Regla de Vida

Generalmente, las relaciones recibidas hasta ahora de las Circunscripciones se refieren sólo a la reflexión sobre las dos primeras partes de la Regla de Vida. Pero ya es un motivo de gran satisfacción ver la disponibilidad, el compromiso y la seriedad de los hermanos en su trabajo de lectura, estudio y oración sobre la Regla de Vida. De ellas se deduce que, en general, en el Instituto existe un gran deseo de recuperar el espíritu de la Regla de Vida, de profundizar en la comprensión del carisma comboniano y de concretarlo y vivirlo en los diversos contextos socio-culturales en los que estamos presentes y ejercemos nuestro ministerio misionero.

Esta solicitud para conjugar entre si el espíritu del carisma, la diversidad cultural presente en número cada vez mayor en el Instituto y la sensibilidad del tiempo presente, se manifiesta también en las propuestas de revisión del texto constitucional. Hasta ahora, el trabajo de las circunscripciones se ha centrado en el aspecto de la revisitación, es decir, en la valoración e interiorización de la riqueza teológica, espiritual y práctica de la Regla y en su apropiación creativa. El contenido mismo de las dos primeras partes de la Regla ha favorecido este enfoque.

Un sincero agradecimiento, pues, a todos los hermanos por su participación y contribución, y a los animadores y superiores que a nivel de circunscripción han apoyado y favorecido el proceso, junto con una invitación a continuar con el mismo ardor en el estudio y la oración sobre las otras tres partes de la Regla de Vida.