Martes, 26 de agosto 2014
La segunda Asamblea continental de los Laicos Misioneros Combonianos ha tenido lugar en Kinshasa (RDC) del 21 al 25 de julio del 2014. Participaron en la asamblea 5 sacerdotes, 2 religiosas y 18 laicos, entre los cuales estaban los coordinadores de 6 provincias del África francófona y anglófona, así como dos representantes del Comité Central. En la foto: Dieudonné Likambo (Congo), P. Joseph Mumbere Musanga (Congo), P. Arlindo Pinto (Roma), Márcia Costa (Moçambique); Innocent Mweteise Karabareme (Uganda), y Alberto de la Portilla (España).


El objetivo de esta Asamblea de Kinshasa era el de establecer un plan de acción concreto a partir de las resoluciones de los encuentros anteriores –la Asamblea Continental de Layibi (2001) y la Asamblea Internacional de Maia (2012)–, con el tema: “Comenzar con lo que tenemos a partir de nuestra realidad”.

Teniendo en cuenta los desafíos actuales en nuestra realidad africana, en la que Dios nos llama a vivir nuestra vocación como testigos de su amor, según el carisma de San Daniel Comboni, al servicio de la misión, que es un don de Dios, y después de reflexionar conjuntamente, hemos llegado a algunas conclusiones que permitirán a cada provincia establecer un plan de acción. Estas conclusiones son:

1. Vocación

Queremos animar a cada LMC a vivir la vocación como se la definió en Layibi; superar las dificultades de la vida y mantener los diferentes compromisos que tenemos en cuanto padres, trabajadores y cristianos, dando así testimonio de nuestra vocación.

Como se dijo en Maia, las comunidades LMC necesitan elaborar procesos que permitan el pleno cumplimiento de la vocación personal de sus miembros a lo largo de toda la vida. Establecer un programa de oración, de retiros, de vida sacramental y de revisión de la vida comunitaria.

Para facilitar un camino conjunto en nuestra vocación como Familia Internacional de LMC, animamos a los nuevos grupos a comunicarse regularmente con los Comités Continental y Central, para recibir la ayuda de los responsables de la coordinación. Creemos que es necesario seguir las líneas comunes de las directrices internacionales.

2. Relaciones entre los LMC

El movimiento tiene una misma visión. Todos deben colaborar y trabajar conjuntamente para vivir armoniosamente la vida comunitaria.

Con el fin de facilitar la integración de los nuevos LMC en los grupos LMC locales, tenemos que reforzar la comunicación y el trabajo en red entre el grupo coordinador que envía y el grupo coordinador que recibe, los comités Central y Continentales y los Superiores Provinciales MCCJ.

Para una plena integración, se invita a los nuevos LMC a participar en la vida del grupo: en la formación permanente, las asambleas, los retiros, los procesos administrativos y las contribuciones económicas…

Animamos a los LMC que trabajan en un país donde nos hay LMC locales a promover nuestra vocación formando un grupo local.

3. Formación

Como movimiento LMC en África, nos hemos comprometido a hacer juntos un camino de formación, para seguir a Cristo según el carisma de Comboni que nos convoca a hacer causa común con los pueblos a los que somos enviados.

Las decisiones tomadas en las Asambleas precedentes nos guían en el camino formativo, en el que deberíamos tener en cuenta los siguientes aspectos:

  1. Las provincias deben colaborar en la elaboración de los diferentes programas y subsidios de formación;
  2. Debemos compartir programas y temas de formación entre las diferentes provincias y el Comité Central;
  3. Debemos traducir los documentos de la formación en todas las lenguas;

4. Economía

Queremos incluir en nuestra vida espiritual nuestra economía, para vivir una vida fundada sobre la Providencia. En este sentido, pedimos a los grupos que consideren en sus programas de formación un tema sobre la relación con el dinero, poniendo nuestra estabilidad y confianza en Dios.

En el proceso de nuestra autonomía financiera, invitamos a los diferentes grupos a formar a sus miembros en los diferentes aspectos financieros, tales como: proyecto de desarrollo basado en las necesidades locales, búsqueda de fondos, contabilidad…

Sabiendo que pertenecemos a esta familia LMC, estamos llamados a ser responsables de sostener el grupo. En este sentido, todos los LMC deben contribuir al fondo local del grupo. A partir de este fondo local, el grupo debería igualmente contribuir al fondo común internacional, gestionado por el Comité Central.

Estamos también llamados a animar la Iglesia local y toda persona de buena voluntad a sostener nuestras actividades misioneras.

Para alcanzar nuestra autonomía financiera, invitamos a los grupos a iniciar actividades generadoras de entradas propias (agricultura, ganadería, farmacias, cine, centros de fotocopias e internet, artesanado local, Conferencias, formación, coloquios, animación de eventos…).

No basta comprometernos en proyectos, sino que estamos también invitados a presentar las cuentas con transparencia (libros de caja, cuentas bancarias con más de una firma…).

5. Organización

5.1 Cada Provincia debe tener

  1. Un Equipo de Coordinación, compuesto de: un coordinador, un secretario y un tesorero (encargado de finanzas). Este equipo debe enviar sus relaciones al Comité Africano y al Central.
  2. Una persona encargada de las comunicaciones (blog, facebook, twitter).
  3. Un Equipo de Formación. Este equipo debe: planificar y preparar los temas de formación; asegurar el seguimiento y la evaluación de las formaciones dispensadas.
  4. Cada grupo debe tener un responsable de formación que trabaja en red con los responsables nacionales.

5.2 Comité Africano

  1. El Equipo de Coordinación Central está compuesto por: un coordinador, un secretario, un tesorero (encargado de finanzas).
  2. Sus atribuciones son:
  1. Asegurar la comunicación con el Comité Central.
  2. Convocar y preparar los encuentros continentales.
  3. Asegurar la comunicación entre las diversas provincias.
  4. Velar para que se ejecuten las decisiones tomadas en las distintas Asambleas.