In Pace Christi

P. Mario Negrini nació en Caspoggio (Sondrio) el 24 de mayo de 1932. Su vocación misionera tuvo un comienzo ocasional: "Una especie de desafío con mi primo Dino -nos dice él mismo- que quería entrar en el seminario, así que me dije:'¿por qué él sí y yo no? El 15 de octubre de 1944, a la edad de doce años, después de un largo viaje de dos días a pie hasta Sondrio acompañado de su madre, luego en tren y barco hasta Como, y finalmente en el camioncillo del superior, hasta Crema", comenzó su vida en el seminario; un comienzo difícil, también porque era la época de la guerra.

Mario permaneció tres años en Crema, donde había una "disciplina estricta". Después pasó a Brescia, donde permaneció hasta 1950; luego fue destinado al noviciado de Florencia, donde hizo su primera profesión el 9 de septiembre de 1952. Desde ese año hasta 1956 estudió filosofía en Verona. En ese momento tuvo que interrumpir sus estudios debido a una enfermedad pulmonar y fue admitido en la residencia comboniana de Arco (Trento).

Curó y completó sus estudios de teología en Venegono Superiore (Varese) donde hizo su profesión perpetua el 9 de septiembre de 1958. El 2 de abril de 1960 recibió la ordenación sacerdotal de manos del Card. Giovanni Battista Montini (futuro Papa Pablo VI). Celebró su primera misa en Caspoggio, la tarde del 28 de junio de 1960, en cuanto entró en el pueblo junto con el P. Pietro Bracelli, llegado de Como, donde había sido ordenado el 26 de junio.

Como primer destino, el P. Mario fue enviado a Brescia, encargado de la animación misionera en las parroquias y de la enseñanza de ciencias en las escuelas del Instituto Comboniano, hasta 1963. Luego fue destinado a España, a San Sebastián, para la edición de la revista "Piccolo Missionario", (Aguiluchos) edición en español. Mientras tanto, estaba estudiando el idioma. En ese momento tuvo una recaída en la enfermedad y fue admitido de nuevo en Arco. Después del tratamiento, en 1968 regresó a Brescia como profesor.

Finalmente en 1970 pudo realizar su sueño de ir a una misión: fue enviado a México, precisamente a la Baja California Mexicana, en la capital La Paz.

El primer año trabajó en el seminario, como ecónomo. Luego pasó a la parroquia de Sta. Rosalía, luego de nuevo a La Paz, como coadjutor en la parroquia de Nuestra Señora. "Mientras tanto, mi madre murió (1971) -escribió-. No tuve la oportunidad de regresar a Italia para el funeral, porque la noticia de su muerte había llegado días después. Finalmente en 1975 vine a Italia de vacaciones y para un curso de actualización en Roma. Así que pude encontrarme con mi familia y rezar en la tumba de mi madre”.

Al final del curso, el Padre Mario regresó a México y estuvo a cargo de la administración económica de la Provincia y de las comunidades combonianas: durante cinco años su residencia estuvo en la capital, Ciudad de México. En los cuatro años siguientes, ejerció su ministerio en las parroquias de las afueras de la gran ciudad. En 1985 regresó a Baja California como párroco en Ciudad Constitución, donde permaneció durante años. En esa época construyó y restauró varias iglesias y centros de catequesis.

En 1996, después de años de trabajo pastoral, de acuerdo con sus superiores, retomó el trabajo de animador misionero y formador de los seminaristas combonianos. Por eso regresó a la Ciudad de México y permaneció allí hasta el año 2000.

Luego regresó a Italia, por tres años como superior en el seminario de Thiene y, para otros dos, en la casa de Rebbio. En 2005 regresó a Baja California, en las afueras de La Paz, a la parroquia de la Sagrada Familia.

Con motivo de su 50 aniversario de ordenación sacerdotal, el P. Mario pidió poder volver a Italia. Así pudo celebrar el importante aniversario en Caspoggio, el 4 de julio, con el P. Pietro Bracelli, con el párroco, varios sacerdotes, familiares, amigos y con toda la comunidad. Desafortunadamente, -escribió en su breve autobiografía-“en todas estas últimas ocasiones viví sin la presencia de mis hermanos y hermanas, todos los cuales murieron sin que yo pudiera estar presente en sus funerales. Pero desde mi misión he podido ofrecer este sacrificio al Señor y compartir el dolor con todas las familias".

Después de 2010, el P. Mario todavía se sentía disponible para volver a la misión, pero sus superiores lo asignaron a Rebbio para llevar a cabo el trabajo de animación misionera y las jornadas misioneras en las parroquias cercanas. "Ahora, en 2015, continúo mi papel de misionero comboniano en Rebbio, en compañía de otros hermanos y de mi compatriota, el P. Pietro. Aquí puedo alternar el trabajo con el descanso y la oración. De vez en cuando ayudo en las parroquias vecinas y a veces voy a Caspoggio, donde celebré la Primera Misa, para rezar sobre la tumba de mis padres, hermanos y hermanas”.

P. Mario murió en Milán el 27 de junio de 2018.