N. 841; (802) - AL CAN. JUAN C. MITTERRUTZNER
ACR, A, c. 15/166
Verona, 15 de mayo de 1879
Breve billete.
N. 842; (1222) – INSCRIPTION IN THE ARCHETTI PALACE
A.CIPANI, Campione sul Garda e sue memorie,
Salò,Tip. Devoti,1916, p. 27
Campione, 22 May 1879
Per te itur ad coelestia
O beata solitudo!
Episcopus Daniel Comboni
N. 843; (1238) - AL CLERIGO CARLOS TITZ
ACH - Egipto
Verona, 22 de mayo de 1879
Dimisoria.
N. 844; (1240) - A DON CARLOS CESARI
AOV
Verona, 23 de mayo de 1879
Decr. de Ord.
N. 845; (803) - AL CARD. JUAN SIMEONI
AP SC Afr. C., v. 8, ff. 928-929
N.° 7
Verona, desde el Instituto Africano
26 de mayo de 1879
Emmo. y Rmo. Príncipe:
Le doy las más respetuosas gracias por la benévola licencia que me ha otorgado de ir a Roma para los asuntos de mi arduo e importante Vicariato, y para besar los pies al nuevo Pontífice, nuestro providencial Santísimo Padre León XIII.
Aunque sumamente fatigado, espero desplazarme allí la próxima semana. Mientras, tengo la satisfacción de manifestarle que he encontrado en Verona dos florecientes Institutos para las misiones de Africa Central, verdaderamente imbuidos del espíritu de su apostolado, y cuyos integrantes están todos dispuestos a soportar los sacrificios y el martirio, condición esencial para consagrarse a la conversión de la Nigricia y estar a la altura de nuestro santísimo cometido.
Siento mucho que las cuatro Hermanas de San José que permanecían en Jartum hayan abandonado esa misión (1), sin dar el tiempo necesario para su sustitución en ese importante Instituto femenino; no quisieron esperar ni una semana. Pero, a decir verdad, estaban fatigadas, y habían trabajado intensamente y con mucho celo. Mi excelente representante, el veronés D. Luis Bonomi, se vio en la necesidad de telegrafiar al Kordofán para pedir que algunas de mis Hermanas veronesas se trasladaran a Jartum a hacerse cargo del establecimiento femenino de esa ciudad; y ya la estupenda y capaz Superiora de las mismas, Sor Teresa Grigolini, me ha escrito diciéndome que dentro de unos días saldría para Jartum.
El Instituto de las Pías Madres de la Nigricia, que yo fundé en Verona y fue aprobado por el Ordinario diocesano, el Emmo. Card. de Canossa, posee por gracia de Dios todo el espíritu apostólico necesario para trabajar debidamente en las arduas misiones de Africa Central, y se va desarrollando de modo que bastará para atender por sí solo todas las obras de capital importancia que se deben crear y perfeccionar en mi Vicariato. La semana próxima partirán hacia El Cairo cinco Pías Madres de la Nigricia, y dentro de poco otras cinco irán conmigo a Egipto. Por tanto espero que no se tardará mucho en presentar a examen y aprobación de la Santa Sede las Constituciones y Reglas de dicho Instituto, una vez que se haya experimentado la exacta ejecución y oportunidad de las mismas en Africa Central.
Todas las cruces y adversidades que recientemente ha padecido este Vicariato, han servido tan sólo para fortalecer el espíritu de los miembros fieles de esta gran obra y para poner a nuestro Vicariato en condiciones de alcanzar en el futuro una prosperidad cierta, porque las Obras de Dios siempre han nacido y crecido al pie del Calvario, y deben recorrer, como Jesucristo, el camino de la pasión y muerte para alcanzar la resurrección: «Nisi granum frumenti cadens in terram mortum fuerit, ipsum solum manet; si autem mortuum fuerit multum fructum affert (San Juan, cap. XIII).
Debo, por otra parte, congratularme con la S. C. de Propaganda por haber hecho poner los pies en Egipto a los PP. Jesuitas, a los que vi en El Cairo. ¡Ah, esta sublime decisión de V. Em.a Rma. no tardará en producir inmensos e inestimables frutos en todos los sentidos, porque los Jesuitas son los mejores misioneros de la Iglesia católica y el actual Superior de El Cairo es un santo y experimentado obrero evangélico.
Le besa la sagrada púrpura su hummo. hijo
† Daniel Obispo
(1) Salieron de Jartum el pasado 14 de abril.
N. 846; (804) - A EUSTAQUIO COMBONI
AFC, b. 20
Verona, 5 de junio de 1879
Queridísimo Eustaquio:
Habría deseado ardientemente pasar por Limone antes de ir a Roma; mas por lo que veo me va a ser imposible, pues me reclaman asuntos importantes en Roma, donde estaré poco. A mi vuelta me detendré en Limone.
Di a nuestra querida prima la mujer de Faustino que le agradezco que me haya escrito, y que deseo llegar a conocerla. A nuestra querida Teresa, la de Eugenio, le he traído dos preciosos pendientes de oro, trabajo exquisito de nuestros negros de Africa Central. Serían dignos de las orejas de una reina; pero Teresa es para mí más que una reina por ser mujer de Eugenio, a quien tengo tanto afecto. Saluda a mi queridísima Erminia, a Pedro y su excelente media naranja, a Beppino y a todos los nuestros de Limone y Riva, y al escribir a Eugenio dale recuerdos míos.
Tu afmo. primo
† Daniel Obispo
N. 847; (805) - A MONS. JOSE MARINONI
APIME, v. XXVIII, p. 31
7 de junio de 1879
Breve billete.
N. 848; (806) - A MR. JEAN FRANÇOIS DES GARETS
APFL (1879), Afrique Centrale
N.° 5
Roma, Seminario Apostólico de S. Pedro y S. Pablo
Vía Mastai, 18 – 19 de junio de 1879
Señor Presidente:
Dado mi deplorable estado de salud, mis misioneros y el excelente médico inglés de Jartum, el Dr. Lowe, me empujaron a hacer un pequeño viaje a Berber para cambiar de aires y acabar con la fiebre.
En Berber recibí noticia por parte de S. Em.a el Card. Simeoni de que la Madre General de las Hermanas de San José de la Aparición había decidido con su Consejo no solamente no volver a mandar a mi misión más Hermanas, sino incluso retirar las que aún se encontraban en el Vicariato.
A fin de conseguir que la Madre General revocase esta determinación, y en caso contrario tratar de buscar otra solución para este importante sector del apostolado, solicité y obtuve de Su Eminencia autorización para venir a Roma, y es así como con mucho dolor me he enterado de que la Congregación no puede seguir acudiendo en mi ayuda, porque ya no hay Hermanas que pidan ir a Africa Central, a causa de las nueve religiosas que la Congregación ha perdido allí en seis años.
Lejos de desanimarme por esta pequeña desgracia (las Hermanas de San José han prestado servicio en mi Misión con gran dedicación y mucha caridad), estoy convencido de que Dios me ayudará a proveer a todo, en especial con la Congregación de las Pías Madres de la Nigricia que fundé en Verona y que está muy floreciente. La próxima semana saldrán de Verona hacia Egipto cinco Hermanas con dos misioneros, y para el momento de emprender mi regreso al Vicariato en el mes de octubre próximo habrá listas otras cinco.
Mi Superiora de Verona prepara a las Hermanas para el apostolado de Africa Central diciéndoles siempre esto: «Tenéis que estar dispuestas todos los días a morir por Jesús y por la Nigricia: estáis destinadas a ser carne de cañón. Envidio vuestra suerte, que espero poder compartir un día con vosotras».
Y a mis Hermanas de esta Congregación, tanto las que se encuentran en Africa Central como las que se hallan a punto de partir y están aquí, aquello se les antoja el Paraíso, por la dicha de padecer y morir por Jesucristo.
Aunque es mucho lo que he sufrido –acaso más que Job–, espero recobrar la salud después de tomar las aguas que los médicos de El Cairo y de Roma me han ordenado. Su Eminencia el Card. Simeoni me ha consolado diciéndome que sus más vivas preocupaciones, desde hace tiempo, son para el apostolado de Africa, y que él hará todo lo posible por desarrollarlo.
Le ruego, señor Presidente, que me envíe aquí a Roma (y no a Egipto) la asignación que los Consejos Centrales han destinado para Africa Central, a mi dirección de Via Mastai, 18.
Queda suyo devotmo.
† Daniel Comboni
Obispo y Vicario Aplico. de A. C.
Original francés.
Traducción del italiano
N. 849; (807) - A MONS. IGNACIO MASOTTI
AP SC Afr. C., v. 8, f. 938
Roma, 27 de junio de 1879
Solicitud de viajes gratuitos.
N. 850; (808) - A SOR EULALIA PESAVENTO
ACR, sez. fotografie
Junio de 1879
Inscripción en foto.