Un ejemplo de Parroquia en la periferia de Lima

150 AÑOS
DEL PLAN DE SAN DANIEL COMBONI

Un ejemplo de planificación pastoral:
la Parroquia
Cristo Misionero del Padre

Inspirados en nuestro fundador a trabajar de una manera planificada, la Parroquia “Cristo Misionero del Padre” (Chorrillos-Perú), hija de la Parroquia “Los Doce Apóstoles”, donde los Misioneros Combonianos empezamos nuestra labor evangelizadora en el año 1970, orienta toda su labor pastoral de forma planificada y organizada bajo el plan pastoral propuesto por el Movimiento por un Mundo Mejor, más conocido como el Plan NIP (Nueva Imagen de Parroquia) o PRP (Proyecto de Renovación Parroquial).

Trabajar de esta manera, permite a cada misionero dar continuidad al trabajo iniciado, como también permite apostar por la formación y madurez de los laicos/as, pues aquí, son ellos principalmente, acompañados de sus sacerdotes, quienes llevan adelante el trabajo de evangelización.

Nos parece que estos dos objetivos -continuidad de la acción apostólica (a pesar de la rotación del personal comboniano) y amplia participación de los laicos, hombres y mujeres- están claramente en línea con el espíritu de San Daniel Comboni y de su Plan, así como con la eclesiología del Vaticano II y del magisterio de la Iglesia latinoamericana.

"La casa de los talentos",
P. Juan Armando
Goicochea Calderón.

El Plan NIP y su espiritualidad
A partir del Movimiento por un Mundo Mejor (en los años 1958-1965) y del impulso dado por el Vaticano II, nace, en la década posterior al Concilio, el Proyecto de Renovación Parroquial, conocido con el nombre de "Nueva Imagen de Parroquia", junto a una serie de nuevos cursos y proyectos de espiritualidad comunitaria.

El “Plan NIP” es un método pastoral, un proyecto de renovación parroquial, inspirado en la Biblia y el Magisterio, que busca incesantemente la participación y la santidad del pueblo de Dios organizado como comunidad de fe y de misión, que en el barrio de Chorrillos (Lima) ha dado extraordinarios frutos a lo largo de los últimos cuarenta años.

A pesar de los muchos combonianos de diversas naciones que han pasado por aquí, el Plan se ha mantenido fielmente, dando origen ya a cuatro parroquias que se caracterizan por la fuerte participación laical, en fuerte sintonía con el principio comboniano de hacer que los pueblos sean actores de su propia historia.

Algunas convicciones que están a la base de este método pastoral son:

a)- que la salvación es un hecho personal y comunitario (no sólo individual);

b)- que esta experiencia de salvación se da en las dimensiones propias de la comunidad católica;

c)- que el crecimiento de las personas, la perfección cristiana y la santidad se viven y se desarrollan en la relación inter-personal;

d)- que la acción pastoral sólo vale cuando crea comunidad-Iglesia y no sólo como comunidad parcial, peculiar o especial, en competencia grupal.

Esto quiere decir que juntos, en comunidad, buscamos la santidad y no individualmente, porque no hay cristiano que viva aislado sino cristianos que viven en comunión, siguiendo el ejemplo del Dios Trino. Como Jesús oró al Padre diciendo “Padre Santo... que sean uno como nosotros somos uno” (Jn 17,11).

¿Cómo se desarrolla el Plan?
El Plan NIP concibe a la parroquia, no como un centro al que acudir para recibir servicios religiosos, sino como una “comunidad de comunidades”, como afirman los documentos latinoamericanos. Busca promover la participación pastoral masiva de los laicos y salir al encuentro del pueblo, descentralizando iniciativas y actividades. Nótese que, con estas prioridades, es la parroquia la que se acerca a la gente y no a la inversa, para llegar paulatinamente, y al ritmo del pueblo, al ideal de parroquia como comunidad de fe, de caridad, de culto y misionera, sustentada en las comunidades eclesiales de base (CEB).

Bajo este esquema, el laico o la laica deja de ser un espectador o apenas “asistente” a misas dominicales, para convertirse en co-protagonista y co-responsable de la labor pastoral y evangelizadora que, por el bautismo le ha sido confiado por Jesucristo y la Iglesia católica. Este es uno de los méritos más importantes del Proyecto de renovación parroquial o Plan NIP.

P. Sergio Agustoni
Comboniano.

El Plan NIP en nuestra parroquia
La Parroquia Cristo Misionero del Padre fue fundada el 17 de Noviembre de 1995, siendo Arzobispo de Lima, Mons. Augusto Vargas Alzamora. Como hemos dicho, fue desmembrada de la Parroquia Los Doce Apóstoles, regida por los combonianos con el mismo Plan NIP, cuya parte central y desarrollada fue entregada al clero diocesano.

Con una población aproximada de 87.000 habitantes, es bastante amplia y variada, con zonas que representan toda la diversidad socio económica de Chorrillos, un distrito del municipio de Lima, entre los típicos cerros arenosos de la capital peruana y el Mar Pacífico. A pesar de estas diferencias sociales, económicas y culturales, y a las particularidades de cada comunidad zonal que le dan una definida personalidad sectorial, se mantiene y se busca permanentemente la unidad e identificación Parroquial; en este sentido, la diversidad socio económica, hay que asumirla como una riqueza que alimenta la convicción espiritual de lo que hacemos, reafirma nuestra fe y ante la evidencia de tantos hermosos testimonios de compromiso cristiano de hermanos nuestros, la convicción que Dios es para todos.

Con este proyecto de renovación parroquial buscamos precisamente romper las diferencias sociales y culturales, así como superar la dispersión y las distancias entre el clero y el pueblo, entre la Iglesia organizada y la masa de población generalmente ausente de las actividades eclesiales.

Ver, juzgar, actuar

Como ya es tradicional en América – y como hacía de hecho el mismo Comboni, aunque sin usar estas palabras – también nosotros aplicamos concretamente la metodología con los tres pasos de “ver, juzgar, actuar”. En nuestro caso:

A) Ver la realidad implica ver una gran población que está dispersa por cerros y barrios, separada, con múltiples problemas económicos, sociales, familiares, educativos… y poco participativa en la vida ordinaria de la Iglesia. Ver la realidad nos lleva también a reconocer que sólo el 10% de los pobladores viene a las misas y que, a pesar del enorme trabajo pastoral hecho, todavía apenas el 1% es laico o laica comprometida.

B) Juzgar a la luz de Dios nos lleva a tomar conciencia de que Él quiere “que todos seamos uno” (Jn 17,20-21) y “que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”. Partimos de un ideal de parroquia como comunidad de comunidades, formada por comunidades eclesiales de base y por las familias en general, todas ellas presididas por el párroco.

C) Actuar con un trabajo planificado significa actuar de manera que, partiendo de la realidad concreta existente, vayamos caminando hacia el ideal que soñamos. Y para esto, este proyecto lo va acercando con objetivos generales, que son:

a) a largo plazo: lograr una parroquia que es comunidad de comunidades.

b) A medio plazo: lograr una parroquia que es comunidad de fe.

c) A corto plazo: Lograr que nazcan los pequeños grupos de reflexión bíblica.

Estos tres objetivos generales, que son ideales más cercanos, determinan las tres grandes etapas del Proyecto de Renovación Parroquial o Plan NIP.

Las tres etapas del Plan:

1ª ETAPA: SENSIBILIZACION y ANUNCIO. Puede durar de 6 a 10 años. Lo ideal sería 10 años dependiendo del avance en lograr los objetivos. Tiene tres fases:

1. Sensibilización a la reconciliación.
2. Apertura a la fraternidad.
3. Sentirse parte de una familia de hermanos/as que es la Iglesia.

Esta etapa culmina con una gran fiesta de fraternidad llamada ACONTECIMIENTO REDENTOR.

2ª ETAPA: EVANGELIZACIÓN y PROCESO DE CONVERSION que se inicia con el Acontecimiento Redentor y tiene también tres fase donde se busca:

1. Descubrir la Biblia como Palabra de Dios.
2. Redescubrir la Fe
3. Redescubrir a Cristo con sus exigencias de discipulado.

Esta etapa culmina con una gran Sínodo parroquial o CONGRESO DE LA FE CATOLICA.

3ª ETAPA: CATEQUESIS PERMANENTE y de toma de CONCIENCIA DE QUE SOMOS PUEBLO DE DIOS; también tiene tres fases:

1. Somos Comunidad de Cristo (Bautismo, Iglesia y Cristo)
2. El Espíritu nos une (confirmación, reconciliación, matrimonio)
3. El servicio de la comunión (eucaristía, orden sacerdotal, ministerios laicales).

Esta etapa culmina con un gran CONGRESO EUCARÍSTICO.

Nuestra parroquia se encuentra actualmente terminando la segunda fase de la tercera etapa; estamos en un proceso de catequesis permanente, redescubriendo nuestra misión en el mundo de hoy.

Áreas Pastorales
En este momento nuestra parroquia está formada por 12 comunidades en dos sedes parroquiales y nuestra acción pastoral se desarrolla en 15 áreas pastorales, cada una de ellas con sus proprio programa de catequesis, su acción apostólica y su liderazgo. Estas son:

1. Pastoral de Multitudes (convoca a todos);
2. Pastoral de Comunicaciones (Mensajeras: un grupo grande de personas que se encargan de comunicar el camino semanal de la parroquia a todos los habitantes);
3. Pastoral de Pequeñas Comunidades (Moderadores – Animadores);
4. Pastoral Familiar (Parejas, Esposos);
5. Pastoral de Catequesis (Niños, Jóvenes y Adultos);
6. Pastoral de Liturgia (Monitores, Lectores, Coro, Acólitos);
7. Pastoral Social (Ayuda Fraterna, Tercera edad, Comedores, Defensoría del niño y adolescente);
8. Pastoral de Salud (Enfermos, Ancianos);
9. Pastoral Juvenil (Grupos Juveniles, Encuentros Juveniles);
10. Pastoral de Movimientos de Espiritualidad (Hermandades, Grupos marianos, Grupos de oración);
11. Pastoral de Encuentros de Promoción Cristiana (Adultos: damas y varones);
12. Pastoral de Infancia Misionera (Niños, Adolescentes);
13. Pastoral Educativa (Colegios);
14. Pastoral Artística (Teatro, danza, música);
15. Equipo de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (transversal, todos/as).

Cada una de estas pastorales tiene sus propios líderes, su camino formativo y su campo específico de acción en armonía con el conjunto de la parroquia. De hecho, junto al párroco y los vicarios, la parroquia cuenta con un Equipo de Coordinación Central, en el que están representadas las diversas áreas pastorales.

Cada año se realiza una revisión y actualización del Plan, que se pone al día constantemente, se corrige y se amplía, si las necesidades lo exigen.

En este panorama, la labor de los sacerdotes consiste en animar y mantener el ritmo, además, naturalmente, de la dimensión específica de los sacramentos. Sacerdotes y laicos colaboran y se ayudan mutuamente, tal como lo quería Comboni en su Plan para África, con el objetivo de que las comunidades de vida se desarrollen como comunidades fraternas, solidarias y misioneras.
Chorrillos (Lima)
P. Juan Armando Goicochea Calderón, mccj