Sábado, 30 de enero de 2016
El pasado fin de semana se reunieran los Consejos Generales de la Familia Comboniana en la ciudad italiana de Carraia (Lucca), casa de las misioneras seculares. Aquí se encontraran las Hermanas Misioneras Combonianas, las Misioneras Seculares Combonianas, los Misioneros Combonianos y los Laicos Misioneros Combonianos (LMC). Como cada año este encuentro nos ayudó a estar cercanos y atentos a las novedades que cada una de las ramas vamos teniendo. La mañana de sábado, tras un rato de oración conjunto, la dedicaron a compartir las novedades de sus institutos.
Las misioneras combonianas nos explicaron su caminar y en especial los pasos que están dando para preparar el capítulo general de este año, así como la reorganización del instituto atendiendo a las nuevas realidades. Preparan el capítulo con un primer momento de experiencia en una realidad concreta y desafiante en cada comunidad del cual parta la reflexión y el compartir. Buscando orientar el instituto hacia presencias verdaderamente significativas, sabiendo que no se puede abarcar todo.
Las misioneras seculares nos contaron su camino desde la pasada asamblea y los desafíos que van surgiendo. La importancia de reapropiarse de su propia historia y vivencia del carisma, siendo fieles en la vida de todos los días a la vocación que debe seguir creciendo y procurando mantener un espíritu de colaboración con otros institutos seculares y con el resto de la Familia comboniana.
Este año el nuevo consejo general de los MCCJ nos contó su camino de preparación y realización del capítulo general, recogiendo las reflexiones surgidas en cada provincia y de cada hermano. La inspiración que han tenido en el magisterio del Papa Francisco. Y los ejes centrales que han salido sobre la Misión, la Persona y la Reestructuración del instituto.
Por nuestra parte, los LMC explicamos los grandes retos que estamos intentando llevar adelante. En especial el procurar el fortalecimiento de los grupos y de la familia LMC en general, el trabajo con cada grupo y a nivel continental, la importancia de la comunicación, la formación o la economía, para finalizar con la apuesta por la Familia Comboniana y el desafío que desde el carisma se nos presenta a la hora de colaborar y testimoniar nuestro ser misionero.
Posteriormente, en la tarde, tuvimos un tiempo de reflexión conjunta sobre la misericordia en la vida y misión de San Daniel Comboni a partir de un texto del padre Carmelo Casile. Un tiempo rico para compartir, que también nos ayudó a pensar como familia.
La jornada finalizó con la celebración conjunta de la eucaristía y la cena en un ambiente de cordialidad. En Carraia nos sentimos muy acogidos por las misioneras seculares y disfrutando del buen ambiente que caracteriza estos encuentros.