Viernes 24 de mayo 2019
El pasado 11 de mayo el noviciado continental de Xochimilco ha vivido un día de grande fiesta. Seis novicios provenientes de México, Guatemala, Filipinas, y Perú han hecho su primera profesión religiosa consagrando sus vidas al Señor para la misión en el Instituto de los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús.
A las once de la mañana la celebración dio inicio en la capilla del noviciado con la presencia de un nutrido grupo de sacerdotes y hermanos combonianos entre los cuales estaban presentes el padre Alcides Costa, asistente general, el padre John Opargiw, secretario general de la formación, el padre Víctor Hugo Castillo, provincial de Centroamérica, el padre José Francisco Martín, provincial del Perú, y los participantes a la asamblea continental de la formación que se está llevando a cabo en estos días en la casa provincial de México.
Los novicios Ixchacchal Mynor R. Chávez, Pedro Enrique García H., José Rodrigo González R., Kristeller Ramírez M., Salud Eduardo Ortega R. y Joevin Seboguiro Ybañez fueron acompañados por familiares y amigos que se dieron cita en gran número para ser testigos y para apoyar a estos jóvenes religiosos que han manifestado su deseo de consagrar toda su vida para la misión.
Durante la celebración el padre Enrique Sánchez G. invitó a los novicios a vivir el don de su vocación acogiéndola como una gracia especial que el Señor les tenía reservada desde toda la eternidad, haciendo eco a las palabras del profeta Jeremías que fueron proclamadas en la primera lectura. También les exhortó a vivir esta consagración con radicalidad y gran disponibilidad recordando siempre que la misión es del Señor y él será siempre el protagonista en el camino que ahora como consagrados están llamados a vivir con todo el corazón. También les recordó al final de la homilía la necesidad de seguir creciendo en la espiritualidad comboniana, dejando que la presencia de Comboni en su caminar misionero sea siempre una fuente de inspiración y de confianza.
Al terminar la eucaristía, todos los participantes continuaron la celebración en la que estaba presente toda la familia comboniana, los familiares de los neo profesos y un buen número de amigos del noviciado. La fiesta se continuó por algunas horas durante la tarde animada en un momento por la tradicional música del mariachi.
Al concluir esta jornada nos hemos sentido alegres y agradecidos con el Señor por el don de estos misioneros combonianos que ya en los próximos meses irán a continuar su misión en los distintos escolasticados y centros de formación de hermanos a los que han sido destinados.
Pedimos a Comboni y a Santa María de Guadalupe que acompañen y bendigan a cada uno de estos nuevos consagrados y que les permitan vivir cada día la alegría de la misión.
(P. Enrique Sánchez G.)