Lunes, 15 de enero 2024
Tras enfrentarse a ciertos problemas que dificultaban la supervivencia y continuidad de la misión en Sudán, Daniel Comboni desarrolló el Plan para la Regeneración de África. El plan desarrolla estrategias para asumir la formación de líderes africanos que, a su vez, continúen la formación de sus hermanos y hermanas: “Salvar África a través de África“.
Este fue también el propósito fundamental de nuestra presencia en la comunidad de San Francisco de Asís en Dadome (Ghana) del 24 de diciembre de 2023 al 7 de enero de 2024. Gifty Aziedu, Benjamin Amekor y Christian Wotormenyo llegaron a Dadome el domingo 24 de diciembre por la tarde. Más tarde se les unieron Justin Nougnui y Valentin Sewovi. Según las instrucciones del Padre Capellán y del Párroco, debemos extender nuestro servicio a otras dos comunidades de los alrededores, San Miguel de Adudornu y la comunidad de Husikorpe.
En efecto, Adudornu carece de responsables que puedan coordinar las actividades de la comunidad. “Desde la época de Covid-19, ya no nos reunimos para las actividades de la iglesia“, nos dijeron algunos miembros de la comunidad. Nuestro deber durante los pocos días que estuvimos en Dadome fue hacer visitas domiciliarias a las tres comunidades y orientar a algunos miembros para que continuaran con el servicio de catequesis a fin de devolver la vida a las comunidades. En Dadome, las visitas domiciliarias dieron sus frutos, ya que la capilla se llenó la noche del 31 de diciembre y el 7 de enero, fiesta de la Epifanía. La hermana de Dadome, llamada Caridad, siempre estaba dispuesta a servir al Señor. Con nuestra ayuda, el 7 de enero presidió la celebración de la Palabra en Husikorpe, situada a pocos kilómetros de Dadome. Antes de hacerlo ese domingo, ella ya había empezado por las tardes en Dadome durante las celebraciones de la Palabra para poder desenvolverse bien. Ella debe hacerlo en Husikorpe porque Husikorpe, con el abandono del servicio del antiguo catequista, ha pasado temporalmente bajo la coordinación de Dadome. Caridad deberá ayudar a John, el catequista de Dadome, a coordinar las actividades de Dadome y Husikorpe. Ambos deberán alternar su servicio en las dos comunidades. En Adudornu, un poco más lejos de Dadome, se espera encontrar catequistas que vivan allí o no muy lejos.
Gracias a Dios, el padre Leopold nos había dado dos nombres de fieles que querían ayudar en la administración de la comunidad: Stephen y Amewuga. Al servicio de la Palabra de la mañana del domingo 31 asistieron varios niños y adultos. Esto demostró su hambre de Dios y de reunirse en la capilla. Desde el 2020 no se reunían, según nos contaron por falta de catequistas. Así, a partir de esta nueva reunión en vísperas del Año Nuevo, el deseo de Dios y de la comunidad fue una vez más satisfecho. Fuimos a Adudornu en moto. Dada la distancia que separaba Adudornu de Dadome, donde residíamos, la formación de los dos catequistas tuvo lugar entre Adudornu y Dadome. Inmediatamente después del servicio de la Palabra en la mañana del 31, comenzamos a guiarles para presidir las celebraciones. El 3 de enero, fueron invitados a Dadome para recibir formación y el jueves, de nuevo en Adudornu. El 7 de enero, Stephen pudo presidir la celebración de la Palabra. Su responsabilidad no es sólo presidir las celebraciones en ausencia del sacerdote, sino también revitalizar la comunidad con su entrega y celo, siguiendo las directrices de la parroquia.
Un reto que no pudimos superar antes de partir fue encontrar los documentos necesarios para su servicio, pero lo mencionamos en el informe que hicimos al párroco. Además, haremos todo lo posible para proporcionarles ciertos documentos. Otro reto al que también tendrá que enfrentarse Caridad es la falta de medios para ir a Husikorpe cuando le toque. John tiene moto, pero Caridad no. Hemos intercambiado algunas ideas sobre esta realidad con la estación de Husikorpe. Esperamos que nuestra sugerencia pueda tener el apoyo necesario para la continuidad del servicio de Caridad.
La fuerza para tener esta experiencia viene de nuestro amor a Cristo siguiendo las huellas de San Daniel Comboni. Nuestra organización interna, la vida comunitaria, la oración en grupo y el intercambio de ideas entre nosotros nos animaron y motivaron a hacer esta “causa común” con las tres estaciones. Pero, para asumir siempre la continuidad, será bueno que, de vez en cuando, pasemos por las tres comunidades para ver la evolución, lo que requerirá recursos.
Que nuestro Fundador, San Daniel Comboni nos inspire siempre a estar movidos todo el tiempo por este grito y fuerza de “Salvar África a través de África” y que el Señor nos dé la visión clara de lo que debemos hacer, la fuerza y los medios para lograrlo.
Justin Nougnui, coordinador del LMC