Comboni, en este día

En una carta a Elisabetta Girelli (1870) desde Verona se lee:
Estamos unidos en el Sacratísimo Corazón de Jesús en la tierra, para luego unirnos en el cielo eternamente. Es menester recorrer a paso largo los caminos de Dios y de la santidad, para no detenerse más que en el paraíso.

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Nº Escrito
Destinatario
Señal (*)
Remitente
Fecha
461
Párroco de S. Martino B.A.
0
Roma
31. 7.1872
N. 461 (432) - AL PARROCO DE S. MARTINO B. A.

AMV, c. «Missione Africana»



J.M.J.

Roma, 31 de julio de 1872



Querido Prof. y Arcipreste:



[3031]
A mi vuelta de Nápoles y Bari he encontrado su estimadísima del 19 de junio. Enseguida mi pensamiento ha volado hacia el llorado D. Pedro, su inseparable e incomparable hermano, y también hacia nuestro querido y dignísimo amigo Grigolin, con el cual pasamos tan buenas horas inter pocula et gaudium. Hágase siempre la voluntad de Dios.


[3032]
La Santa Sede ha confiado al nuevo Insto. de las Misiones para la Nigricia de Verona la más vasta, ardua y laboriosa misión del universo, la de Africa Central, poniendo al frente de ella a mi humilde persona con el título de Provicario Apostólico. Es más grande que toda Europa, y cuenta con más de sesenta millones de infieles. Ayer el Santo Padre me ordenó partir cuanto antes para hacer la Visita apostólica y fundar casas de ambos sexos: hace más de quince años que no se administra allí la Confirmación, y que la Santa Sede no recibe informe oficial. Messis multa, operarii pauci. Ruegue y haga rogar por mí.


[3033]
Le mando dos fotos mías, una para usted y otra para nuestro excelente y querido Grigolin. Dentro de diez días estaré en Verona. Mis cuatro exploradores, después de 82 días de viaje, llegaron al Kordofán desde El Cairo, y allí tomaron una casa con jardín, que yo pagaré.

Dé saludos a mis conocidos de S. Martino, y a esa buena familia en cuya casa empiné el codo con Mons. Giuliani, y rece por



Su afmo. discípulo

Daniel Comboni

Provicario Aplico. de Africa Central






462
Mons. Luis de Canossa
0
Roma
4. 8.1872

N. 462 (433) - A MONS. LUIS DE CANOSSA

ACR, A, c. 14/98

Alab. J. y M. Eternamente así sea.

Roma, 4 de agosto de 1872

Excelencia Rma.:


 

[3034]
Por fin me dispongo a partir: mañana voy a Florencia, pasado a Piacenza y el jueves a Verona. Después de mucho correr de acá para allá (porque el P. Boero y Mons. Bartolini sabían poco del asunto) vi al abogado Morani y pude enterarme del punto en que se encuentra la Causa de su venerable Tía. Hablé vehementemente al respecto con el Papa en presencia de D. Pedro, y en noviembre habrá Congregación General sobre los Escritos no de ella sino acerca de ella. Llevo conmigo el sumario impreso. Por lo que me fue posible averiguar, se necesita dinero para hacer progresar la Causa. Todos los santos han hecho asombrosos milagros; pero ninguno (desde Urbano VIII) ha hecho todavía el milagro de ser canonizado o dejarse canonizar sin monises. Eso sí, todos, empezando por el Papa, muestran una magnífica disposición hacia tal Causa.


[3035]
En cuanto a su pregunta sobre si me corresponde el tratamiento de Monseñor, etc., cum rubore contesto que los oficiales de Propaganda me dijeron que me corresponden (además de la jurisdicción) los accesorios inherentes a la dignidad de Ordinario y Jefe de un Vicariato. Por tanto, en parte atuendo, anillo, etc. Todos los Obispos con los que he hablado, el Cardenal Monaco, Mons. Giacobini, y todos los que están versados en las cosas de Misión, así como muchos Cardenales y Prelados romanos, el autor del Acta S. Sedis, etc., me llaman Monseñor. Los documentos y facultades recibidos de Propaganda me dan el tratamiento debido a los Obispos, es decir (R. P. D. Daniel) R.do Patri D.no Comboni. En suma, casi todos dicen que me corresponden los títulos de los Ordinarios. Giacobini, nuestro minutante, dice que soy verdadero Prelado romano. Sólo dos excelentes Canónigos romanos dicen que quiza no me corresponde el «Monseñor», porque no hay ningún decreto que otorgue al Provicario este tratamiento. En todo el mundo hay sólo cinco Provicarios.


[3036]
Mi predecesor, Knoblecher, que sucedió a Ryllo, tenía los ornamentos pontificales y se hacía llamar Monseñor, y todos los Padres Agustinos de Nápoles (en cuyo convento murió Knoblecher) que me han mostrado su tumba, me han contado las ceremonias que hubo a su muerte, y que fue expuesto durante tres días con ornamentos pontificales. En cambio, el último Provicario, Kirchner, no llevó ningún distintivo en los pocos meses que ocupó ese cargo. Cuando Propaganda escribe a un Obispo Vicario Apostólico dice, por ejemplo: R. P. León Meurin Obispo, etc., Vicario Apostólico etc. Y para dirigirse a un Provicario, como en mi caso, escribe: Rmo. Señor D. Comboni, etc., Provicario.


[3037]
Pues bien, ¿qué hago yo? Lo acepto todo. Si alguien me llama Monseñor, no me opongo; como tampoco me opongo, incluso me agrada, si alguien me dice Rdo. o D. Daniel, etc. Lo que por el contrario me preocupa es la gravísima y tremenda tarea que me ha impuesto la Santa Sede. Excepto la vestidura talar y el collarín y el an-



N.B. De esta carta falta la parte final (desde p. 4).






463
Firma en escritura notarial
1
Verona
23. 8.1872
N. 463 (1158) FIRMA EN ESCRITURA NOTARIAL

ANDV, n. 1235-129



Verona, 23 de agosto de 1872





464
Firma en escritura notarial
1
Verona
23. 8.1872
N. 464 (1159) FIRMA EN ESCRITURA NOTARIAL

ANDV, n. 1236-130



Verona, 23 de agosto de 1872





465
Abad Casaretto
0
Viena
2. 9.1872

N. 465 (434) - AL ABAD CASARETTO

ACSR, Corrisp. Casaretto-Hadrian

Viena, 9 de septiembre de 1872

Rmo. P. Abad y muy dilecto Padre mío:

[3038]
Aprovecho esta ocasión para ofrecerle mis más cordiales expresiones de devoción y decirle que, antes de partir de Verona, y en conformidad con su carta a D. Pío, fui a presentar sus respetos a Mons. Canossa, el Obispo de Verona, el cual me ordenó comunicarle que cuando usted se dirija de Milán a Venecia se detenga en Verona para alojarse en el Palacio Episcopal, pues Monseñor estará encantado de pasar un poco de tiempo con usted, a quien tanto quiere y estima. Por mi parte le digo que estoy muy contento de tener conmigo a D. Pío, que ha producido a todos una inmejorable impresión en Verona y en Alemania. Hice que lo examinasen famosos médicos, los cuales aseguraron que se curará, sobre todo cuando vuelva a su tierra. Luego, aquí en Viena, ha despertado en todos el mayor interés, y creo que producirá una viva y excelente impresión también a S. M. Apostólica, ante el cual lo conduciré mañana a las diez. Me parece muy bueno, y digno del nombre que lleva. Pero mi esperanza es que él sea la primera piedra de la Orden benedictina observante que pongamos en mi vasto Vicariato, y que tras el buen resultado de la empresa usted me prepare más benedictinos, que vengan a civilizar la infeliz Nigricia.


[3039]
Sí, la santa Orden que ha civilizado el mundo debe realizar su obra en Africa Central. Allí, con la ayuda de Dios, le prepararé casas y terrenos, y al mismo tiempo los medios pecuniarios, tras lo cual usted debe destinar allí sin falta hombres formados a la sombra de la Sagrada Cueva, que hagan llegar su santo espíritu a la infeliz Nigricia. Lo que ahora le puede parecer una quimera, dentro de unos años será algo factible y puesto en ejecución. Yo hago todos los días votos por ello. Africa Central es grande, y usted puede hacer lo que quiera en esos países mejor que en nuestra desdichada Italia, donde hay más enemigos con los que luchar que entre los negros de Africa. Don Pío está muy bien. Ha viajado día y noche conmigo, los vómitos se han vuelto menos frecuentes y un solícito cuidado lo restablecerá por completo. Entretanto, le doy a usted las gracias por habérmelo concedido. Ruegue por mí, que soy feliz de llamarme



Su devotmo. hijo Daniel Comboni

Provicario Aplico. de Africa Central






466
P. Estanislao Carcereri
1
El Cairo
1.10.1872

N. 466 (435) - AL P. ESTANISLAO CARCERERI

APCV, 1458/311

El Cairo, 1 de octubre de 1872

Concesión de facultades.


 

467
Card. Alejandro Barnabò
0
El Cairo
5.10.1872

N. 467 (436) - AL CARD. ALEJANDRO BARNABÒ

AP SOCG, v, 1003, ff. 716-717v

El Cairo, 5 de octubre de 1872

Emmo. y Rmo. Príncipe:


 

[3040]
Ante todo le pido disculpas por haber tardado demasiado en escribirle desde mi marcha de Roma. El cuidado que tuve para disponer bien las cosas en Europa en favor de la Nigricia, y las ocupaciones surgidas en El Cairo después de una ausencia de más de dos años, no me permitieron cumplir con este deber.


[3041]
Ya desde Roma temía yo que el escándalo causado por el Gobierno de la Sublime Puerta al expulsar de Constantinopla al legítimo Patriarca de los armenios, Mons. Hassun, influiría en el espíritu del Gobierno y de los musulmanes de Egipto, y que por tanto podría repercutir de algún modo, ahora o más tarde, en el apostolado de Africa Central. No me he engañaba respecto a Egipto, porque en El Cairo he podido constatar que los musulmanes han prestado atención a lo ocurrido en Constantinopla, aunque todavía no han llegado a cometer aquí ningún acto de hostilidad contra la Iglesia Católica.


[3042]
Su Alteza el Jedive, que antes tenía en torno a sí franceses, ahora empieza a rodearse de prusianos, y se mueve según el viento que hoy domina en Europa. Así las cosas, por el bien de la Nigricia yo consideré oportuno ir a Europa a ver a S. M. el Emperador de Austria para recomendarle fervientemente el Vicariato de A. C., del que desde 1851 es protector, en la firme convicción de que, dada su alta influencia personal sobre el Jedive –la cual se hizo más considerable cuando S. M. vino a Egipto para la inauguración del Canal de Suez–, podría ayudarme a alcanzar mi objetivo de favorecer lo más posible a la Nigricia. Su Majestad Apostólica me recibió en larga audiencia privada, en la que me mostró un vivo interés por la misión y me prometió la más amplia protección. Esto, unido a las comunicaciones oficiales del Nuncio Aplico. respecto al Vicariato, influyó poderosamente a mi favor en el Ministerio de Asuntos Exteriores: desde allí escribieron al I. R. Consulado General austrohúngaro de Egipto, donde he encontrado los ánimos bien dispuestos para obtener del Gobierno egipcio un Firmán de protección que utilizar en todas las posesiones egipcias de Africa Central.


[3043]
El segundo fin por el que emprendí el viaje a Viena fue ponerme en contacto con el Alto Comité de la Sociedad de Viena, llamada Mariana, para exponerle con buenos modos su especial mandato de que ayude con todas sus fuerzas a la Misión católico-apostólico-romana de Africa Central, y animarlo a complacer plenamente los justos y rectos deseos de Propaganda y del Provicario Apostólico. Tuve la suerte de encontrar al ilustre Vicepresidente, el Barón de Spens, alma de la Sociedad Mariana, totalmente romano y papista, que ha dejado de ser cesáreo (pero no de ser buen católico) desde la época en que el Gobierno austríaco abandonó el rumbo seguido hasta entonces para caer víctima del moderno liberalismo. Además vi a todos los miembros del Alto Comité bien animados de verdadero celo para hacer prosperar la Sociedad en beneficio de la Santa Misión.


[3044]
La Sociedad Mariana, cuyo más denodado colaborador fue el viejo Barón de Spens, desde 1851 hasta 1867 dio para Africa Central más de un millón de florines, o sea, la bonita cantidad de quinientos mil escudos romanos. Hoy día se encuentra reducida a la mínima expresión.


[3045]
Por otra parte, aquí en El Cairo he encontrado en bastante buen estado los Institutos de negros, de cuyo Reglamento daré cuenta exacta a V. Em.a Rma. Aún no he podido saludar al veneradísimo Delegado Aplico., el cual estaba en Siria y ahora se encuentra en las Estaciones del Canal de Suez.


[3046]
Estoy preparando las cosas para la marcha a Africa Central, y con el próximo vapor le enviaré, para someterlo a su criterio, el plan de este viaje y de la Visita Pastoral al Vicariato que me recomendó la sabiduría y solicitud de V. Em.a Rma.

Agradeciéndole profundamente cuanto se ha dignado hacer por la pobre Nigricia, le renuevo mis protestas de perfecta obediencia y devoción, con las cuales tengo el honor de suscribirme



De V. Em.a Rma.

hummo., obedmo. y devotmo. hijo

Daniel Comboni

Provicario Aplico. de Africa Central






468
Propag. de la Fe, Lyón
0
El Cairo
10.10.1872

N. 468 (437) - A LA PROPAGACION DE LA FE DE LYON

«Les Missions Catholiques» 178 (1872), p. 633

El Cairo, 10 de octubre de 1872


 

[3047]
En este momento preparo la expedición a Jartum y al Kordofán, adonde voy para hacer la visita pastoral del Vicariato de Africa Central. La partida de la caravana tendrá lugar el mes de noviembre. Es inquebrantable mi confianza en el éxito de esta empresa, que tiene la bendición de la S. Sede y de Pío IX, nuestro Santo Pontífice, que nos concede una bendición especial.



Daniel Comboni



Original francés.

Traducción del italiano






469
P. Henri Ramière
0
El Cairo
10.10.1872

N. 469 (438) - AL P. HENRI RAMIERE

«Messager du Coeur de Jésus» xxi (1872), pp. 415-416

El Cairo, Instituto de Negros

10 de octubre de 1872



Muy Revdo. y estimado Padre:


 

[3048]
Seguramente no ha olvidado la Obra de la regeneración de Africa, de la que tuve la satisfacción de hablarle con detenimiento durante el Concilio, y con vistas a la cual ha sido fundado en Verona el Instituto para la Misiones de la Nigricia. Esta Obra está consagrada a los Divinos Corazones de Jesús y María, cuya poderosísima protección nos ayudará, espero, a establecer de forma duradera la fe católica en las inmensas regiones de Africa Central. Esta gran empresa apenas ha tenido un inicio de ejecución. La Santa Sede ha confiado a mi Instituto el Vicariato Apostólico de Africa Central, que se extiende al norte desde Egipto hasta Trípoli, y que se prolonga al mediodía hasta los doce grados de latitud Sur. Es la diócesis más grande del mundo, puesto que supera en extensión al conjunto de Europa.


[3049]
Hay en ella más de ochenta millones de infieles, y acaso no llegan a doscientos los católicos con que cuenta. Puesto en calidad de Provicario Apostólico al frente de esta inmensa grey, recurro a usted, reverendo Padre, y a los Socios, para que me ayuden a hacer volver a los caminos de la vida a estos infelices que están sentados a la sombra de la muerte. Es preciso que el Divino Corazón de Jesús reconduzca al redil de la salvación a todas estas ovejas descarriadas. Para obtener tal milagro me propongo empezar mi Misión con una consagración solemne de todo mi Vicariato a ese Corazón infinitamente misericordioso. Pienso realizar este proyecto en cuanto llegue a Jartum o al Kordofán. Mas para que el Corazón de Jesús acoja mejor nuestro homenaje, deseo ofrecerlo en unión con los Socios del Apostolado de la Oración. Por tanto, le ruego insistentemente que tenga a bien redactar el acto de consagración, inspirándose en todo su celo por la gloria del Corazón de Jesús.


[3050]
Si accede a mi súplica y sus Socios obtienen para nosotros del Sdo. Corazón de Jesús, por intercesión de los Santos Corazones de María y José, las solas bendiciones que pueden hacer fecundo nuestro trabajo, será para mí un placer mandarle informes sobre la marcha de la Misión.

«Nigricia o Muerte», será mi grito de guerra hasta el fin de mi vida.

Acuda, pues, en mi ayuda, queridísimo Padre, y considéreme en los divinos Corazones que son nuestra común esperanza



Suyo afmo., Daniel Comboni

Provicario de Africa Central



Original francés.

Traducción del italiano






470
Card. Alejandro Barnabò
0
El Cairo
15.10.1872

N. 470 (439) - AL CARD. ALEJANDRO BARNABÒ

AP SOCG, v, 1003, ff. 718-719

J.M.J.

Viejo Cairo, 15 de octubre de 1872

Emmo. y Rmo. Príncipe:


 

[3051]
En la esperanza de que V. Em.a haya recibido la última que le escribí desde esta capital, voy exponerle y someterle ahora el modo como intentaría realizar la próxima expedición a Africa Central, por ir ya por buen camino la tramitación de un Firmán de protección, que S. A. el Jedive está a punto de concederme.


[3052]
Ante todo debo señalarle que en Jartum está la antigua Estación con un gran jardín, a un lado del cual se levanta la amplia residencia de los misioneros, y al otro la casa llamada de Casolani, porque la habitaron los misioneros desde Casolani a Gostner (de 1848 a 1855). En esta última hay ahora unas treinta negritas, sin ninguna directora adecuada. Igualmente en El-Obeid, en el Kordofán, tenemos un amplio jardín donde se encuentran diseminadas cuatro pequeñas casas. En una de ellas están los cuatro exploradores con algunos negritos, y en otra hay algunas negras, una de las cuales es una vieja casi desdentada que hace de Madre Superiora.


[3053]
Tanto en Jartum como en el Kordofán, cristianos de diversas sectas, e incluso musulmanes, piden con insistencia que se abran escuelas.

Después de sopesar debidamente todas las circunstancias, y de suplicar fervientemente al Señor que me guíe bien en tan relevante asunto, estoy convencido de que sería necesario elegir ya en los dos Institutos de El Cairo algunas personas entre las más preparadas y maduras para ocupar la Estación de Jartum, que está provista de lo necesario. Y después de abrir y poner suficientemente en marcha allí dos casas, yo iría al Kordofán con dos sacerdotes y dos hermanos laicos para establecer adecuadamente aquella Estación y preparar también allí una casa femenina en la que instalar a su debido tiempo a las Hermanas y a las Maestras negras.


[3054]
Así, yo creería conveniente elegir en los Instos. preparatorios de El Cairo:

1.o Cinco Sacerdotes ya aclimatados, con tres catequistas y píos artesanos europeos.

2.o Cuatro Hermanas, con siete u ocho expertas Maestras negras.

La pequeña familia masculina embarcaría en una dahhabia, o barco fluvial, con camarotes bastante cómodos; la familia femenina iría en otra dahhabia todavía más cómoda. Las dos embarcaciones navegarían siempre a poca distancia la una de la otra, y así se haría el viaje de El Cairo a Asuán, de Schellal a Korosko y de Berber a Jartum.


[3055]
Luego, la manera de realizar el viaje por el desierto desde Korosho hasta Berber (de Asuán a Schellal no hay más que dos horas) sería la siguiente: Se dividirían los camellos en dos pequeñas caravanas, una a diez minutos de distancia de la otra. La que iría delante sería la masculina, detrás de la cual iría la femenina seguida a cierta distancia por dos Hhabir, o guías gubernativos obtenidos a este objeto del Gran Jefe del Desierto. Por la noche, las dos pequeñas caravanas católicas se cobijarían bajo dos grandes tiendas, que ahora estamos preparando. Estoy convencido de que de este modo se realizaría un viaje conveniente en todos los aspectos, y completamente seguro.


[3056]
Bajo la administración de mis predecesores Knoblecher y Kirchner, los sábados utilizábamos siempre grasa animal, cuando la teníamos, por falta de aceite. Entre las facultades que la S. C. se ha dignado conferirme, no figura en absoluto la autorización para no comer de vigilia los sábados. Sin duda mis predecesores recibirían permiso para ello mediante documento especial. Ya en aquellos tiempos se me decía que la S. C. había dispensado de la vigilia incluso los viernes, porque en Africa Central no existe el aceite, y en el Nilo Blanco no se hace mantequilla. Por tanto, para mi tranquilidad de conciencia (no pudiendo la costumbre tener fuerza de ley en una Iglesia recién nacida), suplico a V. Em.a me obtenga de S. S. especial privilegio al respecto, en la seguridad de que lo utilizaré con toda cautela y prudencia.


[3057]
La semana pasada fui a Alejandría a presentar mis respetos a Monseñor Ciurcia, que me entregó el inventario de Schellal. No se encuentra en buen estado de salud, aunque hay alguna mejoría. Roguemos al Señor que se digne conservar para tan difícil y espinoso cargo a este distinguido Prelado, que difícilmente podrá tener un sucesor similar a él.

Confiando en tener pronto el honor de recibir sus venerados escritos, le beso la sagrada púrpura y me declaro con la más profunda veneración



De V. Em.a Rma.

hummo. obedmo. y devotmo. hijo

Daniel Comboni, Provco. Aplico.