In Pace Christi

Foini Franco

Foini Franco
Fecha de nacimiento : 04/10/1934
Lugar de nacimiento : Breno/BS/Italia
Votos temporales : 09/09/1953
Votos perpetuos : 09/09/1959
Fecha de ordenación : 18/03/1961
Fecha de fallecimiento : 20/01/2012
Lugar de fallecimiento : Milano/Italia

“El P. Franco ha sabido dar lo mejor de sí en la animación misionera, con su ánimo de artista”, así se expresó el P. Lino Spezia, durante el funeral que tuvo lugar en nuestra casa de Milán.

El P. Franco Foini nació en Breno, provincia de Brescia, el 4 de octubre de 1934. Después de la escuela secundaria en el seminario comboniano de Crema y el liceo en Brescia, entró en el noviciado de Gozzano, y allí hizo los primeros votos en el año 1953. Inició los estudios de teología en Verona y los completó en Venegono. Fue ordenado el 18 de marzo de 1961. Transcurrió dos años en Brescia como promotor vocacional y en la animación misionera, distinguiéndose en este apostolado que seguirá siendo la característica de su ministerio misionero tanto en Brasil, entre los jóvenes, como en Italia.

En 1963 fue destinado a Brasil Sur, primero en Nueva Venecia y luego en São Mateus, ambas en el estado de Espirito Santo. Escribe el P. Pietro Bracelli: “el P. Franco quería ser un tractor en la pastoral juvenil impulsado también por el espíritu que brotó del Vaticano II. Naturalmente no faltaron las reacciones, derivadas de las circunstancias y de mentalidades diversas. En una entrevista a Nigrizia en diciembre de 1967, el P. Franco dijo que era necesario hacer surgir el movimiento de jóvenes católicos, personas auténticas y comprometidos en la realidad comunitaria, cívica y religiosa. Y añadía que sus jóvenes, animados de esta manera, “construyeron casas para los pobres, organizaron fiestas de beneficencia, se sentaron a dialogar abiertamente de los problemas religiosos y personales”. Después de cuatro años, el P. Franco regresó a Italia un poco herido de estos contrastes. Había sido una experiencia dura, en ciertos aspectos, pero que con el paso del tiempo supo releer para escoger lo mejor. Sigue escribiendo el P. Bracelli: “tal sufrimiento no ha destruido al hombre, sino que lo ha ayudado a enfrentarse a la vida con la convicción de poder superar tales dificultades”.

En 1967 fue destinado a la provincia italiana donde transcurrió el resto de su vida (42 años).

Después de la especialización en espiritualidad en Roma, desarrolló su ministerio en Brescia (3 períodos por un total de 14 años), en Thiene (21 años) y en Milán 5 años. A este respecto dice el P. Lino Spezia: “Creo que Thiene fue en el período más hermoso de su vida. Encontró acogida y amistad y el P. Franco supo dar lo mejor de sí en la animación misionera, con su ánimo de artista. Con su creatividad, la fantasía, la capacidad de acuñar frases y slogans impactantes, la habilidad para encontrar signos adaptados y eficaces para hacer recordar a la gente la participación en las vigilias o en los momentos de oración. También en Brescia involucró a la gente preparada y a profesionales, porque para él, la animación misionera significaba unir la vida, el evangelio y viceversa, para ser testimonios auténticos, serios y comprometidos en la sociedad”.

El P. Lino subrayó también algunos aspectos positivos del P. Franco durante los años que transcurrió en Milán: su disponibilidad para escuchar a las personas, su ánimo durante las dificultades de la vida; la acogida reservada a los parientes y amigos de los misioneros de la casa; la lectura de varios autores que fueron y son una voz profética de nuestro tiempo y que luego transmitía, personal izando las intuiciones y reflexiones. El puesto especial que reservaba a la Virgen María tanto en las homilías como en los encuentros personales o por teléfono cuando alguno se encontraba en dificultades.

El P. Franco murió en Milán el 20 de enero del 2012. Después de la celebración en nuestra casa de Milán, su restos fueron llevados a su pueblo natal de Breno, donde el párroco, Don Francesco Corbelli, recordó: “su incomparable capacidad de atraer la atención de los jóvenes y adultos, niños y ancianos, con su estilo entusiasta, comunicativo y fluido en el comunicar el evangelio del Señor. También el testimonio que comunicó poco antes del jubileo sacerdotal dejó transparentar la que fue siempre su pasión; había escrito: ‘finalmente comprendí que la misión no es sólo un ir, sino un ser testimonio donde estés’”.

El P. Franco fue sepultado en el cementerio de Breno, en la tierra de sus padres y de los sacerdotes que lo ayudaron a crecer y lo acompañaron.