In Pace Christi

De Bernardi Giovanni

De Bernardi Giovanni
Fecha de nacimiento : 26/11/1924
Lugar de nacimiento : Busto Arsizio/Italia
Votos temporales : 15/08/1944
Votos perpetuos : 26/05/1949
Fecha de ordenación : 25/03/1950
Fecha de fallecimiento : 02/11/2013
Lugar de fallecimiento : Milano/Italia

El Padre Giovanni De Bernardi nació en Busto Arsizio provincia de Milán el 27 de noviembre de 1924. Entró en el seminario de Milán, y en el noviciado de Venegono en agosto de 1942. Dos años más tarde hizo los votos temporales. Comenzó el escolasticado en Rebbio y fue luego enviado a Verona. En 1947 fue mandado a Cincinnati, USA, para completar los estudios de teología. Fue ordenado sacerdote en Cincinnati el 25 de marzo de 1950. Después de la ordenación transcurrió seis meses en Londres para obtener el certificado de Cambridge, una preparación necesaria para poder entrar en Uganda, y otros seis meses en Rebbio de Como dedicado al ministerio, esperando los permisos. En octubre de 1951 partió para Uganda donde permaneció hasta los últimos meses de su vida. Vivió muchos momentos significativos de la historia ugandesa, momentos de esperanza pero también de dolor y de tristeza con Idi Amin Dada, Milton Obote, Yoweri Museweni y la violencia insensata de los rebeldes del Ejército de Resistencia del Señor comandado por Joseph Kony.

Pasó los once primeros años trabajando en las misiones del norte de Uganda: Morulem (Karamoja), Angal (Nilo Occidental), Aber (Lira) y Padibe (Gulu). Estas misiones del norte fueron su primer amor y tuvo siempre una predilección especial por esta gente del norte también cuando ya no trabajaba con ellos.

En 1962 fue enviado entre los Baganda, en el sur de Uganda. Allí los combonianos sucedieron a los Padres Blancos, y trataban de desarrollar su estilo propio de evangelización y organización. El Padre Giovanni colaboró siempre con la Iglesia local, tratando de suscitar y mantener vivos el mismo espíritu misionero y la misma pasión por la evangelización que habían tenido los combonianos en el resto de Uganda.

Conservaba el recuerdo de su trabajo en el norte inspirado en Comboni y en el Padre Antonio Vignato. Tomó parte en la vida de una Iglesia que se hizo adulta. Estaba presente en 1966 cuando fue elegido el primer Arzobispo de Kampala, Mons. Emmanuel Kiwanuka Nsubuga, al que acompañó a Italia para visitar a los familiares de los misioneros que trabajaban en su diócesis.

“El Padre Giovanni, relata el P. Humberto Pescantini, era conocido de todos en Uganda como el Padre Giannino. Pasó los primeros 10 años de misión en el norte, entre los Lwo. Llegó luego a Kasaala en la década de los sesenta y se quedó entre los Baganda para el resto de sus días, es decir, medio siglo. Fue párroco en Katikamu durante cinco años y en Lweza durante 18. El resto del tiempo lo pasó en Kasaala, como anciano cooperador de varios hermanos: Fulvio Cristoforetti, Giorgio Previdi y otros. Le gustaba el ministerio sacerdotal, estaba a gusto con la gente y pasaba mucho tiempo en trabajos de reparaciones domésticas. A lo largo de los años realizó importantes construcciones, sobre todo el santuario de la Virgen sobre una colina en Lweza y la gran iglesia parroquial de Kasana-Luweero, que se convirtió en la catedral de la nueva diócesis. Sabía cómo recoger donativos manteniéndose siempre en contacto epistolar con los bienhechores. Era un hombre sencillo al que no le gustaba mucho la lectura. Sus homilías eran más bien descarnadas y reiterativas, pero siempre tenía un pensamiento para la Virgen. Durante el tiempo que estuvimos juntos Kasaala, de 1992 a 1995, iba cada semana a Lweza para celebrar una misa en el santuario de la Virgen que él mismo había construido. Decía y soñaba que algún día se convertiría en un santuario nacional. Viajaba siempre con su viejo fíat 850 rojo, un coche de época que sólo un mecánico experto como él conseguía reparar. Cada tanto algún policía o comerciante le preguntaba si quería venderlo, pero el P. Giannino no estaba dispuesto a separarse de él. Viajaba a una velocidad de reducida por lo que, a veces, creaba problemas de tráfico.

En Kasaala hemos vivido como buenos amigos y colaborado en el ministerio parroquial. En aquellos años posteriores al huracán de la guerrilla, la zona se iba repoblando y era alta la frecuencia de los sacramentos: bautismos, confirmaciones, matrimonios, confesiones. No teníamos descanso y la gente se mostraba muy generosa, proveyéndonos todo tipo de alimentos”.

En el año 2013, después de casi 62 años en Uganda el Padre Giovanni regresó a Italia para ser tratado. Murió en Milán el dos de noviembre del mismo año. En la homilía del funeral el P. Lino Spezia dijo que el P. Giovanni había vivido más de sesenta años en Uganda y habría querido morir en esa su tierra. Ya había decidido donde lo habían de enterrar, pero el plan de Dios era diferente. Lo que el P. Giovanni nos deja es un gran árbol (de la fe) a cuya sombra muchos pueden descansar para luego continuar el camino. Nos deja el testimonio de haber vivido (conscientemente) consecuentemente también en sus últimos días sin lamentarse con Dios sino más bien, encontrando en Él una respuesta auténtica para parecerse a Él y sin lamentarse ni siquiera con los que estaban cerca de él.

Tenía un profundo sentido del sacerdocio; era un hombre que pertenecía Dios. Para él lo primero era la oración, luego todo lo demás”.