Santos y capaces… para hacer causa común con los más pobres y abandonados, especialmente en relación a la fe” (San Daniel Comboni)

 

 “Santos y capaces…
para hacer
ausa común con los más pobres y abandonados,
especialmente en relación a la fe”

(San Daniel Comboni)

“DEL PLAN DE COMBONI

AL PLAN DE LOS COMBONIANOS”

Muy queridos hermanos,

Un saludo de todos los participantes en el XVII Capítulo General, celebrado en Roma del 6 de septiembre al 23 de octubre 2009 con el propósito de formular un Plan de los Combonianos en nuestro tiempo siguiendo la inspiración de nuestro fundador. Estamos convencidos de la importancia de renovarnos actualizando el carisma y el Plan de los Combonianos para responder a los numerosos y urgentes desafíos que nos presentan la realidad del mundo, la sociedad y la sociedad en que vivimos; así como la Iglesia y nuestro Instituto.

El Capítulo se caracterizó como nunca antes por la dimensión de la internacionalidad y la pluralidad de sus miembros. De este modo, hemos experimentado como nuestro Instituto está realizando de modo siempre más claro el sueño de Comboni, que quería una misión “católica”, es decir, fruto de la colaboración de todas las Iglesias. Agradecemos a Dios por este don que nos desafía a ser signos de fraternidad y operadores de justicia y de paz en un mundo fragmentado y dividido debido a la abundancia de quien posee demasiado y a la pobreza de gran parte de la humanidad.

También después de la celebración del Capítulo nos damos cuenta de que las palabras no bastan para comunicar los sentimientos y deseos que llevamos en el corazón. Sin embargo, con la certeza de la fe de que Dios nos ha llamado a la misión, confirmamos nuestra voluntad de vivir como discípulos y misioneros de Jesucristo, creadores de fraternidad y promotores de vida plena para todos. Convencidos de que es más importante ‘ser auténticos’ que ‘hacer muchas cosas’.

Por este motivo, hemos querido orar y discernir juntos para discutir luego – a veces con dificultad – sobre las dimensiones irrenunciables de nuestro carisma, de las cuales brota nuestro Plan para los próximos seis años: identidad, espiritualidad, misión y formación de los futuros misioneros; evolución de la geografía vocacional y crecimiento e la interculturalidad en el Instituto; inserción y presencia en las Iglesias locales, para animarlas a mirar más allá de sus propias fronteras y para una pastoral vocacional renovada; servicio de la autoridad y comunión entre las provincias; revisión del estilo de vida y de presencia misionera; coordinación continental y comunidades en contextos de ‘frontera’, en ambiente musulmán y en Asia, estando atentos a la peculiaridad de cada continente. Igualmente consideramos la transparencia económica y comunión total de los bienes y reflexionamos con gratitud sobre el testimonio de tantos hermanos ancianos y enfermos, a los cuales pedimos que sigan ofreciendo al Instituto y a la misión el tesoro de la ofrenda de su oración y sabiduría y en un servicio realizado con generosidad y fidelidad a su vocación y a la misión.

 

Os invitamos a considerar los textos producidos por el Capítulo en una triple clave de lectura: la historia de nuestro Instituto, volviendo ‘a las raíces’, haciendo memoria ante todo de la ‘pasión’ de Comboni por los más pobres y abandonados; las complejas situaciones sociopolíticas, económicas, culturales y religiosas que en este tiempo desafían a la humanidad, a la Iglesia y a la misión; y, por último, a la luz de la Palabra de Dios que nos proyecta hacia un horizonte lleno de esperanza. Sintámonos entonces personas en ‘formación permanente’ con un estilo de vida coherente, que nos ayude a hacer más eficaz el camino de la ‘formación de base’.

 

Los trabajos en el aula capitular se concluyeron con la redacción de las Actas Capitulares. En ellas se relevaron algunas de las opciones que deben realizarse y sobre las cuales se había insistido en el informe del Consejo General. Nuestro Instituto será fiel a sí mismo en la medida en que logremos encarnar el amor de Jesucristo, Buen Pastor del corazón traspasado, creando comunión y sosteniendo la causa de todos los crucificados de la tierra. Ello nos confirma que en realidad cada uno de nosotros debe vivir ahora el Capítulo. Las reflexiones y las decisiones tomadas deben entrar en la agenda de cada hermano, de cada comunidad, de cada circunscripción y de todo el Instituto.

Para guiarnos en estos seis años y para llevar adelante el ‘plan’ elaborado por el Capítulo, hemos elegido un nuevo Consejo General, cuya configuración pone en evidencia nuestra realidad. A ellos nuestra simpatía fraterna, igual que nuestra gratitud al Consejo General del sexenio pasado.

La pregunta que cada uno de nosotros debe plantearse es la siguiente: frente a los desafíos evidenciados por el Capítulo, ¿en que debe cambiar mi vida, mi comunidad, mi provincia/delegación para responder con fidelidad a la misión que el Señor me ha encomendado?

El Espíritu Santo, invocado y acogido en el discernimiento, nos ayude a realizar el Plan propuesto por el Capítulo. Renovemos nuestra esperanza y nuestra consagración a la misión, en el espíritu de nuestro santo fundador. María, reina de las misiones, nos guíe, nos consuele y nos haga evangelizadores fuertes y determinados. San Daniel Comboni nos inspire y nos ayude a ser fieles y audaces, santos y capaces.

Fraternalmente

Los Capitulares
XVII Capítulo General

Roma, 23 de octubre de 2009

Los Capitulares