P. Luigi fue director espiritual durante casi toda su vida: era una persona tranquila con la que era fácil relacionarse y que te escuchaba de buen grado.
Nacido en S. Michele Extra di Verona el 17 de febrero de 1925, hijo de Giuseppe y Anna Aldegheri, Luigi cursó el bachillerato en los seminarios combonianos de Padua y Brescia y luego ingresó en el noviciado de Venegono en 1942, durante la Segunda Guerra Mundial. Hizo sus primeros votos el día de la Asunción, el 15 de agosto de 1944. Pasó los dos primeros años de escolasticado en Rebbio, los dos segundos en Verona, luego un año en Carraia y el último en Venegono. Hizo sus votos perpetuos el 23 de septiembre de 1949 y fue ordenado sacerdote el 3 de junio de 1950 por el cardenal Ildefonso Schuster en Milán.
Tras un año de estudio de inglés en Sunningdale, Luigi fue destinado a la misión de Sudán. Sin embargo, antes de llegar allí, tuvo que hacer otro año de árabe en Zahle (Líbano). A principios de 1952 llegó finalmente a Okaru, en Bahr el Gebel (Sudán del Sur) y fue destinado allí como director espiritual de los seminaristas. Aquí aprendió las lenguas locales Lotuko y Bahri.
Después de una docena de años de este servicio, el P. Luigi fue llamado a Italia y de 1964 a 1970 fue director espiritual de los postulantes combonianos en Padua y luego en Asti. En 1970 fue a Barcelona para ser formador de los hermanos postulantes. En 1972 regresó a Italia donde, durante algunos años, sirvió en varias comunidades, dedicándose al ministerio sacerdotal en Milán, Verona y Lucca. En 1981 tuvo la alegría de partir de nuevo para África y fue de nuevo director espiritual de jóvenes aspirantes a la vida religiosa en Kenia, primero en Kiserian, luego en Tartar y después en Rongai, sirviendo en los institutos fundados por el P. Giovanni Marengoni. En 1990 se trasladó a Gilgil para aportar su contribución. De 1993 a 1999 lo encontramos en Nairobi como miembro de la comunidad de la casa provincial. Pero en 1999 volvió a ser director espiritual durante un par de años en Rongai y luego pasó, con el mismo encargo, al escolasticado comboniano de Nairobi. En 2006, dada su edad, tuvo que volver a Italia para recibir tratamiento, pero al año siguiente fue destinado a la comunidad del escolasticado de Casavatore para la dirección espiritual de los escolásticos combonianos.
Después de siete años de este servicio se retiró a Verona para prepararse para el encuentro con el Señor que lo llamará a sí con el coronavirus el 12 de noviembre de 2020. Durante varios años, el P. Luigi tuvo que enfrentarse a una ceguera casi total: siempre necesitaba lupas o páginas de ordenador con letras grandes para poder seguir las oraciones del breviario o leer el misal. Nunca se quejó de esto y nunca lo convirtió en una carga para nadie.