Guido Zabeo nació en Cadoneghe (Padua) el 15 de diciembre de 1939. Pronto se quedó sin padre, y su madre Ida tuvo que sacarle adelante a él, a sus tres hermanos y a sus dos hermanas. En agosto de 1952, Guido pidió ingresar en el Instituto comboniano. El padre Alberto Buffoni, reclutador vocacional de la Escuela Apostólica de Padua, le invitó a un período de prueba de un mes. Este fue el juicio que dio de él: "Muy dispuesto y dócil. Inteligencia más que suficiente".
En septiembre, Guido está en el seminario de Padua. Al año siguiente, sin embargo, por consejo de sus superiores, decide hacerse Hermano misionero e ingresa en la Escuela de Formación Profesional dirigida por los combonianos en Thiene. Tras el curso preparatorio de 1953, se matriculó en el curso de especialización de dos años en mecánica y carpintería, y después en un curso complementario de albañilería, obteniendo un "certificado de cualificación" en junio de 1956.
El 13 de septiembre de 1953 entra en el noviciado de Gozzano. El 15 de septiembre de 1958 hizo los primeros votos y fue enviado a Mirfield (Inglaterra), donde los combonianos estaban construyendo una casa para albergar una nueva comunidad. Guido era un buen albañil y se lanzó a la obra con entusiasmo.
En julio de 1962, fue solicitado como obrero de la construcción en la prelatura de Balsas (Brasil), gobernada por monseñor Giovanni Battista Parodi, mccj. El 9 de septiembre de 1964, en la parroquia-misión de Loreto, Maranhão, Guido hizo la profesión religiosa perpetua. Permaneció en Brasil hasta junio de 1977, siempre dedicado a la construcción, pero también miembro del consejo regional durante algunos períodos.
En Italia, la Dirección General "busca una solución al problema cada vez más grave de la atención a los hermanos ancianos y enfermos que necesitan cuidados en Verona". Así escribía el Padre Severino Peano, Vicario General, en octubre de 1976, en nombre del Padre General, Tarcisio Agostoni, al Padre Florio Chizzali, Superior de la región comboniana del Norte de Brasil. La carta continúa: "Hace algún tiempo, ya habían hecho un llamamiento a diversas regiones y provincias en este sentido, pero el llamamiento ha quedado sin respuesta hasta ahora. Ahora, sin embargo, durante las conversaciones con los hermanos que están asistiendo a un curso en Roma, hemos comprobado que el Hermano Guido Zabeo está dispuesto a aceptar este encargo y también estaría encantado de hacerlo, porque - nos dijo - después de 14 años de trabajo misionero, tendría la oportunidad de tener una nueva experiencia y echar una mano a su provincia de origen. Su única preocupación es la de crearos un problema a vosotros, que siempre le habéis dado toda la confianza, así como no poder completar el trabajo de promoción que Mons. Carlesi Rino, el nuevo obispo de Balsas, le había confiado y al que se había comprometido. No dirá su ‘sí’ completo sin su aprobación y bendición".
Sólo después de muchos meses de densa correspondencia entre la Dirección General, el Superior Provincial de Italia y el Superior Regional del Nordeste de Brasil, con la complicación de una operación a la que se vio obligado a someterse el Hermano Guido en julio de 1977, el Centro de enfermos de Verona tuvo la alegría de contar con un enfermero enteramente dedicado a ellos.
En el CAA de Verona, el Hermano Guido permaneció hasta finales de junio de 1983, cuando se le dio luz verde para regresar al Nordeste de Brasil. Llegó a Balsas en julio del año siguiente, y fue nombrado ecónomo provincial. Lo será durante ocho años, hasta junio de 1992.
En julio, regresa a Italia y pasa un año en la comunidad comboniana de Mesina. Al año siguiente, se traslada a Florencia, como ecónomo. De julio de 1993 a julio de 1994, estuvo en la comunidad del postulantado de Florencia, como asistente en varios oficios, y luego se trasladó al Centro de Asistencia a Enfermos de Verona, como enfermero, hasta 1997, cuando fue requerido, también como enfermero, en el Centro "P. Giuseppe Ambrosoli", de Milán, del que también fue director. Desempeñó este cargo hasta 2005, cuando el Superior General, el padre Teresino Serra, le comunicó que podía regresar a Brasil: "Sé que tu corazón se quedó en aquella tierra de misión, y que marcharte es para ti motivo de gran alegría".
En febrero de 2006, Guido se encuentra en Balsas, en casa de Mons. Gianfranco Masserdotti, nuevo obispo de la diócesis. Su alegría dura poco: en efecto, llega una nueva carta del padre Teresino Serra, que le reasigna a la provincia italiana a partir del 1 de julio de 2007. Su nuevo destino es el Centro de Asistencia a Enfermos de Brescia, pero también participa en las diversas actividades e iniciativas misioneras de la diócesis.
A principios de 2010, es destinado a la casa de Rebbio (Como), encargado de la asistencia a los hermanos enfermos. En noviembre de 2012, es llamado a Arco, de nuevo como enfermero de los hermanos ancianos. Al cabo de poco más de un año, vuelve a Rebbio, donde permanece dos años y medio.
Pero para entonces él también es un anciano. Y en mayo de 2016, es acogido en el centro "Fratel Alfredo Fiorini", en Castel d'Azzano, hasta septiembre, y luego se instala definitivamente en el CAA de Milán, hasta 2022.
El 28 de agosto de 2022 regresa al CAA de Castel d'Azzano. Ha ofrecido 20 años de servicio a los hermanos enfermos, pero ahora es él quien necesita curarse. Lo acepta como la cosa más natural del mundo.
A principios de septiembre de 2023, su situación general se desmorona. Es llevado inmediatamente a urgencias. Un rápido examen sugiere a los médicos su ingreso inmediato en el hospital de Borgo Roma, en Verona, donde se le diagnostica una grave infección pulmonar.
Desgraciadamente, el Hermano Guido no reacciona ni a la medicación ni al oxígeno. El 11 de septiembre, hacia las 14.30 horas, fallece.
El día 14 se celebra el funeral. El padre Renzo Piazza, superior de la comunidad, preside la ceremonia. Concelebran el padre Fabio Baldan, superior provincial, y otros hermanos de la comunidad. También están presentes familiares y amigos del Hermano Guido. Inmediatamente después de la ceremonia, el cuerpo es trasladado al cementerio de Verona para su inhumación. (Padre Franco Moretti, mccj)