Comboni, en este día

C. participa en Cairo (1869) al recibimiento ofrecido por Francisco José a los misioneros.
Del Quadro storico, 1880
Las Sociedades de las santas Misiones Apostólicas y ese ejército de pregoneros de Cristo, que penetran con la Cruz y con el Evangelio donde ni la espada, ni la codicia del dinero, ni el noble amor a la ciencia pudieron abrirse camino.

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Nº Escrito
Destinatario
Señal (*)
Remitente
Fecha
581
M. Emilienne Naubonnet
0
Jartum
12. 1.1875
N. 581 (551) - A LA MADRE EMILIENNE NAUBONNET

ASSGM, Afrique Centrale Dossier



J.M.J.

Jartum, 12 de enero de 1875



Mi veneradísima Madre:



[3711]
Con la mayor satisfacción he recibido su estimada carta junto con la de nuestra querida Madre General, en las cuales se me ha comunicado la buena noticia de que usted ha sido elegida para Superiora Provincial de Africa Central, como yo deseaba y había suplicado insistentemente al Cardenal Prefecto de Propaganda y a la Revda. Madre General. Le confieso francamente que nuestra queridísima Madre General no podía satisfacer mejor mis ardientes deseos que con la gracia que me ha concedido de escoger para mi gran Misión a la veterana de las Hermanas Misioneras de Oriente, es decir, a usted, mi buena Madre, que ha educado a casi todas nuestras estupendas Hemanas árabes, y sobre todo a la que aún no he terminado de llorar: Sor Josefina Tabraui. Usted, que vino por primera vez a Oriente traída por el P. Ryllo, cuya tumba está situada en medio del jardín de nuestras Hermanas aquí en Jartum, a treinta pasos de la nueva casa que he construido para usted; usted, decía, conoce perfectamente la vida apostólica y las Misiones.


[3712]
Nunca terminaré de expresar mi gratitud a la Madre General por habérmela concedido, como en mi última carta he dado las gracias al Cardenal Franchi, el cual no dejó de instar a la Madre General para que satisficiese mis deseos.

No importa que usted tenga una edad un poco avanzada: creo que aquí rejuvenecerá. Es suficiente el ojo y la presencia de una buena Superiora, sin trabajar mucho, para sacar adelante las cosas. Su nombre es bien conocido entre nosotros; nunca ha pasado un día sin que yo no haya oído su venerado nombre a las Hermanas, y sobre todo a nuestras Sor Josefina Tabraui y Sor Ana Mansur, a las que usted tan bien educó. La espero, pues, con impaciencia en Jartum, y voy a dar las instrucciones para que venga del mejor modo posible. Por favor, Madre mía, no escatime nada con tal de hacer el viaje menos cansado.


[3713]
El viaje es fácil: solamente el desierto es un poco fatigoso durante unos días. Su admirable obediencia a la Madre General viniendo a Africa Central a pesar de la avanzada edad y del peso de tantos años de Misión, me ha sido muy edificante. Con este espíritu, Dios la bendecirá, así como a las Hermanas y al Provicario Apostólico Mons. Comboni, al cual dará usted sus instrucciones.

Así usted podrá probar concienzudamente a Sor Genoveva (que tiene defectos mezclados con virtudes, y que es Hermana de San José, y por tanto hija nuestra), tras lo cual estaremos en condiciones de decidir bien lo que se debe hacer: si destinarla a un buen puesto en Africa Central o darle las letras obedenciales.


[3714]
Espero que haya comprendido mi pensamiento. Le ruego, pues, que se encargue de escribir a la Madre General en este sentido, porque yo no tengo tiempo de hacerlo, y déle las gracias por haber hecho a Africa Central el precioso don de Sor Emilienne, la veterana Misionera de Oriente.


[3715]
Nunca encomendaré ninguna comisión ni encargo al P. Estanislao Carcereri. Con su loca cabeza ha expuesto a toda una caravana a serios peligros y a muchos sufrimientos, y me ha gastado un montón de dinero por tomar un camino que él no conocía. Siguiendo el recorrido ordinario, en esa estación la caravana podía haber llegado a Jartum para la Inmaculada Concepción, mientras que ahora ya no la espero hasta febrero próximo.

Como tengo toda confianza en usted, le expongo mi dolor. Estoy muy apesadumbrado porque temo que Sor Angélica y las otras dos hayan pasado mucho frío.


[3716]
Sor Ana tiene la solitaria. Un día está en clase, y el otro en la cama. He escrito a D. Bartolo que me mande las medicinas necesarias para librar a Sor Ana de ese parásito. Tenga la bondad de informarse bien al respecto en el hospital con la Superiora y los doctores, y envíe los remedios y tráigalos usted también. Queda entendido que si antes de tener las respuestas de la Madre General tiene usted ocasión de partir, deberá salir inmediatamente para Jartum, porque las cartas las recibirá aquí.


[3717]
Por el camino de Suakin, en el mar Rojo, puede usted llegar a Jartum en menos de treinta días. Pero D. Bartolo le dirá todo.

Tenga la bondad de saludar de mi parte a las Hermanas, y sobre todo a la Madre Superiora del hospital, mientras bendiciéndola me declaro en los Corazones de Jesús y María



Suyo afmo., Daniel Comboni

Provicario Apostólico



Original francés.

Traducción del español






582
Madre Emilie Julien
0
Jartum
24. 1.1875
N. 582 (552) - A LA MADRE EMILIE JULIEN

ASSGM, Afrique Centrale Dossier



J.M.J. N.° 1

Jartum, 24 de enero de 1875



Mi queridísima Madre:



[3718]
El 22 del corriente, a las siete de la mañana, Sor Genoveva se ha ido al cielo, después de recibidos los Sacramentos y la bendición papal in artículo mortis. Se encontraba muy fuerte y en plena salud, cuando le vino una enfermedad de siete días. Después de una indigestión (como dicen Sor Severina y Sor Ana) tomó aceite de ricino, del que ella misma había recogido los frutos y extraído el jugo. Los médicos han dicho que era el tifus. El caso es que yo quería curarla, pero ella se negó. En la misma situación estaba Sor Faustina, que, como Sor Genoveva, nunca había sido sangrada. Sor Faustina se dejó curar por mí a medianoche, y ya empieza a levantarse. Sor Genoveva no sabía que yo tenía sus letras obedenciales. Por el contrario, yo había decidido esperar a la Madre Emilienne para poner a Sor Genoveva de Superiora en el Kordofán, si a ella le parecía bien.

En fin, adoremos los designios de la Providencia. Pero mi pena es muy grande.


[3719]
El Bajá envió un Bey con doce soldados y cuatro jenízaros para acompañarla al cementerio. Sus funerales han sido magníficos. Dios la tendrá en el cielo. Era devota y muy amante de la oración. Yo, que la confesé en los últimos seis meses, nunca la vi faltar al tribunal de la Penitencia. Desde la marcha de Sor María Josefa al Kordofán, me sentía satisfecho de Sor Genoveva, que también ha sido llorada en Jartum. Celebraré por ella muchas misas. En cuanto llegue la caravana, que ya ha salido de Dóngola, le haremos un gran servicio litúrgico, porque ahora soy el único sacerdote que dice misa aquí.


[3720]
Le agradezco infinitamente, mi buena y querida Madre, que haya concedido a Africa Central la veterana de las misioneras, Sor Emilienne. No me podía hacer usted mayor favor, ni podía mandarme una Hermana más adecuada y capaz para el objetivo propuesto. No se preocupe porque es vieja. La haremos rejuvenecer. La tendremos como una reliquia: nos basta con su presencia, no trabajará. Con ella espero poder conseguir buenas y valiosas Hermanas árabes, como Sor Josefina y Sor Ana, que hace tanto bien a pesar de tener la solitaria.


[3721]
Reciba, mi buena Madre, mi gratitud por el precioso regalo que me ha hecho con Sor Emilienne. Es causa de alegría para todos, pero el más contento soy yo, porque a juzgar por lo que he oído a Sor Josefina y a todas las Hermanas respecto a Sor Emilienne, y por la carta que me ha escrito, estoy convencido de que ella es una santa y excelente religiosa y Superiora. Va a alojarse cerca de la tumba del P. Ryllo (la cual se halla en el jardín de las Hermanas), que la llevó consigo por primera vez a Siria.

Se trata, pues, de uno de los mayores consuelos que he recibido en medio de mis cruces (la mayor de las cuales es la del P. Carcereri, de la que le escribiré). Gracias, mi buena Madre. El Espíritu Santo la ha inspirado por el bien de Africa.


[3722]
Yo sabía perfectamente que Sor Emilienne estaba en Marsella disponible; pero nunca habría tenido el valor de pedírsela para la Misión, tan laboriosa, de Africa Central, porque era mucho más modesto en mis súplicas.

Pero el día en que me llegó su carta con una de Sor Emilienne en la que me decía que, cumpliendo las órdenes de su Madre General, creía hacer la voluntad de Dios al venir a Africa Central, me quedé impresionado por su generosidad y perfección. He aquí una santa religiosa digna de ser canonizada. Aunque vieja y habituada a las comodidades de Saida y al trato con los Padres Jesuitas (que son los más estimables misioneros) y con los Patriarcas y Obispos de Oriente, viene a enterrarse con los negros. Es una santa, y por tanto una gran bendición para Africa Central.


[3723]
Reciba todo mi agradecimiento por esto. Sor Severina es con los enfermos una Hermana incomparable. También ha hecho mucho por D. Pascual. Transmita mis saludos a la Madre Eufrasia, la Asistente, a Sor Celeste y a la señora de Villeneuve.



Daniel Comboni



Original francés.

Traducción del italiano






583
Card. Alejandro Franchi
0
Jartum
31. 1.1875
N. 583 (553) - AL CARD. ALEJANDRO FRANCHI

AP SC v. 8, ff. 302-303



N.° 1

Jartum, 31 de enero de 1875



Emmo. y Rmo. Príncipe:



[3724]
Sería mi deber comunicar a V. Em.a Rma. el feliz comienzo de mis gestiones para la fundación y próxima instalación de la Comunidad Camila en Berber. Pero como lo sustancial de este importante asunto de mi Vicariato está descrito en la adjunta carta del 23 del corriente del P. Franceschini, Camilo, que me la mandó abierta para que yo la leyese y luego la enviase a su General, el Rmo. P. Guardi, me permito remitírsela a V. Em.a tal como me fue enviada,a fin de que se digne leerla para conocer la situación del mencionado asunto, y luego hacerla llegar a manos de dicho Rmo. P. General. Interpretando que cuento para ello con el total acuerdo del P. Franceschini, me he tomado la libertad de copiar para V. Em.a un extracto de ella; es decir, la parte que se refiere a la Misión de Berber, y que interesa a la Obra africana que he concedido a los Padres Camilos en base a mi conocido Acuerdo con el Rmo. General de los mismos, válido por cinco años.


[3725]
El Vicariato de Africa Central entra hoy en una nueva fase por la introducción en él de una nueva Orden Religiosa, que, bien tratada y gobernada con prudencia y sabiduría, puede ser útil al apostolado de la Nigricia. Mas la experiencia y la historia de las Misiones en que trabajan distintas Corporaciones nos enseñan que del concurso de diversos Institutos en una misma Misión puede resultar un gran bien, pero también un gran mal, como efecto, principalmente, de la prudencia o imprudencia del jefe, o del espíritu con que se trabaja en la viña de Cristo. Por eso, conociendo bien la gravedad de mi posición, después de madura reflexión y de incesantes plegarias a Aquel del que proviene toda luz, he decidido no dar ningún paso de importancia en mis relaciones con la nueva Orden Camila y con el Superior local de la nueva casa de Berber sin consultar a Propaganda e invocar la preciosa ayuda de los sabios consejos, ideas, instrucciones y órdenes de V. Em.a, y mantenerle informado exacta y concienzudamente de todas y cada una de mis gestiones con dicha Orden (sobre todo porque es preciso comprobar durante algunos años su aptitud para el apostolado de las santas Misiones, que hasta hoy no ha sido su finalidad esencial) y especialmente con el Superior de la nueva casa de Berber, el P. Carcereri.


[3726]
El único motivo por el que he aceptado fundar una Casa Camila en mi Vicariato ha sido la esperanza y el deseo de salvar el mayor número de almas en la inmensa viña que me ha confiado la Santa Sede. Y para tener éxito en mi intento, es preciso que yo proceda con la máxima prudencia y moderación, sin dejar de mantenerme en mi puesto ni de hacer valer con firmeza mis derechos, que redundan en el mayor bien de mi Vicariato. Por eso es sumamente útil y necesario recurrir al más eficaz y poderoso medio providencial ofrecido a todos, y de modo especial a las más laboriosas y difíciles Misiones del universo, como es Propaganda, la cual está dirigida por una sabiduría sobrehumana, infinitamente superior a todas las luces de la experiencia que puedan tener los Superiores inmediatos de las Misiones Extranjeras.


[3727]
Por tanto suplico a V. Em.a que se digne asistirme también en los asuntos aludidos, mientras que con la ayuda del Señor, de la Virgen Inmaculada y de San José, y sobrellevando con júbilo las inevitables cruces que los acompañan, confío firmemente en superar cualquier obstáculo y en triunfar en todo.


[3728]
En la adjunta carta del P. Franceschini al Rmo. P. Guardi, seguramente llamarán la atención a V. Em.a estas palabras: «Me quedé no poco sorprendido al ver al Provicario, cuyas críticas circunstancias me eran bien conocidas, no reparar en gastos para comprar una casa que fuese digna de acoger una Orden Religiosa», etc. Pues bien, es cierto que me encuentro en críticas circunstancias, porque tengo la caja vacía. Y no es que este Vicariato carezca de recursos, o que se lleven a cabo más obras de las que se puede; pues el Vicariato tiene ingresos suficientes, y yo nunca emprendo una obra sin la seguridad de disponer de los medios necesarios.


[3729]
Lo que me ha puesto en estas circunstancias […] es el retraso de la caravana en llegar a Jartum. En pocos meses habían sido destinados a este Vicariato más de 74.000 francos en donativos, una parte de los cuales recibió el P. Carcereri gracias a mi carta de recomendación, y la otra parte llegó a El Cairo, como de costumbre, a manos de mi excelente e incomparable Representante D. Bartolomé Rolleri, Superior de mis Institutos egipcios. Pero estas últimas cantidades llegaron a El Cairo cuando se encontraba allí Carcereri, el cual, valiéndose de su autoridad de Vicario General mío, quiso llevárselo todo. Y de nada sirvieron los ruegos y súplicas de D. Rolleri, que quería, como era costumbre y para mayor seguridad, mandarme el dinero por medio del Consulado austríaco, sabiendo que yo lo necesitaba.


[3730]
Carcereri salió de El Cairo el 24 de octubre del pasado año y todavía no ha llegado a Jartum, porque quiso emprender una ruta distinta de la normal del desierto de Korosko, seguida hasta ahora por todos los misioneros y mercaderes; por el contrario, tomó la de Wadi-Halfa, que es insegura y más larga y dispendiosa. Las caravanas salidas de El Cairo a últimos de noviembre o a primeros de diciembre, hace ya días que han llegado a Jartum. La caravana del P. Carcereri no sé dónde está. He pagado hasta el último céntimo la casa de Berber, pero tengo la caja vacía. Esta es mi situación real. Le beso la sagrada púrpura, etc.



Su hummo., obedmo. y devotmo. hijo

Daniel Comboni, Provicario Aplico.






584
Nota
1
Jartum
1.1875
N. 584 (1207) - BREVE NOTA

AP SC Afr. C., v. 1005, f. 1495



Enero de 1875





585
Madre Emilie Julien
0
Jartum
28. 2.1875
N. 585 (554) - A LA MADRE EMILIE JULIEN

ASSGM, Afrique Centrale Dossier



J.M.J. N.° 2

Jartum, 28 de febrero de 1875



Mi buenísima Madre:



[3731]
La noticia de la boda del señor Augusto de Villeneuve con la señorita Tanquerelle des Planches ha supuesto para mí una alegría inmensa y un verdadero consuelo. El incomparable corazón de la señora de Villeneuve merecía esta gracia por su abnegación y por su fe.

Naturalmente, voy a escribir a la señora y a Augusto; pero, mientras, hágales llegar mi enhorabuena y mis votos por su felicidad. No he dejado pasar un día sin rezar por ellos. El Acuerdo se pondrá en práctica según el deseo de la Madre Emilienne, que esta tarde debe llegar a Suakin, en el mar Rojo, adonde ya he enviado al P. José a recibirla.

Después del documento que me ha mandado usted, ya no tengo nada que ver con el Sr. Lorenzo, gracias a Dios. Si tiene la audacia de recurrir a los tribunales, será derrotado como merece. El asunto es sólo entre usted y yo y se refiere a la pequeña cantidad de tres mil francos.


[3732]
De momento no puedo enviarle nada. Los enormes gastos a que debo hacer frente, sobre todo en El Cairo para dos grandes obras de edificación, pero también para las casas de Berber y de Jartum, no me permiten soltar ni un céntimo. Creía poder acabar con este asunto de los 3.000 francos con la llegada de la caravana; pero la mala administración del P. Carcereri en el viaje, gastándome 40.000 francos y dejando todas las provisiones en Wady-Halfa, etc., me han dejado un poco arruinado. El es el causante de que de los 73.000 francos que en seis meses ha recibido mi Vicariato, yo sólo haya tocado 10.000. Las Hermanas Teresa y Victoria son testigos del despilfarro de dinero y provisiones llevado a cabo sin conciencia por el que era mi Vicario General. Ya me he hartado. Pero paciencia: D. Bartolo Rolleri es un hombre santo y de valía, y muy generoso con las Hermanas. Me esforzaré en pagarle a usted este año.


[3733]
Su Eminencia el Card. Franchi, nuestro Padre, me escribe: «He sabido con agrado que el Acuerdo firmado entre ese Vicariato y las Hermanas se le ha revelado satisfactorio. Tiene usted razón en gloriarse de sus Hermanas, que, dejando de lado todo interés personal, se sacrifican en esas tierras por el bien de la Religión».

Estas palabras han gustado sobremanera a nuestras buenas Hermanas. Sor Severina es muy activa, y ha hecho mucho bien aquí.

Ruegue por



Su afmo. Daniel Comboni



Original francés.

Traducción del italiano.






586
Don Bartolomé Rolleri
1
Jartum
2.1875
N. 586 (555) - A DON BARTOLOME ROLLERI

«Les Missions Catholiques» 304 (1875), p. 166



Febrero de 1875



Breve artículo.





587
Berard Des Glajeux
0
Jartum
10. 3.1875
N. 587 (556) - A BERARD DES GLAJEUX

APFP, Boîte G 84



J.M.J.

Jartum, 10 de marzo de 1875



Señor Presidente en París:



[3734]
Las enfermedades que todos nosotros hemos sufrido en este tórrido clima por la enorme crecida del Nilo, que en el último otoño ha amenazado con la destrucción de la ciudad de Jartum, y la imposibilidad de presentar cuentas exactas sobre el último ejercicio, por el retraso de la caravana del P. Carcereri, quien tenía en sus manos parte considerable de las ayudas que la Propagación de la Fe y otras Sociedades más pequeñas me habían concedido en el año 1874, me impidieron enviarle para el primero de octubre las tablas estadísticas de mi Vicariato con la información completa, de utilidad para el futuro reparto. Por eso me he limitado a enviarle, el 3 de diciembre pasado, en un pequeño Informe sobre la feliz marcha de esta Misión, las mencionadas tablas estadísticas, aunque incompletas.


[3735]
Ahora que el P. Carcereri ha traído de El Cairo a Jartum al personal de la caravana, dejando por falta de camellos todas las cajas y las pocas provisiones de reserva en Wady-Halfa, o sea, en la segunda catarata, a cuarenta días de aquí, le doy igualmente, abreviando, las cuentas más exactas sobre las situación financiera junto con las tablas estadísticas del Vicariato. Ruégole, pues, señor Presidente, que tome en consideración este pequeño Informe, mejor que el del 3 de diciembre pasado, porque ahora que conozco los enormes gastos que ha supuesto el viaje y la caravana del P. Carcereri han cambiado un poco las previsiones expuestas en esas tablas estadísticas que le envié, de modo que me veo forzado a exponerle la urgencia y necesidad que tiene mi Vicariato de ayudas más abundantes que los otros años, a fin de cubrir el déficit del pasado ejercicio, y reforzar y desarrollar ampliamente esta importante Misión, allí donde nunca ha penetrado la Palabra del Evangelio.


[3736]
Para consolidar bien la Misión principal de Jartum es de absoluta necesidad construir una iglesia, más el Instituto de las Hermanas, con aulas, el orfanato, las dependencias para el asilo, la enfermería, etc. De la iglesia (que será la catedral) nos ocuparemos en el futuro. Para la casa completa de las Hermanas hacen falta por lo menos 80.000 francos, incluido lo que hemos gastado ya.


[3737]
Gracias al Sagrado Corazón de Jesús y a Usted, recientemente ha quedado terminada la mitad, casi, del mencionado edificio. Con un gasto de 24.416 francos he construido una casa que, de momento, es suficiente para las Hermanas, las clases y el orfanato. Para la realización (bajo mi inmediata dirección) de esta mitad de la obra se han empleado 723.947 ladrillos rojos, cada uno de 25 centímetros de largo, 12 de ancho y 6 de espesor; además, 1.642 ardebs de cal, 984 jornadas de albañiles a 9 ó 10 francos por día, más 10.372 jornadas de esclavos y 4.349 francos de leña. Mis herreros, carpinteros y el personal de la Misión nos han hecho ahorrar más de la mitad del importe de la construcción. Aunque incompleto, este edificio es de inmensa utilidad tanto para la salud como para el apostolado de Jartum y de Africa Central. A finales de marzo mandaré interrumpir las obras, para continuarlas otro año.


[3738]
La Misión del Kordofán, sobre todo con la instalación de las Hermanas, ha cobrado nueva vida. Aparte de las reparaciones hechas en la casa de los misioneros para proteger el pequeño Seminario o Colegio de negros, me he visto obligado a rodear toda la casa de las Hermanas con un muro y a reparar las cabañas. Desde el mes de mayo tenemos aquí una capilla con el Smo. Sacramento siempre. Todo ello está construido con muros de arena, a la usanza del país. En el conjunto de las obras, que se han limitado a lo estrictamente necesario, he gastado 4.105 francos con 7 céntimos. Todavía queda mucho que trabajar y gastar antes de dotar de lo preciso a esta Misión. No obstante, sigue siendo la base de operaciones y el centro de comunicación para toda la parte central del Vicariato.


[3739]
Actualmente el Kordofán se convierte en el punto de partida de la nueva Misión de Gebel Nuba. Cuando S. E. Ismail Bajá Ayub, Gobernador General de Jartum, pasó por El-Obeid para ir a la conquista de Darfur, visitó nuestras dos casas del Kordofán, y me ha escrito que quedó encantado y lleno de admiración al verlas tan florecientes, sobre todo de la casa de las Hermanas, y me ha asegurado que será siempre feliz de proteger una obra tan eminente de civilización europea.


[3740]
La S. C. de Propaganda me ha ordenado fundar, lo antes posible, la Misión de Gebel Nuba, al suroeste del Kordofán. Como usted sabe, en octubre de 1873 mandé a esas tribus los PP. Carcereri y Franceschini, e hice que fuera con ellos un veterano de la Misión de Africa Central, el señor Augusto Wisnewsky, de la diócesis de Ermland, que desde hace veinte años se encuentra en nuestro Vicariato, y que conoce perfectamente todas las tribus de estas tierras hasta los 4° de lat. Norte.


[3741]
Acompañado de este excelente hombre, el P. Carcereri ha visitado los primeros poblados de estas tribus, donde reside el gran jefe, y ha elegido la localidad de Delen para empezar el apostolado y la regeneración de los Nuba. El mes de noviembre mandé a dicho lugar dos miembros de la Misión para preparar allí viviendas. En esta pequeña expedición he gastado 2.490 francos, entre camellos, provisiones, hierro, etc. Pero, llegada a Jartum la caravana del P. Carcereri, me he apresurado a enviar dos sacerdotes a preparar dos casas, una para los misioneros y otra para las Hermanas.


[3742]
El mes próximo, una vez llegada a Jartum la Madre Provincial, Sor Emilienne Naubonnet (que ha sido treinta años Superiora en Siria), y recibidas de Wady-Halfa las cajas que el P. Carcereri dejó allí por no haber encontrado bastantes camellos, marcharé a Gebel Nuba con el fin de fundar la nueva Misión. Para esta operación, y para levantar la casa de los Misioneros y la de las Hermanas, por lo menos se necesitan este año 10.000 francos.


[3743]
Por otra parte, el pasado mes de noviembre abrí ya la Misión de Berber, para confiarla a los Padres de San Camilo de Lelis, destinando allí al P. José Franceschini con uno de mis hermanos laicos. En la actualidad están instalados en Berber (una de las ciudades más comerciales de Sudán) cinco padres Camilos y dos hermanos. Esa hermosa casa junto al Nilo, entre los gastos de adquisición y de los primeros acondicionamientos y reparaciones, me ha costado 8.134 francos con 75 céntimos. Como no va a necesitar más reparaciones por algunos años, dicha casa, con los cinco mil francos anuales establecidos en el Acuerdo con el Rmo. P. General de los Camilos, funcionará muy bien.


[3744]
El Superior de ella es el P. Carcereri, que, como consecuencia, deja de ser mi Vicario General.

Para este puesto de mucha importancia he nombrado, con total satisfacción de todos mis misioneros, al canónigo Pascual Fiore, que ha sido hasta ahora Superior y párroco de la Misión de Jartum.

Aparte de los gastos correspondientes a las Misiones del Vicariato, este año necesito hacer desembolsos extraordinarios para las dos casas preparatorias de El Cairo, a las que la S. C. de Propaganda da una gran importancia, sobre todo para la aclimatación en ellas de los misioneros y de las Hermanas europeos destinados al Vicariato.


[3745]
Usted sabe que hasta el presente mis Institutos de El Cairo han estado instalados en dos casas por las que pagaba anualmente un fuerte alquiler. Después de haber probado mil medios para evitar esto, al cabo de tres años me dirigí a S. A. el Jedive, a fin de obtener un terreno en El Cairo donde construir dos casas.

Su Alteza me contestó que me lo conseguiría; pero tras muchos esfuerzos de mi representante, D. Bartolomé Rolleri, ese terreno sólo fue concedido el mes de agosto pasado y en condiciones que exigen grandes sacrificios.


[3746]
En verdad el terreno concedido está en uno de los mejores emplazamientos de El Cairo, y su valor es de 43.000 francos por lo menos, según los cálculos de los ingenieros. Realmente se trata de algo magnífico para los intereses de mi Vicariato. Pero necesito efectuar este primer año un gasto de 50.000 francos de construcción para asegurarme la propiedad. A este fin le envío la copia exacta del documento francés-árabe que me ha dado el Gobierno egipcio (Anexo II).

Aunque mis misioneros y yo hemos sufrido muchas estrecheces el año pasado para preparar, construir y organizar nuestras obras, estamos dispuestos a sufrir mucho también este año, por economizar, a fin de poder edificar las casas de El Cairo.


[3747]
Si Dios nos bendice, dentro de cinco o seis años los Institutos y las obras del Vicariato estarán más florecientes. Nuestro ánimo para crear y formar con plena vida y actividad el Vicariato más difícil y colosal del universo en medio de mil obstáculos, será inquebrantable si usted tiene la valentía de aumentar considerablemente la generosa aportación que su inmensa caridad ha dado en los años precedentes para este Vicariato.

Ya han comenzado las obras de las dos casas de El Cairo, y se han gastado hasta hoy unos ocho mil francos. Pero el Gobierno egipcio exige que en dieciocho meses, a partir de la fecha del 4 de agosto, o sea para el 4 de febrero de 1876, se haya efectuado el gasto de los 50.000 francos. Espero, no obstante, que, hecho este desembolso, puedan instalarse allí los dos Institutos, tras lo cual la construcción de lo restante se irá realizando poco a poco. Para poder hacer frente a todo, he reducido al mínimo el personal de El Cairo, y he trasladado a Jartum también a los tres estudiantes de teología que había en aquella capital.


[3748]
Como verá Ud. por las estadísticas del pasado ejercicio, se requieren considerables cantidades para los viajes del personal, no sólo desde Europa hasta Jartum, sino también desde Jartum hasta las otras Estaciones del Vicariato. A estos enormes gastos se ha añadido este año la desgracia de la caravana del P. Carcereri.En esta caravana, incluido su viaje a Europa, y en las compras ordinarias, se le ha ido la desmesurada suma de 36.680 francos con 91 céntimos, mientras que si otro hubiera dirigido la expedición no habría empleado en ella 20.000 francos. Y encima de todos estos dispendios, las provisiones que dejaron en las cataratas se encuentran aún a más de cuarenta días de Jartum, en Wady-Halfa, desde donde es imposible retirarlas por ahora.


[3749]
El P. Carcereri ha cometido dos grandes errores en esta expedición. Llegado a Asuán, tenía que haber hecho lo mismo que todos los misioneros desde el año 1848, y todos los comerciantes: desembarcar los bultos y sobre camellos transportarlos a Schellal (dos horas de viaje), para allí embarcarlos nuevamente y llevarlos a Korosko, desde donde seguir por el desierto hasta Berber. Esto es lo que han hecho siempre los misioneros. Por el contrario, él quiso hacer pasar por las cataratas de Asuán hasta Schellal no sólo las embarcaciones, sino también el personal y los suministros, con riesgo de ser tragados por el Nilo.


[3750]
El personal tuvo la suerte de salvarse bajando a tierra al comienzo de la catarata y yendo a pie hasta Schellal; pero las embarcaciones quedaron muy averiadas por el paso de las cataratas, y una se hundió en el Nilo. Paso en silencio la desgracia de la muerte de uno de mis buenos agricultores, un veronés, que, caído en un remolino del Nilo, en las cataratas de Schellal, se ahogó. Si el P. Carcereri hubiera tomado en Asuán los camellos para un recorrido de dos horas hasta Schellal, como han hecho todos los demás, se habrían evitado todos estos infortunios.

En segundo lugar, el P. Carcereri quiso tomar el camino de Wady-Halfa en vez del de Korosko. El no había hecho nunca esta ruta, no conocía Wady-Halfa, pero fue hacia allí; mientras que muchos comerciantes egipcios, siguiendo la de Korosko, llegaron felizmente desde El Cairo a Jartum en sesenta días.


[3751]
Pues bien, ya en Wady-Halfa, Carcereri tuvo que detenerse allí treinta y cuatro días; y cuando por fin pudo marcharse (tras mis gestiones ante el Gobierno), sólo le fue posible hacerlo con diecinueve camellos. Total, que en llegar a Jartum desde El Cairo tardó ciento tres días. En cuanto a las provisiones, más de la mitad se perdió en las cataratas, y el resto está todavía en Wady-Halfa, donde hay peligro de que también se pierda. Así que desde Jartum he mandado allí uno de mis buenos hermanos laicos a buscar esas provisiones.

En el desierto de Bayuda él ha encontrado la caravana (a la que he enviado los bizcochos de que carecía), y el P. Carcereri le ha ordenado que se detenga en Dóngola. Habiéndome enterado sólo ahora de este nuevo contratiempo, me he apresurado a ordenar a mi hermano laico que prosiga el viaje hasta Wady-Halfa, y que desde allí lleve el resto de las provisiones a Korosko y, a través de Berber, las traiga a Jartum.


[3752]
De este modo aumenta todavía el gasto de la caravana, por no perder todo, y al final esta expedición saldrá por más de 40.000 francos. Es cierto que resulta muy difícil el viaje a Africa Central; pero jamás volveré a poner al P. Carcereri al frente de tales empresas.

A pesar de estos enormes desembolsos me encuentro sin provisiones, y encima apurado, porque no puedo dejar esta capital para cumplir las órdenes de Propaganda de ir a fundar la nueva Misión de Gebel Nuba. Pero toda mi confianza está puesta en el Sagrado Corazón y en la Propagación de la Fe.


[3753]
Gracias al divino Corazón de Jesús y a usted, a pesar de tantas dificultades, la S. C. de Propaganda ha podido reconocer que no han sido en vano los sacrificios que los bienhechores de la Obra han hecho por este colosal Vicariato. He aquí un pequeño extracto de una carta que me dirigió S. Em.a el Card. Franchi:

Roma, sede de Propaganda, 29 de agosto de 1874


[3754]
«En la Asamblea General del 14 del corriente agosto, la S. C. de Propaganda se ha ocupado de los asuntos de esa Misión, con objeto de proporcionarle una configuración más sólida. Considerados, pues, los informes enviados por V. S. en diversas épocas, así como el presentado por el P. Carcereri, la Sagrada Asamblea ha tenido el placer de saber que el Señor se ha dignado bendecir el principio de una obra de tanta gloria para El, y que fundadamente se espera que seguirá protegiendo con sus celestiales favores. Por tanto, los Emmos. Padres han ordenado que se instituya sin más la nueva Misión en Gebel Nuba, para que con los medios que actualmente estén al alcance de usted procurar la conversión al cristianismo de esos pueblos tan desventurados».


[3755]
Después darme sabias instrucciones sobre el modo de comportarme respecto a la trata de negros y a la esclavitud, y sobre cómo acabar poco a poco con los desórdenes de estos pueblos, S. Em.a me hizo saber que la S. C. ha decidido mi nombramiento para Obispo y Vicario Apostólico; pero sólo le será comunicado al Santo Padre una vez establecida la Misión de Gebel Nuba. La carta termina así:


[3756]
«Finalmente tengo el placer de participarle que mis Emmos. Colegas han tributado elogios a la laboriosidad con que usted ha iniciado la ardua empresa de evangelizar a esas gentes y le animan a continuarla sin desanimarse por los obstáculos que habrá de encontrar. Por el contrario, contando con la divina asistencia, que ciertamente no le faltará...», etc., etc.

Para darle una idea cada vez más exacta y verdadera de la administración de este Vicariato, agrego las notas siguientes:

[Siguen notas administrativas y cuatro Anexos.]


[3757]
Con este Informe y con el que tuve el honor de enviarle el 3 de diciembre pasado, espero haberle expuesto la situación y el gran futuro del Vicariato de Africa Central. Le ruego con lágrimas en los ojos que aumente mucho por este año la generosa ayuda al mismo, a fin de que pueda adquirir las proporciones que Dios parece haberle destinado para la salvación de tantos millones de almas.


[3758]
La conquista del Ecuador llevada a cabo por el coronel Gordon, y la del imperio de Darfur realizada por el Jedive, abrirán en poco tiempo un campo más seguro y extenso a nuestro laborioso apostolado.

Dígnese, señor Presidente, aceptar mis humildes respetos y presentarlos a todos los miembros de los Consejos centrales y a todos los Socios, por los cuales rezamos a diario.

Suyo devotmo. y agradecidísimo



Daniel Comboni

Provicario Aplico. de A. C.



Original francés.

Traducción del italiano






588
Estanislao Laverrière
0
Jartum
10. 3.1875
N. 588 (557) - A ESTANISLAO LAVERRIERE

«Annales de la Propagation de la Foi» (1875), pp. 361-363



Jartum, 10 de marzo de 1875



[3759]
La Misión del Kordofán ha cobrado nueva vida. He podido terminar la construcción de la mitad de la casa de las Hermanas. Está hecha de ladrillo rojo y, para el país, es una maravilla. He tenido que ampliar el Seminario, o pequeño Colegio de negros.

Jartum, que es el centro de comunicaciones, sigue siendo para nosotros la base de operaciones y el punto de partida de la nueva Misión de Gebel Nuba.


[3760]
El Gobernador General de Sudán, S. E. Ismail Bajá, que a su paso por El-Obeid para las operaciones en Darfur visitó nuestras dos casas del Kordofán, me ha escrito que se quedó maravillado, sobre todo de la casa de las Hermanas, y me ha asegurado que será siempre feliz de proteger «una obra tan eminente de civilización europea».

Desde el pasado noviembre tengo abierta una casa en Berber, ciudad muy comercial de Nubia Superior. Ya hay instalados allí cinco sacerdotes y dos hermanos, bajo la dirección del P. Carcereri, que es el Superior.


[3761]
He nombrado mi Vicario General, en sustitución del P. Carcereri, al canónigo Pascual Fiore, Superior de la Misión de Jartum. La casa de Berber se puede convertir en el centro de otras Misiones en las provincias de Suakin, Taka y Dongo.


[3762]
Le anuncio un muy feliz cambio en la situación de nuestros Institutos de El Cairo, destinados, como usted sabe, a la aclimatación de los misioneros y de las Hermanas europeos. Yo pagaba anualmente por las dos casas un alquiler muy elevado. Para eliminar esta pesada carga yo había intentado, desde hacía tres años, diversas soluciones. Finalmente me dirigí a S. A. el Jedive y le pedí un terreno en El Cairo. Tras mil fatigas e intentos de D. Rolleri, Superior de los Institutos, y del P. Carcereri a su paso por El Cairo, S. A. el Virrey me concedió gratuitamente, el 4 de agosto de 1874, el terreno solicitado. Esa parcela está valorada en 43.000 francos.


[3763]
Una de las cláusulas del documento de cesión me obliga a hacer en el espacio de dieciocho meses obras por 50.000 francos. Estas condiciones son onerosas, pero el Vicariato tiene absoluta necesidad de dos casas en El Cairo. El terreno, que mide 3.609 metros cuadrados, está situado en el barrio de Ismailiah, uno de los mejores de la capital de Egipto. Recientemente me han escrito de allí comunicándome que los cimientos están terminados. Por el momento no puedo continuar las obras, debido a la falta de medios.



Daniel Comboni



Original francés.

Traducción del italiano






589
Can. José Ortalda
0
Jartum
10. 3.1875
N. 589 (558) - AL CANONIGO JOSE ORTALDA

«Museo delle Missioni Cattoliche» XVIII (1875), p. 328



Jartum, 10 de marzo de 1875



[3764]
Darfur ya está sometido en parte. El sultán de este vasto imperio se encuentra aquí en Jartum. Tiene consigo pocas mujeres, pero está acompañado de muchos soldados y de cinco hijos suyos. En Darfur tenía doscientas mujeres y miles de esclavos. Veo que está resignado a su suerte: «Dios es el único Señor –me dijo–; el hombre, en cambio, hoy es rey y mañana siervo. Yo era sultán, hoy soy un prisionero. Dios lo ha querido y tiene razón, porque es el solo Señor y el solo Sultán del universo; todos nosotros somos sus servidores y esclavos». El sultán de Darfur está custodiado por un sandiak y por una tropa de soldados, que dentro de unos días lo conducirán a El Cairo.


[3765]
Sabe el árabe mediocremente. Pronto le mandaré noticias detalladas de la conquista de Darfur. Estas empresas humanas son, a mi entender, medios de los que se sirve la Providencia para facilitar las comunicaciones en mi inmenso Vicariato y para hacer que entre en él la fe. Mientras, se trabaja activamente en la construcción del ferrocarril entre Wady-Halfa y Mothhammah, cerca de Shendi. Debe estar terminado antes de cinco años. Entonces ya no tendremos que atravesar el desierto. El P. Carcereri está en Berber y se queda allí como Superior. Todas las cajas de su caravana se encuentran aún en Wady-Halfa.



(Daniel Comboni)






590
P. Estanislao Carcereri
1
Jartum
14. 3.1875
N. 590 (559) - AL P. ESTANISLAO CARCERERI

APCV, 1458/458



Jartum, 14 de marzo de 1875



Breve nota.