Martes, 22 de octubre 2024
El pasado 19 de octubre la parroquia San Miguel Arcángel de Villa Progreso, en el municipio de Ezequiel Montes, estado de Querétaro, se volcó generosamente con uno de sus hijos, el comboniano Fernando Uribe Mendoza, para celebrar con alegría su ordenación sacerdotal. Hasta allí acudieron numerosos combonianos procedentes de varios lugares del país, así como los seminaristas combonianos y numerosos grupos de Sahuayo y San Francisco del Rincón, donde Fernando trabajó durante los últimos años de su formación y donde ejerció su ministerio diaconal, especialmente con jóvenes.

La celebración comenzó mucho antes del inicio de la misa, con una procesión en la que Fernando, acompañado por su familia y un buen grupo de amigos y fieles de la parroquia, se dirigió desde su casa hasta la explanada del templo parroquial donde sería ordenado sacerdote.

La misa fue presidida por Mons. Fidencio López Plaza, obispo de Querétaro. En la homilía hizo alusión al evangelio que el P. Fernando había escogido para la ocasión (Jn 15,9-17). Destacó cuatro ideas en cuatro frases del evangelio:

– Como el Padre me amó, así los amo yo, permanezcan en mi amor. Según expresó el obispo, Dios es amor, ama a todos, y nuestro gran reto es descubrir ese amor y permanecer en él.
– Ámense unos a otros como yo los he amado. Dios nos da la medida según la cual debemos amar: hemos de amar como Él nos amó.
– Ustedes son mis amigos, ya no los llamaré siervos. El amigo sabe escuchar y siempre busca esa relación de amistad.
– No me eligieron ustedes a mi, yo los elegí a ustedes. Es Dios quien nos elige y nos confía una misión. No somos nosotros los que decidimos dónde ir ni cuándo.

Con palabras sencillas pero muy profundas, Mons. Fidencio invitó al P. Fernando a vivir estas cuatro invitaciones de Jesús durante toda su vida misionera y terminó su homilía invocando al Arcángel San Miguel y a la Virgen de Guadalupe para que acompañen al P. Fernando en su nueva misión.

Al día siguiente, Domingo Mundial de las Misiones, el P. Fernando celebró su primera misa como nuevo sacerdote. De nuevo estuvo acompañado por varios de sus hermanos combonianos, por el párroco de Villa Progreso y por un gran número de amigos y familiares y de toda la comunidad parroquial. Al final de la misa y en un gesto muy emotivo, recibió la bendición de su mamá, que lo da con generosidad para el servicio de Dios a la misión. La bendición fue también para pedir a Dios que lo acompañe en su nueva misión en Sudáfrica, a donde ha sido destinado y donde ejercerá su ministerio sacerdotal y misionero los próximos años.

P. Ismael Piñón LópezMisioneros Combonianos