Jueves 2 de abril de 2015
“Pascua quiere decir paso de la muerte a la vida, de la esclavitud a la libertad, de las tinieblas a la luz, que hace de la vida la experiencia y el don más bello que se nos ha dado. Con todo el corazón queremos augurarles una santa Pascua y deseamos que sea para cada uno de ustedes un momento de renovación profunda, reconociendo que el Señor con su muerte ha hecho de nosotros personas nuevas llamados a vivir en el mundo siendo testigos de su resurrección.” (Mensaje de P. Enrique Sánchez G., Superior General, y Consejo General).

 

Feliz y santa
Pascua

 

Queridos hermanos,

Hemos llegado a los días que nos permiten vivir el misterio más extraordinario de nuestra fe. El Señor Jesús, en obediencia total al Padre, sigue el camino hacia el Calvario para vivir el don de su vida para que en él tengamos vida.

Dios Padre, que tanto nos ha amado, no ha perdonado a su Hijo y en Él se ha entregado para hacernos entender cuánto nos ama.

En un tiempo en el que todo parece estar de cabeza y en el que las sombras de la muerte se ven en tantas partes de nuestro mundo, el Señor se hace presente para recordarnos que no hay motivo para dejarnos vencer por las amenazas y por el miedo.

Él ha vencido la muerte

En el misterio de su muerte y resurrección hace oír fuerte su voz que nos dice con firmeza que Él ha vencido la muerte y que en Él somos llamados a vivir en plenitud, en la esperanza y en la certeza de que, también hoy, Dios actúa en nuestra vida.

El Señor, como cordero llevado al matadero para ser sacrificado, no abre la boca, no rechaza lo que se le pide, no busca su provecho ni su comodidad, no piensa en sus intereses y acepta ir hasta el fondo, buscando la voluntad del Padre con el único deseo de complacerlo.

Camino de la misión

El camino hacia el Calvario nos hace pensar en el camino que tantos hermanos nuestros, en nuestro Instituto, recorren hoy viviendo la misión en todas sus exigencias, dispuestos a todo para ser instrumentos de vida, de aquella vida que sólo el Señor Resucitado puede dar a nuestra humanidad.

Para nosotros esta Pascua es un momento particular porque lo vivimos mientras nos preparamos al XVII Capítulo General, un momento especial en nuestro camino de discípulos y misioneros.

La Pascua se nos ofrece en esta hora como una luz intensa que nos permite contemplar el futuro con confianza, no dejándonos desanimar por las sombras que forman parte de nuestro panorama mientras compartimos los sufrimientos y el dolor de tantos de nuestros hermanos y hermanas en las misiones en las que estamos presentes.

El Señor quiere que su luz resplandezca y ver resplandecer su presencia a través de nuestra vida, puesta a disposición de todos los hermanos en la misión, que se vuelve urgente en este momento de nuestra historia.

Pasaje a vida nueva

Pascua quiere decir paso de la muerte a la vida, de la esclavitud a la libertad, de las tinieblas a la luz, que hace de la vida la experiencia y el don más bello que se nos ha dado.

Con todo el corazón queremos augurarles una santa Pascua y deseamos que sea para cada uno de ustedes un momento de renovación profunda, reconociendo que el Señor con su muerte ha hecho de nosotros personas nuevas llamados a vivir en el mundo siendo testigos de su resurrección.

Feliz y santa Pascua a todos.
P. Enrique Sánchez G. mccj
y Consejo General
Roma, 2 de abril de 2015