Jueves, 13 de mayo 2021
El pasado 8 de mayo, en la Capilla del Noviciado Continental de los Misioneros Combonianos en Xochimilco, México, hicieron su Primera Profesión religiosa 7 jóvenes de nuestro continente Americano, queriendo así consagrar su vida al Señor con los votos de pobreza, castidad y obediencia. Alex del Brasil, Eusebio y Diego, de México, Max Ivan de Perú, Alexander de Ecuador y Jonatan y Romeo, de Guatemala, en la Provincia de Centroamérica (PCA). [En la foto: El formador P. José Gabriel Martínez Torres, a la izquierda, con los siete novicios]
Contando con la presencia de Padres y Hermanos Misioneros Combonianos, de algunos otros religiosos, y familiares y amigos que pudieron hacerse presentes, en número reducido por causa de la pandemia y de las normas existentes, nos unimos en la oración y en la celebración Eucarística para recibir estos jóvenes, por su profesión, como miembros de nuestro Instituto Comboniano.
El camino que hacen no es fácil. Y como lo reafirmaron ellos: no es un camino que acá termina luego del Noviciado, al contrario, es un continuo seguir adelante, seguir descubriendo en el día a día qué el Señor les va instruyendo y guiando, cual sigue siendo Su voluntad para con ellos en este camino de entrega en la misión.
"Aquí está nuestro trabajo, nuestra entrega en la misión" es una de las frases de los cantos de esa celebración Eucarística. Con nuestras oraciones, queremos decirles que estamos junto a ellos en esa entrega que han hecho de sí mismos.
Considerando el Evangelio escogido para esta celebración, las Bienaventuranzas en Mateo, se les motivó en la homilía: “Ustedes piden hoy la gracia de entregar la vida a Dios en nuestro Instituto de los Misioneros Combonianos, para seguir más de cerca a Cristo, proclamar su Evangelio a todas las gentes, especialmente entre aquellos que podríamos llamar también bienaventurados. ¡Alégrense! ¡Pónganse contentos! porque la vida que abrazan hoy mediante la profesión de los primeros votos los llevará a vivir (o seguir viviendo ese espíritu de las bienaventuranzas), observar como valioso lo que el mundo no considera como lo más grato, lo más llevadero, lo más fácil.”
Estos jóvenes continuarán sus estudios dentro del continente, en Brasil, Perú y Colombia. Seguirán luchando, rezando, trabajando, estudiando... Seguirán en su diario vivir ese descubrir la misión, la familia comboniana, la entrega y el valor. Sigue siendo tiempo de amar la misión que les corresponde, y de hacerla amar, que otros la conozcan y se enamoren. Que su ejemplo sencillo y humilde motive otros jóvenes también descubrir la riqueza del Evangelio.