N. 921; (878) – TO CARDINAL LUIGI DI CANOSSA
ACVV, XVII, 5, B
Rome, 30 March 1880
Brief Note.
N. 922; (879) – TO CARDINAL LUIGI DI CANOSSA
ACVV, XVII, 5, B
Praised be Jesus and Mary Forever, amen
Rome, 4 April 1880
Most Eminent and Reverend Prince,
Mañana o pasado llegará a Roma el Emmo. Card. Manning, que está todavía en Inglaterra, y que el año pasado me envió 500 libras esterlinas (12.500 francos oro) de una sola vez; por eso he decidido esperarle para hablar con él sobre cosas importantes. Mas para matar dos pájaros de un tiro, aprovecho la extraordinaria Solemnidad del XIV Centenario de San Benito y mañana temprano salgo para Montecassino, donde además de un gran número de Prelados de todo el mundo (el martes hará misa de pontifical el Emmo. Card. Bartolini, Protector de la Orden Benedictina) estará también el Príncipe Arzobispo de Salzburgo, etc., y así se me levantará el corazón en ocasión tan hermosa y solemne, y encima hay buenas indulgencias que ganar. El miércoles volveré a Roma; y una vez que haya hablado con el Emmo. Card. Manning, que ya habrá llegado de Londres, el jueves, o lo más tarde el viernes, si no ocurre alguna otra cosa, estaré en Verona.
Me ha resultado útil constatar en esta demora en Roma la buena marcha del asunto de la Mqsa. Z..., y el Emmo. Card. Moretti favorece con energía y mucho interés el buen resultado.
Ayer estuvo aquí el Cde. Antonio Portalupi, y la excelente Carolina va muy bien, y todos se encuentran alegres.
Esta noche estoy invitado a una cena diplomática en casa del Príncipe Borghese, a la que acudirán, además de un Cardenal y Prelados, Andrassy, el nuevo Embajador de Francia, el Príncipe Torlonia, los Duques Grazioli y Salviati, etc., etc. etc., y Appony, la esposa del antiguo Embajador de Austria en Londres, que es pasablemente rumbosa.
Y yo siempre soportando cruces: en el Kordofán se ha ido al paraíso Sor María Bertuzzi, de Malcesine, por el tifus. Quizá no se purgó después del viaje.
Besándole la sagrada púrpura, me suscribo
De V. Em.a obed. dev. hijo
† Daniel Obispo
N. 923; (1172) – TO THE ABBOT OF MONTECASSINO
AABM
J.M.J.
Rome, 4 April 1880
Most Distinguished and Reverend Sir,
Admirador sincero y seriamente entusiasta desde mi juventud de las glorias inmortales de Montecassino, que tan importante papel ha desempeñado en la propagación de la fe y de la civilización en el mundo, y devotísimo del gran Santo Patriarca de esa Orden insigne que durante tantos siglos resumió en sí, se puede decir, la historia de la Iglesia, y la civilización cristiana de Occidente, y que ha dado cuarenta y cuatro Papas a la Iglesia, etc., etc., no puedo, encontrándome tan cerca, resistir el imperioso deseo de asistir a las Fiestas que, en conmemoración del XIV Centenario de San Benito, se celebran en Montecassino con tanta pompa de ceremonias de pontifical, que refuerzan y revigorizan la fe, el amor y el respeto a nuestra santísima. Religión.
Por eso, sin reparar en mi indignidad e insignificancia, sino sólo confiando en Dios y en su inmensa caridad que abarca todo el universo, tengo el atrevimiento de pedirle cortés hospitalidad en cualquier lugar perdido del insigne Monasterio o en un rincón de la Biblioteca, a fin de poder asistir a los sublimes actos conmemorativos del día del nacimiento del Santo Patriarca.
Bien es verdad que intervienen en esa estupenda manifestación de la fe y del culto católicos ilustres y distinguidos Prelados, Abades, y nobilísimos personajes eclesiásticos y religiosos, entre los cuales brilla ese luminar de la Iglesia y ornamento del Sacro Colegio, el Emmo. Card. Patrono de la Orden Benedictina, y ese refulgente astro de la misma Orden, que es Su Alteza Rma. el Arzobispo de Salzburgo, ex Abad de la Abadía de San Pedro, y Ordinario del Monasterio de las Benedictinas de Nonnberg, que (en cuanto a existencia ininterrumpida) son los cenobios más antiguos del mundo, nunca suprimidos, y que fueron fundados en 577 y 581 por San Ruperto y Santa Erentrudis, respectivamente; monasterios que se han hecho beneméritos de Africa Central. Mas para mí, que estoy acostumbrado a dormir en el suelo y al raso, durante meses y meses del año, en las abrasadoras arenas y en las selvas del Africa interior, basta, como decía, un rinconcito en el fondo de la biblioteca.
En la seguridad de que su eximia bondad acogerá con benevolencia mi humilde súplica, le comunico que el lunes 5 del corriente, a las 8.34 a.m., saldré de Roma para estar a las 12.34 p.m. en S. Germano, desde donde a pie o en burro subiré al Monasterio, al que espero llegar antes de Vísperas.
Entretanto, anticipándole mis sentimientos de devoción y agradecimiento, y rogándole que presente mis respetos al Emmo. Card. Bartolini, a Su Alteza Rma. Mons. Eder, a los Monseñores Schiaffino. Capecelatro, etc., tengo el honor de declararme con todo respeto y veneración
De V. S. Ilma y Rma.
hummo., devotmo., verdadero servidor
† Daniel Comboni Obispo
y Vicario Aplico. de Africa Central
N. 924; (880) – TO FR FRANCESCO GIULIANELLI
ACR, A, c. 15/2
Verona, 10/4 80
Brief Note.
N. 925; (881) – TO FR GIUSEPPE SEMBIANTI
ACR, A, c. 15/96
Sestri Levante, 23 April 1880
My dear Father,
He recibido en Como su telegrama y su carta, así como la de Hanifan, que confidencialmente remito a usted.
Le incluyo asimismo mi carta a Hanifan, que usted leerá primero, y luego cerrará y enviará, si lo cree conveniente.
El no me pidió marcharse del Insto., ¡¡¡sino sólo que lo mandase inmediatamente a Africa!!! Naturalmente, yo le respondí que no, y lo invité a presentarse a usted y declararle si se someterá o no en todo y por todo a las reglas y pruebas. Si dice que no, es mejor que se vaya ahora; pero como quizá no tenga a nadie, trate de averiguar adónde quiere ir, para que no se encuentre en la calle.
He estado muy ocupado estos días; y tengo un gran cansancio, porque celebré de pontifical, prediqué, fui a Suiza, escribí mucho, etc. Fue estupenda la peregrinación. Eramos trece Obispos.
Le ruego que envíe a Virginia con su hermana a la hora y en el tren que yo le indicaré por telegrama. En cuanto a sus baúles, que los lleven consigo. Haga que Esteban o Santiago las acompañen a la Estación de Porta Vescovo, con los baúles por delante. Que saquen los billetes para Milán, donde las recibirán personas que yo enviaré en mi nombre, o quizá mi camarero, porque todavía no sé exactamente dónde las colocaré hic et nunc: tengo un poco de lío. Y en cuanto usted pueda saber la hora en que saldrán o han salido, telegrafíeme a Sestri, así: partieron a tal hora de la mañana o de la tarde, etc.
Muchos saludos D. Luciano, mis respetos al Rmo. Superior, y rece por
Su afmo. en el Señor
† Daniel Obispo y V. A.
Por favor, mande enseguida la adjunta a Virginia.
N. 926; (882) – TO FR GIUSEPPE SEMBIANTI
ACR, A, c. 15/97
J.M.J.
Sestri Levante, 24/4 80
My dear Father,
Después de pensarlo todo, creo oportuno que a las dos árabes añada Sor Matilde y las Hermanas Casella y Benamati, y que las cinco vengan a Sestri Levante, donde las Hermanas de la Presentación de M. V. les darán cortés hospedaje.
Entregue a Sor Matilde o a Virginia las cartas o telegramas que hayan llegado dirigidos a mí, para que me los traigan a Sestri Levante. En cuanto a los catequistas Isidoro y Sebastián, que permanezcan en Verona aún durante unos días –o sea, hasta la salida de la pequeña expedición–, y haremos que se reúnan con las Hermanas en Roma, para poco después proseguir hacia Nápoles.
Los baúles, tanto los de las dos árabes como los de las tres Hermanas, hágalos enviar a gran velocidad a Sestri Levante, pagando su transporte en tren. Por su puesto, dentro de una semana recibirá un poco de dinero de mí o de Roma.
Mande que las Hermanas y las dos árabes salgan de Verona desde Porta Obispo (haga facturar allí los baúles y entregar el resguardo a Sor Matilde, constituida durante el viaje en Superiora de las Hermanas y de las dos árabes), mándelas partir, decía, como le he telegrafiado, el lunes a las 9.55 de la mañana, en 2ª clase las cinco, sacando los billetes hasta Milán, donde llegadas a la Estación Central a las 3.15 de la tarde, las recibirá mi buen y fiel camarero Domingo, el cual las conducirá luego con dirección a Génova hasta su lugar de destino. Usted podrá servirse de Santiago y Esteban para acompañarlas a la estación, y basta con que pague los billetes desde Verona a Milán, y los baúles desde Verona a Sestri Levante o a Génova: de lo demás me encargo yo.
En cuanto a Hanifan, todo lo que usted haga tendrá mi total aprobación, porque las razones que usted me ha aducido de palabra y por escrito son más que justas. La cuestión es que él no está dispuesto a negarse a sí mismo y adaptarse a la regla; y su disposición actual es un anticipo de la que tendrá mañana, cuando le toque sufrir más. Usted verá si es oportuno tener con él la caridad de recomendarlo al Can. Ortalda de Turín, o a D. Jenaro Martini, donde se admite de todo.
Así pues, si no recibe otro aviso telegráfico, ordene la salida de las cinco mujeres, con Sor Matilde a la cabeza, pasado mañana lunes a las 9.55 de la mañana, del modo que le he dicho más arriba. Pero si le mando otro telegrama, aténgase a lo que diga en éste para retrasar un poco la partida. Porque podría ser que yo me ausentase un día de aquí para hablar con el Obispo ordinario.
Recibo en este punto su carta del 22 del cte. La de Hanifan se la he mandado abierta para someterlo todo a su sabio parecer; por eso le he dado el medio de hacer o no hacer, de entregar o no entregar, según lo estime mejor. En cuanto a Grieff, creo que con buenos modos podría usted tantear el terreno para conocer mejor su verdadera disposición. Se trata de explorarlo bien y ver si podemos conseguir nuestro fin por medios blandos, antes de recurrir a medidas más ásperas y fuertes. Yo estoy en condiciones de emplear con él medios poderosos, e incluso las amenazas, y no tengo [......] ningún temor; pero preferiría que valieran las maneras suaves y caritativas. El pobre hombre esperaba actuar como Superior, y a su modo, y con la hipocresía exterior, engañar a los ingenuos y a los beatos, haciendo en todo su santísima voluntad. Pero Dios, que ilumina a los Superiores, no lo ha permitido esta vez. El Señor conceda a Grieff la gracia de volver al buen camino.
Por lo demás, yo escucho a todos sin que ello suponga dejarme llevar; eso sí, puedo asegurarle que no hago nunca nada sin oír primero a los Superiores. Tenga la seguridad de que aunque Grieff y Hanifan vinieran a hablar conmigo antes de que yo tuviera ocasión de verle a usted, sabría portarme como es debido.
En los dulcísimos Corazones de Jesús y María me declaro
Su afmo. serv. † Daniel Obispo
N. 927; (883) – TO HIS FATHER
ACR, A, c. 14/122
Sestri Levante, 28 April 1880
My dear Father,
Desde hace días me encuentro en Sestri, donde provisionalmente he ocupado el local del antiguo convento, que es muy probable que me sea dado. Aunque rechazo la teoría de los hechos consumados, he ocupado el convento con tres monjas de Verona, más Virginia y su hermana. Cuando el próximo verano yo vuelva a esta playa genovesa, tú y Teresa vendréis conmigo. Yo estoy bien, aunque moralmente he padecido mucho. Pero he sufrido por amor a Dios y por el bien de las almas, y Dios me consolará haciendo quedar con un palmo de narices a quienes injustamente me han hecho sufrir. Reza a Jesús por ellos, y alégrate.
Fui a Lugano y estuve un poco con Eustaquio, etc., y esto después de la misa de pontifical y el sermón que dije en Como, donde nos encontrábamos catorce Obispos, tres de los cuales y yo (o sea, cuatro) fuimos los oradores. Fue un verdadero triunfo de la Fe. Mañana voy a Turín, y el lunes tengo pontifical en Turín; después iré a Milán y Verona, o a Limone y Verona.
Saludos a los parientes, etc. A Teresa, Faustino, Pedro, etc.
Tu afmo. hijo † Daniel Obispo
Virginia, su hermana, Sor Matilde de Verona, y las Hermanas Casella y Benamati, de Malcesine, que están aquí conmigo, y Domingo, mi fiel sirviente, te mandan saludos.
Escribe a: Virginia Mansur, maestra árabe
Casa de D. Angel Tagliaferro
Sestri Levante
N. 928; (884) – TO FR FRANCESCO GIULIANELLI
ACR, A, c. 15/3
J.M.J.
Sestri Levante (Genovesato), 1 May 1880
My dear Fr Francesco,
Con enorme sorpresa acabo de recibir desde Verona un telegrama en el que se me dice que le ha llegado otro a usted exigiéndole el pago de 217 guineas para Zucchinetti, el médico.
Yo recibí desde Jartum carta de D. Bonomi, en la que me hablaba de pagar al Dr. Zucchinetti 217 guineas que ganó del Gobierno egipcio como médico de Gessi Bajá, puesto dotado con 25 guineas al mes y que le conseguí yo de Gordon Bajá. Pero cuando Zucchinetti entregó en depósito dicho dinero a D. Bautista, el Superior de la misión del Kordofán, éste le dijo que no lo quería recibir sin una autorización mía. «Reciba el dinero –contestó Zucchinetti–, que ya hablaré con Monseñor; soy capaz de darlo a la misión».
Yo de ningún modo lo recibiría en donación del Dr. Zuchinetti, porque él no es rico e incluso vive con estrecheces. Pero al menos puedo pretender que me conceda un poco de tiempo para hacer efectivo el dinero. Sin embargo, me entero con estupor de que bajo amenazas se conmina a pagarlo inmediatamente.
Yo no puedo mandar dinero ahora: ya no hay tiempo de hacerlo con este vapor, porque me encuentro en una población pequeña, no en Roma, París, etcétera. Pero con el correo próximo trataré de mandarlo, si Dios me otorga la gracia para ello.
Entretanto asegure a quien le ha presentado el recibo que sin falta se pagará todo, y rápido; y que no me parece nada adecuado que se me vayan a causar molestias por tan pequeña cantidad, a mí, que he gastado y gastaré millones.
Por favor, vaya a ver al amabilísimo Sr. Abogado Bonola, Secretario de la Sociedad Geográfica (que conoce todas mis relaciones con el médico Zucchinetti, y que fue quien me lo recomendó), y ruéguele que interceda para que no se me deriven problemas, porque yo siempre he sido, soy y seré hombre cumplidor.
Ya sabe que es en junio cuando recibo más subsidios; pero haré cuanto esté en mi mano para que se paguen enseguida las 217 guineas.
† Daniel Comboni Obispo
Si recibe giros de Bolonia o de otras partes, pague enseguida las 217 guineas, y asimismo los recibos que le lleguen de Jartum como el dinero de los Frères, y posponga por ahora el pago al Superior de los Maronitas; o bien (pagado el vino) dé como mucho al Abad dos o tres mil francos a cuenta de las 350 guineas, etc. de Ibrahim Khalifa (de quien ha recibido el encargo del cobro el Rmo. Abad de los Maronitas).
En suma, trate de conjurar todas las tempestades, y especialmente la de las 217 guineas, etc.
Por otra parte, recibí sus resúmenes de cuentas, y estoy muy contento con usted. Rezo siempre al dulcísimo Corazón de Jesús y a la Virgen para que le presten su valiosa asistencia en el nuevo cargo que usted desempeña, cargo en el que le ha puesto la pura voluntad divina. Dios le otorgará las gracias necesarias; y si algo le toca sufrir, será sólo por mis pecados, y no por los de usted. Así que manténgase alegre y rece a Jesús por mí.
Le autorizo a leer la adjunta –que escribo al ex médico de la Misión, Virgilio Zucchinetti, o sea, el acreedor de las 217 guineas–, a quien le ha presentado el recibo, y que con amenazas le ha intimado a pagar enseguida; y también a entregarla abierta (para que la lea) al Abogado Bonola, a fin de que la haga llegar a Zucchinetti.
Mientras, yo haré cuanto pueda por ayudarle a usted y por enviarle fondos.
Escríbame siempre a Verona.
† Daniel Obispo
D. Bartolo está en Roma.
N. 929; (886) – TO FR FRANCESCO GIULIANELLI
ACR, A, c. 15/5
Turin, 7/5/1880
Telegram.
N. 930; (887) – TO FR FRANCESCO GIULIANELLI
ACR, A, c. 15/4
Turin, 7 May 1880
Brief note.