Noticiario mensual de los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús

DIRECCIÓN GENERAL

Nombramientos y destinos en la comunidad de la Curia

P. Baritussio Arnaldo,
al mismo tiempo que continúa como postulador general, ha sido nombrado pro-curador general ante la Santa Sede, desde el 1 de octubre de 2005. Sustituye al P. Ballan Romeo que, a finales de julio, ha terminado su compromiso con el CIAM y ha sido destinado a Italia desde el 1 de julio, pero continuará como procurador general, hasta finales de septiembre de este año.
P. Sardella Michele, continúa siendo el secretario personal del Superior General, y al mismo tiempo, desde el 1 de octubre de 2005, ha sido nombrado bibliotecario de la Curia, en lugar del P. Cis-ternino Mario Salvatore que ha sido destinado a Italia, desde el 1 de julio de 2005.
El Hno. Baldo Guerrino ha sido destinado a Italia, desde el 1 de julio de 2005. Lo sustituye el Hno. Cariolato Domenico.
P. Bandera Gian Paolo, miembro de la provincia italiana, pero durante un año, asistente del archi-vero general, en julio se ha retirado a la casa de Rebbio.
P. González Fernández Fidel a finales de julio terminó su oficio de rector del Pontificio Colegio Urbano. Destinado a Italia desde el 1 de julio de 2005, reside en S. Pancrazio y continúa como profesor en la Urbaniana y en la Gregoriana y como consultor de la Congregación para las Causas de los Santos.
P. Fernando Domingues desde el 1 de agosto de 2005 ha sido nombrado rector del Pontificio Co-legio Urbano, donde reside, aunque perteneciendo a la comunidad de la Curia.
P. Benetazzo Luciano que, el 31 de julio terminó su mandato de director del Colegio Misionero Mater Ecclesiae, de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos en Castel Gandolfo, ha sido nombrado superior de la comunidad de París, desde el 1 de septiembre de 2005.
Un cordial agradecimiento a todos los hermanos que dejan la comunidad de la Curia, por el trabajo reali-zado en los últimos años en favor del Instituto y de la Iglesia. Les deseamos bendiciones y gracias para el futuro.
Una calurosa bienvenida a los hermanos que han llegado recientemente a la comunidad de la Curia y feli-citaciones a los nuevos nombrados para los diversos oficios.

Nuevo Obispo
“El Santo Padre ha nombrado al P. Camillo Ballin, MCCJ, Vicario Apostólico de Kuwait (superficie: 17.900; población: 2.650.000; católicos: 158.500; sacerdotes: 10; religiosos: 13; diáconos permanentes: 1), en Ku-wait.
El Obispo elegido, hasta ahora Director del Centro de Estudios Árabes e Islámicos “Dar Comboni” en El Cairo (Egipto), nació en Fontaniva (Padua) en 1944, emitió la profesión perpetua en 1968 y fue ordenado sacerdote en 1969.
El Obispo Camillo Ballin sucede al Obispo Francis Micallef, OCD, cuya renuncia al gobierno pastoral del mismo Vicariato Apostólico, presentada al alcanzar los límites de edad, ha sido aceptada por el Santo Pa-dre”.
(Ciudad del Vaticano, 14 julio 2005 - VIS)
Mons. Ballin fue ordenado obispo, el 2 de septiembre en Kuwait City.

Secretario general: Anuario Comboniano 2005
Se espera que, durante el mes de agosto, todos los provinciales y delegados hayan recibido los ejempla-res impresos del Anuario Comboniano 2005. Asegúrense de que cada hermano (incluidos los de votos tem-porales) haya recibido un ejemplar.
A los provinciales, a los delegados y a varios hermanos, el pasado 27 de julio se les envió, por correo electrónico dos versiones (una zippata y otra en DPF) del anuario Comboniano 2005, abreviado (sin mapas geográficos) y puesto al día al 1 de julio de 2005. Si algún provincial no lo hubiese recibido, informe inme-diatamente al secretario general.
Los hermanos que deseen la versión electrónica del Anuario, pídanlo a sus provinciales o delegados que pueden enviarlo por correo electrónico o copiarlo en disquete y CD.
De nuevo, se invita calurosamente a cada hermano a que controle el Anuario Comboniano 2005, espe-cialmente los datos que a él se refieren y, sobre todo, las direcciones de la familia. Eventuales correcciones, rectificaciones y sugerencias de mejoramiento, envíense al secretario general del modo más rápido.

Secretariado general para la Evangelización

Preparación de los animadores para la Ratio Missionis

Del 25 al 29 de julio, en la casa provincial de Nairobi, se realizó el encuentro con los animadores de las provincias y delegaciones africanas de lengua inglesa. Estaban presentes los PP. Sebhatleab Ayele Te-semma (delegado responsable de la evangelización para África anglófona), Anton Schneider y Fernando Zolli (animadores), Rinaldo Ronzani (KE), Rafael Rico Hernández (KE), Ivo Martins do Vale (ET), Nicola Di Iorio (ET), Edward Kanyike Mayanja (MZ), Tiziano Laurenti (MZ), Elia Pampaloni (U), Günther Ludwig Hof-mann (RSA), Andrew Wanjohi Thumbi (RSA), Guillermo Aguiñaga Pantoja (SS), Luis Alfredo Estrada Meza (SS), Joseph Okello Yala (SS), Norberto Stonfer (KH), Simon Mbuthia Mwaura (EG), Mussie Abraham Ke-flezghi (ER). Ausente el representante de la provincia de Mozambique, a causa de una huelga aérea.
El encuentro se vivió con mucha intensidad por todos los participantes que tomaron mayor conciencia de la necesidad del recorrido y de su papel de animación en las respectivas provincias y delegaciones, para la preparación de la Ratio Missionis. Varias veces se ha afirmado que, en esta primera fase del camino, esta-mos llamados a enfocar nuestro ser y nuestro hacer misionero; después de la Intercapitular, en cambio, se-rá la fase de la evaluación y el discernimiento para podernos proyectar en el futuro.
En un clima de gran fraternidad y espontaneidad el taller individuó algunos de los trabas que no nos per-miten afrontar los retos de la misión hoy en el mundo, cada vez más globalizado, como, por ejemplo, la falta de programación y de continuidad en nuestro trabajo misionero, la impermeabilidad a todo estímulo de re-novación, la dificultad de vivir y actuar en comunidades cada vez más internacionales e interculturales, el uso de dinero como medio para realizar proyectos personales más que proyectos comunitarios y de cir-cunscripción. Todos los participantes, ayudados por las comisiones provinciales y de delegación, animarán el trabajo y recogerán material para enviar al secretariado general de la Evangelización. Finalmente, se pro-gramó la asamblea continental anglófona que se tendrá en Kampala, del 1 al 6 de mayo de 2006, para eva-luar el trabajo y las aportaciones continentales para el primer esbozo de la Ratio Missionis.

Secretariado general de la Formación

Asamblea de formadores de los noviciados, escolasticados y C.I.H.


Del 10 al 30 de julio se desarrolló en Palencia, España, la asamblea de formadores de los noviciado, es-colasticados y C.I.H. Después de seis años, sigue a la de Pesaro, 1999. Participaron 41 hermanos (quince formadores de noviciados, quince de escolasticados, cuatro del C.I.H. , dos representantes de los superio-res provinciales, dos de los Hermanos y algunos miembros de la Dirección General). Durante tres semanas, en un clima de fraternidad y de compartir, se vivieron tres etapas importantes.
La primera etapa se dedicó a la Formación Permanente en camino con el Instituto (Capítulo 2003) y la Iglesia (Vita Consacrata), con la presencia del Superior General y de otros hermanos que procuraron animar las diversas jornadas.
Desde el principio y con la ayuda del P. Teresino Serra, nos confrontamos con una realidad hermosa, pe-ro difícil, densa de complejidad y gravedad. Con extrema claridad, un lenguaje franco y directo, sin medios términos, el P. Teresino compartió su análisis de la realidad formativa comboniana y de la vida del Instituto y nos invitó a individuar el “talón de Aquiles”, es decir, el punto débil de nuestro camino formativo y, por tanto, los factores que impiden y han impedido un camino fructuoso en la preparación a la Misión y al don de sí para siempre.
La segunda etapa se dedicó a la comprobación y evaluación del camino realizado en los últimos seis años, teniendo como puntos de referencia la asamblea de Pesaro 1999 y el documento del examen de la formación (2001). Cada comunidad formativa presentó su relación con la riqueza de lo vivido cotidianamen-te y las numerosas problemáticas abiertas que requieren nuevos caminos.
La tercera etapa fue un tiempo fuerte de reflexión para llegar a propuestas nuevas y significativas, sobre todo, concretas, para el camino de los próximos años.
El “talón de Aquiles”, o punto débil del sistema formativo comboniano, se nos ha presentado bastante cla-ro:
• Somos conscientes de una gran falta de “exigencia” en todas las distintas etapas, en el acompañamiento y en el discernimiento.
• La interiorización de los valores no llega al corazón y la vida de las personas.
• Estamos frente a una dicotomía, una división entre lenguaje y vida.
• El actuar gradualmente en la continuidad del camino formativo no se realiza o con dificultad produce fruto.
• Las mismas estructuras y, no sólo las materiales, las programaciones, el paso de una etapa a otra, se de-ben volver a pensar para nuevas respuestas al hoy de nuestra historia.
• Formación y misión no expresan unidad en la vida de las personas: sentimos la necesidad de un camino de conjunto con el que el crecimiento humano, cristiano y comboniano encuentre en la misión su lugar “natural” para alcanzar una identidad clara y madura.
• Nosotros mismos, formadores, sentimos la urgencia de cuidar más nuestra formación, para que nuestra vida sea el primer testimonio, expresión del don de sí, para jóvenes en camino.
De aquí que las propuestas formuladas durante la asamblea y elaboradas con valor por todos los forma-dores quieren ser una respuesta actual, sincera y concreta para un nuevo camino formativo en el Instituto Comboniano.
Algunas de ellas, en modo particular, están confiadas al Consejo General, para que, a través de un ulte-rior discernimiento, puedan ser evaluadas con vistas a su rápida actuación.
Las conclusiones de la asamblea pueden ser leídas en el sitio comboniano, www.comboni.org, área re-servada, sección del secretariado de la formación.
Un agradecimiento sincero a la provincia de España y a la comunidad comboniana de Palencia por la acogida y la generosa atención, para que todo pudiese funcionar lo mejor posible.

Especializaciones
Han obtenido la licencia en “Arabic and Islamic Studies”, magna cum laude”, en el Pontificio Instituto de Estudios Árabes y de Islamística (P.I.S.A.I.) los siguientes hermanos:
P. Antonio Núñez Baldenebro: “Arabic Renaissance and the Narcissistic Wound - A Critique of George Tarabishi of Contemporary Arabic Islamic Radicalism”.
P. Eibu Dominic: “Religious Freedom in Islam - A general over-view of Religious Freedom in Islam according to 'Abd al-Muta'ali al Sa'idi”.
P. Otíeno Onesmas Godfrey: “The Political Perspective and the Caliphate in an Arab/Islamic Civi-lization - Extracted from Dr. Ahmad Al-Baghdadi’s Book (The Renovation of Religious Thought: A call for us-ing the mind)”.

Ordenaciones sacerdotales

P. Zagaja Adam (PO) Wólka Niedźwiedzka (PL) 02-07-2005
P. Kondo Komivi (Antoine) (T) Atakapamé (TG) 03-07-2005
P. Marcelo Fonseca Oliveira (P) Sobral (P) 24-07-2005
P. Kakwata Kigwaya Séraphin (CN) Kinshasa (RDC) 31-07-2005
P. Kibira Anthony Kimbowa (U) Masaka (UG) 06-08-2005

Obra del Redentor
Septiembre 01 – 15 NAP 16 – 30 PE
Octubre 01 – 15 P 16 – 31 RSA

Intenciones de oración

Septiembre
– Para que San Daniel Comboni conceda el valor y la perseverancia a todos los misione-ros y misioneras que anuncian el Evangelio en los contextos religiosos del Islam y en situaciones de emer-gencia, de peligro y de guerra. Oremos.

Octubre – Para que podamos anunciar el Evangelio con actitudes de profunda y respetuosa escu-cha a los valores y las experiencias religiosas concretas de los pueblos a los que servimos. Oremos.

Publicaciones

El P. Pasquale Crazzolara
sigue siendo aún el más importante estudioso de los pueblos del Valle del Nilo, incluso más que cualquier academia o biblioteca que cultive estudios africanos. Era justo, por tanto, que finalmente un paisano suyo desempolvase la vida y las obras y lo trajera a la memoria: “P. Pasquale Crazzolara e la sua Africa”, Franz Vittur, editado por el Instituto Ladino “Micurà de Rü”, 176 páginas.
Es un librito delgado y ágil, de contenido sustancioso y muy elegante. Justamente en el estilo del P. Pas-quale. Una verdadera, pequeña joya. Quien quiera convencerse pídalo a Istitut Ladin “Micurà de Rü” - 2005 San Martin de Tor (BZ), Italia. E-mail biblioteca.micura@ladinia.net.


ASIA

Otro paso adelante

Los últimos días de agosto y primeros de septiembre de este año marcan un momento significativo para el proyecto misionero comboniano en Asia, con la visita del P. Teresino Serra, Superior General, acompañado de P. Tesfamariam Ghebrecristos Woldeghebriel a las comunidades de Taipei y Macao y la posterior visita del P. Tesfamariam a las comunidades de la Filipinas (el Superior General las visitó ya a principios de este año). Además de la oportunidad de encontrarse con los hermanos, el P. Teresino y el P. Tesfamariam po-drán visitar las comunidades cristianas locales, a los obispos y a miembros de otros Institutos Misioneros que trabajan en esta parte de Asia.
Durante su permanencia aquí habrá también un encuentro de tres días de todos los Misioneros Combo-nianos que trabajan en Taipei y Macao, huéspedes de los hermanos de la iglesia de S. José Obrero en Ma-cao. Esta reunión, la primera de este género después de seis años, tendrá el fin de evaluar el camino Com-boni-China realizado hasta ahora y programar para el futuro. Un punto importante de la agenda se referirá a las diversas modalidades que ayudarán a los hermanos a comprometerse con la Iglesia de la China conti-nental.


BRASIL NORDESTE

Jubileo sacerdotal

Ordenado en 1955 en Milán, por el entonces cardenal Montini, el P. Franco Sesenna celebró el 26 de ju-nio, en Balsas, Brasil, sus 50 años de sacerdocio. Siempre en el Nordeste brasileño desde enero de 1965, el P. Franco ha transcurrido más de treinta años al servicio de la diócesis de Balsas. Jesús nos dice: “quien pierda su vida por causa mía, la encontrará”. El P. Franco parece haber hecho de estas palabras el proyecto de su vida, buscando ser fiel al Evangelio y a los pobres, según el carisma de Comboni.
La celebración fue muy significativa. En el momento del acto penitencial, por ejemplo, el P Franco se ha arrancado la vieja túnica que había usado hasta aquel momento y se ha puesto una nueva, don de las co-munidades parroquiales. Después ha entrado un campesino con un caballo que llevaba en la alforja el evangelio. Este ha sido entregado al P. Franco en el momento de la proclamación de la Palabra, como sím-bolo de los viajes, de las incomodidades, de las “desobrigas” que los primeros misioneros debían afrontar para llegar a las comunidades más distantes. Al P. Franco el agradecimiento de la provincia por haber gas-tado su vida por la causa del evangelio.


CENTRO AMÉRICA

Cursos

El pasado mes de julio ha sido un mes muy intenso y muy enriquecedor en nuestra delegación de Cen-troamérica. Del 5 al 20 se llevó a cabo el curso de animación misionera para las provincias y delegaciones de América y Asia en el que participaron también las Misioneras Combonianas. Fueron días de enriqueci-miento, de formación y de entusiasmo para continuar con nuestra labor de animadores al estilo de San Da-niel Comboni.
Los días 19 y 20 se consagraron a la asamblea continental de la animación. Ahí se han compartido pre-ocupaciones y proyectos para hacer que la animación misionera sea más eficaz en la realidad de América y Asia.

Encuentro de los hermanos jóvenes
El lunes 25 tuvimos el encuentro de los hermanos jóvenes al que participó también el Hno. Alfredo de Je-sús Aguilar Cedeño quien se encuentra en Costa Rica preparándose para ir al Año Comboniano en México. El encuentro que duró toda la jornada fue animado por el P. Enrique Sánchez González compartiendo una reflexión sobre el ser combonianos hoy. Se dio espacio para compartir las experiencias en el camino que se va recorriendo, sea en la delegación, como en los lugares en donde se ha tenido la oportunidad de vivir los primeros años de ministerio. Al final del día nos encontramos para compartir un momento de alegría.

Asamblea anual
Los días 26 al 28 fueron las jornadas de la asamblea anual de la delegación. La participación fue extraor-dinaria y pudimos encontrarnos prácticamente todos los miembros de la delegación. En el primer día trata-mos de reflexionar sobre la realidad que nos toca vivir en los contextos tan variados de nuestra delegación. Recogimos los retos y desafíos que nos esperan y reconocimos el bien que se sigue haciendo a través de nuestra presencia en Centroamérica. Dimos gracias en particular por el don de las vocaciones, y es alenta-dor el número de postulantes que se encuentran en San José.
El segundo día de nuestra asamblea quisimos empezar a trabajar sobre la Ratio Missionis y considera-mos que ha sido el momento más enriquecedor de nuestro encuentro. Pensamos que es una puerta que se abre y que servirá para dar pasos hacia destinos más profundos.
El tercer día nos ocupamos de cuestiones más prácticas y entre los compromisos que nos hemos fijado vale resaltar la decisión de comenzar con la experiencia del fondo común. Una comisión se encargará de presentar unos estatutos a más tardar en enero del próximo año.
Por último, el día 29 nos reunimos todos los superiores locales y compartimos nuestra experiencia deján-donos ayudar por las reflexiones de un artículo del P. Manuel Augusto Lopes Ferreira sobre el tema del lide-razgo.
Así nuestra delegación, aunque pequeña, sigue siendo un espacio en donde la pasión de San Daniel Comboni anima muchos corazones.


CONGO

Curso de formación para los animadores misioneros

El curso de formación para los animadores misioneros se desarrolló en Kimwenza (Kinshasa), del 7 al 21 de agosto. Participaron catorce hermanos, diez Hermanas Misioneras Combonianas y cuatro laicos, por un total de veintiocho personas, provenientes de las provincias combonianas de habla francesa: Togo, Ghana, Benin, Chad, África central y Congo.
El curso estuvo animado por hermanos y hermanas, pero sobre todo por africanos, tanto en lo que se re-fiere a la visión de la misión, como por las técnicas de comunicación. Este fue un signo que nos hizo re-flexionar.
La reflexión comenzó por la misión en la Biblia y en los documentos de la Iglesia, sobre todo de las Igle-sias africanas. Después fuimos ayudados a formular nuestra visión de la misión. Esto nos proporcionó con-tenidos para pasar a nuestra animación misionera pero, sobre todo, para ver nuestro específico servicio de animación como parte integrante de nuestra identidad comboniana y como un servicio de evangelización.
Hemos estado atentos a dejarnos interrogar por las realidades socio-culturales y eclesiales de nuestras naciones, para poner nuestra animación misionera en su contexto. Después de haber profundizado la di-mensión carismática en Comboni, en nuestra tradición y en los documentos recientes de nuestros Institutos, buscamos los medios mejores para la comunicación y la animación de los grupos.
Los últimos días estuvieron dedicados a la formulación de nuestra visión de animación misionera para el África de habla francesa, sus objetivos prioritarios, sus contenidos y sus metodologías, y a la búsqueda de los instrumentos para realizar tal servicio.
Cada provincia preparó los puntos para poner en práctica todo esto. Las conclusiones generales de la asamblea vierten sobre los recursos humanos, la formación de los animadores, los recursos materiales y financieros, el apoyo al Centro de Estudios y de Formación Misionera querido por el congreso de misionolo-gía de julio de 2004 y sobre lo que seguirá a este encuentro.
Ha sido una experiencia considerada positivamente por todos: marchemos, “animados para animar”.


CURIA

Propaganda Fide cierra el Colegio “Mater Ecclesiae”

Con la decisión del Cardenal Sepe de cerrar en Castel Gandolfo el Colegio para la formación de Catequis-tas, se concluye una colaboración entre Combonianos y Propaganda Fide que duraba ya hacía veinte años. El Colegio “Mater Ecclesiae”, fundado en 1987 por el Cardenal Agnelo Rossi, tenía sede en Castel Gandol-fo, en el edificio que fue durante muchos años la residencia veraniega del Colegio Urbano y, precedente-mente, antiguo convento franciscano.
Acogía jóvenes catequistas provenientes de todos los países del mundo misionero: Asia, África, América Latina, Medio Oriente y Países de Europa del Este. La formación se realizaba primero durante dos años, con cerca de sesenta estudiantes. Después, a petición de la Universidad, el curso se convirtió en trienal, con cerca de noventa estudiantes. Más de treinta países estaban representados.
La enseñanza estaba asegurada por la Universidad Urbaniana a un público muy heterogéneo de estu-diantes: hombres y mujeres, religiosos y laicos, en un programa estudiado para ellos, para introducirles en la filosofía, teología y algunas ciencias humanas. A los estudiantes internos se añadían muchos externos que venían sólo para la escuela: eran sobre todo postulantes o novicias de casas de formación religiosa re-sidentes en la zona.
El primer Comboniano que trabajó en aquella estructura fue el P. Alberto Marra que llegó en enero de 1986. Primero fue director espiritual y después rector, hasta 1993. Le sucedió el P. Luciano Benetazzo que permaneció allí hasta el 31 de julio de 2005, cuando se cerró definitivamente el Colegio.
Para la dirección espiritual, en cambio, el P. Domenico Ghirotto prestó servicio durante once años, hasta la Navidad de 1999. Fue sustituido por el P. Stelvio Benetazzo. Así en los últimos cinco años el Colegio es-taba confiado a dos hermanos, uno como rector y el otro como director espiritual.
Ahora el Colegio cambia perspectiva: será confiado al movimiento de Comunión y Liberación y a la ense-ñanza de la Universidad Católica de Milán para la formación de economistas, directores de hacienda o simi-lares. La casa está en restauración, mientras se espera el nombramiento de un rector y de nuevos cuadros formativos.


ITALIA

Laicos Combonianos

Algo nuevo ha ocurrido en el convenio anual de los laicos Combonianos habido en Pesaro, del 21 al 24 de julio.
Volviendo a partir del carisma comboniano, cuyas líneas fundamentales fueron trazadas de forma clara y sintética por el P. Joaquím José Gonçalves Oliveira Valente da Cruz, la “galaxia” de los Laicos Combonianos en Italia, que arriesgaba la atomización, se ha vuelto a encontrar sobre algunos puntos fundamentales: anima-ción misionera, evangelización, justicia y paz, emigrantes… a través de una red de individuos y familias com-prometidos en conjugar espiritualidad misionera y opciones prácticas de sobriedad, acogida y el compartir.
En el encuentro participó también el P. Alberto Pelucchi, superior provincial que dialogó con los diversos grupos y subrayó la necesidad de que la coordinación nacional tenga en cuenta las nuevas realidades, para que sea representativa, no sólo de las zonas, sino también de los diversos sectores: Desde jóvenes laicos combonianos que salen de los GIM a las comunidades familias combonianas en formación.
Un hermoso gesto, durante la eucaristía final, manifestó el espíritu del laicado comboniano: la entrega del crucifijo, por parte del P. Alberto, a Christophe, Andrea, Claudio y Andrés que han decidido marchar para la misión.

“E-state dentro”
Es el título de los campos de verano que los equipos GIM de Nápoles, Padua, Pesaro y Venegono propusie-ron a los jóvenes durante el verano. “Estar dentro” significa desafiar a los jóvenes a mirar cara a cara la reali-dad en la que viven, sin huir o buscar grandes experiencias que después no tienen continuidad.
Convocados en las periferias de las grandes ciudades, a las mesas populares, junto a comunidades de re-cuperación, en ambientes caracterizados por los desafíos de la emigración y de las diversas mafias… decenas y decenas de jóvenes, cada día, han dedicado tiempos prolongados a la reflexión sobre textos bíblicos, al ser-vicio de los marginados y al encuentro con personalidades fuertes.
Se ha tratado de un verdadero viaje misionero en una Italia que aparece llena de contradicciones, pero tam-bién de testigos de esperanza. Después de estos campos, los GIM han reemprendido el camino normal con mayor ímpetu.
Tema para el año 2005-2006: “Búsqueda del Resucitado en la historia actual”.


KENYA

Violencias

Los acontecimientos narrados están relatados por el P. Mariano Tibaldo, con el testimonio del P. John Kofi Tasiame.
El 12 de julio, a las 7.30 de la mañana, el P. Janito Joseph Aldrin Palacios, había dejado Sololo para diri-girse a un encuentro en Marsabit con dos catequistas, sus mujeres y sus hijos: diez personas en total. No sabían que aquella misma mañana un grupo de Borana había atacado la aldea de Torbi y una zona de la parroquia de Sololo, matando a veintiuna personas de la tribu de los Gabbra, comprendidas mujeres y niños y herido a muchas otras. Durante el viaje conocieron lo acontecido. Recibieron también otras noticias, pero eran bastante inciertas y fragmentarias. Dándose cuenta de que la situación era confusa y peligrosa, el P. Aldrin preguntó a los compañeros de viaje si pensaban seguir. Ante su respuesta afirmativa, continuó el via-je hacia Marsabit.
En Bobisa se encontraron con un improvisado puesto de bloqueo organizado por la gente del lugar. El P. Aldrin se detuvo y bajó del coche, explicándoles que era un sacerdote misionero como los de aquella zona que la gente conocía, subrayando que las personas que viajaban con él eran cristianos. Entre tanto un gru-po muy numeroso de gente del pueblo se dirigía hacia ellos, mientras que los del puesto de bloqueo habían comenzado a acusar a las personas que estaban con el P. Aldrin de haber matado a su gente, porque tam-bién ellos eran de los Borana. El P. Aldrin, viendo que la situación se volvía insostenible, saltó al coche para intentar huir, pero en seguida un camión le cortó el camino. Fue golpeado con un gran bastón, arrastrado violentamente fuera del coche, dándole puntapiés. Algunos ancianos le obligaron a arrodillarse y a mirar cómo matarían a “sus” Borana. El P. Aldrin intentó todavía acercarse al coche, que ya estaba rodeado por mucha gente que había empezado a lanzar piedras. Los dos catequistas, las mujeres y los niños fueron arrastrados fuera del coche y asesinados. Sus cuerpos fueron llevados y abandonados en el desierto.
Entre tanto, el P. Aldrin había sido llevado a una capilla que se encontraba en las cercanías. Los ancianos querían matarlo, pero las mujeres y los jóvenes se opusieron. Por casualidad llegó un blanco dirigido a Mar-sabit y que había tenido una avería en la motocicleta. El P. Aldrin le dio las llaves de su coche, rogándole que advirtiera al P. Antonio Alexandre da Rocha Ferreira o al obispo. Así se enteraron sus hermanos de lo ocurrido el mismo día. Los Combonianos de Marsabit, viendo cómo había quedado el coche del P. Aldrin, se quedaron desconcertados, pero no pudieron ir inmediatamente a socorrerlo porque llegó la noche.
A la mañana siguiente, el P. Alex y la Comboniana Hna. Maria Elisabete Lourenço Almendra se dirigieron a Bobisa y consiguieron llevarse con ellos al P. Aldrin. El P. Alex, más tarde, fue a recoger los cuerpos de los catequistas y de sus familias para llevarlos a sus aldeas.


KHARTOUM

Reacciones en Kartum por la muerte de John Garang

La noticia de que John Garang, el primer sudanés del Sur nombrado vicepresidente de Sudán, había muerto, junto con los otros doce pasajeros del helicóptero en el que volvía a Juba, después de una visita a Uganda, fue un duro e inesperado golpe. Después del entusiasmo por la firma de los acuerdos, el proceso de paz parecía haberse hecho pedazos.
La rabia de los sudaneses del Sur en Kartum explotó irrefrenable: comenzaron a destrozar e incendiar to-do lo que encontraban por las calles de la ciudad. Ninguno de ellos creía en un accidente aéreo, sino más bien en un complot del partido de la mayoría del gobierno árabe.
Algunos mercados fueron destruidos totalmente y asesinados árabes. Desde las 8.30 de la mañana, hora del anuncio de la muerte, la ciudad estuvo entregada al caos y a la furia de la multitud, hasta las 4.00 de la tarde, cuando el ejército consiguió devolver un poco la calma, cerrando también el tránsito en los puentes, mientras la gente de la ciudad se había barricado en casa.
En los días siguientes los árabes se vindicaron. Invocando la “guerra santa” atacaron y asesinaron a mu-chos sudaneses del Sur, sobre todo en las zonas periféricas de sus tres instalaciones. A veces, también la policía se unió a ellos. Muchos fueron arrestado y muchos, según parece, desaparecidos. Invitaciones a la calma han sido dirigidas por el presidente, los parlamentarios, las autoridades religiosas, entre ellas el Car-denal Gabriele Zubeir Wako. Gracias a Dios en las mezquitas, durante la oración del viernes, se usaron pa-labras de moderación que, sin invitar explícitamente a la paz, no han animado los desórdenes. La situación parece haberse calmado, aunque el ejército y la policía tienen todavía bajo control las periferias y registran las casas. El juramento de Salva Kiir como vicepresidente, en el puesto de Garang, ha renovado la espe-ranza de que el proceso de paz pueda continuar, a pesar de lo que ha ocurrido.
Que el Señor ayude a Sudan a avanzar en el camino de paz que se ha indiciado hace poco.


PERÚ-CHILE

60° de ordenación sacerdotal

El 26 de junio, el P. Peter Taschler festejó sus sesenta años de ordenación sacerdotal, cincuenta de ellos transcurridos en esta provincia. En la misma fecha se oró también por los diez miembros de la provincia, or-denados sacerdotes el día de la fiesta de los Santos Pedro y Pablo.
He aquí lo que escribió el mismo P. Peter. “Mi vocación la atribuyo a mi madre que, como ocurre con fre-cuencia, desde “el seno materno” (Jer 1,6) había deseado y pedido un hijo sacerdote. El párroco y mis pa-dres me llevaban, como en peregrinación, a visitar el seminario diocesano y, más tarde, dos veces al año, al seminario mayor.
A causa de la segunda guerra mundial fui el único que fue ordenado sacerdote, el 29 de junio de 1945, en la catedral de Bressanone. Recuerdo que a mi primera Misa acudió muchísima gente, como no ocurría hacía tiempo, para recibir la bendición del neo-sacerdote.
La vocación misionera la debo, también a mi madre, además de al director espiritual y al obispo Gargitter que, después de siete años de ministerio sacerdotal en la diócesis, me autorizó a marchar a la misión.
En dos años de noviciado me preparé, también lavando los platos, a esta nueva vida. En el barco que me llevaba a América, dije la misa dominical ante 700 pasajeros y 22 sacerdotes españoles.
Soy misionero desde hace cincuenta años y he trabajado, no en tres continentes, sino en tres regiones de Perú: en la Selva, visitando las sesenta y siete comunidades de Pozuzo, sobre un asno o a pie, dándome cuenta de que, a veces, había realizado hasta cinco celebraciones litúrgicas al día; en la Sierra, en Tarma y Huanuco, teniendo ciento dos lecciones de religión en semana; en la Costa, en Chimbote, Chinche y Lima, donde, entre otras cosas, he dirigido cinco trasmisiones radiofónicas al día. En estos últimos años, me encuen-tro en la casa provincial, escribiendo mis memorias y ocupándome de la comunidad cristiana de Cristo Reden-tor, donde desearía ser enterrado. San Daniel Comboni ruega por mí y por las misiones”.

Nueva comunidad comboniana
El 3 de julio, en el colegio Jorge Alessandri de Renca (en la periferia norte de Santiago de Chile), tuvo lu-gar la celebración eucarística de toma de posesión del nuevo párroco de “María Misionera”, P. Mosé Mora, y del vicario parroquial, P. Nelson Edgar Mitchell Sandoval. En la ceremonia, presidida por el vicario general y obispo auxiliar de Santiago, Mons. Ricardo Ezzati, concelebraron el vicario zonal, P. Javier Francisco Man-terola, P. Rogelio Bustos Juárez, provincial, y su delegado para Chile, P. Gianluca Roso, en presencia de toda la comunidad comboniana de Santiago y más de quinientos fieles de la parroquia.
Durante la homilía, Mons. Ezzati subrayó la importancia de la evangelización en el corazón de la gran ciu-dad, en particular en las periferias de las grandes metrópolis, lugares propicios para aprender del buen pas-tor que busca incansablemente la oveja perdida “Tener un nuevo párroco – dijo Mons. Ezzati – es un gran don para todos. Quiere decir saber que hay un pastor que os quiere bien y se preocupa de vuestro camino de comunidad evangelizadora. Amar la Palabra, celebrar los sacramentos y dedicarse a los más necesita-dos, hace que una comunidad, nuevo Pueblo de Dios, sepa crecer cada día más en su camino de fe hacia la contemplación del rostro de Dios. Vivid con dignidad vuestro ser cristianos y no tengáis miedo de abrir las puertas a Cristo: es Él el que nos manda a los hermanos, para hacer de este mundo una casa más digna para todos”.
Los momentos más significativos de la celebración fueron acompañados por algunos signos que, de modo simbólico, subrayaron los compromisos específicos del nuevo párroco: la profesión de fe, la entrega de la fuente bautismal, el confesionario para el sacramento de la penitencia, el Evangelio para el anuncio de la Palabra y el altar.
No se entregaron las llaves, porque la parroquia, que tiene 40.000 habitantes, no tiene todavía iglesia pa-rroquial. Muchas personas demostraron el afecto y la cercanía a los nuevos sacerdotes, no sólo con la cele-bración, sino también con un pequeño refresco preparado por el consejo pastoral parroquial.


SOUTH SUDAN

Reacciones en Juba por la muerte de John Garang

Apenas se difundió la noticia de la muerte de John Garang por la caída del helicóptero en que viajaba, en Juba, la capital de Sudan Sur y en ciudades más grandes, se produjeron tumultos de masa jamás vistos desde hace decenas de años. En Juba la situación empeoró posteriormente, apenas se esparció la voz de que en el mismo accidente había muerto también el cardenal Gabriel Zubeir Wako. Afortunadamente esta noticia era falsa.
El cuerpo de Garang, después de haber sido transportado en helicóptero a toda la amplia región de bos-ques y montañas para dar la posibilidad a la gente de rendirle homenaje, fue llevado a Juba para el funeral y la sepultura. Aquí, una multitud enorme dio su último saludo al ex jefe de los rebeldes que tanto había hecho para conseguir el acuerdo de paz en esta nación, la más amplia de África. Muchos, entre lamentos y llantos, agitaban hojas verdes, el tradicional símbolo del luto. En una mezcla de confusión y emoción, decenas de millares de personas desbordaron las calles de Juba, mientras el cuerpo de Garang era transportado, prime-ro a la modesta catedral para el servicio fúnebre y después al lugar de la sepultura que se encuentra cerca de los campos de adiestramiento del ejército, frente a las oficinas del parlamento (Bahri el Jebel). A lo largo de las calles, la multitud alzaba pancartas en honor de Garang con diversos escritos, como: “Garang estará siempre vivo en medio a nosotros, por su visión, pensamientos y principios/Viva su lucha por los margina-dos/Garang (Moisés) ha muerto, que Joshua (Kiir) guíe a su pueblo con valor!”.


UGANDA

Consagración episcopal de Mons. Giuseppe Franzelli

El 1 de julio, el Nuncio Apostólico anunció, a través de las radios locales, la elección del P. Giuseppe Franzelli, como obispo de la diócesis de Lira. El anuncio fue acogido con alegría, sobre todo por la gente de Lira y por el administrador apostólico, Mons. Paul Kalanda, obispo emérito de Fort Portal.
El 12 de julio de 1968, la Santa Sede había separado de la diócesis de Gulu el distrito de Lango y lo había erigido diócesis de Lira, nombrando como primer obispo al P. Cesare Asili, consagrado y tomado posesión como obispo de Lira el 27 de octubre de 1968. En 1989 le había sucedido el obispo Joseph Oyanga, que se retiró en 2003.
Mons. Franzelli aterrizó en el aeropuerto de Entebbe el 3 de julio, acogido por una delegación compuesta por gente de Lango que representaba las comunidades Lango que viven en Entebbe y Kampala. El viaje hacia la diócesis de Lira, el 6 de julio, fue inolvidable. Mons. Franzelli encontró una multitud de gente, guia-da por Mons. Paul Kalanda que lo esperaba en Kandini Corner, en el límite de la diócesis de Lira, dándole la bienvenida con cantos y oraciones. Se le pidió la bendición y se le ofreció la comida. Mons. Franzelli conti-nuó el camino por la carretera principal, esperado y saludado en cada cruce por multitud de gente llegada de las principales parroquias, para rendirle homenaje. Tuvo una gran acogida, sobre todo en los importantes cruces de Aber, Teboke, Aboke y Bala.
Llegado a los suburbios de Lira, capital regional del grupo Lango, un cortejo de automóviles lo acompañó, primero a través de los barrios pobres y después por la calle principal hasta la catedral. Este es uno de los comentarios más significativos: “Ni siquiera el presidente Obote (el primer presidente de Uganda pertene-ciente al grupo Lango) había tenido semejante acogida de la población Lango”.
La consagración se desarrolló en el estadio, por el arzobispo de Gulu, Mons. John Baptist Odama, Mons. Paul Kalanda y el obispo emérito de Lira, Mons. Joseph Oyanga. Concelebraron todos los obispos de Ugan-da, comprendido el Cardenal Emmanuel Wamala y el Nuncio Apostólico de Uganda, el arzobispo Christophe Pierre. Estuvieron presentes también el hermano y la hermana y una sobrina de Mons. Franzelli, en representación de su familia, así como el vicario general de los Misioneros Combonianos, P. Fabio Carlo Baldan, que leyó un mensaje de felicitación del Superior General. En la ceremonia participaron muchísimas personas y delegaciones de todas las parroquias de la diócesis de Lira, acompañadas de sus párrocos.
Mons. Franzelli pronunció su discurso en acholi (muy afín a la lengua lango), introduciendo algunas pala-bras en lango, demostrando la intención de querer hablar la lengua de la gente, para trabajar mejor junto a ellos. En particular pidió su colaboración, porque “una familia se construye con la participación activa de to-dos sus miembros”.
Mons. John Baptist Odama terminó llamando la atención sobre el “milagro” ocurrido en aquella maravillo-sa jornada: “Un hijo de Daniel Comboni, formado por los Misioneros Combonianos, ha sido ordenado obispo de Uganda”. Cierto la semilla de la Palabra de Dios, sembrada por tantos misioneros, ha comenzado a pro-ducir sus frutos abundantes.
A Mons. Franzelli le deseamos éxito y la bendición de Dios en su ministerio episcopal.


IN PACE CHRISTI

P. Gabriele Marcon (01-01-1925 – 09-07-2005)

Gabriel de joven había conseguido el título de maestro, era activo en el grupo de los Jóvenes de Acción Católica y como catequista parroquial. Durante la guerra fue llamado al servicio militar. Al final de la guerra y en los confusos días que siguieron al 25 de abril de 1945, Gabriel, para no caer en la red de la pequeña Re-pública que los fascistas intentaban formar, abandonó el ejército y, como no tenía dinero para pagar el bille-te, atravesó de noche el río Adige y llegó a su casa.
En aquellos tiempos, el P. Pietro Villa visitaba las parroquias buscando vocaciones adultas. Gabriel sintió la llamada del Señor. Se le pidió que enseñara matemáticas en Trento, en nuestra Escuela Apostólica de Muralta. Hizo el noviciado en Gozzano (1953-1955) y la teología en Venegono (1955-1959). Después fue mandado a Pellegrina, siempre a enseñar matemáticas a los Hermanos.
En 1960 marchó al Brasil. En Balsas fue secretario del obispo, administrador de la prelatura, responsable de los Hermanos, rector del seminario: a esto hay que añadir su ministerio pastoral. Puntual a las prácticas de piedad, estaba siempre disponible para celebraciones particulares, como aquellas para los diversos gru-pos de estudiantes y de fin del año escolar. Le gustaba celebrar para los enfermos y ancianos. Estas son las diversas misiones en las que trabajó: Alto Parnaíba, São Raimundo das Mangabeiras, Açailândia, Timon (São Antonio). Durante un cierto período estuvo también en Portugal como formador en la casa de Coimbra. Tímido, inteligente, sencillo y agudo, hablaba bien y con mucha sencillez. Gustaba mucho a la gente.
Tenía una memoria fenomenal. Recordaba incluso nombres de personas conocidas muchos años antes, aunque raramente volvía a encontrarlas, porque temía emocionarse demasiado.
Siempre pronto a la obediencia, no se lamentaba nunca, cuando se le trasladaba. Entendía de muchas cosas: trabajos materiales, construcciones, automóviles, electrónica… Se sentía feliz y le gustaba hacer feli-ces a los demás con sus burlas y chistes. Nunca perdió la inspiración de maestro y de catequista que tenía desde adolescente con los jóvenes de Acción Católica.
Crecido según los parámetros de la Iglesia Tridentina y habiendo experimentado en la juventud las “lu-chas” de la Acción Católica contra el fascismo, tenía un fuerte amor a la Iglesia y quería que fuese perfecta. No aceptaba críticas a la jerarquía. Sufría mucho cuando oía de algún hermano que quería dejar el sacer-docio o el Instituto. Para él la fidelidad a los compromisos asumidos era una responsabilidad tan grande que no admitía debilidad o renuncia.
Amaba a los hermanos y hacía de todo para que se encontrasen bien cuando venían a visitarlo. ¿Quién de ellos no había probado los “macarrones” que Gabriel preparaba con tanto cuidado? No soportaba que se hablase mal de un hermano. Estaba siempre pronto a desdramatizar con alguna frase, como aquella vez que, al final de una vivaz discusión sobre la teología de la liberación, exclamó: “¡Quiero morir esclavo!” Fue como un jarro de agua fría y ninguno ya dijo nada!
Pasó los últimos años en Timon (São Antonio) en comunidad con los postulantes. Uno de ellos ha escrito: “El P. Gabriele ha sido un ejemplo de aceptación y testimonio del Reino. Nos ha ayudado mucho a los pos-tulantes en la llamada radical al carisma y a la misión de San Daniel Comboni. Nos ha animado con una ex-periencia misionera y una sabiduría propia de los hombres grandes. Hemos notado en él especialmente tres aspectos. Primero, el valor de la comunidad. Como superior de la casa de formación mostraba una preocu-pación especial de que todos se sintieran bien. Los momentos comunitarios, como las comidas y las cele-braciones especiales, eran ocasión de verdadera alegría y felicidad. Segundo, la oración personal y comuni-taria. Casi siempre era él el que presidía la oración comunitaria y nos decía que el amor y el celo por la oración habían sido los dos pilares de su vocación misionera. Todas las mañanas, antes de ir a la capilla, se veía la luz en su habitación y se oía una voz baja que susurraba: era él que rezaba. Tercero, el amor y la confianza en el Señor. Nos entusiasmaba con su amor profundo y de confianza total en el Señor. A veces nos revelaba algún hecho interesante de su vida privada. Como, por ejemplo, cuando, en su primera visita a las comunidades de las zonas rurales de Balsas, solo, a caballo, a pleno sol, la lengua y la garganta secas, comenzó a pensar: ¿Qué estoy haciendo aquí, lejos de los míos y de mi país? Me venían ganas de llorar… Más aún, en un momento lágrimas abundantes me bañaron los labios y la lengua. Pero, en aquel momento sentí también que el Señor estaba conmigo. Esta confianza en su presencia me ha acompañado después toda mi vida”.
Últimamente el P. Gabriele se había trasladado a São Luís, sobre todo, para no ser de peso a la comuni-dad de Timon. En el hospital descubrieron que el hígado estaba muy mal. Entonces marchó a Verona, con la esperanza de ser operado y después volver. Quería en absoluto morir en Brasil. Seguimos, vía Internet el desarrollo de la enfermedad. Al alba del 9 de julio recibimos la noticia de que su carrera terrena había termi-nado. En las comunidades donde hemos celebrado la Sta. Misa en sufragio, mucha gente ha llorado, recor-dando al P. Gabriele tan bueno, estimado y amado.
Ha sido hermoso vivir con él, tan feliz de ser el “siervo fiel de Nuestro Señor Jesucristo”, como le gustaba presentarse, parafraseando el propio nombre “Gabriele”. Y así ha vivido siempre: Un hermano humilde y fe-liz, un hombre de Dios y de los pobres. De los testimonios que el P. Gabriel nos ha dejado hemos compren-dido que se dio sin reservas al Señor y a la misión, como San Daniel Comboni. (P. Candido Poli)


P. Paolo Serra (30-01-1937 – 15- 07-2005)
Nacido en Mores, Sassari, el 30 de enero de 1937, había comenzado su recorrido vocacional en su dióce-sis natal, para después entrar en el noviciado de Gozzano, en 1957. El 9 de septiembre de 1959 emitió sus votos religiosos y después pasó a Verona para el bachiller, de allí a Venegono Superior para la teología. En 1964, apenas ordenado sacerdote, fue enviado por el Superior General a tierra ugandesa, donde permane-ció ininterrumpidamente hasta diciembre de 1996.
Aprendió bien el inglés y el luganda y se reveló en seguida apasionado por la vida misionera, al servicio de la archidiócesis de Kampala. Afrontó las violencias de la guerra en el sur y en el norte sin miedo, más aún, mostrando a los soldados y a los rebeldes, en más de una ocasión, la bondad de que estaba dotado su corazón. El P. Paolo encontraba la serenidad interior en la oración, en particular en la meditación del Salte-rio que rezaba frecuentemente solo, en la capilla, antes de la proclamación comunitaria, “para gustar hasta el fondo – son sus palabras textuales – la profundidad espiritual de cada uno de los salmos”. La pastoral ju-venil era el centro de sus preocupaciones.
Otro mérito del P. Paolo fue el dar comienzo, junto al P. Francesco Pierli, al escolasticado teológico. Fue una empresa pionera que vio la luz en 1975. El P. Paolo cuidaba la formación pastoral y misionera, impli-cando las dos realidades del escolasticado y la parroquia de Mbuya; el P. Francesco prestaba más atención al aspecto académico, enseñando en el seminario nacional de Gaba, donde también los escolásticos com-bonianos estudiaban teología.
Era el primer escolasticado comboniano en África y comprendía estudiantes europeos, americanos, eri-treos y ugandeses. Con la llegada del P. Lorenzo Carraro se dio comienzo también a la animación misione-ra y vocacional.
En los años 90, la Conferencia Episcopal Ugandesa nombró al P. Paolo responsable del laicado católico, ministerio que desarrolló con pasión y competencia, subrayando, en todas las diócesis que visitaba, la ur-gencia de la misión ‘ad gentes’ de todo bautizado.
La YCS (asociación de los jóvenes estudiantes cristianos) ofrecía la metodología y los contactos con los grupos juveniles cristianos, tanto en África, como en Europa. Como todos sabemos, la particular atención del P. Paolo por los jóvenes alcanzó su ápice entre 1985 y 1995, cuando fue encargado nacional de la pas-toral juvenil en Uganda.
En lo que se refiere a la pastoral parroquial, su atención se dirigía a los pobres, que no eran pocos. La pastoral social era dirigida por una comisión inspirada por la Comboniana Hna. Gabriella Crestani de la que reflejaba, además de las directivas, la gran piedad y apertura de visión. Para comprometer a toda la parro-quia en la ayuda a los pobres, el P. Paolo organizaba tres celebraciones penitenciales comunitarias al año, cuando todas las pequeñas comunidades cristianas venían a la iglesia central para el sacramento de la re-conciliación. En aquellas ocasiones, todos los cristianos eran invitados a proveer a las necesidades de los pobres. Todos recuerdan con emoción las montañas de matoke, bananas, berzas, harina, ananás y habi-chuelas depositadas en medio de la iglesia.
La parroquia de Mbuya tenía una realidad compleja, en parte agrícola y en parte industrial, con numero-sos refugiados ruandeses.
Se notó en aquel período, incluso un aumento de las conversiones al catolicismo. Los misioneros hicieron una investigación para descubrir la causa. Las respuestas estaban de acuerdo en dos puntos: primero, en la iglesia de los católicos se oraba, las celebraciones eran participadas y tenían hermosos cantos; segundo, los católicos preferían a los pobres.
El P. Giorgio Previdi, se unió al P. Paolo y al P. Francesco cuando, con el crecimiento del escolasticado y de la parroquia, se hizo necesaria la presencia de un tercer sacerdote estable. El cardenal Emanuele Nsu-buga consideraba Mbuya una parroquia piloto en la compleja vida pastoral de su archidiócesis.
Los últimos ocho años de vida, el P. Paolo los pasó en Roma como responsable del ACSE (Asociación Comboniana Servicio Emigrantes y Prófugos). Apreciando “las hermosas dotes humanas, cristianas y sa-cerdotales”, Mons. Agostino Marchetto, secretario del Pontificio Consejo de la Pastoral para los Emigrados y los Itinerantes, escribe así del P. Paolo: “Misionero de la Familia Comboniana, el P. Paolo ha dado testimo-nio con la vida y con la muerte de su vocación al servicio, a la evangelización, a la caridad, tanto entre las poblaciones ugandesas, como entre los emigrantes en Roma. El alma apostólica del P. Paolo ha tenido mo-do de manifestarse en los más de treinta años de actividad pastoral en África, desde donde, significativa-mente, el Señor lo ha llamado a sí. Pero también en Roma el P. Paolo ha dado lo mejor, sobre todo en la acogida a los emigrantes que han llamado a las puertas de la ACSE, continuando con entusiasmo y abne-gación, la obra providencial iniciada en el lejano 1969 por el llorado P. Renato Bresciani. El P. Paolo deja a todos una importante herencia, porque invita a imitar su celo apostólico, para llegar a ser, tras las huellas de Cristo y en el corazón de la Iglesia, constructores de paz, ministros de la acogida, generosos siervos del anuncio evangélico y constructores incansables de auténtica comunión, sin conceder espacios a compromi-sos y superficialidades”.
No por casualidad, en la red de Internet es posible leer la presentación de su último trabajo, una especie de testamento: cuarenta y seis fichas para un auténtico camino de fe para los emigrantes, una ayuda que tiene por título, “Juntos para la vida”. En la última y larga conversación que tuvo con un hermano, el P. Pao-lo confió el deseo de que la ACSE pudiera un día convertirse en vivero de vocaciones africanas para África. Una intuición espiritual, un riesgo de la utopía, digámoslo también, que este gran misionero deja a cada uno de nosotros como herencia.
El Señor quiso que en marzo de este año, el P. Paolo volviese a África para llamarlo a sí desde aquella tierra para él tan amada. Una hemorragia cerebral lo destrozó en pocas horas. El cadáver llevado a Italia, reposa ahora en el cementerio de su pueblo.


Hno. Duilio Beltrami (28.02.1927 – 26.08.2005)
La necrología del Hno. Duilio Beltrami aparecerá en el próximo número de Familia Comboniana.


Oremos por nuestros difuntos

El padre:
Matthia del P. Emmanuel Ssempeera Njuba (U); Bekit Sliman del Esc. Tesfaab Bekit Sliman (ER); Jan del P. Adam Zagaja (PO); Odibert del P. Jacques Théodore Monsengo Pwobe (CO).
La madre: Sudelia del P. René Alfonso Oñate Rebolledo (BNE); Caterina del P. Antonio Radice (M); Maria del Hno. Valentim da Ponte Rodrigues (P); María Guadalupe del Esc. Juan Apolinar Palomar Alcántar (M).
El hermano: Jorge Fernandes del P. José de Sousa (P) y P. Rogério Artur de Sousa (P); Christian del Esc. Jean-Marie René Aholou (T).
La hermana: Bernadette del P. Jakob Sodokin (MO); Maria del P. Emilio Ragonio (BNE); Maria del P. Lino Venturini (I); Ottilie del Hno. Ludwig Kästel (DSP); Gesuina del Hno. Antonio Marchi (I); Maria Andreina del P. Vittorio Trabucchi (I).
Las religiosas misioneras combonianas: Hnas. Anna Clara Chiesi; M. Immacolata Deriu; Ruth Ann Bryden; Pierantonia Regonesi; Bianca Maria Carta; Giovanna Maniero; Gianfranca Viviani; Pia Teresa Oglia-ri; Micaelita Butti.
La secular misionera comboniana: Rosetta Sciacoviello.
Familia Comboniana n. 623