Miércoles, 16 de septiembre 2015
Después de un tiempo de escucha de la realidad de nuestro Instituto, iniciamos una fase de discernimiento para escoger las prioridades de la misión comboniana. Ayer hemos terminado la fase del ver, en la que hemos escuchado los diversos informes. Se inició el jueves 10 de septiembre con el informe del Consejo General realizada por el P. Enrique Sánchez, Superior General. Luego continuó con los Secretariados generales y los continentes: América y Asia; África francófona; África anglófona; para concluir con el de Europa. En la foto: P. Jeremias dos Santos Martins, superior provincial en Sudáfrica.

 


P. Giovanni Munari,
superior provincial
en Italia.

 

La fase del ver nos dio la oportunidad de tener una visión de la compleja realidad del Instituto. Hemos recogido las preocupaciones, problemáticas y el sueño de nuestros hermanos comprometidos en varios campos misioneros en diversas partes del mundo. De modo particular recordamos la grave situación de guerra en Sudán del Sur, la República Centroafricana y el noreste del Congo, donde los combonianos allí presentes, dan un testimonio de “hacer causa común” con la gente, valor fundamental del Carisma comboniano. De los informes han brotado signos de vitalidad, como el florecimiento de las comunidades cristianas comprometidas en el anuncio del Evangelio y la promoción humana.

 

Desde la izquierda:
Isabella d’Alessandro,
General de las seculares combonianas;
e Suor Luzia Premoli,
Superiora General de las Misioneras combonianas.


Hemos escuchado con interés las intervenciones de la Superiora de las Misioneras combonianas, Luzia Premoli, de la General de las seculares combonianas, Isabella d’Alessandro y del coordinador internacional de los Laicos misioneros combonianos, Alberto de la Portilla. Nos han ayudado a comprender mejor la necesidad de mejorar el intercambio de información y colaboración entre los miembros de la Familia comboniana. La misión hoy, requiere de todos nosotros una ministerialidad que exprese la riqueza y complementariedad de todas las formas de realización del carisma comboniano para responder mejor al desafío de la nueva evangelización.

En esta fase del ver se ha manifestado con claridad la exigencia de un compromiso concreto y profético en el campo de la reconciliación, la justicia, la paz y la integridad de la creación. Consideramos este aspecto esencial a nuestra actividad y testimonio misionero. Los pobres y marginados nos llaman a caminar y a luchar con ellos por la transformación social y por un mundo más justo y solidario.

Comenzamos ahora una segunda fase de “juzgar” que se inicia el 16 de septiembre. El Capítulo entra ahora en un momento en el que buscará identificar las prioridades y desafíos principales de la misión para discernir sobre ellas.


Alberto de la Portilla, coordinador internacional de los Laicos Misioneros Combonianos (LMC).