos tiernos e incomparables padres como vosotros, y a una fiel y angelical esposa como nuestra buena Teresita, nunca lo hubiera imaginado. Yo no estaba preparado para este dolor. Era mucho, demasiado lo que quería a Emilio, para pensar en una desgracia; y más tratándose del mejor, ya que era él el que vivía con sus padres, y constituía su alegría, su consuelo. Participo de vuestra inmensa pena en toda su dimensión, y me identifico con vosotros, que en cuanto a amor paterno y materno no vais a la zaga de nadie en el mundo; por eso siento en mí toda vuestra congoja y comprendo qué amarga desolación os ha debido causar la pérdida de vuestro buen Emilio.


[3632]
Ahora, ¿qué hacer? Hay que tener valor: considerar la vida y el mundo como lo que son realmente, y persuadirnos de que somos de Dios, que de El venimos y a El hemos de volver. En una palabra, si deseáis obtener verdadero consuelo, éste sólo se encuentra en la Religión; y como gracias a Dios siempre habéis amado y practicado vuestra santa Religión, espero que ella sea vuestro lenitivo; un lenitivo real, que conforta y alivia al espíritu cristiano y católico, y lo hace capaz, a semejanza de Jesucristo, de soportar todas las penas y adversidades de esta vida, que no es sino el medio para alcanzar la eternidad. Aunque yo siento todo el dolor de la pérdida de Emilio, me conforta el pensar que era un buen joven, de buena vida y moralidad, y que practicaba la religión, amaba al prójimo y respetaba de hecho y de verdad a sus padres, los cuales siempre encontraron en él puro amor y sumisión. Quisiera que todos los jóvenes de hoy día fuesen como Emilio: la sociedad moderna sería más feliz.


[3633]
En suma, Emilio era buen hijo, excelente marido, buen cristiano y buen ciudadano, y tengo la más sólida y firme esperanza de que su alma se haya salvado. Estoy seguro de ello. Por tanto, con vuestra mirada iluminada por la fe, ved en él vuestro consuelo, un gran alivio para vuestro ánimo abatido; y pensad que estamos a él unidos con el vínculo de la fe y del amor, y que tras unos pocos años de vida iremos con él y con Dios a vivir juntos eternamente. Animo, pues; rogad por él, confortaos en su honestidad y buena vida, y pensad en Dios y en la Virgen María, que os consolarán grandemente.


[3634]
El primer día de rito semidoble tendremos aquí en Jartum, en mi pequeña catedral, un oficio solemne con misa solemne; y yo lo celebraré, y haré celebrar cien misas. Esta mañana, apenas di la noticia a la comunidad femenina, mis Hermanas se pusieron a llorar. Van a rezar y a hacer muchas comuniones por Emilio, que sin duda notará los saludables efectos.

Así que armaos de valor, levantad vuestro ánimo, alzad la mirada al cielo, y aprended de la pérdida de Emilio a aseguraros como él el porro unum est necessarium, esto es, a aseguraros la salvación de vuestra alma, que vale mucho más que los insignificantes y caducos bienes de esta vida.

Acordaos, mis queridísimos Eustaquio y Herminia (sabéis el afecto que siempre os he tenido a los dos), de vuestro siempre afmo. primo.



Daniel Comboni

Provicario Aplico. de Africa Central






565
Can. Cristóbal Milone
0
Jartum
6. 6.1874
N. 565 (536) - AL CAN. CRISTOBAL MILONE

«La Libertà Cattolica» 160 (1874),pp. 637-638



Jartum (Africa Central) 6 de junio de 1874



Mi querido amigo, Director de «La Libertá Cattolica»:



[3635]
Le prometí escribirle lo más a menudo que me fuese posible. No le he escrito casi nada, si bien espero poder hacerlo en el futuro. Tengo muchas cosas que contarle, en particular de las bendiciones que Dios derrama sobre mi Vicariato de Africa Central, que es el más grande y poblado del universo. Desde que con la aprobación del Sumo Pontífice y de la Santa Sede Apostólica consagré solemnemente el Vicariato al Sacratísimo Corazón de Jesús, parece que se van allanando muchos obstáculos en esta tierra abrasada, donde desde hace más de cuarenta siglos pesa la terrible maldición de Canaán. Tengo mucho que contarle, repito; pero los numerosos y graves negocios de mi complejísimo cargo, y la terrible caída de camello en medio del desierto entre el Kordofán y Jartum, me han impedido escribirle hasta ahora.


[3636]
Comienzo por rogarle que corrija un involuntario error ocurrido en su espléndida publicación La Libertà Cattolica, el 1 de mayo, en el núm. 96 de la Información Religiosa, en que se le escapó de la pluma que el Santo Padre me había concedido 300 días de indulgencia para una oración que yo compuse por la conversión de la Nigricia. No son 300 días, sino trescientos años los que el Santo Padre concedió a mi oración cada vez que se reza. Por eso le envío impreso el precioso decreto, tal como me fue expedido por la S. C. de Propaganda. Si quiero que se rectifique este error, es para que cuando los píos y devotos lectores de su magnífica publicación, y sobre todo los miembros del glorioso Clero napolitano, lean tan amplia y generosa indulgencia, comprendiendo el gran interés que la Sede Apostólica y nuestro adorado Santo Padre Pío IX tienen por mi ardua y laboriosa Misión, la recen todos cada día y la hagan rezar a otros; así, por la poderosa razón del petite et accipietis, será convertida la Nigricia.


[3637]
De sus diócesis napolitanas siguen acudiendo no pocos a alistarse en mi sagrada milicia, y viniendo a compartir con nosotros las fatigas y sudores del apostolado africano. Le envío también mi Pastoral sobre la trata de negros, que todavía aflige a mi Misión.


[3638]
La Misión de Jartum está dotada de dos importantes Institutos, el de los misioneros y el de las Hermanas de San José, con las correspondientes escuelas y orfanatos.

Igualmente, la nueva Misión del Kordofán dispone de un colegio de negros, algunos de los cuales se orientan hacia el estado eclesiástico, y de un Instituto de Hermanas de San José, con dependencias de asilo para las esclavas, colegio de negras y orfanato, además de una enfermería para los esclavos desechados. Cuando un esclavo está enfermo y se prevé que ya no ha de servir lo suficiente, se lo expulsa, muchas veces para pasto de las hienas y de los perros.


[3639]
Después de las lluvias iré a fundar la misión entre los pueblos Nuba, al suroeste del Kordofán, donde jamás pisó pie europeo. Mi valeroso Vicario General, el P. Estanislao Carcereri (que se encuentra en Europa y por encargo mío irá a visitarle a usted en Nápoles) estuvo previamente, de acuerdo con mis órdenes, explorando por aquella parte, y espero que dentro de poco todo ese pueblo idólatra doblará la frente ante la Cruz de Cristo y se convertirá en su ferviente adorador. Espero también, dentro de dos años, poder enarbolar el estandarte de la Cruz entre los pueblos que habitan las fuentes (hasta anteayer misteriosas) del Nilo. Su Alteza el Jedive de Egipto ha enviado como Gobernador General del Nilo Blanco y del Ecuador a S. E. el coronel Gordon, inglés, ya glorioso por haber reprimido a los rebeldes de China y de Mongolia. Es protestante pero un verdadero caballero, un nobilísimo señor, un valeroso soldado y un hombre sensato, que tiene en gran estima a los Obispos y Prelados católicos, porque pudo admirar sus virtudes en China y en Mongolia. Va a favorecer mucho nuestro apostolado. Me ha invitado a seguirle al Ecuador, pero todavía me encuentro escaso de misioneros. En cuanto me sea posible, seguro que estableceré una misión también allí.


[3640]
Sus napolitanos me dan muchas satisfacciones. Don Salvador Mauro, a quien he puesto de Superior y Párroco en el Kordofán, ejerce con mucha diligencia y piedad su difícil cometido. Saca toda su fuerza de la ferviente devoción que siente por San Judas Tadeo. Al nombrarle Superior y Párroco de aquella lejana misión, le escribí que el verdadero Superior por mí elegido era San Judas Tadeo, y que él no era más que vicesuperior y procurador del santo. Bastó esto para reavivar su ánimo, y, como le he dicho, me da muchas satisfacciones.


[3641]
El Canónigo D. Pascual Fiore, de Corato, es Superior y Párroco de Jartum. Parece nacido para este cargo, y a un celo sobresaliente une una rara y exquisita prudencia. Que el Señor me mande muchos de estos misioneros.


[3642]
Adiós, mi querido amigo, y solícito director de esa Libertà Cattolica, que con el retraso debido a la distancia me llega siempre gratísima y confortadora. Aquí no tengo tiempo ni ganas de atender a la política, que aflige a su Europa. Aquí me encuentro en un mundo nuevo, el cual espera su civilización por medio de la fe. Sin duda es un título de honor para las diócesis napolitanas el tener trabajando aquí, en este terreno difícil, algunos de sus representantes. Estimule la laboriosidad de otros, que aquí la mies es inconmensurable.



Su totalmente devoto amigo

Daniel Comboni

Provicario Apostólico de Africa Central






566
Sor Verónica Pettinati
0
Jartum
1. 7.1874
N. 566 (537) - A SOR VERONICA PETTINATI

AP SC Afr. C., v. 8, ff. 267-268



Jartum, 1 de julio de 1874



Mi excelente Sor Verónica:



[3643]
Recibo su carta del 30 de mayo, y me entero con dolor de que se le ha comunicado que las Hermanas destinadas a Africa Central deben ir al hospital. Se me había dicho anteriormente que el P. Estanislao y la Madre General habían acordado esto. Pero ya escribí a D. Bartolo hace tiempo mi desaprobación de este proyecto.


[3644]
Las dos pequeñas casas de El Cairo las he fundado yo, y sólo yo las debo suprimir. Pero no las suprimiré nunca, salvo obligado a obedecer a una fuerza superior. Don Bartolo hace lo que le dicen de Roma; y aunque usted está obligada a obedecer a D. Bartolo como mi representante en Egipto, en la presente ocasión le doy esta orden: «No se mueva de su sitio sin una orden mía concreta, o sin una orden de la S. C. de Propaganda que le sea manifestada directamente o por medio de D. Bartolo, de la Madre General o del Delegado Apostólico. Si cualquier otro le manda que vaya al hospital, conteste que si por ventura la han destinado a la casa del hospital, o sirve a Africa Central; y en esta hipótesis responda humildemente y con toda sumisión que es conveniente esperar mis disposiciones.


[3645]
Aún no puedo convencerme de que se haya tomado tan grave decisión sin consultarme. Por eso espero todavía un correo, y si no hay cambio en lo dispuesto, enviaré un telegrama a D. Bartolo ordenándole que lo suspenda todo hasta nuevas órdenes.

La Madre General me ha confiado las Hermanas para que sirvan a Africa Central y para que yo las conduzca a la Misión, no para que se queden en el hospital; tal cosa representaría para mí un agravio, y no lo admito. Tengo un cúmulo de razones para no aceptar esta decisión, que el P. Estanislao habrá tomado con inmejorable fin y con santas intenciones, que sin embargo no me caben en la cabeza. Repito: permanezca en su puesto. Recomendándole suma prudencia, la bendigo. Salude a todas de mi parte, y considéreme



Suyo afmo.

Daniel Comboni

Provco. Aplico.






567
M. Eufrasia Maraval
0
Jartum
3. 7.1874

N. 567 (538) - A LA MADRE EUFRASIA MARAVAL

ASSGM, Afrique Centrale Dossier

J.M.J.

Jartum, 3 de julio de 1874

Mi Rma. Madre Asistente:


 

[3646]
Perdóneme si le dirijo estas dos líneas. Es que no tengo la fuerza de escribir a la Madre General, la cual no se muestra a la altura de su posición con respecto a mi Vicariato, que hoy es el más importante del mundo.

El mes de abril el P. Estanislao me escribía desde Roma: «Me he concertado con la Madre General sobre todos los artículos del Acuerdo relativo a las Hermanas: cuantas están en El Cairo o las que vayan allí de Europa para luego trasladarse a Africa Central, irán al hospital por todo el tiempo que estén en El Cairo, y usted pagará un tanto diario por cada Hermana, etc.» Yo no creí que esto fuera en serio y me abstuve de contestar. Al cabo de una semana me llega otra carta del P. Estanislao, en la que me dice: «Sobre el Acuerdo, he convenido con Propaganda y con la Madre General en que para primeros de julio todas las Hermanas pasen al hospital, etc.»


[3647]
Tampoco esta vez hice caso, porque Propaganda no se inmiscuye en estos asuntos y deja todo a los jefes de las Misiones; pero escribí al Superior de El Cairo, Don Bartolo, diciéndole que no acepto esa decisión, y que si Propaganda ordena la ida de las Hermanas al hospital, presentaré tales alegaciones que habrá de atender a mis ruegos de dejar a mis Hermanas en mi casa de El Cairo. Ya Mons. el Delegado me había dicho muchas veces en El Cairo que, para evitar enormes gastos, yo debía meter a las Hermanas en dos habitaciones del Buen Pastor y Scubra, a dos francos al día, contestándole yo que mis Hermanas no eran penitentes, etc. Parece que ha sido el mismo Delegado el que ha tenido –es posible– la idea del hospital.


[3648]
Luego, pasado algún tiempo, el P. Stanislao me escribe en dos cartas: «El Acuerdo con la Madre General fue convenido y estipulado con pleno consenso. Las Hermanas de El Cairo pasarán al hospital a primeros de julio». Entretanto, Propaganda no ha escrito nada al respecto. Por tanto el asunto depende de la Madre General o del P. Estanislao, al que he dado instrucciones claras para que me libre de esas diez o doce negras que no son de ninguna utilidad a mi Vicariato, pero que deje intactos los Institutos para la aclimatación de los misioneros y de las Hermanas procedentes de Europa, hasta que venga otro Delegado que permita hacer en Egipto el bien a los negros, porque Mons. Ciurcia y los Franciscanos nos ponen trabas y nos han prohibido ocuparnos de los negros en Egipto.


[3649]
El domingo pasado, D. Bartolo me ha escrito: «Viendo que la Madre General no escribe ya, ni da las órdenes oportunas para que las Hermanas pasen al hospital (cosa que no es de mi agrado), yo, con arreglo a las órdenes y acuerdos entre Propaganda, la Madre General y el P. Estanislao, he manifestado a Sor Verónica las decisiones de Roma, y que para primeros de julio deben trasladarse al hospital, etc.» Y yo, Madre mía, me he quedado de piedra. Luego me llega una carta de Sor Verónica, que me anuncia con dolor lo que D. Bartolo le había comunicado.


[3650]
Entonces la sangre se me ha subido a la cabeza, y he enviado un telegrama a D. Bartolo, ordenándole que no lleve a cabo la loca determinación (porque creo que Propaganda no tiene que ver nada en este proyecto, ya que de lo contrario me habría escrito que alquilase mis Hermanas al hospital, en vez de prepararlas para el centro de Africa) de colocar a mis Hermanas en el hospital, y que espere mis órdenes.

Luego me he dirigido por carta a Sor Verónica, y le he mandado que no se mueva de su puesto sin que yo lo disponga.


[3651]
Después de todo esto le ruego, Madre mía, que comunique a la Madre General mi negativa a aceptar esta determinación. Y que las Hermanas destinadas a Africa Central deben ir a mi casa y pasar el tiempo de preparación y aclimatación allí, y no en el hospital o en el Buen Pastor. Puesto que ella me confía a mí sus Hermanas para que trabajen en mi Misión, debe estar plenamente convencida de que puedo custodiarlas, mantenerlas y dirigirlas bien. Gracias a Dios, nunca ha faltado el pan a las Hermanas que ella ha dejado a mi cargo.


[3652]
Entonces, ¿por qué quiere meter en el hospital a las Hermanas que están destinadas a Africa Central? No lo permitiré nunca, mientras tenga una casa en El Cairo; y la casa en el Cairo la tendré siempre, ya sea en alquiler o en propiedad. Los motivos de esta negativa son innumerables y graves, y si el Delegado sigue tratando de imponerse, espero obtener justicia de Propaganda. Estoy sobrado de razones para rechazar la pretensión de la Madre General de meter en el hospital a las Hermanas (que ella haya llegado a esto, me parece imposible), etc.

Sírvase recibir, mi buena Madre, etc. Que dios la bendiga.



Suyo devotmo., etc.

Daniel Comboni

Provicario Aplico de A. C.



Original francés.

Traducción del italiano






568
Dominga Comboni
1
Jartum
7.1874
N. 568 (539) - A DOMINGA COMBONI

ACR, sez. fotografie



Jartum, julio de 1874



Autógrafo en foto.





569
Acuerdo con los Camilos
0
Jartum
24. 8.1874
N. 569 (540) - ACUERDO CON LOS CAMILOS

AP SC Afr. C., v. 8, ff. 227-230v.



Roma, 24 de agosto de 1874



ACUERDO

ENTRE LOS RMOS. PROVICARIO APLICO. DE AFRICA CENTRAL

Y P. VICARIO GRAL. DE LOS MINISTROS DE LOS ENFERMOS

----------

[3653]
Con objeto de contribuir a la difusión del Evangelio entre los pueblos infieles de la Nigricia, ha sido estipulado entre los Rmos. Provicario Apostólico de Africa Central y P. Vicario General de los Ministros de los Enfermos el siguiente acuerdo, para su sometimiento a la S. Congregación de Propaganda.

I. El Rmo. P. General de los Ministros de los Enfermos, siguiendo el impulso de su caridad hacia los pueblos de la Nigricia, que son los más necesitados y abandonados del universo, pone a disposición de Propaganda para el Vicariato Aplico. de Africa Central, además de los PP. Carcereri y Franceschini, otros de sus Religiosos que se sientan inclinados al arduo y laborioso apostolado de la Nigricia, y que sean de probada virtud y hayan hecho ya la profesión de los cuatro Votos solemnes propios de la Orden de San Camilo de Lelis, sin que por ello desatiendan el ejercicio propio de su santo Instituto en beneficio de los pobres enfermos y agonizantes; de modo que no sólo se dedicarán con todo fervor a la asistencia espiritual de aquellos pueblos, sino que procurarán con el tiempo y con todo empeño crear un pequeño Hospital en favor de los mismos, tanto para la asistencia espiritual como para la corporal, por ser tal la finalidad primaria de su Instituto.


[3654]
II. El P. General presentará a Propaganda dichos Religiosos, que, después de haber sido aprobados mediante el habitual examen y provistos de la patente de Misioneros Apostólicos, se trasladarán a su lugar de destino.


[3655]
III. Todos y cada uno de estos Religiosos, llegados a la Misión, quedan así a disposición del Provicario Aplico. y para ayuda de sus Misioneros, pudiendo él utilizarlos como mejor le parezca en la asistencia a las diversas Misiones del Vicariato y asignarles, por el tiempo que crea oportuno, cualquier cargo, desde el más humilde hasta el más elevado, como el de Maestro coadjutor, Párroco, Confesor de Monjas, Superior local, Vicario General, etc., etc. Pero todo esto se entiende dentro de los siguientes límites, y con las siguientes condiciones:1.°, que los Religiosos destinados en Africa dependan del P. General, del modo y manera como se efectúa en todas las otras Religiones que tienen Misiones en el Extranjero; 2.°, que el Provicario y sus Sucesores puedan disponer de los Religiosos según las necesidades de la Misión, como se ha dicho, pero poniéndose de total acuerdo con el Superior y dirigiéndose siempre a él, nunca a los simples individuos; 3.°, finalmente, que esto se entiende en lo relacionado con el ejercicio externo de los Ministerios propios de la Misión, y no en lo concerniente a la disciplina interna y estrictamente religiosa, para lo que deberán depender exclusivamente del Superior.


[3656]
IV. Todos y cada uno de los Religiosos, durante el tiempo que permanezcan distribuidos en las Misiones del Vicariato, estarán sujetos a la obediencia al Superior local y a la observancia del Reglamento de la casa a la que temporalmente hayan sido transferidos.

V. El Rmo. P. General asignará al conjunto de sus Religiosos destinados en Africa Central un Superior que los represente, el cual tendrá en especial el encargo de vigilarlos, a fin de que todos y cada uno conserven el espíritu religioso del Instituto de San Camilo de Lelis y desarrollen sus benéficos efectos en pro de la conversión de la Nigricia.


[3657]
VI. El Rmo. Provicario Aplico. proporcionará cuando antes, provista de lo necesario, una buena casa con capilla, farmacia y pequeño huerto o jardín en la salubre ciudad de Berber, en Nubia Superior, donde podrán reunirse los Religiosos, cuando no estén ocupados en la asistencia de las Misiones centrales, para vivir la vida religiosa, hacer los Ejercicios espirituales y fortalecer el espíritu eminentemente sublime de su santo Instituto.


[3658]
VII. La Casa de Berber será exclusivamente Casa Camila, promoverá en la medida de lo posible el bien espiritual por medio de la escuela y de la asistencia a los enfermos, y tendrá la jurisdicción ordinaria parroquial no sólo de la ciudad y provincia de este nombre, sino también de la provincia de Suakin, en el mar Rojo, y de la de Taka, en la frontera nordeste con Abisinia, como asimismo la jurisdicción provisional de la provincia o antiguo reino de Dóngola, hasta la terminación del ferrocarril del Sudán, ocupándose de los cristianos de cualquier nación o rito.


[3659]
VIII. El Superior Camilo, cuando se encuentre a disposición del Provicario Aplico. o prestando servicio en otra Misión del Vicariato, se hará representar en la Casa Camila de Berber por otro Religioso de su confianza, y que cuente con la aprobación del Provicario Aplico., para el desempeño de la dirección espiritual y temporal de la Obra Camila, en todo y por todo, según las normas establecidas en las Constituciones de la propia Orden.


[3660]
IX. La elección del Religioso que haya de ejercer el cargo de Párroco la efectuará el Provicario en inteligencia y de acuerdo con el P. General, procurando, si es posible, que para dicho cargo se nombre persona distinta del Superior de la Casa religiosa.


[3661]
X. El Provicario Aplico. asignará anualmente a la Casa Camila de Berber la cantidad de 5.000 (cinco mil) francos de las rentas que el Vicariato recibe de las Sociedades benefactoras europeas, la cual se hará efectiva al Superior anticipadamente, en una o dos entregas, al principio de cada año. Tal asignación empezará desde el día en que haya allí instalados Religiosos en adecuado número, lo que sucederá en cuanto estén equipadas la casa y la capilla dedicadas a San Camilo de Lelis. Esta asignación anual durará cinco años, tiempo necesario para conocer en la práctica la acción Camila, el número aproximado de Religiosos que puede suministrar la Orden, el costo de los víveres, y los gastos necesarios para el mantenimiento de la Casa y de las Obras Camilas. Transcurridos cinco años, el Provicario Aplico. y el Superior Camilo procederán a estipular un nuevo Acuerdo, que someterán a Roma, basado en nociones prácticas y seguras acerca de todo, para establecer de manera definitiva y correcta la necesaria asignación y dotación de la Casa Camila, que se efectuará, tanto como sea posible, en bienes inmuebles, y en conformidad con lo que se considere mejor por ambas partes.


[3662]
XI. Esta asignación anual está destinada a la alimentación y vestido de los Religiosos mientras vivan en Berber, a la visita de las localidades dependientes de la jurisdicción Camila, a la conservación o mejora de la Casa de Berber, y al mantenimiento de la aneja iglesia o capilla, es decir, para los gastos del culto. Por otra parte, los Religiosos que se encuentran prestando servicio en otras Misiones del Vicariato viven a expensas de la Casa en la que están temporalmente destinados.


[3663]
XII. Todos los viajes de los Religiosos Camilos desde Europa a Egipto y a la Estación de la Orden en Berber, y desde ésta a las distintas Misiones interiores del Vicariato, como también los viajes de vuelta desde las Misiones centrales hasta Berber, corre a cargo del Provicario Aplico.


[3664]
XIII. El Superior Camilo, de acuerdo con el Provicario Aplico., deberá reunir en el momento más oportuno, una vez al año, a todos sus Religiosos por un período de al menos veinte días, a fin de constatar si conservan el espíritu religioso del Instituto, y reavivar su celo apostólico por medio de especiales Ejercicios espirituales y de las devotas prácticas de la Orden.


[3665]
XIV. En caso de que el Superior Camilo, de acuerdo con el Provicario Aplico., juzgase conveniente visitar a sus Religiosos en las diversas Misiones centrales, todos los gastos de viaje y manutención serán por cuenta del Provicario Aplico.


[3666]
XV. Mientras viven en la Casa Camila y sus dependencias, los Religiosos aplican la santa Misa según la intención de su Superior. En cambio, mientras viven prestando asistencia en las Misiones del interior, la aplican según la intención del Provicario Aplico. o del Superior de la Casa donde se hallan destinados, con excepción de dos Misas al mes, que el Religioso puede aplicar por él mismo, o como desee, más las obligaciones de Misas impuestas específicamente a los Camilos por su Orden, según sus Estatutos o disposiciones generalicias.


[3667]
XVI. Cada año, dentro del mes de septiembre, el Superior de la Casa Camila presentará al Provicario Aplico. un exacto informe sobre la marcha, desarrollo y administración de la Casa y de la Obra Camila, que éste transmitirá luego a la S. Congregación de Propaganda, acompañado de sus observaciones. Y otro tanto hará el Superior con el Rmo. Padre General, sobre todo en lo correspondiente a la actuación y conducta de cada uno de los Religiosos.


[3668]
Todo para mayor gloria de Dios y para la salvación de la infeliz Nigricia, «in unitate spiritus et vinculo charitaris», sin perjuicio de la autoridad de la mencionada S. Congregación de Propaganda Fide, ni de los decretos y reglas vigentes para el gobierno de las santas Misiones. Amén.



† Luis Obispo de Verona, Representante de

Mons. Comboni, Provco. Aplico. de Africa Central

y Camilo Guardi, Vic.° Gral. de CC. RR. Ministros de los Enfermos

convienen en lo antedicho y firmando expresan su aprobación.



Por parte de la S. Congregación de Propaganda, nada obsta para que el presente Acuerdo se lleve a la práctica.

Roma, en la sede de Propaganda, a 24 de agosto de 1874.

Alej. Card. Franchi, Pref.






570
Card. Alejandro Franchi
0
Jartum
14. 9.1874
N. 570 - (541) - AL CARD. ALEJANDRO FRANCHI

AP SC Afr. C., v. 8, ff. 286-287



N.° 10

Jartum, 14 de septiembre de 1874



Emmo. y Rmo. Príncipe:



[3669]
Aunque sólo hace pocos días que he tenido el honor de escribirle, ahora, al recibir del P. Carcereri una copia firmada del Acuerdo pactado entre la Rma. Madre Gral. de las Hermanas de S. José y yo para regular el desenvolvimiento de ese venerable Instituto en mi Vicariato, no puedo por menos de expresar a V. Em.a mi sincera satisfacción y asegurarle al mismo tiempo que para mí será siempre especialísima preocupación no solamente fomentar y mantener cultivado de toda manera en estas excelentes hijas africanas de San José el espíritu de su vocación y dirigirlas sabiamente al mayor bien espiritual de esta vasta y laboriosa Misión, sino también poner todo cuidado para que nunca falte nada de lo necesario a cada una de ellas, aunque llegado el caso me fuera preciso doblar los gastos y la asignación establecida en el Acuerdo. Estas buenas Hermanas exponen al igual que nosotros la vida, consagrándose por completo a sí mismas para gloria de Dios y la salvación de la infeliz Nigricia, y por tanto tienen derecho a todo el amparo que les pueda ofrecer una paternal solicitud, que no faltará nunca por nuestra parte con ayuda del Señor.


[3670]
Tengo gran interés, como queda expresado en el Acuerdo, en que la Rma. Madre General designe una Hermana sensata y de valía que la represente en este remotísimo Vicariato, y con la que yo pueda tratar sobre los destinos y traslados y los intereses de las Hermanas de Africa Central. Esta Hermana debe ser siempre la Superiora de la casa de Jartum, ciudad donde se encuentra la sede ordinaria del Provicario Apostólico. Por tanto suplico cálidamente de la eximia bondad de V. Em.a que se digne instar vivamente a dicha Rma. Madre Gral., expertísima conocedora de las misiones extranjeras, a que elija para tan importantísima función una entre las mejores de sus Hermanas, que esté verdaderamente a la altura de su misión, y a que me la mande cuanto antes. Yo le estoy preparando una residencia que será digna de su cargo.


[3671]
Concluyo la presente declarando sinceramente a V. Em.a Rma. la alta estima y veneración que profeso a estas Hermanas, en cuanto misioneras en tierras de infieles, y la preferencia que entre ellas tengo por las Hermanas árabes en lo relativo a mi Misión. Sin poseer esa viril y profunda formación ascética ni toda esa amplísima instrucción que admiramos en las santas Hijas de las Escolásticas, de las Chantal, de las Merici y de las Damas del Sagrado Corazón, estas excelentes Hermanas de San José son muy recomendables por su sencillez, celo incansable y aptitud para todas las tareas de misioneras, así como por su heroica valentía al afrontar toda clase de riesgos, largos y peligrosos viajes, y hasta la muerte, por desempeñar bien su ministerio.


[3672]
Además, todas (hablando de las que yo he conocido) son de inmaculadas costumbres, intachables en cuanto a moralidad, hasta el punto de poder afrontar a pie firme con la ayuda de Dios incluso los peligros de la corrupción humana entre los infieles, para corregir sus excesos, triunfar de las almas más depravadas, derramar entre ellas el buen olor de Cristo y hacer respetar la pureza de la moral cristiana. A estos buenos efectos contribuyen grandemente la protección providencial de San José y el amor y confianza que las Hermanas sienten vivamente por este querido Santo, su padre, como también las frecuentes prácticas de piedad y las continuas enseñanzas de los misioneros, y el mantener siempre encendida entre ellas la chispa del altísimo fin de su Misión, o sea, la gloria de Dios y la salvación de las almas, que no se pueden obtener sin ocuparse seriamente de la propia santificación.


[3673]
En la próxima carta le hablaré del viaje tan desastroso, recientemente finalizado, del prusiano Dr. Nactigal, que ahora está aquí en Jartum, y que en cinco años y medio ha venido desde Trípoli hasta Jartum, pasando por los imperios de Burnu, Waday y Darfur sometidos a mi jurisdicción. Le contaré también las interesantes noticias que me ha dado de estos pueblos y de los millones de esclavos que gimen todavía bajo el imperio de Satanás. Nuestro Gobernador General, Ismail Bajá, que me escribió un buen elogio de nuestras casas del Kordofán, ahora está atacando al Sultán de Darfur.

Le besa la sagrada púrpura



Su hummo. y obedmo. hijo

Daniel Comboni

Provco. Aplico. de Africa Central