Martes, 30 de marzo 2021
La Cruz es esencial en la espiritualidad misionera de san Daniel Comboni. La Cruz, no sólo aceptada, sino incluso buscada y amada hasta el heroísmo, plasmó su entusiasta vocación, modeló su carácter y lo condujo hasta la santidad. El amor a la Cruz en san Daniel Comboni creció cuando visitó el Calvario en 1857. Su fe se avivó al contemplar intensa y profundamente el misterio de la redención.

Subí al monte Calvario… besé aquella tierra que sostuvo la Cruz y donde ésta fue alzada…; llorando copiosamente me alejé un rato, y poco después de besarla los demás, me acerqué de nuevo para besar repetidamente aquella hendidura bendita y pensé: esto es, pues, el Calvario. Este es el monte de la mirra, el altar donde se consumó el gran sacrificio. Estoy en la cima del Gólgota, en el lugar mismo donde fue crucificado el Hijo Unigénito de Dios; aquí se pagó el rescate de los hombres, aquí fueron vencidos el infierno y la muerte, aquí fui redimido”. (Daniel Comboni)

Por intercesión de san Daniel Comboni oramos para que durante esta Semana Santa, la contemplación del misterio de Amor que se esconde detrás de la Cruz reanime nuestro compromiso misionero.

(Hozana)