Miércoles, 11 de noviembre 2015
El recién electo Consejo General ha realizado tres días de ejercicios en Limone sul Garda (Italia), del 5 al 7 de noviembre, animados por el P. Enrique Sánchez, que concluye su servicio como General del Instituto. La casa natal del fundador es un lugar muy significativo para los combonianos, por eso es un espacio idóneo para comenzar un servicio que exige fidelidad al Carisma y al proyecto de Comboni. De regreso a Roma el Consejo se detuvo en Castel D’Azzano para celebrar la Eucaristía con nuestros hermanos ancianos.

 


Limone sul Garda,
Casa natal del fundador
san Daniel Comboni,
en Italia.

 

El P. Enrique Sánchez invitó a los miembros del nuevo Consejo, a dejarse modelar por Cristo en una actitud de humildad, sabiendo que, en último término, la misión no es nuestra sino suya; nosotros somos herramientas en sus manos.

Hay tres palabras a las que hay que estar atento: la Palabra de Dios, la palabra de Daniel Comboni y la palabra humana.

La Palabra de Dios, que toca el corazón, lo transforma para ponernos al servicio de su pueblo. También estamos llamados a escuchar las palabras de Comboni, para hacer su Carisma vivo en la realidad actual. Y finalmente debemos estar atentos a la palabra humana que se expresa de tantas formas diferentes y nos pone a la escucha de los signos de los tiempos.

De regreso a Roma el Consejo se detuvo en Castel D’Azzano para celebrar la Eucaristía con nuestros hermanos ancianos. Después, en la salón de actos hubo un tiempo para compartir las experiencias vividas en el Capítulo. Esta casa, como otras dedicadas al servicio de los mayores y enfermos, simboliza la dedicación y fidelidad a la misión, como expresión de una vida que merece la pena consumir por el Evangelio.