El P. Danilo Castagnedi nació en Quinto Valpantena, en la provincia de Verona, el 14 de diciembre de 1923. Fue alumno del Instituto Don Nicola Mazza, de Verona, como lo había sido Daniel Comboni, y decía que en su corazón “se sentía un auténtico mazziano”. Cuando decidió hacerse misionero, entró en el noviciado comboniano de Florencia en septiembre de 1942 e hizo la primera profesión el 7 de octubre de 1944. Hizo la profesión perpetua en Verona el 7 de octubre de 1946 y fue ordenado sacerdote en Roma el 5 de abril de 1947.
Además de un diploma en Comunicaciones Sociales y Catequética, hizo la licencia en Teología en 1947 y doctorado en Letras en 1953 en la Universidad Católica de Milán. Fue destinado a Rebbio como profesor y más tarde, también como profesor, fue al seminario de Asmara. Cuando regresó a Italia en 1958 fue a Carraia como profesor y superior y allí pasó diez años, luego fue a Brescia, como párroco, a Verona a la redacción de la revista y a Roma y otra vez a Verona.
En 1986 fue destinado a misiones como ayudante del Padre Maestro en el noviciado de Isiro, allí en Congo pasó dos años.
De esta experiencia durante el período de estancia en Congo tenemos sus reflexiones y sentimientos, recogidos en el librito Estancia en África, publicado con motivo del 50º aniversario de sacerdocio. Son apuntes de diario “que habían marcado los días ya las tardes del P. Danilo, recogidas por tres alumnos suyos. Las reflexiones del P. Danilo son agradables y profundas: “Amo esta tierra. La amo y gozo amándola. Tal vez no haya sido todavía amada por nadie. Alguno dice que la descubrió, un rey la compró, otros la devastaron y ensangrentaron, ¿Cuántos la amaron? Está viva esta tierra, este conjunto admirable de realidades que el hombre todavía no ha desbaratado. Tierra roja como la sangre, resistente como la piedra, tierna y permeable. En su seno atesora inagotables fuentes de vida, preciosos tesoros. ¡Y cuántos secretos! Pero hay que amarla. Entonces revelará sus secretos y corresponderá al amor. No sé si acogerá mi cuerpo”.
Al regresar de Congo en 1988, el P. Danilo transcurrió el resto de su vida en Italia, en Roma primero en San Pancracio, como superior local y secretario provincial de la evangelización, y después en Luca y Pesaro, nuevamente en Luca, en Trento, en Lucca otra vez y finalmente en Brescia dedicado sobre todo a la enseñanza formando a muchos jóvenes que consagrarían su vida a las misiones.
Tal vez su período más fecundo como enseñante fue el transcurrido en el liceo comboniano de Carraia (Capannori, Lucca) donde confluían, de las varias casas de formación de la provincia italiana, grupos de adolescentes que habían terminado la secundaria para proseguir con el liceo clásico. Estaban con él otros profesores y formadores; entre ellos los padres Luciano Franceschini y Giuliano Volpi.
EL P. Danilo jefe de estudios y profesor de letras y lengua italiana, creó y dirigió con éxito durante algunos años un buen ambiente cultural. Era un liceo con las ventanas abiertas al mundo, pronto a recibir estímulos y experiencias que contribuyeran a una apertura mental que favoreciera opciones personales.
El P. Danilo siempre se interesó por el ecumenismo y favoreció el diálogo y la actualización de los grandes temas tratados por el Concilio Vaticano II. Al mismo tiempo se mantenía informado del trabajo en misiones y de los acontecimientos históricos que llevaban vientos de independencia y de cambio en estos países.
En el número de noviembre de 1976 de Nigrizia preparó un dossier sobre Zambia donde contaba cómo, en 80 años de trabajo, la Iglesia creció y se consolidó y en la entonces se interrogaba pensando en el futuro. En la misma revista de marzo de 1980, escribía sobre Etiopía, después de la revolución de los militares, que no solo había derrocado una monarquía milenaria sino que interrumpió bruscamente un prolongado letargo de la Iglesia Ortodoxa.
Hacia mediados de 2011, por motivos de salud, el P. Danilo fue transferido de Brescia a Milán, donde falleció el 7 de junio de 2013.
El P. Danilo escribió algunos libros: Itinerari di formazione missionaria a partire dall’esperienza di Daniele Comboni, Bolonia 1995; L’Africa Chiama, Casa Editrice Mazziana, Verona 1996; Stagione d’Africa, 1997. Además, hizo una selección de escritos de varios autores, Dagli angoli del mondo, EMI Bolonia 1986.
En Stagione d’Africa, el P. Danilo escribe: “?Vive una selva dentro de nosotros? He descubierto en mí la selva. ¡Qué sinfonía! El espíritu exulta, vibra y los sentidos se acompasan plácidamente. Mañana viviré en la selva con el sol, las hormigas, las arañas. Y la sinfonía seguirá, no quiero interrumpir la escucha. Con mi silencio se hará más majestuosa hasta sobreponerse a todo. Y “mi selva” cantará: Altísimo, Omnipotente Señor...”.