Jueves, 24 de abril 2025
Con profundo dolor y el corazón lleno de tristeza, los miembros de la Comisión JPIC lamentamos el fallecimiento repentino de nuestro querido Santo Padre, el Papa Francisco. Extendemos nuestras más sentidas condolencias a cada uno de ustedes y a todas las personas de buena voluntad que han sido tocadas por su voz profética, su incansable testimonio del Evangelio y su compromiso firme con la Justicia, la Paz y el Cuidado de nuestra Casa Común.
Comisión JPIC – USG-UISG
A todos los miembros de la Comisión JPIC USG-UISG
Queridos amigos y amigas,
Con profundo dolor y el corazón lleno de tristeza, los miembros de la Comisión JPIC lamentamos el fallecimiento repentino de nuestro querido Santo Padre, el Papa Francisco. Su partida deja un profundo vacío no solo en el corazón de la Iglesia, sino también en el alma de la humanidad. Extendemos nuestras más sentidas condolencias a cada uno de ustedes y a todas las personas de buena voluntad que han sido tocadas por su voz profética, su incansable testimonio del Evangelio y su compromiso firme con la Justicia, la Paz y el Cuidado de nuestra Casa Común.
El Papa Francisco fue no solo un pastor de almas, sino una conciencia global que despertó al mundo ante el clamor de los pobres, los excluidos y de la propia tierra. En sus encíclicas fundamentales y en innumerables discursos, nos llamó con valentía a una renovada responsabilidad, fraternidad y esperanza en un mundo fragmentado.
En Evangelii Gaudium, desafió a la Iglesia a ser una Iglesia de los pobres y para los pobres:
“Cada cristiano y cada comunidad están llamados a ser instrumentos de Dios para la liberación y promoción de los pobres…” (EG 187)
A través de Laudato Si’, se convirtió en una brújula moral para el movimiento ecológico y un guía paternal para toda la humanidad:
“El clima es un bien común, de todos y para todos.” (LS 23)
“No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socioambiental.” (LS 139)
En Fratelli Tutti, nos recordó que verdaderamente somos una sola familia humana:
“A menos que recuperemos la pasión compartida por crear una comunidad de pertenencia y solidaridad… seguiremos a merced de cualquier poder que explote la condición humana.” (FT 36)
“Todo depende, entonces, de nuestra capacidad de cambiar el corazón, las actitudes y los estilos de vida.” (FT 166)
Y en su reciente exhortación, Laudate Deum, subrayó la urgencia de una acción climática audaz y colectiva:
“Ya no es posible dudar del origen humano —‘antrópico’— del cambio climático. El cambio climático es uno de los principales desafíos que enfrenta la sociedad y la comunidad global.” (LD 11)
Su testimonio constante dio voz a los sin voz — migrantes, pueblos indígenas, víctimas de la guerra y de la trata, y nuestro planeta herido. Dio lenguaje moral a los debates políticos, económicos y culturales, y nos orientó siempre hacia el imperativo evangélico de la misericordia y la justicia.
Como promotores de JPIC, hemos perdido a un líder visionario, un padre espiritual y un compañero de peregrinación comprometido profundamente con la transformación de las estructuras de injusticia y con la siembra de la esperanza. Y aún en nuestro duelo, damos gracias, porque el legado del Papa Francisco vive en nuestros ministerios, en nuestra incidencia, en nuestras oraciones y en los sueños de tantos jóvenes que inspiró.
Que lo honremos no solo con palabras, sino con acciones, continuando valientemente su misión. Caminemos juntos — como artesanos de la paz, guardianes de la creación y constructores de un mundo justo y fraterno.
Encomendamos al Papa Francisco a la tierna misericordia de Dios, a quien sirvió con tanta humildad y alegría. Que descanse ahora en el abrazo eterno de Aquel a quien llamó Abba, y que su intercesión nos siga guiando.
Con profunda simpatía y esperanza inquebrantable,
P. Roy Thomas, SVD & Hna. Maamalifar Poreku, MSOLA
Secretarios Ejecutivos
Comisión JPIC – USG-UISG,
Roma