Comboni, en este día

En una carta a Elisabetta Girelli (1870) desde Verona se lee:
Estamos unidos en el Sacratísimo Corazón de Jesús en la tierra, para luego unirnos en el cielo eternamente. Es menester recorrer a paso largo los caminos de Dios y de la santidad, para no detenerse más que en el paraíso.

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Nº Escrito
Destinatario
Señal (*)
Remitente
Fecha
521
Abad Casaretto
0
El-Obeid
20. 8.1873
N. 521 (491) - AL ABAD PEDRO CASARETTO

ACSR - Corrispondenza Casaretto



El-Obeid, 20 de agosto de 1873



Necrología



[3381]
Con el más vivo dolor de nuestra alma nos apresuramos a comunicar que el R. D. P. José Pío Hadrian, Sacerdote Benedictino de la primitiva Congregación de Montecassino y Misionero Apostólico de Africa Central, tras larga enfermedad crónica desconocida para la profesión médica, contraída bastantes años atrás en Europa, confortado con todos los auxilios de nuestra Santísima Religión, voló al eterno descanso el 17 de agosto de 1873, a las ocho y media de la mañana, sobre la edad de 26 años, en El-Obeid del Kordofán, en Africa Central.


[3382]
Nacido en una de las tribus de la península del Sennar, junto al Nilo Azul, cuando apenas tenía cuatro años fue violentamente arrebatado y alejado del seno de su familia por feroces traficantes de carne humana. Después de ser repetidamente vendido en Nubia, fue llevado al Gran Cairo de Egipto, donde lo rescató el muy Revdo. D. Nicolás Olivieri, de santa memoria, que lo condujo a Italia. Allí fue acogido por la bondad de los Monjes Benedictinos en Subiaco, cerca de Roma, donde merced a los cuidados más solícitos y afectuosos aprendió los primeros rudimentos de nuestra Santa Religión, para luego, el 24 de junio de 1853, recibir el Santo Bautismo en el Monasterio de Santa Escolástica de manos del Ilmo. y Rmo. P. D. Pedro Casaretto, Presidente de la mencionada Orden, y ahora Abad General de la Primitiva Congregación de Montecassino del Patriarca San Benito. El 26 de abril de 1856 hizo con gran devoción su Primera Comunión en dicho Proto-Monasterio, donde el 18 de octubre del mismo año recibió el Sacramento de la Confirmación, que le fue administrado por Su Eminencia el Cardenal De-Andrea, de recordada memoria. Entró en el Noviciado de la citada ínclita Congregación Benedictina el 16 de febrero de 1861, tomando el hábito monástico el 24 del mismo mes y año, y el 19 de marzo de 1863 profesó con votos simples.


[3383]
En fiel correspondencia a la divina gracia, el nuevo religioso africano fue admirablemente imbuido del espíritu de su Santo Patriarca; y al tesoro de sobresaliente piedad y candor y de pureza de costumbres se añadió la riqueza intelectual de una sólida formación en las ciencias sagradas, acompañada del conocimiento de la Liturgia, de la música sacra, del dibujo y la ornamentación y de algunas lenguas.


[3384]
Cuando ofrecía las mejores esperanzas de convertirse en modelo de eximia piedad y bien instruido religioso, lo afectó desde 1867 una lenta enfermedad, que, desconocida para los médicos más ilustres, se mostró rebelde a todos los remedios y cuidados que le prodigaba la gran bondad de sus Superiores. Estos, juzgando que el clima de su país de origen podría devolverle el antiguo vigor y la perfecta salud, con la aquiescencia del inmortal Sumo Pontífice Pío IX y de la Sagrada Congregación de Propaganda Fide, el pasado año lo confiaron al Rmo. Provicario Apostólico de Africa Central, D. Daniel Comboni, a fin de que lo condujese a su tierra natal y, recobrando la salud, consagrase su vida al apostolado de aquella Santa Misión.


[3385]
El 26 de mayo de 1872 recibió las Ordenes menores en la Sagrada Cueva que es cuna de la ilustre Orden Benedictina, de manos de Su Excelencia Rma. Monseñor Felipe Manetti, Obispo de Trípoli in part. inf. y Administrador Apostólico de la Abadía nullius de Subiaco. El 2 de junio siguiente el mismo Prelado lo promovió al Subdiaconato también en la Sagrada Cueva, el 9 al Diaconato y el 16 al Sacerdocio. El 12 de agosto llegó a Verona, al Instituto de las Misiones para la Nigricia. El 3 de septiembre tuvo el honor de ser recibido en Viena con su Provicario Apostólico por Su Majestad Aplica. el Emperador de Austria y Hungría, y tres días después la satisfacción de visitar el ilustre y antiquísimo Monasterio de San Pedro en Salzburgo, así como el celebérrimo de las Monjas Benedictinas de Nonnberg, fundado por Santa Erentrude en el año 581, y que a lo largo de sus trece siglos de existencia nunca ha sido suprimido.


[3386]
Este fue uno de los más dulces recuerdos de su vida, habiendo admirado el espíritu eminente de su venerado Patriarca San Benito en aquellas pías y fervientes religiosas bienhechoras de la Obra de la redención de su querida Nigricia, con las cuales estableció un sagrado vínculo de recíprocas plegarias cotidianas, que él mantuvo fielmente hasta su muerte. El 26 del mismo mes llegó al Gran Cairo, al Instituto de negros, donde difundió admirablemente el grato efluvio de sus hermosas virtudes. El 26 de enero del corriente año dejó la capital de Egipto formando parte de la gran expedición apostólica guiada por el jefe de la Misión, con destino a Africa Central, y tras noventa y nueve días de penosísimo y desastroso viaje por el Nilo y por el desierto llegaba a Jartum, capital de las posesiones egipcias en Sudán. Después de permanecer allí por espacio de un mes, marchó con el Provicario hacia el Nilo Blanco y, habiendo entrado a lomos de camello en el Kordofán, llegó el 19 de junio a esta capital de El-Obeid.


[3387]
Llevaba cerca de un mes en esta nueva Misión, donde el aire es saludable, cuando se le volvió a despertar con fuerza la antigua enfermedad, y empezó a declinar sensiblemente, agravado por violenta disentería consecuencia de una afección crónica del aparato intestinal, contraída hacía algunos años. Tras veinte días de agudos dolores, soportados con cristiana alegría y edificante resignación, llegó a su fin una vida inmaculada y eminentemente religiosa con la muerte del Justo, dejando en el dolor a sus queridos hermanos Misioneros, que jamás podrán olvidar esta primera flor del Sacerdocio indígena de Africa Central, a quien adornaban las resplandecientes gracias de la virtud religiosa de la más preclara e ilustre entre las Familias Monásticas de la Iglesia Católica.

Dado en El-Obeid, en nuestra Residencia del Kordofán, a 20 de agosto de 1873.



Daniel Comboni

Provicario Aplico. de Africa Central



Rmo. Abad General:




[3388]
Al darle la dolorosa noticia de la muerte de D. Pío, le prometo hacerle saber los detalles de la misma por medio de Propaganda. Ha ido derecho al paraíso. Como el 18 de agosto del año pasado yo lo había asociado a una Congregación de Verona, he comunicado su fallecimiento al Presidente de la misma para que sean celebradas por él más de 600 (seiscientas) misas a que tiene derecho.

No le puedo expresar lo grande que es mi dolor; pero hágase la santísima voluntad de Dios. Salude de mi parte al P. Procurador y a todos los Padres, y déme su bendición. Mis respetos a Mons. Manetti, Obispo de Subiaco.



Su hummo., devotmo. y verdadero servidor

Daniel Comboni, Provicario Apostólico






522
P. Germán Tomelleri
0
El-Obeid
31. 8.1873
N. 522 (492) - AL P. GERMAN TOMELLERI

APCV, 1458/317



J.M.J.

El-Obeid, Kordofán, 31 de agosto de 1873



Mi querido y venerado P. Germán:



[3389]
Hace tiempo que deseaba escribirle para informarle con pleno conocimiento de causa sobre sus dos queridos discípulos, hermanos e hijos, los PP. Estanislao y Beppi; pero la multiplicidad de las ocupaciones me lo ha impedido, y también un poco de negligencia culpable. Mas yo conozco a fondo su corazón desde cuando era todavía seglar y bajo un mismo techo comíamos la clásica y filosófica polenta mazziana; o sea, desde cuando yo era un jovenzuelo alocado, y usted un joven también, pero ya entonces dotado del juicio, sensatez y prudencia de un hombre hecho. Por eso estoy seguro de que me perdona.


[3390]
Los dos Camilos son ahora el ornato y la columna de mi inmenso Vicariato Apostólico, el cual ve en San Camilo valioso protector y favorecedor de la infeliz Nigricia. Con los pocos medios que yo les suministré, ellos han sido los primeros en abrir una misión en esta capital, dotada de una población mayor que la de Verona, y en iniciar aquí una cristiandad. Por ser esta misión la verdadera puerta de la Nigricia, brinda las mejores esperanzas, y la Orden de San Camilo puede fructificar en este lugar más que en cualquier ciudad de Europa; porque, siendo estas gentes infieles en su totalidad, es preciso establecer aquí todas las Obras Católicas, entre las que son importantísimas las de San Camilo. Lo mismo puede decirse de Jartum, cuyo clima ha mejorado mucho desde los tiempos en que estaban allí los misioneros del Instituto Mazza. Pero el clima de El-Obeid es sensiblemente mejor, y el verano que estoy pasando aquí, desde el 20 de junio hasta hoy, es como la primavera en Verona.


[3391]
Para decirlo en una sola palabra, el P. Estanislao es un hacha: un hombre capaz de grandes cosas, que puede ponerse al frente de una Diócesis y más, sobre todo si está a mi lado, porque tiene una gran influencia sobre mí, al igual que por su parte me ha dado pruebas de que yo (indignísimo) tengo influencia sobre él. Y así, siendo nosotros dos diablejos, como se dijo en Roma, yo estoy en condiciones de moderar su fogosidad, que lo llevaría más lejos de lo debido, y él tiene la fuerza de contenerme a mí en los límites de la prudencia y de lo justo. Esta providencial concatenación ha dado tan buen resultado que en menos de seis meses, con la prodigiosa ayuda de Dios, hemos hecho resucitar este inmenso Vicariato, que estaba moribundo, y llevarlo a un punto de prosperidad que no había alcanzado ni en los buenos tiempos de mi ilustre predecesor Mons. Ignacio Knoblecher. Por su parte, Beppi –lo digo con orgullo, porque con los sanos y excelentes principios que poseía gracias a la escuela del Paraíso se ha convertido en tal con el ejercicio del más activo apostolado– es un hombre de cincuenta años por sensatez, prudencia, criterio y solidez y firmeza de ánimo.


[3392]
Son dos valiosísimos y auténticos misioneros, dos buenos y eficientes obreros de la viña del Señor, y dos verdaderos y fieles hijos de San Camilo de Lelis, que se dejarían matar y cortar en pedazos –y en consecuencia capaces de renunciar a toda gloria y a su más preciado deseo– por mantenerse fieles a sus cuatro votos y a la obediencia a sus legítimos Superiores Camilos. Muy sólida tiene que ser, pues, la educación religiosa recibida en el Paraíso de Verona. La defección de Perinelli y de algún otro napolitano y Veronés, que estuvieron en mis Institutos de El Cairo, me hacen apreciar cada vez más a estos dos apóstoles Camilos, y me convencen en la práctica de lo que escribí en mis Reglas del naciente Insto. de Verona: que para trabajar en una viña ardua como esta de Africa se requiere una sólida formación religiosa y una escuela de abnegación extraordinaria y según el espíritu de Jesucristo Crucificado, porque la renuncia a sí mismo y a todo lo propio para arrojarse en brazos de la obediencia y de Dios, no se obtiene sin la ayuda extraordinaria de la gracia. Y esto es necesario para Africa Central.


[3393]
Además, estos dos misioneros se han familiarizado de tal modo con la vida árabe, tan llena de privaciones en estos países, que nunca había visto ningún misionero de Africa Central hacer lo que ellos: de viaje, van en camello y duermen vestidos, echados sobre una piel; comen el locma con los árabes, gozan de una salud hierro, y trabajan como uno del país, bajo el sol y en todo lugar. Yo tengo que tener mis cuidados, a los cuales debo el excelente estado de salud que disfruto.


[3394]
Pero ellos, a pesar de mis severísimas órdenes, no piensan en sí mismos: allí donde el ministerio los reclama, acuden sin más. En resumen, es difícil que yo pueda tener dos misioneros tan formados para la Nigricia como éstos; por eso puede imaginarse cuánto los aprecio y hasta qué punto espero de su labor. El día de la Asunción bauticé once adultos infieles, uno de ellos mahometano. El 14 del próximo septiembre bautizaré otros doce, y todavía tenemos bastantes más catecúmenos. No terminaría nunca si le tuviera que describir las perspectivas que existen en esta misión por ellos fundada.


[3395]
Ahora es preciso llegar a una definitiva resolución sobre el futuro de estos Camilos, que están aquí por gracia de Dios, de Pío IX y del P. Guardi. El P. Estanislao, como mi Vicario General que es, se encuentra en Jartum, mi sede principal, y Beppi está aquí. Ninguno de los dos sabe que yo ahora le escribo a usted. Pero ayer Beppi recibió una carta de Guido, en la que entre otras cosas le dice que se acuerde de que es Camilo, y que a la voz de la obediencia él está obligado a volver al nido, etc. Debe saber, mi querido P. Germán, que fui, y quizá lo soy todavía, un gran ignorante. Pero Dios, por sus inescrutables y siempre adorables designios, ha permitido que yo cometa tantos errores, y me ha hecho pasar por tantas trampas, que ahora no raras veces me las huelo de lejos.


[3396]
He tratado con el mundo y con la más alta y multiforme diplomacia bastarda, con santos y con bribones, con los grandes y con los chicos; de manera que, por disposición de Dios, creo no ser ahora el ignorante que era en San Carlos, donde no se podía conocer el mundo sagrado, ni el profano, ni el masónico, ni el papista, ni nada. Allí uno se ocupaba de estudiar, y basta. El P. Guido escribe como verdadero hijo de San Camilo, cosa que aprecio. Pero entre las venerables razones expuestas me parece vislumbrar que quizá, con loable y justa intención, se piensa llamar a estos dos Padres a Europa. Los venerados Superiores Camilos no harán más que lo que les inspire el Señor; y por otra parte, conociendo yo tan profundamente a Beppi y al P. Estanislao y su firmeza en el cumplimiento de los sagrados deberes, estoy seguro de que dejarían un paraíso por obedecer a sus Superiores.


[3397]
Por esto, en nombre de Dios, dado que mi obligación y el motivo por el que me ha puesto aquí la Santa Sede es velar por los intereses de los más de cien millones de infieles que la Iglesia me ha confiado para convertir a la fe, me dirijo a usted para que sea mi patrón y protector ante el P. Guardi, a fin de que se lleven a cabo los proyectos concebidos desde hace más de seis años de fundar en Africa Central una Casa Camila, la cual sería como el centro y el vivero para asumir una o más misiones en el interior de la Nigricia.


[3398]
Al caducar el famoso Rescripto pontificio quinquenal, tuve el honor de ponerme en comunicación con el P. Guardi, quien, animado de la más viva caridad, de la que está lleno, puesto que es Camilo, permitió a sus dos queridos hijos que permaneciesen en Africa indefinidamente, asegurándome que, llegado el momento en que se pudiese establecer una Casa Camila en lugar seguro del Vicariato con las condiciones requeridas por la Santa Regla Leliana, él, en vista del auténtico deseo de estos dos hijos, consentiría en ello, previa autorización de Propaganda. Pero como veo que en Verona se ha abierto el Noviciado, y que en Francia y en Inglaterra hay demanda de Camilos, considero que éste es el momento de tratar el importantísimo asunto del trabajo de esa Orden en favor de Africa Central, donde hay más almas, más infelices y más necesitadas que en Francia e Inglaterra, almas africanas que se pueden salvar con más facilidad y en mayor número que en Europa, y que también han sido redimidas por la sangre de J. C.


[3399]
Por tanto, teniendo a mi disposición los medios necesarios para satisfacer las justas demandas del Rmo. Vicario General Guardi y todas las condiciones establecidas por él y por la Regla Camila, y contando con estos dos incomparables misioneros hechos a propósito para Africa Central, que desean sacrificar su vida por esta obra santísima, creo llegado el tiempo fijado por la Providencia para determinar sobre bases duraderas y perpetuas la fundación de una Obra Camila en la Nigricia central. Piense que si estos dos sacerdotes harían en Europa dos grados de bien, aquí hacen treinta, porque salvan cantidad de almas, lo cual atrae sobre la Orden Camila las mayores bendiciones.


[3400]
Me argüirá el P. Germán que hoy sólo hay aquí dos miembros de su Orden, y que ésta se halla en Europa en un estado tan calamitoso que no puede ofrecer más. Yo le respondo que si hoy son dos, de aquí a diez años serán veinte los misioneros Camilos en Africa, y cuarenta más en Francia asociados a la ínclita Orden por causa de Africa. Yo conozco a los franceses y su manera de pensar más a fondo que usted o cualquier otro. En Francia, mientras la Orden Camila se limite a los hospitales y a su finalidad específica, no prosperará mucho, como tampoco le fue muy bien a la de San Juan de Dios, porque los franceses no quieren hombres en sus hospitales, sino mujeres; y casi todos los hospitales franceses están en manos femeninas. Para arraigar en Francia, una Orden hospitalaria necesita dedicarse a cualquier obra de caridad (oeuvres de zèle, que dicen los franceses) y a la vez de apostolado, o a la predicación y a las misiones diocesanas. Yo he visitado casi la totalidad de los Establecimientos de toda Francia, donde hay más de trescientas Congregaciones religiosas, entre las masculinas y las femeninas.


[3401]
Solamente los Hermanos de las Escuelas Cristianas tienen setecientas cincuenta Casas. Pero ni los Trinitarios, ni los Agustinos, ni los Hermanos de San Juan de Dios han tenido un éxito comparable al de los dedicados a las misiones. Si la Orden de San Camilo se adhiere a cualquier Obra de apostolado, por ejemplo a la de Africa Central, le aseguro que acudirán en multitud los postulantes para asociarse a San Camilo, que entonces dispondrá de gente para Francia, para Inglaterra y para Africa. Quizá usted no lo crea, al no tener la experiencia que Dios me ha dado sin saberlo sobre tales cosas. Pero conserve esta carta por algunos años, y comprobará la verdad de mi afirmación.


[3402]
Basta que, terminadas las gestiones con el General y con Propaganda sobre estos dos, yo publique en la Propagación de la Fe, en Les Missions Catholiques de Lyón, en L’Univers, en Le Monde y en alguna Semaine Réligieuse de Francia un elogio sobre estos dos Camilos, incitando a los franceses a ingresar en el Insto.que tienen ustedes ahora en la diócesis de Autun, diciendo que hechos Camilos pueden ser misioneros de Africa Central, y verá a muchos correr a ponerse a la sombra de San Camilo y bajo la guía del estupendo Tezza (está muy bien que el Maestro de Novicios sea un italiano como Tezza).


[3403]
Esto espero yo con la ayuda de Dios y del Sagrado Corazón de Jesús, al que el próximo día 14 consagro todo el Vicariato. Ahora bien, como estos asuntos tan delicados e importantes no se pueden tratar por carta, y puesto que los Superiores tienen derecho a considerar bien, sondear y reconocer todo el terreno para descubrir la pura verdad y la voluntad de Dios (que es la única que deseo y quiero, porque de otro modo se trabaja sobre arena), he decidido mandar enseguida a Europa al P. Estanislao, el cual tratará bien este asunto y también alguna otra pequeña cosa mía en Alemania y en Francia. Había decidido enviarlo en enero; pero, bien considerado todo, saldrá a primeros de octubre o al menos dentro de ese mes.


[3404]
Irá a Roma y Verona, y hablará con ustedes. Entretanto yo, sabiendo que los Corazones de Jesús y María son más fuertes y poderosos que los Padres Guardi y Germán, rezaré, y haré que se hagan novenas a porrillo en mis Institutos de Africa, y en La Salette, y en Lourdes, y en N. D. des Victoires, etcétera, para que se cumpla la santísima voluntad de Dios en base a mi santísima voluntad. Si usted ha decidido llamar a los dos, suspenda por ahora el proyecto, y ruegue a San Camilo y a María Santísima que se cumpla sólo la divina voluntad para honor y bien de la Orden. Salude de mi parte a Regazzini y a todos los buenos Padres. Ya verá la transformación que ha experimentado en seis años el P. Estanislao: seguro que se alegrará. Rece por su afmo. amigo



Daniel Comboni

Provco. Aplico. de A. C.




[3405]
Le ruego que por ahora mantenga estas cosas en secreto. Tratémoslas en primer lugar ante Dios, y luego esperemos todo el bien. Usted, se lo ruego in visceribus Christi, hable y obre en favor de Africa Central, porque así obrará también en favor de su ínclita Orden, la cual adquirirá del espíritu apostólico en pro de la Nigricia esa vida que ahora no tiene entre los masones de Europa. Aquí estamos en el paraíso por lo que respecta a las autoridades políticas. Los Bajaes son nuestros humildes servidores y hacen cuanto queremos. Nueve días atrás, el P. Estanislao hizo temblar al Bajá de Jartum, el cual tuvo que recurrir a mediadores para hacer las paces. Loado sea Dios.

Haga cada día un Memento por mí. Muchos saludos a Bonzanini, al que siempre tengo presente; dígale que rece todos los días por la Nigricia y por este que es devotísimo de usted.



Daniel Comboni

Provicario Aplico. de Africa Central






523
Comité de la Marienverein
0
El-Obeid
2. 9.1873
N. 523 (493) - AL COMITE DE LA MARIENVEREIN

«Bericht des Marienverein (1873)



El-Obeid, 2 de septiembre de 1873



Ilustre Comité:



[3406]
Después de hacerme cargo de la Estación misionera de Jartum, y con ello de la escuela femenina, que ha visto aumentado el número de las que la frecuentan, y a la que he provisto de maestros y maestras, mi tarea más urgente era fundar una nueva Estación misionera en El-Obeid, la capital del distrito del Kordofán. También ésta se encuentra ya en plena actividad y tiene el número necesario de sacerdotes y de maestras. Ahora estoy a punto de erigir una filial de la Estación del Kordofán en Gebel Nuba, y así propagar cada vez más el cristianismo entre las tribus negras para cumplir en todo lo posible la tarea que corresponde a la Misión. Mas para esto se necesitan no sólo recursos humanos (personal), sino también, y especialmente, medios pecuniarios.


[3407]
Dígnese tener en cuenta el Ilustre Comité que la comida en Jartum y en el Kordofán cuesta el doble que en Europa; que a excepción de la carne, el café y la sal, los productos alimenticios cuadruplican aquí el precio europeo; que hoy día viajar en Africa sale por el doble de lo que costaba en tiempos del Provicario Apostólico Knoblecher, y que el alquiler de una embarcación fluvial, que antes suponía 100 piastras, ahora asciende a 180. Por otra parte, ahora hay en Jartum dos establecimientos, uno masculino y uno femenino, y otros dos en el Kordofán, y todos deben ser provistos –aunque limitadamente– de víveres, vestuario, habitaciones, mobiliario, herramientas y utensilios de artes y oficios y de agricultura, y también hay que abastecerlos de medicinas. Considerando todo ello, ese Ilustre Comité comprenderá que con el escaso peculio que tengo a mi disposición, ha habido que hacer filigranas en la economía para poder realizar tanta labor.


[3408]
Merece, pues, toda consideración que en tiempo tan breve y con medios tan limitados se haya logrado dar nueva vida a tan vasto Vicariato ya en los límites de la subsistencia, ampliar las instalaciones preexistentes, fundar otra Estación en El-Obeid, y hacer venir a establecerse hermanas llenas de celo y hábiles, que antes no había aquí, y que ahora llevan una escuela pública. Yo necesitaba formar y educar negros y negras para que estuvieran en condiciones de hacer de maestros y maestras en sus tribus.


[3409]
Y habiendo logrado formar competentes maestros y catequistas negros, más zapateros, albañiles, carpinteros, etc., he dotado de ellos las Estaciones de Jartum y del Kordofán. Indígenas así preparados son indispensables para la existencia de una Misión: fue precisamente la falta de tal personal lo que tras la muerte de Knoblecher dejó la Misión al borde del fin, aunque estaba bien provista de medios. Considerando todo lo expuesto, creo haber hecho con mucho esfuerzo y dificultades lo más posible por la prosperidad de la Misión, y con ello haber ganado también el reconocimiento de ese Alto Comité, de los Reverendísimos Miembros y de todos los Bienhechores de la Misión.


[3410]
Dentro de un año espero, incluso, poder declarar gracias al laborioso celo de mis Hermanos, y si obtengo el deseado subsidio de Europa, que el Vicariato de Africa Central es uno de los más florecientes del mundo.



Daniel Comboni






524
Card. Alejandro Barnabò
0
El-Obeid
15. 9.1873
N. 524 (494) - AL CARD. ALEJANDRO BARNABÒ

AP SOCG, v. 1003, ff. 742-743



El-Obeid, 15 de septiembre de 1873



Emmo. y Rmo. Príncipe:



[3411]
Fue sumo el júbilo que experimentamos todos los miembros de esta santa misión ayer, cuando realizamos la solemne consagración de todo el Vicariato al Sdo. Corazón de Jesús. La fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz de 1873 marca una nueva época de misericordia y de resurrección para Africa Central, doblada desde hace tantos siglos bajo el yugo de Satanás. Y nosotros abrimos el corazón no ya a una dulce esperanza, sino a la infalible seguridad de que el Corazón de Jesús, que derrama a torrentes sus gracias en estos tiempos de universal calamidad para la Iglesia y para el mundo, en su infinita piedad se ha dignado escuchar nuestros votos y los de muchos cientos de miles de píos asociados al Apostolado de la Oración y al Messager du S. Coeur, los cuales en las cinco partes del mundo acompañaron ayer con ediciones especiales el Acto de Consagración que pronuncié solemnemente en El-Obeid. Por eso estamos profundamente convencidos de que ahora empieza el gran acontecimiento de la verdadera regeneración de la Nigricia, para la que bajo los auspicios de la Virgen Inmaculada, de San José, de los Apóstoles y de los Santos y Mártires Africanos comienza el fin de sus seculares desdichas, por las que gimen los más de cien millones de infelices de que consta este Vicariato.


[3412]
Nosotros, aunque por nuestra debilidad no somos indiferentes a la serie de cruces (que son siempre el sello de las Obras de Dios) de que estamos rodeados, nos encontramos siempre dispuestos a los más duros padecimientos, a las más arduas fatigas, y a la misma muerte, por alcanzar el gran objetivo de consolidar bien estas Misiones de Africa Central, y llamar a estos pueblos a la Fe. Bajo el glorioso estandarte del Sagrado Corazón de Jesús, que palpitó en la Cruz también por estas pobres almas, nuestro grito de guerra hasta el último aliento será éste: Nigricia o muerte.


[3413]
Ayer, la solemne función celebrada según las normas de mi Circular del día 1 del pasado agosto, estuvo precedida del solemne bautismo de doce adultos, y seguida de la Confirmación de veinticinco neófitos de esta naciente Misión de El-Obeid.


[3414]
Con vistas a dar a V. Em.a una sucinta idea de la situación religiosa de los comerciantes católicos del Vicariato, le mando una copia de mi Circular del 10 de agosto pdo. (que ha producido óptimos efectos), en la cual se señalan brevemente los principales desórdenes que actualmente predominan entre nuestros cristianos. Hay otro, sobre el cual no creo oportuno por ahora prescribir ninguna norma con arreglo a lo dispuesto por la S. Penitenciaría, pero que me reservo para más tarde: es la usura. Aquí todos los cristianos prestan y toman dinero al 5, al 10, al 15 por ciento al mes, e incluso más: al 60, al 120, al 180 y hasta al 200 por ciento. En algunas ocasiones nosotros hemos tratado de impedir, no sin fruto, esta usura extraordinariamente judía, la cual se pretende justificar sobre todo con el frecuente peligro de perder todo el capital, y con la excesiva ganancia de los que prestan a largo plazo, que a veces asciende a la cantidad neta del ciento, dos cientos e incluso trescientos por ciento al año. Sobre esto no tengo nada dispuesto de manera definitiva.


[3415]
Lo que sí he tomado es una medida importantísima especialmente dirigida a los cristianos que cooperan en la trata de negros y en el tráfico de esclavos suministrando fusiles, pólvora, dinero, y con mil formas de ayuda. Aunque por el momento es absolutamente imposible destruir esta enorme calamidad en Africa Central, la influencia real de la Misión católica, y las prudentes y bien ponderadas medidas que estoy tomando con el gobierno local y con la autoridad consular austrohúngara, contribuirán poderosamente a enjugar muchas lágrimas y a menoscabar el infame tráfico de esclavos, en pro de la humanidad y de la Iglesia católica.


[3416]
La esclavitud y la trata de negros están por aquí en pleno vigor a pesar de los tratados de la pretendida abolición, y de las fingidas órdenes de Su Alteza el Jedive a los gobernadores de Sudán. Varias veces al mes salen de Jartum y de El-Obeid varios cientos de chilabas (traficantes de esclavos), que ya no armados de lanzas como en los pasados años, sino de flamantes fusiles Chassepot, de percutor, de moderna invención, se internan en las tribus y dan caza a los pacíficos negros en sus poblados; y después de haber matado a todos los que les ofrecen resistencia, reúnen a los chicos y chicas, a las embarazadas, a las jóvenes madres con sus niños, y a familias enteras al ciento por ciento, y se los llevan a todos desnudos, a pie, por ásperos y duros itinerarios, a El-Obeid o a Jartum, o incluso a través de selvas y desiertos los conducen a Nubia, a Egipto o al mar Rojo, para venderlos o explotarlos en la prostitución.


[3417]
Yo tengo en la Misión chicos y chicas robados hace menos de un mes, a los que les mataron al padre, o a la madre, o al tío, en el momento en que fueron raptados delante de sus ojos. Ahora hace un mes partieron de El-Obeid más de dos mil chilabas, con magníficos fusiles, que fueron a masacrar a los habitantes de una montaña llamada Dajo, poblada por más de catorce mil negros. Según noticias que he recibido recientemente, parece que han matado a los jefes, y que han hecho esclavos a los supervivientes. Hasta la época de mi llegada al Kordofán, el Gobierno local recibía una tasa por cada esclavo. El anterior Bajá de Jartum vino hace dos años al Kordofán, y con varios miles de soldados armados de fusiles y dos cañones fue a tierras de los Nuba a cazar negros; capturó 9.400 y mató muchísimos. Pero al Gobierno de El Cairo no declaró más que 1.800, y el producto de los 7.600 restantes se lo repartieron entre él, sus oficiales, el médico Giorgi, que estudió en Pisa, y algunos escribientes.


[3418]
Con frecuencia los gobernadores de Sudán reciben órdenes del Diván de El Cairo de obtener y enviar a Egipto tantos cientos de bellas abisinias, tantos cientos de fornidos Denkas, tantos cientos de negros bien gordos para hacerlos eunucos, etc., y esto para satisfacer las peticiones y deseos de altos funcionarios de El Cairo, de Alejandría, etc., o para regalos que tienen que hacer. Por hoy me limito a exponer sólo esto, porque enviaré a V. Em.a el trabajo sobre la esclavitud actual que por orden mía ha realizado el P. Carcereri, después de que lo hayamos revisado y constatado su veracidad acerca de todos los puntos. ¿Cómo viajan, y cómo son tratados estos pobres esclavos?


[3419]
Sólo responderé con lo que vieron mis ojos en el trayecto de Jartum a El-Obeid, en el que encontré más de mil esclavas de dos a treinta años, completamente desnudas, y más de quinientos varones también desnudos, mezclados con las hembras. Ellos y ellas marchaban todos a pie, empujados por las lanzas de aquellos granujas, con la excepción de unos poquísimos niños que iban a caballo. Las jóvenes madres que llevaban su bebé y los niños y niñas de menos de seis o siete años, iban a pie sin estar atados. Pero los chicos y chicas desde los siete u ocho años hasta los veinte, caminaban en grupos de cuatro, de seis, de diez, atados juntos varones y hembras, para que no escapasen. Algunos y algunas iban atados por el cuello con una cuerda cuyo extremo iba sujeto una soga larga que agarraba uno de aquellos bribones. Había otros grupos también de ambos sexos en los que cada individuo estaba atado por separado a una larga viga que descansaba sobre su hombro, y cuyo peso era sostenido y acarreado por todo el grupo de esclavos.


[3420]
Otros tenían las manos atadas atrás con cuerdas; otros llevaban en los pies cadenas de hierro; y otros, en fin, estaban sujetos a la scheva, que es un madero de tres o cuatro metros de largo, en uno de cuyos extremos hay dos piezas de madera que, unidas con clavijas de madera o de hierro, se cierran sobre el cuello del esclavo, quien al caminar va arrastrando la scheva con sólo la fuerza del cuello. Y en tales condiciones esos esclavos y esclavas absolutamente desnudos viajan toda la noche y parte del día. Indicio de que algunos no lograban soportar tantas fatigas y morían durante el viaje, eran los cadáveres recientes que encontré por el camino.


[3421]
Este cuadro no da más que una apagada idea de la realidad de los horrores de la esclavitud y de la trata de negros que tiene lugar actualmente en el Vicariato. Por ahora no añado más, sino que confío en que la protección del Sagrado Corazón de Jesús consolide la santa, humanitaria e importantísima obra de este Apostólico Vicariato, y poco a poco socave de manera formidable, si no mortal, la trata de negros y el islamismo en Sudán. Lo espero del Sdo. Corazón.

Le besa la sagrada púrpura su hummo. y devotmo. hijo



Daniel Comboni

Provicario Aplico.






525
Jean François des Garets
0
El-Obeid
24. 9.1873
N. 525 (495) - A M. JEAN FRANÇOIS DES GARETS

APFL, Afrique Centrale, 11



J.M.J.

El-Obeid, capital del Kordofán

24 de septiembre de 1873



Señor Presidente:



[3422]
Con el corazón lleno de emoción y de reconocimiento acabo de recibir su gentil carta del 12 de junio, en la que me informa de que esa divina Obra de la Propagación de la Fe ha concedido a mi Vicariato la asignación de 49.991 francos. Aunque mi pluma es incapaz de expresar todo lo que mis queridos misioneros y yo sentimos por usted, señor Presidente, y por todos los miembros de los Consejos Centrales, que han votado por una ayuda tan considerable en favor de esta inmensa Misión, puedo asegurarle que desde estas ardientes regiones nuestro corazón desahoga incesantemente su gratitud implorando a Dios sin tregua las bendiciones celestiales sobre los dos venerables Presidentes, sobre los miembros de los Consejos y sobre todos los Socios de la Propagación de la Fe del mundo entero.


[3423]
Puede usted comprender el inmenso fruto que su gran caridad ha producido ya, de modo que el Vicariato más vasto del universo ha resucitado, y ahora trabaja, funciona y florece la Misión más poblada, más laboriosa, más difícil y más temible que existe en el mundo.


[3424]
Me apresuro a prepararle el informe anual de este Vicariato; pero es imposible que lo reciba para el primero de diciembre, aunque el ferrocarril de Egipto llega ahora cerca de Siut, en el Alto Egipto. No le podré dar un informe completo, porque no he terminado la visita pastoral. Debo visitar la parte oriental de Nubia hasta Suakin, en el mar Rojo, que se halla bajo mi jurisdicción y que dista de mi residencia principal de Jartum más de un mes; y también a los Bari, que habitan una región situada a 4° de latitud Norte, cerca de las fuentes del Nilo, a más de un mes distancia de Jartum. No obstante estoy seguro de que, por el pequeño informe que recibirá, podrá ver bien el inmenso fruto que ha producido la admirable Obra que usted dignamente preside, consolidando y perpetuando la Misión de Africa Central, que encierra la décima parte de todo el género humano.


[3425]
En el presente, todos mis esfuerzos están consagrados a establecer bien y consolidar las dos Misiones principales del Vicariato, que se extiende desde el Trópico de Cáncer, en Schellal, hasta los 12° de latitud Sur, y que limita con el mar Rojo, Abisinia, el Vicariato de los Gallas y la Prefectura de Zanguebar. La Misión de El-Obeid, que constituye la puerta de la Nigricia interior, es la base de operaciones para extender la Fe católica a la parte central del Vicariato. En efecto, desde esta capital se llega en cuatro días al reino de Darfur, y en catorce a la residencia del Sultán. Desde aquí, en tres días, se entra en el extenso territorio de los Nuba, que son todos paganos, y en un mes de viaje se alcanza el vasto Imperio de Bornu, que contiene el gran lago Chad, etc.


[3426]
Estoy convencido de que nos ha venido de Dios la inspiración de establecer una Misión en el Kordofán. El año pasado, cuando mis exploradores llegaron a El-Obeid, no había ni cruz, ni ninguna señal de cristianismo. En el Kordofán nunca había penetrado el Evangelio de Jesucristo. Nunca se había celebrado la santa Misa. Hoy hay una próspera Misión naciente en esta ciudad de El-Obeid, que tiene más de cien mil habitantes, y es el centro y la base de operaciones de todas las Misiones que Dios nos conceda fundar en el Africa interior. Esto es lo que ha producido la Propagación de la Fe.


[3427]
El 14 de septiembre he hecho la Consagración solemne del Vicariato al Sagrado corazón de Jesús, con la mayor satisfacción por parte de nuestro Santo Padre Pío IX, que nos ha concedido por escrito una indulgencia papal.


[3428]
Cuando vuelva a Jartum en el próximo noviembre, le escribiré a usted acerca de la horrible trata de negros y del comercio de esclavos. Los periódicos han hablado mucho sobre la supresión de la esclavitud, realizada por Sir Samuel Baker, etc.; sobre la conquista que el ejército del Jedive ha llevado a cabo del territorio comprendido entre el Nilo Blanco y el Ecuador, y sobre los caminos libres desde las fuentes del Nilo hasta Zanzíbar. Es completamente falso, no hay nada de verdad en todo ello. Lo que podrá suprimir la trata de negros será predicación del Evangelio y la fundación de Misiones católicas.


[3429]
Permítame, señor Presidente, darle las gracias de nuevo por la inmensa caridad mostrada hacia este Vicariato, y hacia mí en Lyón la última vez que tuve el honor de verle. Nuestros trabajos, nuestras fatigas, nuestros sufrimientos, el terrible clima, las privaciones, todo ello nos resulta muy llevadero, sabiendo que la Propagación de la Fe, con sus ayudas, está en condiciones de hacerlo eficaz y fructífero para el apostolado de Africa Central.

Dígnese presentar mis respetos a todos los miembros del Consejo y a su piadosa familia de usted, mientras me honro en declararme en los Sagrados Corazones de Jesús y María



Su devotmo. servidor

Daniel Comboni

Provicario Aplico. de A. C.



Original francés.

Traducción del italiano






526
Card. Alejandro Barnabò
0
El-Obeid
12.10.1873
N. 526 (496) - AL CARD. ALEJANDRO BARNABÒ

AP SOCG, v. 1003, ff. 752-754



J.M.J.

El-Obeid, capital del Kordofán

12 de octubre de 1873



Emmo. y Rmo. Príncipe:



[3430]
Me ha llegado su venerada carta del 29 de junio, que ha sido motivo de infinito consuelo para mí, porque en ella veo claramente la voluntad, los sentimientos y los deseos de a V. Em.a Rma. sobre algunas cosas concernientes a mi dificultosa tarea, los cuales, con la ayuda de Dios, serán siempre la base de mi obrar. Además, le agradezco infinitamente sus paternales recomendaciones, que recibo de todo corazón como si fuesen de Dios mismo, relativas a proceder con mucha cautela y prudencia, a no contraer deudas, etcétera.


[3431]
En mi ardua y espinosa posición, la prudencia es más necesaria que ninguna otra cosa, puesto que tengo que tratar con los zorros más astutos y con los canallas más redomados del mundo. Si Dios me ayuda como hasta ahora a tener bajo la bota a estos bajaes, gobernadores y negociantes, en beneficio de la fe, y si puedo seguir manteniendo la Misión en el digno puesto que ahora se encuentra, quizá la Iglesia católica consiga obtener poco a poco la abolición real de la infame trata de negros, y hacer lo que las grandes potencias de Europa no han podido con sus tratados y su dinero.


[3432]
Por esto, y por muchas otras circunstancias de mi difícil ministerio, es necesaria una gran cautela. Yo haré todo lo posible para no incurrir en errores garrafales, y con la asistencia de los Sagrados Corazones de Jesús y María, y de la prodigiosa sabiduría de la S. C. de Propaganda, espero lograrlo; porque nunca emprenderé nada relevante sin consultar a la S. C., cuya penetración, prudencia y experiencia incomparables, aparte del soplo del Espíritu Santo, superan con mucho las modestas luces de cualquier Jefe de misión. En cuanto a las deudas, desde hace unos años me producen tanto miedo y escalofríos que espero no contraerlas: fue para mí una gran lección el caso de dos venerados personajes, D. Nicolás Mazza, mi antiguo Superior, y Mons. Brunoni, ahora Patriarca de Antioquía i.p.i., el primero de los cuales dejó cargados a sus sucesores con una deuda de doscientas mil liras, y el segundo legó al Vicariato de Constantinopla la poco grata herencia de más de un millón en débitos.


[3433]
Gracias al Señor y a mi querido ecónomo San José, en seis años desde que comencé la Obra de la Redención de la Nigricia, entre dificultades de todo género, y en unas condiciones económicas del mundo excepcionalmente críticas, la Providencia me ha puesto en las manos más de cien mil escudos romanos, y me encuentro en óptimas relaciones con todas las Sociedades católicas y con bienhechores altos y principescos en sus personas y la eficaz generosidad con que me siguen favoreciendo; por lo cual, no sólo he dejado la Obra de Verona sin un céntimo de deuda y provista incluso de un fondo para eventuales necesidades extraordinarias, sino que además he liberado mi Vicariato de Africa Central de las deudas que encontré en él, y lo voy dotando de útiles adquisiciones de casas y terrenos. Así, sin deber ni una perra, me encuentro ahora en posesión de un buen fondo de caja para poder tirar adelante y operar según los santísimos fines del apostolado que me ha confiado la Santa Sede, como V. Em.a tendrá ocasión de ver por el Informe sobre la Misión, que no tardaré mucho en enviarle desde mi residencia principal de Jartum.


[3434]
De todas formas, aunque haya habido estas bendiciones de San José (que ha sido, es y será siempre el rey de los cumplidores, y un administrador y un Ecónomo de mucho juicio, y también de buen corazón), ¡duro!, no deje V. Em.a de llamarme de cuando en cuando a la vigilancia, ni de confortarme e iluminarme con toda suerte de admoniciones, advertencias y exhortaciones, que son siempre muy sabias y saludables, y sin ahorrar nunca los reproches ni el argue y el increpa del Apóstol, por ser éste un gran medio para cometer menos desatinos y caminar rectamente conforme al espíritu de Dios.


[3435]
Ahora que V. Em.a Rma. con su carta arriba mencionada me autoriza a favorecer de muchas maneras la actividad de S. E. Ilma. Sir Bartle Frère, Embajador de Inglaterra, lo haré enseguida y también en el futuro. No obstante, como el horizonte actual de Europa es menos sombrío que en el pasado, me parece útil no dejar de efectuar ciertos sondeos y ponerme en contacto inmediato con algunos altos funcionarios de sentimientos católicos que conozco en los Gabinetes de Francia y de Viena, para ver si puedo sacar partido de las dos potencias católicas, y especialmente de Francia, en favor de la real abolición de la trata de esclavos, en mi deseo de evitar por ahora el recurso a los Cónsules Generales de Egipto, que en su totalidad están comprados por el Jedive. Lo cual haré después de haberlo sometido todo al sapientísimo juicio de la S. Congregación, y esto por medio de cartas que le entregará el próximo marzo en Roma mi Vicario Gral. Carcereri, quien irá allí no sólo a tratar asuntos privados con su Rmo. General, sino además encargado por mí de someter importantes cuestiones a V. Em.a Rma., concernientes a la esclavitud y a la utilidad práctica de la ardua y espinosa misión de mi inmenso Vicariato.


[3436]
Con mi carta nº 7 del 25 de julio pasado le notificaba que uno de los grandes jefes de las tribus Nuba, que habitan el suroeste del Kordofán, había venido a El-Obeid y con su numeroso séquito se había presentado ante mí en la mañana del miércoles 16 de julio, día de la Virgen del Carmen, nada más salir nosotros de la Hora de adoración del Smo. Sacramento, que he establecido para cada miércoles pro conversione Nigritiae en todas mis casas de Egipto y de Africa Central. Este jefe había venido para invitarme a establecer una Iglesia, o sea una misión entre su pueblo, que en parte es tributario del Gobierno egipcio y en parte completamente independiente. Yo, por andar con pies de plomo, después de haberlo tratado muy bien junto con los suyos, lo invité a volver en septiembre a El-Obeid, intentando en el ínterin conseguir información exacta, mediante la lengua de los Nuba, y barruntar el pensamiento, los manejos y el apoyo del Gobierno del Kordofán, el cual (como hacen el Bajá de Jartum y el de Fazogl) tiempo atrás envió entre los Teggala y a las montañas de los Nuba muftíes y sacerdotes musulmanes a predicar el Corán.


[3437]
Pues bien, el jefe de los Nuba no pudo venir a El-Obeid personalmente en septiembre; pero envió en su lugar al Cojur de los Nuba, o sea el gran mago, dicho en lengua nuba Oeck, que es a la vez sacerdote, médico y mago, y tiene más autoridad que los mismos jefes. Acompañado de doce o quince Nuba entró en la misión en miércoles por la mañana, cuando salíamos de la iglesia después de la acostumbrada Hora de adoración al Smo. Sacramento pro conversione Nigritiae, el 24 de septiembre, día consagrado a la Virgen de la Merced. Después de tres horas de conversación conmigo, luego de ver nuestra iglesia, el taller de artesanía, las herramientas de carpintero, zapatero, cerrajero y agricultor, y las fotografías, y tras escuchar el sonido del acordeón y del armonium –que yo toqué en la iglesia–, y el canto y las palabras de los alumnos, algunos de los cuales son Nuba recientemente arrebatados y robados de su tierra, el gran mago con su séquito quedó estupefacto y lleno de admiración.


[3438]
Le impresionaron sobre todo la bella imagen de la Virgen, la fotografía, y la actitud de nuestros alumnos Nuba; por lo cual me rogó cálidamente que estableciese una Misión entre su gente, y que no tardásemos en ir allí, donde seríamos recibidos como sus padres y hermanos. Permaneció en El-Obeid cinco días, en cada uno de los cuales estuvo varias horas con nosotros, y el último día me habló con franqueza de este modo: «Aunque el jefe y su séquito a su regreso de El-Obeid hace dos meses me habían contado maravillas de ti y de tu serraya (establecimiento), no creí en ello, y confieso que vine a verte con no muy buena disposición.


[3439]
»Pero ahora que estos ojos han visto y estas orejas han oído, lo creo todo y por eso soy el primero en rogarte que vengas a nuestra tierra para enseñarnos a nosotros y a nuestros hijos a rezar, porque sabemos que hay un Dios, que es Dios, pero no sabemos rezarle porque nadie nos ha ». No quiero dilatarme en este escrito, ya demasiado extenso, con las interesantísimas cosas que sucedieron en las largas y variadas charlas que hubo entre él y yo en los cinco días que vino a visitarnos este excelente Cojur de los Nuba, el cual dejó en El-Obeid algunos de los suyos para que esperasen a los misioneros y los acompañasen a su país.


[3440]
Sólo le añado que, por muchos datos, me parece ser voluntad de Dios que tomemos en seria consideración el apostolado entre los Nuba, después de tantos siglos de tinieblas y de muerte. Por lo cual, confiando el asunto al dulcísimo Corazón de Jesús, ya dueño absoluto por modo especial del Vicariato, he decidido emprender una detenida exploración de las tierras de los Nuba más cercanas, y luego someter un exacto informe de estas nuevas tribus a la S. C., para que decida sobre nuestro primer paso fuera de la órbita de las posesiones musulmanas, en regiones libres e independientes, como son la mayor parte de las tierras de los Nuba. Así pues, tras haber examinado todo, decidí llamar enseguida de Jartum a mi valeroso Vicario General, el cual se encuentra ya con nosotros en El-Obeid; y estamos haciendo los preparativos de esta nueva exploración, para la que saldrá dentro de pocos días dicho Vic. Gral. P. Carcereri al frente de un grupo formado por otro misionero y siete u ocho individuos más. Creo que ha llegado el tiempo de la Redención de la Nigricia.


[3441]
Estoy lleno de cruces; pero el fármaco está escondido en el Sdo. Corazón de Jesús, que además de querer salvos al Papa y a la Iglesia, salvará sin duda a la infeliz Nigricia.

Dígnese V. Em.a bendecir al que lleno de veneración le besa la sagrada púrpura, y que con todo respeto se honra en decirse de V. Em.a Rma.



Hummo., devotmo. y obedmo. hijo

Daniel Comboni

Provco. Aplico. de Africa Central






527
Card. Alejandro Barnabò
0
El-Obeid
20.10.1873
N. 527 (497) - AL CARD. ALEJANDRO BARNABÒ

AP SOCG, v. 1003, ff. 756-759



Nº 11 J.M.J.

El-Obeid, capital del Kordofán

20 de octubre de 1873



Emmo. y Rmo. Príncipe:



[3442]
A las tres de la tarde del 16 del corriente salió de El-Obeid el grupo de exploradores con destino al país de los Nuba, importante pueblo negro, en gran parte idólatra, que habita el suroeste del Kordofán. Esa tierra, por lo que oí decir al gran jefe y al Cojur, o gran mago, tiene un clima muy saludable y centenares de montañas, algunas de las cuales son tributarias del Kordofán, y por tanto de Egipto, pero en su mayoría son independientes y libres. Una inmensa llanura que divide el Kordofán del Imperio de Darfur, y que se prolonga al sudeste, separa el Kordofán del territorio Nuba, y está habitada por nómadas Bagara Omur tributarios de Egipto, los cuales son asesinos y ladrones consumados, profesan un rígido mahometismo y ejercen (quizá también por cuenta del Gobierno) el oficio de chilabas, o sea, el de matarifes de seres humanos y traficantes de esclavos.


[3443]
Como el gran jefe de estos Bagara estuvo aquí en El-Obeid hace veinte días para hablar con el Bajá, pude ponerme en contacto con él y entablar amistad. Y habiéndole preguntado acerca de los Nuba y expuesto que a lo mejor yo hacía un viaje para ver aquel país, o enviaba allí a algunos de mis misioneros, se ofreció a darme una escolta de doscientos hombres y conducirme él mismo allí, asegurándome que su cabeza y su barba responderían de nuestra vida. Le regalé ropa usada, un martillo y medicinas, y le dije que en el momento oportuno aprovecharía su bondadoso ofrecimiento. Tomé exactos informes sobre el gran jefe de los Bagara y sobre los Nuba de numerosas personas, pero especialmente del Sultán Hussein, que es el descendiente de los Sultanes del Kordofán que mandaban en este reino antes de que fuese ocupado por el Gobierno egipcio, y el cual disfruta de una pensión a perpetuidad del Gobierno usurpador y lleva oficialmente el título de Sultán.


[3444]
Este, que es amigo nuestro y parece un auténtico caballero, nos regaló un buen terreno aquí, un poco lejos de nosotros, que he destinado a cementerio católico. Es el personaje mejor informado sobre las tribus de negros que hay alrededor del Kordofán hasta la distancia de más de un mes de viaje. Igualmente el gran Bajá fue muy cortés conmigo, y me ofreció todo lo que yo desease: soldados, armas, municiones, caballos, camellos, etc. Pero el apóstol de Cristo debe ir de otro modo, según los santos dictados del Evangelio; y aunque tiene que tomar todas las medidas que prescribe la prudencia y una sabia cautela, en general la divina Providencia ha de ser su guía.


[3445]
Cuando le anuncié que más de doscientos hombres podían estar a su disposición, mi valeroso Vicario Gral., el P. Carcereri, a quien yo había destinado a capitanear la ideada expedición exploratoria, se negó rotundamente: quería ir entre los Nuba sine sacco et sine pera, dejándolo todo en manos de Dios. Pero le obligué, con total satisfacción final por su parte, a marchar provisto: 1.o, de una carta especial de recomendación del Bajá al gran jefe de los Bagara, en la que Su Excelencia le ordenaba tratar a los misioneros como a su propia persona; 2.o, de una carta de recomendación del Bajá y del mencionado Sultán a todos los jefes de los países por donde tenía que pasar nuestra caravana, ordenándoles que les proporcionasen alojamiento, comida, provisiones, etc.; 3.o, de un guía del Gobierno, nativo y conocedor de aquellos territorios; 4.o, de uno de los escribientes del Bajá, que es amigo nuestro, copto cismático, viejo, y conocido hasta en la montaña Nuba de Delen, de donde tuvo dos esposas, y que me dijo que por la religión cristiana se dejaría matar.


[3446]
Rechacé soldados, camellos y otras cosas que me ofreció el Bajá, y, después de un triduo al Sdo. Corazón de Jesús, Padre de la Misión, y otro a San Judas Tadeo, partió el P. Carcereri al frente de la expedición, en la que iban otro padre, un excelente laico alemán que en 1868 estuvo conmigo en el Nilo Blanco, dos criados y otras cinco o seis personas. La exploración durará quince días; y, a su vuelta, el P. Carcereri marchará a Roma, como le escribí. Por mi parte, obtenida una exacta referencia de la exploración, y bien ponderado todo, redactaré un breve y sustancioso estudio sobre el establecimiento de una nueva Misión entre los Nuba, lo someteré a V. Em.a Rma., y llevaré a cabo lo que la S. C. me mande hacer al respecto, firme en el principio de no emprender nunca una empresa de importancia sin consultar y recibir previamente las venerables órdenes de la S. C., encargada por Dios de gobernar y dirigir todas las misiones del mundo.


[3447]
Mi principal empeño actual sigue siendo el de consolidar bien y perpetuar las dos principales misiones de Jartum y de El-Obeid. Jartum es la base de operaciones para extender poco a poco nuestro apostolado por la parte oriental del Vicariato hasta más allá del Ecuador y de las fuentes del Nilo, espacio en el que hay cientos de tribus y muchos millones de idólatras; El-Obeid es la base de operaciones para difundir paulatinamente el Evangelio en la parte central del Vicariato, en la que se encuentran inmensas tribus, reinos e imperios, y seguramente más de cincuenta millones de infieles.


[3448]
Hasta ahora, gracias a los Sdos. Corazones de Jesús y María, la Misión marcha como es debido; y en lo concerniente al exterior, gozo de plena influencia sobre todos los Gobernadores de Sudán, los cuales me han concedido hasta el presente cuanto he pedido: correo gratuito (en El-Obeid no hay ningún Cónsul, pero quiero escribir al Emperador de Austria para el establecimiento de un Consulado en el Kordofán, por ser esto utilísimo en caso de que los Hosanna del Gobierno se tornasen en el futuro en Crucifige, para lo cual hay que estar siempre preparados, porque ésta es eminentemente obra de Dios), terrenos, protección, etc.


[3449]
Hasta el momento todos los esclavos cuya liberación demandé, todos, sin ninguna excepción, han sido puestos en libertad; todos los que huyeron a la misión, y para los que pedí la carta de libertad y la facultad de permanecer con nosotros, en su totalidad me han sido concedidos. Incluso en ciertas cosas de su gobierno este Bajá solicita mi opinión. Pero como puede suceder que mañana vengan nuevos gobernadores que actúen de otro modo, desde ahora me tomo mis precauciones y trato de conseguir de los actuales Bajaes grandes favores y concesiones que poder hacer valer como derechos ante los gobernadores futuros; y al mismo tiempo tengo el ánimo preparado para cualquier turbulencia y persecución, que será inevitable, sobre todo cuando llegue el momento, que llegará, en que la misión aseste el golpe mortal a la horrible trata de negros. Así que nosotros todo lo esperamos de la omnipotencia del Sdo. Corazón de Jesús.


[3450]
Aunque mis actuales preocupaciones están dirigidas a preparar los materiales y las personas, las armas y los aproches para asaltar a su tiempo la formidable fortaleza de la Nigricia –y por tanto ando ocupado en establecer debidamente las parroquias, las casas, las escuelas, los Institutos, y en poner en práctica sabios y oportunos reglamentos, etc., para afilar bien las armas y hacer que cada casa y cada individuo de la misión posea todos los conocimientos, cualidades y virtudes mediante las que ser y devenir óptimo instrumento, soldado y obrero de Cristo–, sin embargo no dejo de estudiar cuidadosamente al pueblo de mi Vicariato, esto es, las almas, la naturaleza y la índole de estas gentes, a fin de elegir luego los medios adecuados para conducirlas a la Fe.


[3451]
Le voy a dar aquí una brevísima noticia sobre los coptos cismáticos que hay en mi Vicariato, los cuales son objeto de diligente atención por mi parte, porque quiero completar los estudios que realicé tiempo atrás en Egipto sobre la Iglesia Copta herética, la cual, en mi opinión, puede constituir una parcela importantísima en el apostolado de Oriente, mientras que las actuales disposiciones en favor del mismo adoptadas sensata y prudentemente por la Santa Sede, me parecen sin embargo muy limitadas y débiles. Los coptos heréticos, como bien sabe V. Em.a Rma., alcanzan en Egipto un número que oscila entre 250.000 y los 300.000. En Abisinia son más de un millón, quizá dos millones. En mi Vicariato hay algunos miles de ellos, con sede episcopal en Jartum, y con algunas parroquias en Jartum, Dóngola y El-Obeid, y pequeñas capillas en Berber, Taqa, Suakin, etc. Ahora la Iglesia Copta herética, o Eutiquiana, está limitada a las siguientes Sedes, a cuyo frente se hallan como Pastores los individuos enumerados con ellas:


[3452]
1.o Sede Patriarcal de Alejandría, con la Residencia en El Cairo. El Patriarca vacat.

2.o Sede Episcopal de Alejandría: el Obispo es un tal Morgos, o Marcos.

3.o Sede Episcopal de Jerusalén. El Obispo, Basilius, que reside en El Cairo, forma parte de la Curia Patriarcal Eutiquiana, y cada año, por Pascua, acompaña a los peregrinos coptos cismáticos a Jerusalén.

4.o Sede Episcopal de El Cairo. El Obispo, Botros, o Pedro, pertenece también a la Curia Patriarcal de El Cairo.

5.o Sede Episcopal de Monutieh, cerca de Tantah, entre El Cairo y Alejandría. El Obispo es Joannes.

6.o Sede Episcopal de Fayum, la antigua Arsinoe o Crocodilópolis. El Obispo es Isaac.

7.o Sede Episcopal de Minieh, la antigua Cinópolis. El Obispo es Thomas.


[3453]
8.o Sede Episcopal de Monfallut, cerca de un gran Monasterio con numerosísimos monjes. El Obispo es Jussah, o José.

9.o Sede Episcopal de Sánaboh, entre Melaui y Siut. El Obispo es Teófilos.

10.o Sede Episcopal de Siut, o la antigua Licópolis, capital del Alto Egipto. El Obispo es Macarius.

11.o Sede Episcopal de Abutig, la Abutis de los romanos. El Obispo es Atanasius.

12.o Sede Episcopal de Akmim, la antigua Panópolis, construida, se dice, por Cam hijo de Noé, pero, según casi todos los eruditos, fundada o agrandada por Misraim, o Egipto, hijo de Cam. El Obispo es Jussah, o José, que dispone de numerosos sacerdotes. A una hora de allí está el pueblo de Hamas, donde nació el excelente Mons. Bsciai, Obispo copto actual.

13.o Sede Episcopal de Guss, o Coptos, la antigua Justinianópolis, no lejos de la antigua Tebas. El Obispo es Abraham.

14.o Sede Episcopal de Negadeh, la antigua Maximianópolis. Vacante desde hace muchos años, se halla bajo la jurisdicción del Obispo de Guss.

15.o Sede Episcopal de Gondar, en Abisinia. El Obispo es Atanasius, que ordinariamente reside en Adua, lo mismo que el Negus, o rey.

16.o Sede Episcopal de Esneh, la antigua Latópolis. El Obispo es Mattha, o Mateo, que desde hace unos meses ha fijado su residencia en Luxor, que es la antigua Tebas.

17.o Sede Episcopal de Jartum, en Africa Central, fundada en 1840. El nuevo Obispo no ha sido nombrado todavía, porque, como dicen los coptos, hoy no hay Patriarca, y sólo a éste corresponde nombrar y consagrar los Obispos. Pero esta razón no vale, porque Mateo, el Obispo de Esneh, ha sido nombrado y consagrado en el corriente 1873.


[3454]
Cuando yo haya estudiado bien la manera práctica de intentar la conversión de los coptos cismáticos de mi Vicariato, lo que nos resultará difícil, dada la inmensa corrupción en que viven en tan lejanos y cálidos países (cosa de la que sin duda me ocuparé cuando tenga tiempo, en la esperanza de corregir a alguno), le escribiré expresamente al respecto. Mientras, no me parece inoportuno señalarle algo que ciertamente sabrá: que desde hace casi cuatro años la Sede Patriarcal Eutiquiana está vacante, y vacante seguirá quizá durante muchos años, o sea, durante la vida del actual Jedive de Egipto, el cual ha prohibido de modo absoluto que se elija nuevo Patriarca.


[3455]
La razón de ello radica en que un alto funcionario del gran Diván de El Cairo –el cual, dicen, es copto cismático–, por privada animosidad hacia un Obispo al que se presumía aspirante a la Sede Patriarcal, sugirió a la madre del Jedive, enormemente supersticiosa, que su hijo moriría bajo el gobierno del nuevo Patriarca Eutiquiano. De ahí que la madre implorase a Su Alteza que impidiese a toda costa la elección del nuevo Patriarca, y que el Jedive, muy devoto de su madre, y también supersticioso, lo cumpliese al pie de la letra; decisión a la que los Eutiquianos se sometieron humildemente, faltos de la gracia y la inspiración del Espíritu Santo, por estar fuera de la verdad.


[3456]
Pues bien, la Santa Sede, en su extraordinaria sabiduría y agudeza, ¿no podría aprovechar tan larga vacatura de la Silla patriarcal Eutiquiana para intentar la conversión de bastantes de estos herejes, que a pocos errores dogmáticos, pero desde luego a muchos vicios concernientes por modo especial a concupiscentiam oculorum et carnis, suman una fe fuera de lo común y muchas relevantes virtudes?... Desde hace más de quince años los protestantes, tanto ingleses como americanos, han hecho estragos entre los coptos cismáticos, logrando llevarse muchos miles de ellos a su campo (exteriormente, se entiende, y no por convicción): hoy infinidad de ellos, que yo he visto, hablan inglés y frecuentan las escuelas americanas y anglicanas en El Cairo, Alejandría, Tantah, Fayum y Siut, donde se han ganado a los más acaudalados y poderosos. Y en Fayum, donde desde hace veintitrés años hay establecido un asilo católico, contemplé con horror la escuela protestante, a la que asisten ciento y pico jóvenes, entre coptos cismáticos y católicos.


[3457]
Es preciso advertir que nuestros misioneros son pobres, y los protestantes riquísimos. Pero no deja de ser cierto que entre los coptos cismáticos hay muchos que podríamos convertir fácilmente, y en el trato que he tenido con casi todos sus Obispos, con muchos de sus sacerdotes y con muchísimos de sus fieles, me he convencido de esto. La gracia está en manos de Dios, y quizá en la Santa Sede no falten medidas para emprender una conquista que sería fecunda en maravillosos resultados en mi Vicariato, pero especialmente en Abisinia, donde un solo Obispo de ningún valor tiene jurisdicción sobre uno y quizá dos millones de almas.


[3458]
Deseo renovarle la humilde súplica que le hice en mi carta del 15 del pasado septiembre sobre la Fiesta del Sdo. Corazón de Jesús, que desearía que el Santo Padre declarase de precepto con Rito Doble de Primera Clase, con octava, en todo mi Vicariato, porque del Corazón de Jesús espero la conversión de los más de cien millones de infieles que contiene. Mi antecesor Ignacio Knoblecher, que había realizado profundos estudios sobre el Vicariato, le calculaba noventa millones, como nos decía a nosotros, y como se recoge en su biografía, que ha publicado el doctísimo Mitterrutzner; pero entonces los geógrafos situaban los pretendidos Montes de la Luna, límite meridional del Vicariato, a tres grados de latitud Norte, mientras que hoy piensan que deben de hallarse quince grados más al Sur, donde, según Speke y Grant, hay tribus con poblaciones muy numerosas. Por lo tanto, no se está lejos de la verdad si se calculan al Vicariato cien millones de infieles.


[3459]
El Sdo. Corazón de Jesús, que difunde hoy más que en tiempos pasados los tesoros de sus gracias al haberse incrementado maravillosamente su culto, los convertirá a todos.

Aprovecho esta ocasión para ofrecerle el homenaje de mi profunda veneración y declararme en los Sdos. Corazones de J. y M.



De V. Em.a Rma.

hummo., obedmo. e indignmo. hijo

Daniel Comboni, Provicario Aplico.






528
P. Estanislao Carcereri
1
El-Obeid
29.10.1873
N. 528 (498) - AL P. ESTANISLAO CARCERERI

ACR, A, c. 19/31



El-Obeid, 29 de octubre de 1873



Testimonio en su favor.





529
Card. Alejandro Barnabò
0
El-Obeid
4.11.1873
N. 529 (499) - AL CARD. ALEJANDRO BARNABÒ

AP SOCG, v. 1003, ff. 760-761



J.M.J. Nº 12

El-Obeid, capital del Kordofán

4 de noviembre de 1873



Emmo. y Rmo. Príncipe:



[3460]
Parece que verdaderamente ha sonado la hora de la redención de la Nigricia, y que el mismo Dios en su infinita misericordia dirige por sus amables caminos esta obra suya. Los exploradores que envié a tierras de los Nuba bajo la guía del P. Carcereri fueron acogidos con el máximo entusiasmo por el gran jefe y el gran mago y por los habitantes, los cuales les ofrecieron todo lo que deseasen –terrenos, casas, y hasta la residencia del jefe– y les suplicaron que se quedasen con ellos para siempre. Estas gentes son completamente idólatras; pero, aunque entregadas a muchas supersticiones, nunca han querido inclinarse ante el Corán. Son muy inteligentes, dóciles y capaces de apreciar las ventajas del Catolicismo. El gran jefe, al que conocí bien aquí en El-Obeid, es hombre de juicio y de buen corazón, y como tal fue reconocido por nuestros exploradores.


[3461]
El P. Carcereri, después de haber estudiado bien estos primeros pueblos Nuba, decidió el lugar donde sería adecuado fundar la primera misión, que es Uaco, llamado por los Bagara Delen, lugar situado en ameno y sanísimo emplazamiento, a sólo cuatro días de El-Obeid. Este es el primer punto completamente idólatra, desde el cual nos extenderemos poco a poco por todas las regiones de la Nigricia central. Allí hay muchas supersticiones, como dije, y el demonio recibe tributo; pero la Cruz lo pondrá en fuga, y el León de Judá vencerá: estos pueblos parecen muy dispuestos a abrazar la Fe. El P. Carcereri prometió al gran jefe que dentro de poco estableceríamos una Misión católica en Delen, o Uaco, y volvió sano y salvo a El-Obeid con todos los demás; y mañana yo marcharé con él a Jartum, adonde espero llegar en quince días de viaje en camello. Desde allí enviaré a V. Em.a una exacta relación sobre esta nueva empresa de los Nuba, que abre –creemos nosotros– el camino cierto y seguro para difundir el Evangelio en las tierras que constituyen la parte central del Vicariato.


[3462]
La Misión de los Nuba presenta ventajas muy superiores a las de cualquier otro intento ya llevado a cabo por la Iglesia en Africa Central desde la época de la erección del Vicariato hasta hoy. En efecto, las antiguas Estaciones de Gondókoro en los 4° lat. N., y de Santa Cruz en los 7° lat. N., fundadas por mi ilustre antecesor en el Nilo Blanco, se encontraban, sí, en países completamente paganos e inmersos en la idolatría; pero invadidos desde hacía años por continuas hordas de musulmanes y de negociantes europeos y orientales de la peor calaña, que acudían allí siguiendo la cómoda vía del Nilo Blanco atraídos por el comercio del marfil, de los esclavos, etcétera, y que con su mal vivir y con las más nefandas violencias y crueldades habían infiltrado allí la peste de todos los vicios. Pero entre los Nuba nunca penetró ningún europeo, ni pudo arraigar el islamismo, ni se estableció jamás ninguna casa de comercio: así que estas poblaciones son, por así decir, todavía vírgenes, y presentan todas las ventajas que el Vicariato nunca ha podido obtener hasta hoy.


[3463]
Esto es una nueva prueba de que verdaderamente ha sido el Señor el que ha llevado a la Santa Sede a aprobar la nueva vía del Kordofán que nosotros elegimos, y a establecer El-Obeid como verdadera Puerta de la Nigricia interior, y como base de operaciones para ganar el centro de la Nigricia para la Iglesia Católica. Con lo cual está fuera de toda duda que la estabilidad y perpetuidad de la Misión de Africa Central se halla asegurada, tanto por el clima, que en esta zona es soportable, y casi diría sanísimo, como por el carácter de estas poblaciones paganas, que por muchos datos parecen inclinadas a la fe.


[3464]
Gloria al Sacratísimo Corazón de Jesús, que parece querer absolutamente la salvación de estas almas.

Dígnese V. Em.a recibir las expresiones de mi filial veneración y respeto, con las cuales tengo el honor de suscribirme en los Sdos. Corazones de Jesús y María



De V. Em.a Rma.

hummo., devotmo. e indignmo. hijo

Daniel Comboni

Provco. Aplico. de Africa Central






530
P. Estanislao Carcereri
1
El-Obeid
4.11.1873
N. 530 (500) - AL P. ESTANISLAO CARCERERI

APCV, 1458/319



El-Obeid, 4 de noviembre de 1873



Testimonio en su favor.