Lunes, 3 de agosto 2015
Padre bueno y misericordioso, que por tu gran amor has querido compartir tu vida con toda la humanidad, te agradecemos por habernos llamado a la misión a través de san Daniel Comboni. [...] María, inspiradora de una misión siempre nueva, acompáñanos en nuestro camino y ayúdanos a responder con entusiasmo a los desafíos del mundo de hoy. San Daniel Comboni, guíanos en la búsqueda de la voluntad de Dios para el bien de aquellos pueblos que tú has amado tanto.

 

 

Oración
para el XVIII Capítulo General

 

Padre bueno y misericordioso, que por tu gran amor has querido compartir tu vida con toda la humanidad, te agradecemos por habernos llamado a la misión a través de san Daniel Comboni.

Señor Jesús, que acogiste el mandato del Padre haciéndote testigo de su amor, ayúdanos a realizar el sueño de Dios de una humanidad que sea una única familia de hermanos y hermanas.

Tu Palabra es fuente de alegría cuando se convierte en anuncio a los más pobres. Has querido compartir con nosotros la pasión por los más abandonados: nuestros compromisos den espacio a la presencia de tu Reino.

Espíritu Santo, fuente y origen de la Misión, que nos impulsas a compartir nuestra vida para que todos tengan vida, llena con tus dones nuestros corazones para que aprendamos a vivir la misión con fe y optimismo.

Trinidad Santa, te pedimos la gracia de acompañarnos en la preparación al XVIII Capítulo General. Ayúdanos a entender que quieres de nosotros. Haznos descubrir cuáles son tus planes para la misión hoy. Vuélvenos disponibles y generosos al vivir la misión como humildes colaboradores tuyos.

Llena, Señor, nuestros corazones de tu gozo, para que podamos ser auténticos testigos de tu presencia en el mundo, mensajeros de tu vida, luz de tu esperanza y fuego de tu amor.

María, inspiradora de una misión siempre nueva, acompáñanos en nuestro camino y ayúdanos a responder con entusiasmo a los desafíos del mundo de hoy.

San Daniel Comboni, guíanos en la búsqueda de la voluntad de Dios para el bien de aquellos pueblos que tú has amado tanto.

Amen