El objetivo del encuentro de los Laicos Misioneros Combonianos (LMC) era evaluar el camino recorrido por los diferentes grupos desde el encuentro de Maia 2012 y establecer nuevas líneas que ayudaran a crecer de manera coordinada. El tema escogido para el encuentro fue: “Lo que significa ser LMC desde América”.
A la luz de nuestra realidad americana, inspirados por San Daniel Comboni en el seguimiento de Jesucristo y unidos al caminar misionero de los diferentes LMC alrededor del mundo, hemos procurado alcanzar una serie de compromisos que nos ayuden a crecer como LMC en cada uno de nuestros países.
Estas conclusiones divididas por áreas son:
Nuestro grupo de referencia LMC
Con el fin de consolidar nuestro grupo local (comunidad), para que nos facilite vivir nuestra vocación a lo largo de toda nuestra vida, proponemos:
- Colaborar, animar y comunicar entre los grupos de los diferentes países para enriquecernos a partir de la diversidad y experiencia de cada uno.
- Desarrollar procesos de discernimiento que ayuden a vivir la vocación como una opción de vida.
- Acoger formalmente a los nuevos LMC dentro del grupo.
- Apropiarnos de nuestra historia y documentos como LMC.
Estructura y Coordinación
Con el fin de fortalecer los grupos de cada provincia/circunscripción y la organización continental proponemos:
- Que cada LMC dentro de sus responsabilidades: “asuma lo que tiene que hacer y lo haga bien”.
- Que tanto los LMC como el asesor MCCJ conozcan los acuerdos internacionales y continentales, así como los diferentes directorios.
- Concienciarnos que el camino a la autonomía pasa por un fortalecimiento organizativo, económico y formativo.
- Trabajar en colaboración con la Familia Comboniana.
Responsabilidades que competen al comité continental:
- Mantener una comunicación constante con el Comité Central y en el continente.
- Dar seguimiento a los acuerdos internacionales y continentales.
- Convocar y preparar los encuentros continentales.
Emily y Rafael Harrington,
y P. José Manuel Baeza Gama.
Campos de Misión
Reconocemos el ritmo y madurez diferente de los grupos LMC de cada país; sin embargo, queremos dar pasos en vista a la misión fuera de nuestras fronteras. Entendemos que como LMC debemos dar una doble respuesta a nuestra vocación Ad Gentes: tanto a nivel personal (a la llamada que escucha cada uno) como a nivel de grupo LMC (asumiendo la responsabilidad como grupo que posibilita que otros vayan y lo hagan en nuestro nombre), abriendo la Iglesia a su dimensión misionera Ad Gentes e Inter Gentes.
Por ello, nuestras prioridades en la acción misionera como LMC serán:
- Animar misioneramente y promover vocaciones dentro de la Iglesia.
- Estar en situaciones de frontera.
- Formar líderes en los lugares de Misión: “Salvar África con África”.
- Fortalecer y dar continuidad a nuestra presencia LMC en las comunidades existentes.
Economía
Como continente queremos asumir los siguientes compromisos:
- Reconocemos nuestra pertenencia a esta familia LMC internacional y nos sentimos llamados a ser responsables de su mantenimiento. En este sentido, todos los LMC debemos contribuir con el fondo local del grupo. A partir de este fondo local, el grupo debe igualmente contribuir al fondo común internacional, gestionado por el Comité Central.
- Estamos llamados a animar la Iglesia local y toda persona de buena voluntad a sostener nuestras actividades misioneras.
- Debemos buscar la autonomía económica con transparencia y creatividad, promoviendo la búsqueda de recursos y la elaboración de proyectos que nos permitan el financiamiento de nuestra actividad misionera.
Comunicación y Trabajo en Red
Sabemos que la comunicación es un camino necesario para la unidad, por eso nos comprometemos a:
- Mejorar la comunicación entre nuestros grupos LMC de América, utilizando los medios disponibles.
- Tener un secretario de comunicación en cada grupo (o que esta responsabilidad la asuma el secretario general).
- Asumir la comunicación como un compromiso de todos los miembros del grupo.
- Publicar en papel material informativo para que las personas que no tengan acceso a la red también puedan acceder a la información.
- Compartir la riqueza local contribuyendo desde cada grupo con un artículo cada dos meses en el blog internacional.
- Difundir nuestro ser LMC y las realidades de misión a través de las redes sociales, para facilitar la animación misionera y la promoción vocacional.
- Compartir con regularidad noticias y/o las actas del equipo coordinador del país con el Comité Continental y el Comité Central.
Formación
Como LMC de América nos comprometemos a hacer un camino de formación común donde los acuerdos de las asambleas precedentes nos guían. Además queremos asumir los siguientes compromisos:
- Ir asumiendo responsabilidades en la formación de nuestros propios LMC.
- Incluir una experiencia de campo de misión en el período formativo.
- Posibilitar la opción de experiencias de formación comunitaria entre grupos de varias provincias.
- Aprovechar los recursos disponibles en los distintos centros de formación eclesial, social y cultural de nuestro entorno.
- Formarnos específicamente en el tema económico en relación a la búsqueda de recursos y a la relación con el dinero.
- Usar la plataforma de formación internacional LMC donde: compartir los programas formativos, usar los contenidos y enriquecerla con contenidos nuevos por parte de cada grupo.
- Facilitar el acompañamiento personal en el periodo de reinserción.
Directorio
Es fundamental que nuestros directorios locales recojan las líneas generales de nuestra identidad y organización, desarrolladas de forma clara y flexible, con un lenguaje actual y atractivo; y en donde se recojan los siguientes aspectos:
- Considerar la presencia de LMC de grupos de otros países para facilitar la inclusión con el grupo local.
- Aclarar las particularidades de cada país en las provincias con LMC nacionales y extranjeros.
- Definir un tiempo mínimo de participación para formar parte de la directiva.
- Definir la cooperación económica local y la colaboración internacional.
- Contemplar la reinserción de los LMC a su regreso al país.
- Incluir una breve reseña histórica internacional y de cada grupo.
- Basarse y estar en sintonía con los acuerdos internacionales.
- Revisar y actualizar los directorios para la siguiente asamblea continental.
Encuentro continental de los LMC de América (Guatemala 2014)
Adjuntamos también la reflexión de los misioneros combonianos (P. Arlindo Ferreira Pinto, miembro del Comité Central; P. José Manuel Baeza, responsable continental de los LMC por parte de los provinciales de América; P. Sergio Agustoni, asesor de los LMC del Perú; P. Laureano Rojo, asesor de los LMC de México; P. José Manuel Sánchez, asesor de los LMC de Costa Rica) y de la representante de las misioneras combonianas de Guatemala (Hna. María Cecilia Sierra Salcido) presentes en este encuentro.
En el marco de la Asamblea Continental de los LMC de América, nos hemos reunido y hemos hecho las siguientes reflexiones:
- Vemos que es necesario confirmar un asesor para la provincia de Centro América.
- Es importante seguir aclarando el papel de los asesores combonianos de los grupos de LMC. Este papel va más allá del acompañamiento espiritual. El Comité Central se encargará de redactar un documento donde se explicará cuáles son las responsabilidades de los asesores, dicha explicación servirá también a los padres provinciales. Se propone como fecha de entrega marzo 2015.
- Confirmamos el país de Perú como sede preferencial de una presencia internacional de LMC.
- En una primera etapa se podría trabajar para comenzar con una presencia estable de LMC guatemaltecos en la misión de S. Luis Petén.
- El seguro de salud debería estar incluido en todos los contratos de los LMC.
- Los LMC no son propiedad de los misioneros combonianos ni de las misioneras combonianas, sino que representan un movimiento que camina hacia su autonomía, son parte del carisma comboniano y poco a poco se van configurando como una cuarta rama de la familia comboniana. Están más próximos a los misioneros combonianos por razones históricas, circunstanciales y jurídicas.
- Hemos conversado acerca de la autonomía económica de los LMC constatando como algunos grupos han crecido mucho en este aspecto, pero en la mayoría de los países del continente de América queda un largo camino por recorrer. No hay que olvidar que cuando la gente ayuda a los combonianos quiere ayudar al trabajo misionero de evangelización, y los LMC son parte de este trabajo, por eso los combonianos tienen que ser aún más generosos. Hay que dialogar con los provinciales sobre esta necesidad.