Roma, domingo 10 de febrero 2013
Los días 2 y 3 de febrero tuvo lugar en la sede de Mundo Negro, en Madrid, el XXV Encuentro de Antropología y Misión, que este año tuvo como título “África, el sueño de la integración”. El tema elegido hace alusión a los 50 años de la fundación de la Organización para la Unidad Africana (OUA), que en 2002 se transformaría en la Unión Africana. Al cumplirse el 25º aniversario de los Encuentros de Antropología y Misión, Mundo Negro ha concedido el Premio a la Fraternidad 2012 a Mons. Paride Taban, obispo emérito de Torit, que ha dedicado su vida a construir la paz, en Sudán del Sur.
En la foto, P. Eguíluz Eguíluz Ramón, superior provincial de los Combonianos de España, concede el premio a Mons. Taban.
El escritor y periodista guineano, Donato Ndongo Bidyogo, gran colaborador de la revista Mundo Negro, impartió una conferencia magistral en la que hizo una perspectiva histórica del panafricanismo y de los movimientos y congresos que dieron lugar a la creación de la OUA en mayo de 1963, así como su trayectoria hasta convertirse en la UA. Su intervención fue muy seguida y apreciada por todos los participantes, más de un centenar de personas. La conferencia fue seguida de una mesa redonda en la que participaron el propio Donato Ndongo, el historiador y africanista José Luis Cortés López y la misionera comboniana Elisa Kidané, directora de Combonifem.
Por la tarde, el P. Antonio Villarino y Gerardo González Calvo, ex redactor-jefe de Mundo Negro (ambos creadores e impulsores de los encuentros de Antropología y Misión y del Premio Mundo Negro a la Fraternidad), hicieron un balance de estos 25 años, recordando a las diferentes personalidades que han ido pasando por nuestra sede en todo este tiempo.
La jornada terminó con el testimonio de Mons. Paride Taban, obispo emérito de Torit y fundador del poblado de la paz de Kurón, en Sudán del Sur. El obispo llegó al corazón de todos por su sencillez y humanidad y recibió, a la conclusión de la jornada, el Premio Mundo Negro a la Fraternidad, como homenaje a toda una vida dedicada a la integración, la paz y la convivencia entre los pueblos. Mientras fue obispo de Torit, Mons. Taban destacó por su lucha incansable contra la injusticia, la crueldad, la limitación de la libertad y el odio que alimentaron la guerra que durante años sufrió el sur de Sudán. Por ese esfuerzo, Mundo Negro ya le otorgó el primer Premio a la Fraternidad, en 1994. En aquel VIII Encuentro de Antropología y Misión, quienes tuvieron la oportunidad de escuchar sus palabras quedaron marcados por la claridad con la que denunciaba la situación que estaba viviendo la población del sur de Sudán, oprimida y masacrada por el Ejército sudanés, que buscaba a toda costa la islamización del país.
Ordenado sacerdote en 1964, Mons. Paride Taban fue nombrado obispo auxiliar de Juba en 1980. Tres años después, Juan Pablo II lo puso al frente de la recién creada diócesis de Torit, un pequeño territorio del hoy Sudán del Sur. Durante mucho tiempo vivió como obispo “nómada”, sin casa propia, huyendo de un poblado a otro para escapar de las bombas y acompañar a su pueblo en un continuo éxodo en busca de un lugar de paz. En febrero de 2004 presentó su renuncia como obispo y se retiró a orillas del río Kurón, una zona llena de colinas en la región meridional de Sudán, cerca de la frontera con Etiopía. Desde entonces se dedica en cuerpo y alma a hacer realidad un sueño, el “Poblado de la Paz”, con la intención de convertirlo en un lugar de esperanza, de paz y de reconciliación.
El domingo día 3 febrero se clausuró el encuentro con una Eucaristía festiva y fraterna presidida por el propio obispo Paride Taban y animada por la coral de Karibu. Tanto el sábado como el domingo varios medios de comunicación de España se hicieron eco del encuentro y de la presencia de Mons. Paride Taban en nuestro país. Durante la estancia del obispo emérito de Torit entre nosotros se hizo pública la gran noticia de que será uno de los candidatos al Premio Nobel de la Paz de este año.
Donato Ndongo Bidyogo con el director de Mundo Negro, P. Piñón López Ismael.