N. 911 (868) – NOTE ON A LETTER IN GERMAN
ACR, A, c. 20/56 n. 4
February 1880
N. 912; (869) – TO CARDINAL LUIGI DI CANOSSA
ACVV, XVII, 5, B
Rome, Hotel Anglo-Americano, 1 March 1880
Most Reverend Eminence,
Perdone por el retraso; pero fui enseguida al número 14 de Via Principe Amadeo, y llamé con mi camarero a las diez viviendas de que está compuesta la casa, pero no encontré al Conde Concastelli. Finalmente probé de nuevo esta mañana, y averigüé que habita en la planta baja, en casa de una maestra. Como él no estaba, porque había ido a la Sociedad Geográfica, entregué la carta de V. Em.a a sus hermanas de Mantua, y les dejé recado de que venga a verme. Es un joven de veintidós años, me dijeron; es todavía estudiante, y su padre está en Bolonia.
Fui luego al Ministerio de Instrucción Pública, y hablé durante más de una hora con el amabilísimo Com. Jerónimo Nisio, jefe de la oficina privada del Ministro, y fue muy sensible a la exquisita gentileza de V. Em.a al buscar información respecto a él y sobre su situación, y me habló de usted con entusiasmo. También me expresó una gran estima hacia el excelente Prof. Prefecto Mons. Stegagnini y el Prof. Bianchi, los cuales son –dijo– insignes como profesores, y muy buenos. Luego me entregó para V. Em.a y para mí sendos billetes, diciéndome que estaba dispuesto a complacer a V. Em.a y a mí en todo aquello que deseásemos. Me ha dado la impresión der ser un hombre excelente, y parece muy contento de su situación.
Le reitero mi agradecimiento por todo. Estoy hecho cisco. En el Consistorio para los cinco capelos cardenalicios había, además de todos los Cardenales presentes en la Curia, más de setenta Obispos de las cinco partes del mundo, con todos los Embajadores, etc. Monseñor Cataldi hizo de maestro de ceremonias en lugar de Mons. Martinucci, que estuvo a punto de morir (me lo dijo él mismo) porque la podagra se le subió a la cabeza.
Rogándole que presente mis respetos al Marqués Octavio, a D. Vicente, etc., etc., me declaro con la veneración más profunda
De V. Em.a Rma. devotmo.
† Daniel Obispo y Vic. Ap.
El fin con el que me llamó el Emmo. Simeoni por orden del Santo Padre es el de tratar sobre dos nuevos Vicariatos Aplicos. en Africa y establecer sus límites. Allí hay presiones de todos lados; es preciso que acabe por doblar la cabeza ante la Cruz. Haec inter nos.
Salude de mi parte a Parracchini, ese Canónigo de tanta valía, y dígale que el día del buen Ecónomo San José, pediré la bendición apostólica para él y los buenos veroneses. También Omodei predica estupendamente en la iglesia de Jesús, en medio de gran concurrencia. Y¡espere!: apenas llegado a Roma, muchos me dijeron en Roma y en el Vaticano que, el primer domingo de Caresma, ¡¡¡había hablado de mí y de Mons. Massaia desde el púlpito en Jesús!!! ¡Dios mío!, aún no he tenido el valor de ir a decir misa allí. Africa y su conquista para la Cruz interesan a todos, y, con el poder de la oración, la bandera de Cristo se impondrá en aquellas tierras.
N. 913; (870) – TO CARDINAL LUIGI DI CANOSSA
ACR, A, c. 14/102
Rome, 7 March 1880
Most Reverend and Eminent Prince,
Monseñor Bacilieri me escribió en nombre de Vuestra Eminencia haciéndome el honrosísimo y agradable encargo de representar a V. Em.a , con motivo de la solemne festividad de hoy, día de Santo Tomás de Aquino, en el solemne acto de total y sincera adhesión a la Encíclica Aeterni Patris, y de representar también al magnífico e insigne Cabildo de la Catedral de Verona y a nuestro Seminario Episcopal, dignamente gobernado por nuestro querido Bacilieri.
Pues bien, le comunico que hoy yo he sido de los primeros Obispos en ponerme a los pies de nuestro Santo Padre León XIII, en presencia de casi todos los Emmos. Cardenales presentes en la Curia, de más de setenta Obispos, y de las representaciones de las Academias y Universidades y de numerosísimos Seminarios de todo el mundo –Australia, América, Asia Africa y Europa–, y le rendí homenaje en nombre:
1.° De Vuestra Eminencia.
2.° Del magnífico Cabildo de Verona, del cual entregué en las manos del Santo Pontífice el espléndido Mensaje, que a su vez él entregó luego a Mons. Gaudenzi.
3.° Del venerable Seminario Episcopal de Verona, cuyo hermoso Mensaje presenté también, diciendo al Santo Padre que Mons. el Rector y otros Profesores hicieron la teología en Roma, en el Colegio Romano, de lo cual el Papa se mostró sumamente complacido y satisfecho.
4.° Le ofrecí por escrito mi homenaje de adhesión a la Encíclica Aeterni Patris, manifestándole después la devoción que usque ad sanguinis effusionem le tenemos nosotros, el Colegio de las Misiones para la Nigricia de Verona y de Egipto, y todos los misioneros del Vicariato Apostólico de Africa Central; lo que el Santo Padre agradeció enormemente, saludando y bendiciendo a Vuestra Eminencia de todo corazón, y bendiciendo también de corazón al magnífico Cabildo de Verona, al Seminario, a Africa, y al venerable Instituto de los Estigmatinos de Verona, para cuyo Rmo. Prepósito General, el P. Vignola, pedí una bendición muy especial, y otra asimismo para el P. Sembianti. De las dirigidas al Cabildo y al Seminario di noticia telegráfica al buen Bacilieri.
Tras el mensaje general, leído en nombre de todos por Mons. Tripepi, el Santo Padre se puso en pie y pronunció un estupendo discurso en latín ciceroniano, que a todos conmovió, pasando luego a explicar de forma maravillosa y como el Papa más sapiente el sentido sublime de la Encíclica, etc., etc., que leyó: empleó en el discurso 42 minutos medidos con el reloj.
Después, a gran parte de los teólogos (entre los cuales, aunque indignísimo, hicieron que figurase yo, a quien quieren nombrar miembro de la Academia de Santo Tomás) nos condujeron al jardín y nos fotografiaron.
Yo cedí a la emoción y lloré al oír de labios del Pontífice el espléndido, clásico discurso del Papa, en el que anunció que pronto va a publicar cartas pontificias con las que proclamará a Santo Tomás Patrono de las Academias y Universidades católicas de todo el mundo.
Intervine en la reunión académica presidida por el Card. Parrochi (que le saluda de corazón y parte esta tarde para Bolonia), y fue un verdadero triunfo mundial. Descuella entre todos, sin parangón, el discurso leído por el P. Cornoldi, que recogió los aplausos de todos los Cardenales, Obispos y doctos de la asamblea, etc., etc.
Fui dos veces a casa de los Condes Concastelli, y ellos vinieron a verme a mí, etc.; pero esto en otra ocasión. El capelo está hecho y dispuesto, con el cordón cardenalicio. He echado un rapapolvos a Morani, por el retraso.
Parece que no le gustó mucho a D. Falezza mi carta, porque me escribió diciéndome que ahora está enfermo y no puede ocuparse de escapularios, etc., y me rogaba que buscase a alguien que hiciera las gestiones cuando yo me hubiera marchado de Roma, etc. Yo le contesté que nadie puede servirle mejor que el P. Cirino, de los Teatinos, que tiene un gran celo. Pero precisamente también el P. Cirino me ha dicho que es un asunto feo y embrollado. El plan que expuse por carta a V. Em.a para un nuevo escapulario es lo único que puede evitar el lío inminente.
Estoy muy cansado. Llevaré conmigo la Gerarchia Cattolica. Le beso la sagrada púrpura.
Su obedmo., hummo. hijo
† Daniel Obispo
En este momento (4 p.m. del 7 de marzo) un tal José Graziani me trae su estimadísima del 29 del pdo. febrero, y una de D. Vicente: dice que mañana me traerá otro paquete. Haré cuanto V. Em.a me manda. Ayer estuve hablando con el P. Calencio, de los Filipenses, al que rogué seguir adelante con los Obispos y pasar los más que sea posible, y no sólo seis. Pero hubo quien era contrario a ello y metió la nariz desde fuera de Roma, parece. Pero volveré a ir allí, y le escribiré acerca de todo.
N. 914; (871) – TO HIS FATHER
ACR, A, c. 14/119
J.M.J.
Rome, 8 March 1880
My dear Father,
Deseo saber cómo te encuentras. Yo estoy muy contento de que hayas escrito a Virginia. Mi criado americano tiene mucha suerte en la lotería; saca un número cada semana, y el sábado ganó un premio de 50 táleros, y enseguida hoy me ha traído 100 liras para Africa: continúa rezando a San José para ganar en la lotería.
Como representante de Africa Central, del Emmo. Cardenal Obispo de Verona, del Cabildo de los Canónigos de Verona, del Seminario Episcopal de Verona y de mis establecimientos, así como de algunas Academias, en presencia de los Emmos. Cardenales y Obispos presentes en la Curia y de los más ilustres hombres de ciencia y sabios del universo, rendí homenaje ayer al Papa León XIII, y entre otras cosas le pedí la bendición para ti y nuestros parientes. Pronunció un discurso tan elegante y sublime en perfecto latín que dejó maravillados a todos, y exaltó la ciencia cristiano-filosófica de Santo Tomás de Aquino, que propuso como maestro de los sabios católicos y protector de las Academias y de las Universidades cristianas.
Yo fui elegido miembro y socio de la Academia de Santo Tomás de Aquino, y encima hoy he sido nombrado miembro y socio también de la Academia de los Arcades.
Mañana, a las cuatro, todos los académicos seremos fotografiados en el Vaticano. Pero lo que vale más que todos estos santos ruidos académicos son las nueces de la salvación del alma. Salvando el alma, lo habremos logrado todo. Está aquí en Roma mi Secretario, D. Jeremías Properzi, venido de Sestri Levante. Saluda de mi parte a Teresa, y dile que escriba a Virginia. Necesita consuelo, porque está afligida. El maestro y el hermano de Virginia viven ya en pequeña casa aneja a la de las Hermanas. Fiat.
Muchos saludos a nuestros parientes, a D. Luis, al Rector, etc., etc.
Tu afmo. hijo
† Daniel Obispo y Vic. Ap.
Mi ecónomo, aunque marzo es su mes, se hace ahora el sordo conmigo: hay que devolverle el oído.
N. 915; (872) – TO CARDINAL GIOVANNI SIMEONI
AP SC Afr. C., v. 8, ff. 1051–1052
Rome, 10 March 1880
Most Eminent and Reverend Prince,
Monseñor Mateo Kirchner, de Bamberg, que fue Provicario Aplico. de Africa Central de 1858 a 1861, recibió en 1861 el nombramiento de Camarero Secreto de S. S. Pío IX (d. s. m.), título que ostentó hasta la muerte del llorado Sumo Pontífice.
En su patria, realizó encomiablemente las tareas de Rector del Seminario Bamberg, y fue durante muchos años Diputado del Centro en el Parlamento Alemán, en Berlín, reforzando con su presencia el grupo de los 94 Diputados católicos. Finalmente, desde hace varios años, es Arcipreste Deán del Decanato de Sessltitz, de la archidiócesis de Bamberg, en Baviera, donde con apostólico celo, y como verdadero sacerdote apostólico romano papal, desempeña su alto cargo.
Como sucesor del mencionado Mateo Kirchner en el gobierno de Africa Central, y a instancias de probadísimos eclesiásticos amigos suyos y míos, imploro a V. Em.a Rma. que por la Santidad del reinante Pontífice León XIII le sea confirmado el antedicho título de Camarero Secreto que antes tenía, y mejor todavía si fuese elevado a la dignidad de Prelado Doméstico. Por otra parte, en 1861 obtuvo de la S. Congreg. el título de Misionero Apostólico ad hon., y es un hombre docto, diligente y pío, cuyo Decanato quedaría realzado con ello.
En la seguridad de que S. E. el Nuncio Aplico. de Baviera confirmará la verdad de lo aquí expuesto, espero de la bondad de V. Em.a Rma. ver satisfecha mi humilde súplica.
Que de la gracia, etc.
† Daniel Comboni Obpo. y Vic. Ap.
N. 916; (873) – TO MADAME ANNA H. DE VILLENEUVE
AFV, Versailles
15 March 1880
Short note.
N. 917; (874) – TO CARDINAL GIOVANNI SIMEONI
AP SC Afr. C., v. 8, f. 1053
Rome, 15 March 1880
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N. 918; (875) – TO CARDINAL LUIGI DI CANOSSA
ACVV, XVII, 5, B
Praised be Jesus and Mary forever, Amen
Rome, 17/3 80
Most Eminent and Reverent Prince,
Fui a ver a Giomini y le encargué un nuevo capelo, sin cordón, de 20/17' y no de 19/16' como el primero, según las veneradas instrucciones de Vuestra Eminencia. El capelo cuesta 18 y el cordón 14. En cuanto al capelo que le mandé, si otros lo quieren, cuesta 18; y si no lo quieren, guárdelo para mandármelo en la primera oportunidad, que él acepta la devolución. Y si tampoco quiere el cordón, mándemelo asimismo: Giomini lo aceptará, porque así lo hemos acordado. Por otra parte, el nuevo capelo estará listo para la semana próxima, y yo lo llevaré a Verona a mi vuelta, que será pronto, eso si no se me presenta antes ocasión propicia. Dejé su carta en casa de Mons. Tripepi, porque él no estaba. Luego me lo encontré en el camino de regreso, y me dijo que la leerá , y que hará lo que usted desea.
A mi pesar, no puedo encontrarme en Verona para el día de San José. Presente por eso mis excusas a D. Vicente, al que había prometido que en caso de estar en Verona haría la función en Sta. Maria in Organo.
Fui a visitar al Emmo. de Falloux, y, usando de la facultad recibida, le pedí en nombre de V. Em.a que me permitiera presentarle sus dos sobrinos, los Condes Concastelli, para que en caso de necesidad los cubra con su alta protección. Me contestó dándome afectuosos saludos para V. Em.a , y diciéndome que un deseo de su querido y venerado colega el Emmo. Card. de Canossa es para él una orden, y que se los presente, que les dispensará adecuada acogida.
Paso a besarle la sagrada púrpura. Pero no sin decirle que estoy contentísimo de que el buen Padre Sembianti se instale definitivamente en el Insto. Africano el día de San José; y que esta mañana, después de oír el sermón que el P. Eusebio ha pronunciado ante el Papa, he conseguido que el Santo Padre le conceda en ese día la bendición apostólica.
Su obedmo. hijo † Daniel Obispo
N. 919; (876) – TO HIS FATHER
ACR, A, c. 14/120
J.M.J.
Rome, Anglo-American Hotel, 18/3 80
My dear Father,
Recibida la tuya del 15 de marzo, me complazco en enterarme de que has escrito a Virginia. Yo la induje a que aceptase ir a la casita que se comunica interiormente con el Instituto, e incluso forma parte del mismo, porque no quiero interferirme en absoluto ni poner el mínimo obstáculo al nuevo Superior, a fin de que organice el Instituto a su manera. Es un verdadero santo, y espero que me dará buenos, excelentes misioneros. Y esto a pesar de estar yo seguro de que ha sido ganado por las artimañas secretas de quien no quiere que se estudie el árabe porque él mismo no lo estudió ni en Verona ni en Egipto, y tampoco quiere que se hagan observaciones sobre la economía, que él no conoce, etc. Por eso intrigó para que el maestro árabe se marchara; pero como el maestro no se iba sin la maestra, cuyos padres se la habían confiado, hizo lo mismo con ella.
Pero ha echado mal sus cuentas; porque el nuevo Rector, obedeciendo mis deseos, no sólo mantuvo mis órdenes respecto al estudio del árabe, sino que después de Pascua y de los exámenes lo aumentará una hora más en los domingos y fiestas. Y encima se ha tratado de inducir al Rector a que también tú con Teresa vayáis a vivir a la casita cuando esté yo; y si no hay sitio suficiente (que lo hay de sobra), a que el maestro pase de modo provisional a una habitación del Insto. masculino. Animo, pues, son tormentas que pasan; si bien me duele que sufra Virginia, a quien la misión de Africa y los Institutos de Verona son deudores de tantos servicios, y que ha expuesto tantas veces la vida y que me fue la más fiel en las dificultades. Pero cuando yo vuelva a Verona lo comprobaré todo, y veré lo que se puede hacer. Mientras, rezad tú y Teresa, y escribidle a menudo para confortarla.
Espero que el resfriado sea momentáneo y pase pronto o haya pasado.
De Africa tengo buenas noticias, excepto de ese bribón de francés ladrón y uno de los laicos de Bérgamo, a los que D. Luis ha expulsado definitivamente de la misión (y en Verona se portaban bien). Hago todo lo posible por estar en Verona dentro de diez o doce días. Bendigo a todos.
† Daniel Obispo
N. 920; (877) – TO HIS FATHER
ACR, A, c. 14/121
Rome, 25 March 1880
Brief Note.