[3734]
Las enfermedades que todos nosotros hemos sufrido en este tórrido clima por la enorme crecida del Nilo, que en el último otoño ha amenazado con la destrucción de la ciudad de Jartum, y la imposibilidad de presentar cuentas exactas sobre el último ejercicio, por el retraso de la caravana del P. Carcereri, quien tenía en sus manos parte considerable de las ayudas que la Propagación de la Fe y otras Sociedades más pequeñas me habían concedido en el año 1874, me impidieron enviarle para el primero de octubre las tablas estadísticas de mi Vicariato con la información completa, de utilidad para el futuro reparto. Por eso me he limitado a enviarle, el 3 de diciembre pasado, en un pequeño Informe sobre la feliz marcha de esta Misión, las mencionadas tablas estadísticas, aunque incompletas.
[3735]
Ahora que el P. Carcereri ha traído de El Cairo a Jartum al personal de la caravana, dejando por falta de camellos todas las cajas y las pocas provisiones de reserva en Wady-Halfa, o sea, en la segunda catarata, a cuarenta días de aquí, le doy igualmente, abreviando, las cuentas más exactas sobre las situación financiera junto con las tablas estadísticas del Vicariato. Ruégole, pues, señor Presidente, que tome en consideración este pequeño Informe, mejor que el del 3 de diciembre pasado, porque ahora que conozco los enormes gastos que ha supuesto el viaje y la caravana del P. Carcereri han cambiado un poco las previsiones expuestas en esas tablas estadísticas que le envié, de modo que me veo forzado a exponerle la urgencia y necesidad que tiene mi Vicariato de ayudas más abundantes que los otros años, a fin de cubrir el déficit del pasado ejercicio, y reforzar y desarrollar ampliamente esta importante Misión, allí donde nunca ha penetrado la Palabra del Evangelio.
[3736]
Para consolidar bien la Misión principal de Jartum es de absoluta necesidad construir una iglesia, más el Instituto de las Hermanas, con aulas, el orfanato, las dependencias para el asilo, la enfermería, etc. De la iglesia (que será la catedral) nos ocuparemos en el futuro. Para la casa completa de las Hermanas hacen falta por lo menos 80.000 francos, incluido lo que hemos gastado ya.
[3737]
Gracias al Sagrado Corazón de Jesús y a Usted, recientemente ha quedado terminada la mitad, casi, del mencionado edificio. Con un gasto de 24.416 francos he construido una casa que, de momento, es suficiente para las Hermanas, las clases y el orfanato. Para la realización (bajo mi inmediata dirección) de esta mitad de la obra se han empleado 723.947 ladrillos rojos, cada uno de 25 centímetros de largo, 12 de ancho y 6 de espesor; además, 1.642 ardebs de cal, 984 jornadas de albañiles a 9 ó 10 francos por día, más 10.372 jornadas de esclavos y 4.349 francos de leña. Mis herreros, carpinteros y el personal de la Misión nos han hecho ahorrar más de la mitad del importe de la construcción. Aunque incompleto, este edificio es de inmensa utilidad tanto para la salud como para el apostolado de Jartum y de Africa Central. A finales de marzo mandaré interrumpir las obras, para continuarlas otro año.
[3738]
La Misión del Kordofán, sobre todo con la instalación de las Hermanas, ha cobrado nueva vida. Aparte de las reparaciones hechas en la casa de los misioneros para proteger el pequeño Seminario o Colegio de negros, me he visto obligado a rodear toda la casa de las Hermanas con un muro y a reparar las cabañas. Desde el mes de mayo tenemos aquí una capilla con el Smo. Sacramento siempre. Todo ello está construido con muros de arena, a la usanza del país. En el conjunto de las obras, que se han limitado a lo estrictamente necesario, he gastado 4.105 francos con 7 céntimos. Todavía queda mucho que trabajar y gastar antes de dotar de lo preciso a esta Misión. No obstante, sigue siendo la base de operaciones y el centro de comunicación para toda la parte central del Vicariato.
[3739]
Actualmente el Kordofán se convierte en el punto de partida de la nueva Misión de Gebel Nuba. Cuando S. E. Ismail Bajá Ayub, Gobernador General de Jartum, pasó por El-Obeid para ir a la conquista de Darfur, visitó nuestras dos casas del Kordofán, y me ha escrito que quedó encantado y lleno de admiración al verlas tan florecientes, sobre todo de la casa de las Hermanas, y me ha asegurado que será siempre feliz de proteger una obra tan eminente de civilización europea.
[3740]
La S. C. de Propaganda me ha ordenado fundar, lo antes posible, la Misión de Gebel Nuba, al suroeste del Kordofán. Como usted sabe, en octubre de 1873 mandé a esas tribus los PP. Carcereri y Franceschini, e hice que fuera con ellos un veterano de la Misión de Africa Central, el señor Augusto Wisnewsky, de la diócesis de Ermland, que desde hace veinte años se encuentra en nuestro Vicariato, y que conoce perfectamente todas las tribus de estas tierras hasta los 4° de lat. Norte.
[3741]
Acompañado de este excelente hombre, el P. Carcereri ha visitado los primeros poblados de estas tribus, donde reside el gran jefe, y ha elegido la localidad de Delen para empezar el apostolado y la regeneración de los Nuba. El mes de noviembre mandé a dicho lugar dos miembros de la Misión para preparar allí viviendas. En esta pequeña expedición he gastado 2.490 francos, entre camellos, provisiones, hierro, etc. Pero, llegada a Jartum la caravana del P. Carcereri, me he apresurado a enviar dos sacerdotes a preparar dos casas, una para los misioneros y otra para las Hermanas.
[3742]
El mes próximo, una vez llegada a Jartum la Madre Provincial, Sor Emilienne Naubonnet (que ha sido treinta años Superiora en Siria), y recibidas de Wady-Halfa las cajas que el P. Carcereri dejó allí por no haber encontrado bastantes camellos, marcharé a Gebel Nuba con el fin de fundar la nueva Misión. Para esta operación, y para levantar la casa de los Misioneros y la de las Hermanas, por lo menos se necesitan este año 10.000 francos.
[3743]
Por otra parte, el pasado mes de noviembre abrí ya la Misión de Berber, para confiarla a los Padres de San Camilo de Lelis, destinando allí al P. José Franceschini con uno de mis hermanos laicos. En la actualidad están instalados en Berber (una de las ciudades más comerciales de Sudán) cinco padres Camilos y dos hermanos. Esa hermosa casa junto al Nilo, entre los gastos de adquisición y de los primeros acondicionamientos y reparaciones, me ha costado 8.134 francos con 75 céntimos. Como no va a necesitar más reparaciones por algunos años, dicha casa, con los cinco mil francos anuales establecidos en el Acuerdo con el Rmo. P. General de los Camilos, funcionará muy bien.
[3744]
El Superior de ella es el P. Carcereri, que, como consecuencia, deja de ser mi Vicario General.
Para este puesto de mucha importancia he nombrado, con total satisfacción de todos mis misioneros, al canónigo Pascual Fiore, que ha sido hasta ahora Superior y párroco de la Misión de Jartum.
Aparte de los gastos correspondientes a las Misiones del Vicariato, este año necesito hacer desembolsos extraordinarios para las dos casas preparatorias de El Cairo, a las que la S. C. de Propaganda da una gran importancia, sobre todo para la aclimatación en ellas de los misioneros y de las Hermanas europeos destinados al Vicariato.
[3745]
Usted sabe que hasta el presente mis Institutos de El Cairo han estado instalados en dos casas por las que pagaba anualmente un fuerte alquiler. Después de haber probado mil medios para evitar esto, al cabo de tres años me dirigí a S. A. el Jedive, a fin de obtener un terreno en El Cairo donde construir dos casas.
Su Alteza me contestó que me lo conseguiría; pero tras muchos esfuerzos de mi representante, D. Bartolomé Rolleri, ese terreno sólo fue concedido el mes de agosto pasado y en condiciones que exigen grandes sacrificios.
[3746]
En verdad el terreno concedido está en uno de los mejores emplazamientos de El Cairo, y su valor es de 43.000 francos por lo menos, según los cálculos de los ingenieros. Realmente se trata de algo magnífico para los intereses de mi Vicariato. Pero necesito efectuar este primer año un gasto de 50.000 francos de construcción para asegurarme la propiedad. A este fin le envío la copia exacta del documento francés-árabe que me ha dado el Gobierno egipcio (Anexo II).
Aunque mis misioneros y yo hemos sufrido muchas estrecheces el año pasado para preparar, construir y organizar nuestras obras, estamos dispuestos a sufrir mucho también este año, por economizar, a fin de poder edificar las casas de El Cairo.
[3747]
Si Dios nos bendice, dentro de cinco o seis años los Institutos y las obras del Vicariato estarán más florecientes. Nuestro ánimo para crear y formar con plena vida y actividad el Vicariato más difícil y colosal del universo en medio de mil obstáculos, será inquebrantable si usted tiene la valentía de aumentar considerablemente la generosa aportación que su inmensa caridad ha dado en los años precedentes para este Vicariato.
Ya han comenzado las obras de las dos casas de El Cairo, y se han gastado hasta hoy unos ocho mil francos. Pero el Gobierno egipcio exige que en dieciocho meses, a partir de la fecha del 4 de agosto, o sea para el 4 de febrero de 1876, se haya efectuado el gasto de los 50.000 francos. Espero, no obstante, que, hecho este desembolso, puedan instalarse allí los dos Institutos, tras lo cual la construcción de lo restante se irá realizando poco a poco. Para poder hacer frente a todo, he reducido al mínimo el personal de El Cairo, y he trasladado a Jartum también a los tres estudiantes de teología que había en aquella capital.
[3748]
Como verá Ud. por las estadísticas del pasado ejercicio, se requieren considerables cantidades para los viajes del personal, no sólo desde Europa hasta Jartum, sino también desde Jartum hasta las otras Estaciones del Vicariato. A estos enormes gastos se ha añadido este año la desgracia de la caravana del P. Carcereri.En esta caravana, incluido su viaje a Europa, y en las compras ordinarias, se le ha ido la desmesurada suma de 36.680 francos con 91 céntimos, mientras que si otro hubiera dirigido la expedición no habría empleado en ella 20.000 francos. Y encima de todos estos dispendios, las provisiones que dejaron en las cataratas se encuentran aún a más de cuarenta días de Jartum, en Wady-Halfa, desde donde es imposible retirarlas por ahora.
[3749]
El P. Carcereri ha cometido dos grandes errores en esta expedición. Llegado a Asuán, tenía que haber hecho lo mismo que todos los misioneros desde el año 1848, y todos los comerciantes: desembarcar los bultos y sobre camellos transportarlos a Schellal (dos horas de viaje), para allí embarcarlos nuevamente y llevarlos a Korosko, desde donde seguir por el desierto hasta Berber. Esto es lo que han hecho siempre los misioneros. Por el contrario, él quiso hacer pasar por las cataratas de Asuán hasta Schellal no sólo las embarcaciones, sino también el personal y los suministros, con riesgo de ser tragados por el Nilo.
[3750]
El personal tuvo la suerte de salvarse bajando a tierra al comienzo de la catarata y yendo a pie hasta Schellal; pero las embarcaciones quedaron muy averiadas por el paso de las cataratas, y una se hundió en el Nilo. Paso en silencio la desgracia de la muerte de uno de mis buenos agricultores, un veronés, que, caído en un remolino del Nilo, en las cataratas de Schellal, se ahogó. Si el P. Carcereri hubiera tomado en Asuán los camellos para un recorrido de dos horas hasta Schellal, como han hecho todos los demás, se habrían evitado todos estos infortunios.
En segundo lugar, el P. Carcereri quiso tomar el camino de Wady-Halfa en vez del de Korosko. El no había hecho nunca esta ruta, no conocía Wady-Halfa, pero fue hacia allí; mientras que muchos comerciantes egipcios, siguiendo la de Korosko, llegaron felizmente desde El Cairo a Jartum en sesenta días.
[3751]
Pues bien, ya en Wady-Halfa, Carcereri tuvo que detenerse allí treinta y cuatro días; y cuando por fin pudo marcharse (tras mis gestiones ante el Gobierno), sólo le fue posible hacerlo con diecinueve camellos. Total, que en llegar a Jartum desde El Cairo tardó ciento tres días. En cuanto a las provisiones, más de la mitad se perdió en las cataratas, y el resto está todavía en Wady-Halfa, donde hay peligro de que también se pierda. Así que desde Jartum he mandado allí uno de mis buenos hermanos laicos a buscar esas provisiones.
En el desierto de Bayuda él ha encontrado la caravana (a la que he enviado los bizcochos de que carecía), y el P. Carcereri le ha ordenado que se detenga en Dóngola. Habiéndome enterado sólo ahora de este nuevo contratiempo, me he apresurado a ordenar a mi hermano laico que prosiga el viaje hasta Wady-Halfa, y que desde allí lleve el resto de las provisiones a Korosko y, a través de Berber, las traiga a Jartum.
[3752]
De este modo aumenta todavía el gasto de la caravana, por no perder todo, y al final esta expedición saldrá por más de 40.000 francos. Es cierto que resulta muy difícil el viaje a Africa Central; pero jamás volveré a poner al P. Carcereri al frente de tales empresas.
A pesar de estos enormes desembolsos me encuentro sin provisiones, y encima apurado, porque no puedo dejar esta capital para cumplir las órdenes de Propaganda de ir a fundar la nueva Misión de Gebel Nuba. Pero toda mi confianza está puesta en el Sagrado Corazón y en la Propagación de la Fe.
[3753]
Gracias al divino Corazón de Jesús y a usted, a pesar de tantas dificultades, la S. C. de Propaganda ha podido reconocer que no han sido en vano los sacrificios que los bienhechores de la Obra han hecho por este colosal Vicariato. He aquí un pequeño extracto de una carta que me dirigió S. Em.a el Card. Franchi:
Roma, sede de Propaganda, 29 de agosto de 1874
[3754]
«En la Asamblea General del 14 del corriente agosto, la S. C. de Propaganda se ha ocupado de los asuntos de esa Misión, con objeto de proporcionarle una configuración más sólida. Considerados, pues, los informes enviados por V. S. en diversas épocas, así como el presentado por el P. Carcereri, la Sagrada Asamblea ha tenido el placer de saber que el Señor se ha dignado bendecir el principio de una obra de tanta gloria para El, y que fundadamente se espera que seguirá protegiendo con sus celestiales favores. Por tanto, los Emmos. Padres han ordenado que se instituya sin más la nueva Misión en Gebel Nuba, para que con los medios que actualmente estén al alcance de usted procurar la conversión al cristianismo de esos pueblos tan desventurados».
[3755]
Después darme sabias instrucciones sobre el modo de comportarme respecto a la trata de negros y a la esclavitud, y sobre cómo acabar poco a poco con los desórdenes de estos pueblos, S. Em.a me hizo saber que la S. C. ha decidido mi nombramiento para Obispo y Vicario Apostólico; pero sólo le será comunicado al Santo Padre una vez establecida la Misión de Gebel Nuba. La carta termina así:
[3756]
«Finalmente tengo el placer de participarle que mis Emmos. Colegas han tributado elogios a la laboriosidad con que usted ha iniciado la ardua empresa de evangelizar a esas gentes y le animan a continuarla sin desanimarse por los obstáculos que habrá de encontrar. Por el contrario, contando con la divina asistencia, que ciertamente no le faltará...», etc., etc.
Para darle una idea cada vez más exacta y verdadera de la administración de este Vicariato, agrego las notas siguientes:
[Siguen notas administrativas y cuatro Anexos.]
[3757]
Con este Informe y con el que tuve el honor de enviarle el 3 de diciembre pasado, espero haberle expuesto la situación y el gran futuro del Vicariato de Africa Central. Le ruego con lágrimas en los ojos que aumente mucho por este año la generosa ayuda al mismo, a fin de que pueda adquirir las proporciones que Dios parece haberle destinado para la salvación de tantos millones de almas.
[3758]
La conquista del Ecuador llevada a cabo por el coronel Gordon, y la del imperio de Darfur realizada por el Jedive, abrirán en poco tiempo un campo más seguro y extenso a nuestro laborioso apostolado.
Dígnese, señor Presidente, aceptar mis humildes respetos y presentarlos a todos los miembros de los Consejos centrales y a todos los Socios, por los cuales rezamos a diario.
Suyo devotmo. y agradecidísimo
Daniel Comboni
Provicario Aplico. de A. C.
Original francés.
Traducción del italiano