Promoción humana - nuevas esclavitudes: transformación social - pobreza consagrada

Immagine

No siempre es fácil distinguir en Comboni, dónde la preocupación por la evangelización de África cede el puesto al compromiso de poner fin a la esclavitud, mejorar las condiciones de vida o asegurar la educación de los africanos.

Promoción humana

No siempre es fácil distinguir en Comboni, dónde la preocupación por la evangelización de África cede el puesto al compromiso de poner fin a la esclavitud, mejorar las condiciones de vida o asegurar la educación de los africanos. Son categorías que están presentes en su vida y en su lenguaje; se puede decir que formaban parte de lo que había aprendido y experimentado desde niño. En efecto, Don Mazza le había abierto a África las puertas de su institución que tenía como fin la educación de los pobres y más tarde de los esclavos libertados a quienes confiar un día, la enseñanza y la práctica de actividades profesionales útiles, para constituir en África pequeños núcleos evangelizadores y promotores de progreso.

El término "promoción" se encuentra usualmente en contextos modelo: una tarde pasada en París con Massaia en la Obra de la "Promoción de las Iglesias de Oriente" o la promoción al subdiaconado de un candidato, de un amigo al episcopado o al cardenalato.

Y escribiendo a la Sociedad de Colonia 5588, que habla en modo, podemos decir, moderno de su "Misión realmente la más difícil de toda la tierra, que tiene como fin la promoción del hombre".

Portavoz

Comboni actúa en la promoción de los africanos haciéndose en primer lugar portavoz de su situación.

Dar a conocer en Europa la condición deplorable de los africanos que, observa Comboni, son los más abandonados, los más infelices y los más necesitados 1105. 2876. Denuncia situaciones de injusto sufrimiento, y los intereses y prejuicios que las mantienen. Ayer como hoy, la denuncia forma parte de todo proyecto de desarrollo. Hay quien no cree que se puedan educar los africanos 2525. Hay quien, después de haber hecho un viaje en el continente, expresa juicios completamente negativos. Escribe a su padre: "Me parece que las relaciones de los viajeros sobre África, son exageradas: los africanos son crueles con los blancos, pero solo cuando son provocados" 296, 269, 2888. Comboni afirma su dignidad de hombres y de hermanos. Cree en la importancia del Tratado del 1856, para abolir la esclavitud "prohíbe el infame tráfico de carne humana, obra indigna que humilla y degrada a la humanidad, y que reduce a criaturas humanas provistas, como nosotros de la luz de la inteligencia, que es un mismo rayo de la divinidad, y una fórmula émula de la augustísima Trinidad, a la vil condición de los animales" 500, 2742. Pero es del parecer, que "La abolición de la esclavitud, decidida por las potencias europeas es papel mojado para África Central". "La trata es difícil que muera porque forma parte de los intereses del gobierno y de los comerciantes 4925. "Los tratados existen sobre el papel, pero aquí, la trata está en pleno vigor " 3309.

Valores como liberación, desarrollo, transformación, progreso, hay que buscarlos en la palabra que se repite 156 veces en sus escritos: civilización. En el esquema de una conferencia dada por Comboni en Turín en mayo del 1880 encontramos resumidos los elementos que nos permiten captar su visión: la fe no está separada de la civilización entendida como "caridad, trabajo artesanal, agricultura" y va unida a resultados espirituales: almas salvadas y ayudadas, la disminución de la trata entre los Nuba y en El Obeid, la moralización, la colonia agrícola de Malbes 5993.

África, ha quedado excluida del desarrollo que han conocido otros continentes. África "es un mundo nuevo que espera su civilización, por medio de la fe", escribe al director de la Libertad católica, el canónigo Cristoforo Milone 3642. En una Europa donde las ideas laicas o laicistas están progresando, Comboni tiene fe en su visión: Fe y civilización no fueron nunca enemigas entre ellas. Fe y civilización se besan en la frente; y la una no puede nunca ir sin la otra... En la fe, la civilización reconoce su amiga inseparable, su maestra, su madre" 6214. Está persuadido que "Solo Jesucristo y su Divina Esposa son los verdaderos civilizadores" 2085 5085 6215. También Libermann, fundador de la Congregación del Espíritu Santo ( 1802-1852) dirá: "La civilización sin la fe es imposible". "Los africanos preparados en los Institutos combonianos avanzarán en las zonas internas de la Nigrizia para plantar la fe y la civilización que han recibido", explica Comboni 822 669 5993. En su visión antropológica y cristiana, la redención va acompañada de otros valores importantes como la justicia (Is 32,7) y el reconocimiento de la paridad de derechos. "Según el espíritu del Evangelio todos los hombres, blancos y negros, son iguales ante Dios y tienen derecho a la adquisición de la fe, a sus bendiciones y a la civilización cristiana". En una carta al Card. Franchi alaba las buenas intenciones del rey de Bélgica que ha "ideado una obra para la abolición de la esclavitud y para la civilización de África Central", pero por otra parte está seguro que no se obtendrá ningún resultado positivo si se deja esta obra en las manos de los comerciantes e industriales sin fe ni moral" 5019. El colonialismo está entrando en África y Comboni cree comprender que las ideas filantrópicas pueden enmascarar planes de dominio y de explotación de recursos. Incluso hay quien dice que es una obra de civilización el reducir a los africanos a la esclavitud 4559. Teme que un proyecto de desarrollo solamente laico, científico y civilizador termine por tomar otra dirección. "Es por causa del ateismo de las potencias europeas que la esclavitud continúa" 3240. "Los apóstoles no llevarán a Europa los despojos de los vencidos: pero a los vencidos les llevarán el tesoro de la fe y de la civilización. No subyugarán esos pueblos como si fueran conquistadores terrenos, sino a imitación del Buen Pastor" 2791.

La forma di "incivilización" más horrenda es sin duda la esclavitud. Comboni habla de la esclavitud unas 450 veces, describiendo toda su crueldad. "Los negros son considerados, ya sea por los musulmanes como por los cristianos, no como hombres, como seres razonables, sino como objetos que dejan ganancia... Su valor está en proporción al precio que han costado o al dinero que pueden hacer ganar con sus servicios y fatigas 2524. Está entrando en Sudan por primera vez en su vida – escribe a su padre desde Korosko el 27.11.1857 – y ya le habla de esclavos 170. Hasta el "viejo esclavo" Dinka bautizado el 2 de octubre 1881, del que habla en una de sus últimas cartas 7232.

Uno de los fines de la misión: "impedir en todas partes el infame comercio de esclavos" 3344-55. Non solo documentos, sino también intervenciones concretas 3268-69 4095 6729-33 6845 6896-98 6905-06 6973 7027-28 7032.

Pobreza y esclavitud de hoy

Ser voz de los sin voz, constituye hoy un componente inseparable de la vocación misionera, así como lo fue para Comboni. Entonces como hoy, los intereses, la ignorancia, permiten que haya en el mundo 200 millones de niños trabajadores e infinitas formas de explotación, desde la prostitución de decenas de millones de mujeres, el reclutamiento de niños-soldados, a la exclusión de centenares de millones de " los condenados de la tierra ", de los "últimos de la tierra" de condiciones tolerables de supervivencia. Si la globalización no es atentamente administrada, los pobres serán cada vez más numerosos y marginados.

La pobreza, incluso la miseria de muchos hombres y mujeres obliga, sin duda, a los religiosos a profundizar el significado y los desafíos de su consagración, especialmente del voto de pobreza. Todo debe asumir un rostro social. Morir a ciertos deseos, rechazar el querer poseer al otro o sus cosas, es una invitación continua a superar el propio mundo individual y entrar en el camino de la historia liberadora de los pobres.

Comboni conoció la pobreza desde su infancia. El proyecto de marchar para África agudiza el problema de la manutención de sus padres, "gente pobre". "Yo por ahora no tengo medios, ni los quiero adquirir por medio viles o maneras atrevidas ", le escribe a un amigo después de haber tomado la decisión de marchar para África. "Los misioneros de Mazza son pobres, más pobres que los misioneros alemanes" 208. Personalmente es pobre 1772. Un día hizo un juicio severo sobre aquellos de sus religiosos que "no saben de donde les llega y cuantos sudores cuesta el dinero". No recoge para sí, distribuye todo lo que le ofrecen, no derrocha. Su pobreza va acompañada de una prudente economía: 2497 6012 6022 6511 6514.

La entrega, el amor gratuito, es la raíz del sentido de la vida religiosa. El compromiso de Comboni por la misión africana es fruto de su amor por los africanos 222 297 809 1011 1365. El expresa su dedicación, que cada vez va siendo más apasionada, en una carta a Barnabó que es como un "sueño". Su plan "no carece de utopías" 1012 – que los africanos puedan un día someterse a Cristo 2301-2, pero no puede sustraerse a la fascinación que esto suscita en su espíritu. "África y los pobres negros se han adueñado de mi corazón" 941. "Su miseria pesa enormemente sobre mi corazón" 1011. "Los africanos son el centro de nuestros suspiros" 472. Se firma "Humilde e inútil siervo de los africanos" 6809. A imitación de Jesús "yo estoy entre vosotros como el que sirve " (Lc 22,27).

Cada familia religiosa está llamada a creer cada vez más que su deber es ofrecer un modelo distinto del dominante que parece querer imponer sus leyes intolerables (mundialización salvaje). El reafirmarse de los sistemas informáticos y la globalización encuentran fatalmente excluidos a los pobres. Separan los que tienen acceso a Internet de los que no lo tienen, los que disponen de agua potable de los que no la tienen, las personas cultas de los analfabetos, los de izquierda de los de derecha, los que tienen religiones distintas, el norte del sur, los blancos de los negros… Las discriminaciones y los desequilibrios crean traslados no solo de individuos, sino de pueblos enteros. Existen las "líneas di fractura" de las que hablaba Mons. Pierre Claverie, obispo de Orán, asesinado por la GIA en Argel el 1° de agosto de 1996. Ellas, no separan solamente el mundo desarrollado y el mundo en vías de desarrollo, el cristianismo y el Islam fundamentalista: estas líneas atraviesan todo país, y toda sociedad.

Los religiosos están llamados a proponer, con el ejemplo y la palabra, mensajes capaces de abatir los muros de las divisiones, que con frecuencia son fruto de la sed de poder y de poseer. Como para los antiguos esclavos, hoy "es necesario reconocer el derecho de cada uno a tener lo necesario y poder disponer de una parte de la riqueza nacional... La pobreza es un atentado a la dignidad de los pueblos del sur del mundo " (Juan Pablo II).

La Constitución conciliar sobre la Iglesia afirma que "como Cristo realizó su obra de redención en la pobreza y en la persecución, así la Iglesia está llamada a entrar por este camino… Ella reconoce en los pobres y sufridos la imagen de su Fundador pobre y sufriente, y se apresura a aliviar su miseria, y quiere servir en ellos a Cristo" (Lumen Gentium, 4).

Las dos componentes del voto religioso de pobreza se encuentran reunidas en Cristo: ser para los pobres (VT), ser pobre (NT).

Síntesis difícil de realizar. Se constata en la vida concreta, que se puede ser especialistas y defensores de los pobres y no ser pobres. Incluso las ONG o las agencias humanitarias se preocupan de resolver los problemas de la pobreza, sin hacer voto de pobreza.

Indudablemente nos hace reflexionar lo que escribió Stanislas Lukumwena, obispo de Kole (RDC): "La casa, la manutención, los estudios, la ropa limpia, el coche, el tiempo libre, las vacaciones, los viajes asegurados, los religiosos hablan de pobreza en abstracto y viven completamente al margen de la mayor parte de la gente, de la situación concreta de la gente, incluso en sus actividades pastorales".

Estar presente junto al otro, vivir en las líneas de fractura, implica una transformación de quien soy yo. La comunidad cristiana y con mayor razón, la comunidad misionera, no puede hablar de apertura al mundo si no se une a las causas de la humanidad contemporánea: la lucha por la justicia, la defensa y la promoción de los derechos humanos, la salvaguardia de la creación, el respeto a la vida, la atención a los excluidos. Es la famosa "opción preferencial" por los pobres, que es el medio más seguro para escribir una historia humana que trabaja misteriosamente en la venida del Reino.

Profundización bíblica:

Los pobres están entre nosotros. Ex 22,20-23; Tob, 4,7-11; Am 8,4-7
La lucha contra la pobreza exige la solidaridad de todos. Dt 15,7-11; Ex 23,6
Los pobres según el corazón de Dios. So 2,3; Ps 72, 12-13 ; 2 Co 6,3-10
Jesucristo se ha hecho pobre. Jn 1,11; Lc 2,7; Mt 8,20; Ph 2,5-11; 2 Co 8,9; Lc 23,46
La pobreza en la vida del discípulo. Mt 5,1-3; Mc 9,35; 10, 42-44; 2 Th 3,10; 2 Co 8,13-15; 1 Jn 3,17 ; Ac 2, 44; 4,32-34

Para la reflexión personal o comunitaria

El voto de pobreza tiene una doble dimensión: nos permite estar disponibles y libres para la misión y nos hace ‘más prójimos’ de los pobres. Él hace en nuestra vida un ‘puesto’ para quien no tiene nada, para las víctimas de la violencia, de la opresión y nos empuja a ser solidarios con ellos. Estando en contacto directo con los pobres y haciéndoles un puesto en nuestras ocupaciones, preocupaciones y vida común, podremos captar los nuevos retos para nuestra vida misionera comboniana.

La reflexión sobre la práctica individual y comunitaria del voto de pobreza es siempre un argumento sensible. Nos podemos preguntar:

1. Nuestro estilo de vida, nuestros medios de transporte, el empleo del tiempo libre, ¿A que grupos sociales nos acercan?

2. Los retos lanzados por los más pobres pueden poner en crisis nuestras ideas, modificar nuestro modo de vivir, empujarnos a comprometernos con ellos en la lucha contra situaciones individuales y colectivas de miseria y de injusticia. ¿Nos ponen en discusión las condiciones de vida de quienes viven a nuestro lado y las de los lejanos?

3. Los bienes de que disponemos, ¿A servicio de quién los ponemos? ¿Cómo nos ponemos en relación a ellos? (en relación a los bienes) ¿Confiamos más en ellos o en Dios, para nuestra evangelización?

4. El tríptico: pobreza-justicia-solidaridad (cf. VC n.36, 39). Estas palabras aparecen varias veces en la Exhortación VC. Nos ofrecen un cuadro que puede contribuir a formular mejor el contenido del voto de pobreza, hoy. El voto de pobreza, ¿ nos hace más atentos a la pobreza de la que habla el documento? El voto de pobreza ¿alimenta en mí esta sed de justicia.

5. Dar voz a los sin voz: es la célebre fórmula de los obispos brasileños. "No basta ser la voz de los sin voz. Es importante que hable el mismo pueblo, que reivindique su derecho a organizarse en forma eficaz" (ARNS E., La comunicación, base para una nueva sociedad, en RAGGIO 5 (1989), p.15). Dar voz a los demás incluso al interno de nuestras Iglesias y comunidades, es una escuela que nunca se termina. ¿Cómo dar voz a los que no la tienen? ¿A los excluidos, a los pobres? ¿Cómo ayudar a los que no están en grado de expresarse, para que puedan hacerlo. Ya sea a nivel de Iglesia que de sociedad? ¿Dar voz a las mujeres?


P. Neno Contran
Sr. Beth C. Imperial
P. Neno Contran - Sr. Beth C. Imperial