Lunes, 23 de mayo 2022
San Daniel Comboni tenía un amor inmenso por las almas de los más pobres y abandonados y esto solo se puede vivir desde una experiencia de misión. Para los Laicos Misioneros Combonianos (LMC) de Guatemala, haber acompañado a Maximina y Mercedes en su proceso de experiencia comunitaria, es hoy una escuela de aprendizaje llena de amor y esperanza misionera.
Por qué, se pueden preguntar muchos; porque cada miembro de la comunidad tiene participación; todos en la oración, en la economía, en el acompañamiento personal, en la formación en tantas actividades que una experiencia misionera necesita y nadie dijo no. Estamos en el mismo barco todos subidos en donde Dios Padre nos guía bajo la intercesión de San Daniel Comboni, Nuestra Madre la Virgen María y Santo Domingo de Guzman, Patrono de la Comunidad de Xenacoj que abrió las puertas de su casa y de su corazón, para que ellas realizaran esta experiencia durante 6 meses.
En estos 6 meses hubieron puertas tan amplias que con facilidad se pasaban, pero también tan angostas que requerían para ellas y la comunidad estar llenos de oración, sabiduría, comprensión, tolerancia, cansancio y llenos de fe para poderlas pasar.
Gracias Mercedes y Maximina por su disponibilidad y abandonarse a los más pobres y necesitados a quienes estamos seguros llevan en su corazón y fueron para ellos su primera escuela de amor fraterno y unión comunitaria.
Miriam Herrador
LMC de Guatemala