Miércoles, 27 de julio 2022
Con este título tan sugerente los Laicos Misioneros Combonianos (LMC) europeos celebraron una jornada de trabajo el pasado sábado. En primer lugar, queremos agradecer al comité europeo por el esfuerzo de organización de varios meses de este encuentro. No fue sencillo, pero al final la cosa funcionó muy bien y las traducciones simultaneas posibilitaron que los LMC de diferentes países pudieran participar y aprovechar todo lo comentado.
Después de un merecido tiempo de descanso para almorzar retomamos los talleres con el testimonio misionero de la comunidad portuguesa de Fetais. Los LMC portugueses decidieron el año pasado abrir una presencia comunitaria en la periferia de Lisboa. En un barrio con una gran diversidad de nacionalidades donde destacan las de migrantes que provienen de antiguas colonias portuguesas de África, pero donde también hay presencia de latinoamericanos y personas de origen asiático. Todo ello con portugueses, muchos de ellos de etnia gitana.
Toda esta gran diversidad hace que vivir allá diste mucho de lo habitual en el país. Sin duda un crisol de culturas que trae mucha riqueza, pero a veces con muchas dificultades ligadas a su condición de exclusión.
Esta experiencia dio pie también a un debate de los derechos de los migrantes en la unión europea, la política común que no facilita la inmigración y cómo también la desigual exigencia de un país u otro puede hacer que las personas se vean más perjudicadas en función de la legislación local.
A continuación, los LMC de España nos ayudaron a adentramos en una muy elaborada presentación de la importancia de la incidencia política en nuestra acción misionera en Europa. Tomar conciencia de como el Papa Francisco nos anima a un posicionamiento y una responsabilidad política cada vez mayor como laicos pues la política, como servicio del bien común, marca definitivamente la vida de la gente. Lo importante de la influencia en el cambio de legislaciones, la sensibilización de las personas para los diferentes temas que tanto afectan como el cuidado del planeta, las migraciones, etc.
La presentación fue acompañada con la intervención externa de la hermana Benjamine que nos habló del trabajo realizado desde Talita Kum contra la Trata de personas a nivel internacional. O el Hermano Simone que nos habló del trabajo en VIVAT internacional y la presión que se intenta hacer tanto en el ONU como en Ginebra para el cambio de políticas globales o el P Lorenzo que nos compartió la lucha que desde la red Iglesia y Minería se tiene contra el estractivismo minero abusivo que se realiza en América Latina. Todos ellos reforzando la responsabilidad y la necesidad de un trabajo en este sector que tenemos desde Europa.
La última sesión del día estuvo a cargo de los LMC de Italia que nos presentaron varios de los proyectos que desarrollan en diversas partes del país. Desde la acogida de migrantes en la comunidad La Zattera en Palermo. Un lugar donde organizar la vida, descansar y lanzarse a la integración en la nueva sociedad.
En esta línea desde Venegono nos expusieron los proyectos que desarrollan desde Combinazione como las varias casas de acogida para refugiados que llevan adelante, donde actúan desde la primera acogida hasta un último recurso de camino a la vida independiente donde facilitar esa salida de los anteriores recursos.
También nos expusieron el trabajo de sensibilización en las escuelas. Llevar las realidades del mundo a los niños y jóvenes, con proyectos de sensibilización adaptados a las diferentes edades y donde también se cuenta a veces con el testimonio de africanos migrantes. O incluso con la edición de un libro que ayuda a entrar y abarcar más la realidad de una sociedad cambiante y el protagonismo de todos en esta sociedad, especialmente de los más jóvenes.
Por último, Simone nos compartió la experiencia de vida como LMC en la comunidad religiosa comboniana de Castel Voturno y en especial su trabajo en la asociación Black and White que procura ofrecer alternativas educativas y de ocio a los hijos de migrantes que llegaron a Italia y que ni siquiera habiendo nacido en Italia tienen derecho a la ciudadanía italiana. También como este recurso se convierte en el único lugar de ocio o posibilidades de estudio para estos chicos y chica por las malas condiciones del barrio donde viven.
Para finalizar este día tan intenso pudimos tener un tiempo de tranquilidad y oración juntos organizado desde España. Una oración sencilla en las diferentes lenguas, donde poder poner a los pies del Señor todo lo compartido, las necesidades de todas aquellas personas a las que servimos y nuestra voluntad de seguir en el camino allá don Él nos llame.
Con el Padrenuestro en cada una de nuestras lenguas cerramos este bonito día de compartir y soñar juntos desde los dones y servicios que cada uno desarrollamos. Con seguridad habrá iluminado a muchos para nuevas iniciativas y animado a todos sabiendo que estamos juntos en esta causa común que es el Reino de Dios.
Un abrazo a todos y gracias a los que participasteis pues con vuestras aportaciones nos hicisteis crecer.
Alberto de la Portilla
Comité Central LMC