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Nº Escrito
Destinatario
Señal (*)
Remitente
Fecha
551
Mons. Demetrio Carminati
0
Jartum
11. 3.1874
N. 551 (520) - A MONS. DEMETRIO CARMINATI

ACR, A. c. 15/178



J.M.J.

Jartum, 11 de marzo de 1874



Rmo. Señor:



[3544]
Al menos una línea deseo enviarle con esta carta que me complazco en escribir al venerable Pastor de nuestra querida Diócesis bresciana, para presentar a V. E. Rma. mis más rendidos y cordiales respetos y encomendarme a sus santas plegarias, que son nuestro apoyo y nuestro consuelo. Espero que la visita de mi buen Carcereri a Brescia sea bendecida por el Sdo. Corazón, porque confío en que no dejará la gloriosa ciudad de los Mártires sin la esperanza de obtener antes o después algún joven bresciano, sacerdote o clérigo, o laico artesano, que venga a compartir con nosotros las fatigas del apostolado de Africa. Hago votos y rezo por la conservación y prosperidad de V. E. y de nuestro venerado Monseñor, que es todo amor a Dios, y cuyo Jubileo Episcopal se celebrará solemnemente en los Institutos de negros de El Cairo y en todas las Misiones de Africa Central el 30 de septiembre del próximo año. Le ruego que eche un vistazo a varios puntos de la Diócesis y vea si encuentra alguna sólida vocación para la Nigricia.


[3545]
Qué lastimosa es la situación de la Iglesia en Italia, en Prusia y en Suiza; pero, a la vez, qué consoladores ejemplos de valor ofrecen los gloriosos Obispos, el clero y el laicado. Produce compasión también la Francia legal de hoy. Me parece que ese Boglie (al que conocí personalmente, y que por fuera era muy religioso, pero al que su padre reprochaba su liberalismo) es un verdadero embrollón. Francia está llena de virtudes y de pecados. No obstante, con la ayuda de Dios, espero que su rey, que tiene una mente y un corazón verdaderamente regios, dentro de unos años esté en su puesto, y que Chambord sea bendito; aunque, mientras, el moderno Diocleciano de Berlín va haciendo estragos locamente. Pero el Angélico Pío vive, y Dios nos consuela. ¡Oh!, confío en las muchas plegarias y virtudes del mundo católico: serán eficaces para desbaratar la obra de Satanás y conseguir el triunfo de la Cruz.


[3546]
Reciba todo mi corazón, y el Corazón de Jesús sea el centro y el eslabón de conexión entre nosotros: entre la abrasada Nigricia y la Patria bresciana. Con estos sentimientos me complazco en declararme en los Sagrados Corazones de J. y M.



Suyo afmo. en Jesucristo

Daniel Comboni

Provco. Aplico. de Africa Central






552
Mons. Juan Simeoni
0
Jartum
4. 4.1874
N. 552 (521) - A MONS. JUAN SIMEONI

AP SC, Afr. C., v. 8, ff. 180-181



J.M.J. N.° 3



Jartum, 4 de abril de 1874



Excelencia Rma.:

[3547]
Carezco de palabras para expresar el dolor que he sentido al serme comunicada la muerte nuestro Emmo. y venerado Padre. La Iglesia, y sobre todo las santas Misiones, han perdido en nuestro Emmo. Card. Prefecto una verdadera columna, un gran apoyo, una profunda inteligencia. El lunes después de la octava de Pascua, tanto en Jartum como en el Kordofán se cantará el Oficio con Misa solemne de Requiem por el alma de Su Eminencia, y cuando llegue el aniversario de su muerte celebraremos la triste conmemoración con Oración Fúnebre. Jamás en la vida podré olvidar al Emmo. Card. Barnabò ni la caridad que mostró hacia mí.


[3548]
Desconociendo todavía al sucesor, que no tardará en ser nombrado por el Santo Padre, porque la Iglesia siempre es fecunda en hombres extraordinarios, dirijo a V. E. Rma. mi acto de condolencia por tan grande pérdida, mientras le manifiesto mi absoluta e ilimitada obediencia in omnibus et quoad omnia, y le ruego que me asista en esta ardua y laboriosa misión, la cual, apoyados en el Sdo. Corazón de Jesús, esperamos establecer sólidamente, dándole carácter de estabilidad y perpetuidad contra los asaltos de las fuerzas del abismo. Si el Emmo. Card. Capalti gozase de buena salud, creo que sería el sucesor; pero como sé por los periódicos que su vida está en peligro, mi mirada se dirige al muy venerable Card. Billio y al agudísimo Card. Monaco La Valletta, personajes y hombres ad hoc, y cuya edad lozana y vigorosa permitiría desarrollar admirablemente el Apostolado de las Santas Misiones de los dos mundos.


[3549]
En cualquier caso, aquel que elija el Santo Padre será elegido por Dios, y dispondrá de nuestra voluntad y de nuestra vida. Los muchos asuntos de grave importancia que debo someter a la Santa Sede en pro de este mare mágnum de Africa Central serán objeto de mi próxima correspondencia epistolar. Mientras, gracias al Sdo. Corazón de Jesús, las dos importantes misiones de Jartum y del Kordofán van hacia delante. El Instituto de las Hermanas se ha instalado muy bien el El-Obeid, y las obras del magnífico edificio, de nueva planta, del Insto. de las Hermanas en Jartum avanza rápidamente. Mi ecónomo San José muestra no poco juicio al atender a su mandato del perfecto cumplimiento del haec omnia adiicientur Vobis.


[3550]
Yo estoy preparando la expedición y lo necesario para fundar la misión entre los Nuba inmediatamente después del jarif, o sea, las lluvias ecuatoriales. El P. Carcereri le dará una idea de la gran misión que me ha sido confiada, y de la que le ofreceré un breve informe.


[3551]
La última carta con que me honró Propaganda tiene fecha del 5 de enero del presente año, y lleva el n.° 2. Esta supone ya enviada la n.° 1, que no he recibido. Suplico, pues, a V. E. Rma. que me mande copia de la n.° 1, que seguramente se extravió.

Me atrevo a rogar además a V. E. que se sirva facilitarme la norma de Título Ordenationis. Si mal no recuerdo, me parece que se intitula así: «“Instructi” S. Cong.nis de Prop.da Fide, datae Romae ex Aedibus dictae S. Cong.nis 27 aprilis 1871», donde se trata también de Missionis título y está la fórmula del juramento. Hice que Mons. Ciurcia ordenara a uno, y haré ordenar a otro este año, en base al Rescripto recibido en julio de 1872. Desearía esa norma.

Besándole la sagrada mano, me declaro en los Sdos. Corazones de J. y M.



De V. E. hummo. y devotmo. hijo

Daniel Comboni

Provco. Aplico. de Africa Central






553
Director Lettere Africane
0
Jartum
10. 4.1874
N. 553 (522) - AL DIRECTOR DE «LETTERE AFRICANE»

AP SC Afr. C., v. 8, f. 262



Jartum, 10 de abril de 1874



[3552]
«...En mi vasta Misión tengo un sacerdote, D. Salvador Mauro, superior y párroco de la Misión del Kordofán (que es hasta ahora la más interior y central de toda Africa), el cual es un entusiasta de la devoción a San Judas Tadeo. Ha logrado encender en todos nosotros, pero sobre todo en esa naciente comunidad cristiana, la devoción al gran Apóstol, y no se pide gracia sin implicar también a este Santo. Como me parece que cumple, he decidido dedicar a San Judas Tadeo, si Dios me da vida, una imagen, un altar y una iglesia en alguna localidad entre los pueblos Nuba, que he hecho explorar recientemente en el corazón del Africa incógnita, y que yo mismo visitaré después de las lluvias para fundar una nueva misión. Voy a introducir también allí a las Hermanas de San José. Según mi opinión y mi experiencia, ellas son el paradigma de la auténtica misionera católica. En mi arduo y laborioso Vicariato hacen un bien enorme, y con la sencillez de sus maneras y con su educación se ganan el respeto de los Bajaes, la admiración de los turcos y el amor de los africanos.


[3553]
Si no tuviese un fárrago de ocupaciones, me gustaría darle una idea del apostolado de estas Hermanas, verdadera imagen de las antiguas mujeres del Evangelio. Con la misma facilidad con que enseñan en Europa el abecedario a la huérfana abandonada, afrontan en Africa Central viajes de meses y meses bajo 60° Réaumur; atraviesan desiertos en camello, y montan y dominan el caballo; duermen al raso bajo un árbol o en el rincón de un barcucho árabe; desafían al beduino armado; reprochan el vicio al hombre inmoral; consiguen que la amancebada haga penitencia; asisten al soldado en el hospital; reclaman justicia de los tribunales turcos o de los Bajaes en favor del infeliz y del oprimido; no temen a la hiena ni el rugido del león; y arrostran todas las fatigas, los viajes desastrosos, hasta la muerte, por ganar almas para la Iglesia y corresponder con sus fuerzas, con su milagrosa debilidad y con su vida a ese Corazón que ignem venit mittere in terram.


[3554]
Deseo también darle un sustancioso informe de la marcha de esta gran Misión mía, la más grande y poblada del mundo, y lo haré cuando tenga más tiempo. Por otra parte, mientras en cuerpo y alma estoy consagrado al apostolado de Africa Central, no le puedo ocultar la congoja de mi alma al ver con tantas tribulaciones a nuestro adorado Santo Padre y perseguida la Iglesia, y al pensar en lo mucho más que todavía han de sufrir el Papa, Roma y la Iglesia. Es verdad que la Iglesia triunfará de todo, y que las gentes y las instituciones que la persiguen, como grandes moles sin base, se hundirán y desaparecerán del mundo, autodestruyéndose, como le ocurrirá a Bismarck, Heliogábalo moderno; pero, mientras, el Papa sufrirá. Así que nos queda el asidero de la plegaria y el refugio segurísimo del Sagrado Corazón».



(Daniel Comboni)






554
Aníbal Perbellini
1
Jartum
10. 4.1874
N. 554 (523) - A ANIBAL PERBELLINI

AVAE, c. 31



Jartum, 10 de abril de 1874



Dimisoria.





555
Madre Emilie Julien
0
Jartum
19. 4.1874
N. 555 (524) - A LA MADRE EMILIE JULIEN

ASSGM, Afrique Centrale Dossier



J.M.J. N.° 3

Jartum, 19 de abril de 1874



Mi Rma. y querida Madre:



[3555]
Reina aquí el dolor. Nuestra querida Sor Josefina Tabraui está en el cielo. Hemos hecho por ella este año catorce novenas en Jartum y en el Kordofán, y celebrado en un año más de cien Misas. Pero Dios no ha querido oír mis plegarias. ¡Bendito sea! El jueves 16 de abril, a las diez y media de la mañana, Sor Josefina exhalaba el último suspiro asistida por mí, que le administré todos los Sacramentos de la Iglesia con la Bendición papal in articulo mortis. Recé todas las oraciones de los moribundos con su confesor ordinario, el canónigo D. Pascual Fiore, Vicario y Superior de la Misión de Jartum, que la asistió día y noche durante dos meses. Ella ha ido al cielo, se lo aseguro, sin haber tocado el purgatorio.


[3556]
El sonido de la campana que anunciaba la muerte de la Superiora de Jartum hizo acudir a la Misión una multitud de personas a ofrecerme sus condolencias. Sor Josefina ha sido llorada en toda la ciudad de Jartum, pues gozaba de la estima general, especialmente del Bajá Gobernador General, del Cónsul y de todos los católicos. Sus funerales tuvieron lugar el viernes 17 por la mañana, a las ocho, y mis misioneros y yo celebramos las Exequias y el Nocturno y cantamos la Misa, contando con la presencia del Cónsul de Austria y de todos los católicos. Su Excelencia el Gobernador General del Sudán, Ismail Bajá, quiso hacerse representar por S. E. el Presidente del Tribunal de Comercio, con cuatro jenízaros, que acompañaron el cadáver desde la iglesia hasta el cementerio europeo. De hecho todos los estamentos, pero principalmente los miembros de la religión católica, han participado del dolor que Dios ha tenido a bien infligirnos.


[3557]
Mientras volvíamos a la Misión desde el cementerio, entraba por la parte del jardín Sor Genoveva, que acababa de llegar a Jartum, procedente de El Cairo, después de un viaje de ochenta y dos días. Puede usted imaginarse la impresión que le produjo la noticia de la muerte de Sor Josefina. Sin embargo recuperó el ánimo, y ahora estoy contento de que ella haya llegado en perfecta salud.


[3558]
Usted, Madre mía, llegará a resignarse totalmente por la muerte de Sor Josefina. Yo de ningún modo. Es imposible encontrar una misionera que se le asemeje. Ella conocía la naturaleza de nuestra Misión, y estaba dispuesta a sacrificar su vida por los cien millones de negros que componen nuestro Vicariato. Espero que Dios me confortará y aliviará poco a poco mi dolor. Por ahora estoy muy apenado. Bendito sea Dios.


[3559]
Se me dice y se me escribe que Sor Catalina Tempestini, Superiora de Roma, lleva ocho meses enferma y que está tísica. Ultimamente me han escrito que el médico espera salvarla. Mi buena Madre: los duques, los príncipes, las princesas dejan todos los años Europa para ir a Egipto, y sobre todo a El Cairo los que están tísicos. Pues bien, en el Viejo Cairo, y precisamente en nuestra casa de Hermanas, el clima es más suave. Me he desembarazado casi por completo de aquellas negras educadas en Europa que eran un estorbo en nuestra casa de El Cairo. No hay un lugar más adecuado para pasar el invierno. Creo que aceptar mi oferta sería bueno para la salud tan preciosa de Sor Catalina. Daré orden de que no le falte de nada. El clima de Egipto, la visita a Tierra Santa, el alejamiento de las ocupaciones, le harán bien. Si no estuviera por medio el gran desierto, nuestro magnífico jardín de Jartum sería bueno para ella.


[3560]
Haré llegar a usted los quinientos francos que le prometí pagar por cada Hermana árabe que salga de su noviciado y que sea considerada útil para el apostolado del centro de Africa. Espero que me haya destinado muchas Hermanas árabes a Africa Central. Le escribiré acerca de nuestros asuntos cuando haya pasado un poco esta tormenta de la muerte de Sor Josefina. Todas las Hermanas de Jartum y del Kordoban se encuentran bien.

Rece por su



Daniel Comboni



Original francés.

Traducción del italiano






556
Propag. de la Fe, Lyón
0
Jartum
4.1874
N. 556 (525) - A LA PROPAGACION DE LA FE DE LYON

«Les Missions Catholiques» 260 (1874), f. 265



Jartum, abril de 1874



[3561]
Cuando hace más de seis años fundé en El Cairo un Instituto para la educación de los negros, yo no ejercía todavía ninguna jurisdicción en Africa Central. Ahora que la Santa Sede me ha confiado este inmenso Vicariato, puedo constatar con alegría que en la educación de los negros ha habido más éxito, y con menos gastos, en El-Obeid que en El Cairo.


[3562]
En Egipto, mantener un negro o una negra cuesta de 300 a 350 francos. De cada diez negros educados en El Cairo, cinco mueren o enferman. Si los llevamos a Europa, la mayor parte mueren. Los que sobreviven, quedan a expensas de las casas que han tenido la caridad de acogerlos. Entre las negras hay bien pocas que abracen la vida religiosa; en cuanto a los negros, abundan los que se acostumbran a una vida tranquila y placentera. Esto es lo que muestran las experiencias hechas en Francia, Italia y Alemania. Si ellos abandonan Europa para volver a Egipto o al interior de Africa, los hábitos europeos que han contraído hacen sus gastos de mantenimiento tan caros como los de los misioneros y las religiosas.


[3563]
Ya puedo indicarle las ventajas que he encontrado abriendo en El-Obeid Institutos para la educación de negros de ambos sexos. En la capital del Kordofán un negro o una negra cuesta de 80 a 150 francos, y para su alimentación y vestuario bastan 100 francos al año.

Permaneciendo en su tierra natal, el negro llega a desarrollar en plenitud sus fuerzas.


[3564]
Sin cambiar sus hábitos de vida, recibe la instrucción cristiana bajo la dirección de los misioneros o de las Hermanas y puede llegar a ser un instrumento de apostolado entre sus compatriotas.

Conserva, en fin, el espíritu de sumisión, diría incluso el espíritu de humildad, mientras que el negro que vuelve de Europa lleva a Africa las pretensiones de las ideas europeas.


[3565]
De esto concluyo que con un gasto de 10.000 francos, por ejemplo, se puede educar en El-Obeid, en Jartum, en Zanguebar, etc. un mayor número de negros y con más éxito que si se hace en El Cairo, en Francia o en Italia al precio de 100.000 francos. Así, un negro educado en Africa cuesta diez veces menos que un negro educado en Europa y además puede ser empleado con utilidad para el apostolado de su nación.


[3566]
Yo pertenezco al Instituto de Verona que ha educado más de cincuenta negros y negras, y he llevado a cabo lo mismo en El Cairo. Esta doble experiencia nos ha permitido a mis misioneros y a mí comprobar la exactitud de estas observaciones.


[3567]
Por lo demás, Dios es el inspirador de las diversas obras del apostolado y, en los decretos siempre adorables de su Providencia, todas estas obras sirven para su gloria y son como otros tantos eslabones que se unen para conseguir la perfección de sus planes. Si nosotros no hubiésemos visto negros en Europa, tal vez no habríamos tenido la vocación de evangelizar Africa Central; y acaso tampoco se hubiera desarrollado la caridad católica, como ahora, en favor de los pobres negros.



Daniel Comboni



Original francés.

Traducción del italiano






557
Don Antonio Squaranti
1
Jartum
4.1874
N. 557 (526) - A DON ANTONIO SQUARANTI

ACR, A, c. 21/4



Abril de 1874



Breve nota.





558
Can. José Ortalda
0
Jartum
5. 5.1874
N. 558 (527) - AL CANONIGO JOSE ORTALDA

«Museo delle Missioni Cattoliche», 17 (1874), pp. 464-465



Jartum, 5 de mayo de 1874



[3568]
«El coronel Gordon ha sucedido a Sir Samuel Baker como Gobernador General del Nilo Blanco y del Ecuador. Ahora está en Jartum, y el gran Bajá lo ha traído a hacerme una visita. El nuevo Gobernador me parece a la altura de su difícil y gran tarea. Debe conquistar todos estos países hasta más allá del Ecuador. Y ya ha ido a Gondókoro. Le hablé de la esclavitud, y sobre este punto profesa los más humanos sentimientos. Quizá tenga éxito en esta empresa civilizadora, que hará más fácil la evangelización de esas ignotas regiones. La construcción de la casa de las Hermanas y de los establecimientos que dependen de ella progresa con rapidez. Desde enero, las obras no se han interrumpido nunca. Yo estoy totalmente curado de mi fractura en el brazo, y sólo me queda un poco de debilidad en él, lo cual no me impide cumplir con mis deberes».



(Daniel Comboni)






559
Jean François des Garets
0
Jartum
6. 5.1874
N. 559 (528) - A M. JEAN FRANÇOIS DES GARETS

APFL, 1874, Afrique Centrale



J.M.J. N.° 3

Jartum, 6 de mayo de 1874



Señor Presidente:



[3569]
Le agradezco infinitamente, señor Presidente, los 9.600 francos que tuvo la bondad de mandarme con su carta del 23 de diciembre de 1873, sobre los fondos de ese año. Espero que el Superior de los Institutos de Negros de El Cairo, D. Bartolomé Rolleri, mi representante en Egipto, le haya acusado recibo de esa cantidad. En la esperanza de darle pronto nuevas noticias sobre esta vasta Misión que usted mantiene, le rindo el más cálido homenaje de gratitud en nombre de todos los misioneros, que no dejan de rezar por todos los miembros de los Consejos Centrales y por todos los Socios de esa Obra divina.

Dígnese aceptar también, señor Presidente, las vivas muestras de mi profunda veneración, mientras tengo el honor de llamarme



Su devotmo. servidor

Daniel Comboni

Provicario Aplico. de A. C.



Original francés.

Traducción del italiano






560
Mons. Juan Simeoni
0
Jartum
22. 5.1874
N. 560 (530) - A MONS. JUAN SIMEONI

AP SC Afr. C., v. 8, ff. 211-212



J.M.J. N.° 4



Jartum, 22 de mayo de 1874



Excelencia Rma.:



[3570]
Tras el recibo de la Circular impresa y de la estimadísima carta de V. E. del 3 del pasado marzo, tanto en Jartum como en la capital del Kordofán se han celebrado dos solemnes Oficios con Misa solemne de Réquiem. Uno de ellos público, al que asistió de gran gala el I. R. Cónsul austrohúngaro y toda la población católica, y el otro privado, para los miembros de la Misión de ambos Institutos y para los católicos más devotos y fervientes. Esto, aquí en Jartum y en El-Obeid. Sin contar las oraciones que los Institutos han introducido mañana y noche en sus ordinarios ejercicios de piedad, todos los sacerdotes, a invitación mía, han celebrado cinco misas cada uno por el alma del venerado difunto.


[3571]
Pero ya esa alma grande, que se consumió toda por la mayor gloria de Dios y por la salvación de las almas; que sirvió con tanto amor y constancia a la causa de la Iglesia y del Papa; que era tan verdadera y magnamente santa, y que soportó con tanta resignación y paciencia admirable los graves inconvenientes de la ceguera, esa alma grande, digo, no tiene necesidad de sufragios: creo con absoluta seguridad que, apenas separada de aquel cuerpo consumido por las fatigas, emprendió rápido el vuelo al paraíso para recibir el merecido premio a sus extraordinarias virtudes. Sin embargo, mi corazón permanecerá por largo tiempo dolorido, porque fueron muchos los beneficios y las saludables lecciones que recibí del llorado Purpurado; y no podré olvidar jamás aquel venerado nombre.


[3572]
Pero el Señor, en su misericordia, ha asistido muy bien a nuestro Santo Padre al darle un digno sucesor en la persona del Emmo. Cardenal Franchi, de quien oigo con sumo placer que es una alegría y un consuelo para todos los oficiales de la S. C. de Propaganda y agregados a ella. No obstante, debo prepararme para un nuevo dolor, pues también el alto cargo de Secretario de Propaganda quedará pronto vacante por la promoción de V. E. al Cardenalato, de lo que yo debería estar jubiloso por ver debidamente reconocidos sus muchos méritos. Pero mitiga este dolor, y me conforta, la idea de que quien fue Secretario de una Congregación se convierte, por derecho, en miembro de la misma. Así pues, V. E. podría ser todavía parte activísima de esta S. C. de Propaganda.


[3573]
Agradezco vivamente la bondad de V. E. Rma. por la benévola acogida dispensada a mi Vicario General, el P. Carcereri, y sobre todo por haber convencido al P. Guardi para que permita no sólo que mis buenos Carcereri y Franceschini continúen ayudándome, sino también para que me proporcione algún otro selecto miembro de esa Orden. A tal objeto, sobre la base de algunas ideas que el P. Carcereri me ha trazado (las cuales son la esencia de cuanto él y yo hemos discutido varias veces al respecto), estoy redactando un Acuerdo, que someteré a la S. C. Esta inesperada ayuda me llega muy oportunamente ahora que, por disposición divina, se abren los caminos del interior de Africa y tengo las más fundadas esperanzas de establecer para siempre la Fe en estas remotas tierras. Agradezco también cálidamente a V. E. su viva preocupación por los intereses de este importante Vicariato.


[3574]
Dentro de poco le escribiré sobre muchas cosas. No lo hice hasta ahora por estar ocupadísimo día y noche. En el Kordofán las Hermanas de San José se han ganado a todos y hacen un bien enorme. Parece que verdaderamente triunfa la bendición de Dios. Y todo es obra del S. C. de Jesús.

Le beso la sagrada mano, y me declaro con todo respeto y gratitud



De V. E. devotmo. hijo

Daniel Comboni