Roma, lunes 30 de enero 2012
“Lo que el mundo necesita es un verdadero cambio de sistema, no una solución llamada “economía verde”, que significa llevar los mercados financieros a la naturaleza.” Nicola Bullard, de la organización asiática “Focus on the Global South”, resumió de este modo la crítica del Foro Social Temático (FST), celebrado el fin de semana en Porto Alegre, al tema central de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable (Río +20), programada para fines de junio, en Río de Janeiro. [MISNA]
En Porto Alegre, cuna del Foro Social Mundial (FSM), se reunieron miles de activistas de todo el mundo, junto con representantes de los nuevos movimientos de protesta que surgieron en diferentes latitudes, y pidieron acciones concretas y decisivas contra la crisis, en vista de “Río+20″, y anticiparon el evento alternativo que se realizará en los mismos días en la metrópoli carioca: la Cumbre de los Pueblos.
Se reiteró que la propuesta de la Cuarta Cumbre de Desarrollo Sostenible de la historia, desde 1972, es decir promover una ‘economía verde’, “es insuficiente, porque si ponemos a la orden del día la cuestión de las desigualdades, no vamos a resolver nada”, dijo el sociólogo venezolano Edgardo Lander.
“Si el sistema actual no es capaz de redistribuir la riqueza y enfrentar la desigualdad, tendremos que hacerlo nosotros mismos”, dijo en su discurso Sam Halvorsen, miembro del movimiento “Occupy London”. “Las elites políticas y económicas son el 1% que domina el mundo, ¿nosotros el 1% que quiere cambiarlo? ¿Dónde está el 98%?”, Dijo Chico Whitaker, uno de los fundadores del FSM. “Muchas personas están contentas porque a ellas se les ofrece cada vez más bienes de consumo, pero muchas otras están también preocupadas e insatisfechas. El desafío del FSM es hablar con las ultimas”, concluyó.
También fue a Porto Alegre la presidente de Brasil, Dilma Rousseff, quien por primera vez se reunió de forma colectiva también con los representantes de los movimientos sociales, informaron fuentes locales de la MISNA. A estos, Rousseff les dijo que Brasil “ya está vacunado contra el neoliberalismo” y que se mueve hacia una reducción gradual de las desigualdades, pero, para poder redistribuir los ingresos, “debe crecer todavía más”.
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