Agradecimiento y despedida al Padre Rogelio Bustos Juárez

Querida madre, Maria de La Luz (Lucita), queridos hermanas y hermanos de P. Rogelio, Blanca, Alejandro, Jose’ de Jesus, Patricia, Efrain, Juan Manuel, Gabriella y Fernando y toda la familia de nuestro querido Padre Rogelio, que Dios os consuele y sea vuestra fuerza.

En nombre de nuestro Consejo General, del que nuestro querido Rogelio era miembro, en nombre de nuestro Instituto comboniano, en nombre de todos los miembros que envían mensajes de cercanía, de modo particular del Consejo General de las Misioneras Combonianas, el Consejo General de las Seculares Combonianas, el coordinador de los Laicos Missionários Combonianos, los Obispos combonianos, quiero agradecerles por todo el amor que han demostrado a vuestro y nuestro hermano Rogelio, con gran, paciencia, generosidad y dedicación. Han hecho Ustedes todo lo que han podido con oraciones y dedicación; gracias por este gran amor hacia Rogelio. Madre Lucitay toda la familia que Dios les consuele y les de fuerza para seguir adelante con esperanza.

Querido P. Enrique, Superior Provincial de la Provincia de México y todos los combonianos de la Provincia Mexicana en general y los Padres e Hermanos e seminaristas de la comunidad de SAN FRANCISCO DEL RINCÓN, la comunidad cristiana y amigos de los Comboniano, querido P. Guillermo Aguinaga, Gracias por haber seguido y haber estado cerca del P. Rogelio y su familia natural. Estimado P. Martin Devenish, Superior de la “Provincia de Londres", gracias por estar cerca del P. Rogelio y su familia a través de su visita y presencia.  Que Dios nos consuele a todos, que Dios escuche la oración de Rogelio y nos conceda las gracias necesarias para vivir como Rogelio vivió agradeciendo a Dios por su vida joven, y por los ejemplos y enseñanzas que nos ha dejado. Che Dio bendiga, a todos ustedes aquí presentes.

Agradezco a todos los hermanos, a los combonianos en las casas de formación, a las Hermanas Combonianas, a los conocidos y a los muchos y cercanos amigos del P. Rogelio en México, Perú, Italia, Inglaterra, los hermanos del continente Americano y Asia, el sector mundial que P. Rogelio siguió en el Consejo General  y todos los amigos de todo el mundo que han rezado con insistencia y fe  por el P. Rogelio. Queridos P. Antonio Villarino, P. Victor Hugo Castillo, P. Juan Goicochea, P. Pimentel, P. Javier Alvarado, gracias por estar aquí.

Querido Rogelio, te acuerdas cuando P. Jeremías y yo te llevamos al aeropuerto, nos reíamos y hablábamos de las cosas serias, trabajando hasta el último día, hasta que saliste de Roma. Rogelio te esperábamos, esperábamos que volvieras a tu servicio después del trágico accidente y de los oportunos cuidados que nos habían dado mucha esperanza. ¿Has decidido irte? ¿El Señor te quiere en el Cielo?, pues ruega por nosotros y trabaja duro con nosotros desde allá. ¡Lo aceptamos con fe.  

Querido Rogelio gracias porque has sido un gran hombre de fe, de oración y fuerte espiritualidad. Gracias por testimoniar y transmitir a muchos hermanos y a muchas personas, tu fuerte espiritualidad, tu fe y entusiasmo por Jesús y por su Reino, por San Daniele Comboni. Por la misión y por el pueblo de Dios, en tus muchos años de servicio en la formación básica, la enseñanza y la Formación Permanente, en México y Perú.

Querido Rogelio, has servido a los hermanos como formador, superior local, Provincial y Asistente General. Has sido una persona llena de bondad, optimismo y entusiasmo comboniano. Eras paciente y al mismo tiempo sonriente. Gracias por este testimonio lleno de virtudes para ser imitadas por todos nosotros. En el Consejo General hemos aprendido mucho de ti. Has sabido trabajar con los hermanos, nos has dirigido como Coordinador de la Comisión pre-capitular y en los 150 años de nuestra historia comboniana, has hecho el gran servicio de coordinar la Comisión para el 150 ° de nuestro Instituto. Gracias por tu habilidad para trabajar con la sonrisa y hacer que los hermanos trabajasen mejor. ¡Gracias!

Querido P. Rogelio, gracias por tu gusto por la belleza litúrgica, por la belleza del arte y la cultura, gracias por tu sabiduría profunda; Todo esto te dio alegría y entusiasmo, gracias por esta forma de vivir en plenitud. Querido P. Rogelio recuerda que fuimos al Pontificio Colegio Mexicano de Roma, para la gran fiesta de nuestra Señora de Guadalupe y en nuestra casa el 12 de diciembre presidiste la Santa Misa en honor de nuestra Señora de Guadalupe y hiciste una hermosa homilía en su honor. Que nuestra Señora de Guadalupe esté cerca de TI e interceda por tu familia y todos nosotros para obtener la gracia del consuelo que viene de Dios, que Dios nos consuele a todos y que tú descanses en paz. Amen.
P. Tesfaye Tesfaye G., en nombre del Consejo General

Misa del funeral de P. Rogelio Bustos Juárez el 31 de enero de 2018, en San Francisco del Rincón (México).