Jueves, 26 de septiembre 2019
Este año, todo el inicio de curso misionero, se revoluciona y se llena de Buena Nueva con motivo de la proclamación por parte del Papa Francisco del mes de Octubre como Mes Extraordinario Misionero. Con este motivo, la Diócesis de Aragón, a través de sus delegaciones de misiones, han realizado la XXX Jornada de Reflexión y Animación Misionera, con el título Bautizados y Enviados: Misioneros Laicos.

Y para llevarla a cabo, nos invitaron a los laicos y laicas combonianos a estar presentes en ella y de modo especial en la Mesa Redonda “Tú eres una Misión en el Mundo”. Y por este motivo, yo me cogí el tren y me fui para Zaragoza a compartir esta preciosa jornada. Allí pasé el día, rodeada de misioneros y misioneras aragoneses.

Yo he de compartiros que además estaba muy a gusto y feliz porque entre las participantes… enseguida detecté que estaban las hermanas combonianas que viven en Zaragoza. Y como podéis imaginar me trataron de maravilla. Éramos ejemplo de familia misionera, “las combonianas”, una laica y las hermanas. Y nos veían juntas y nos preguntaban y se sorprendían porque nos conocíamos.

Entre el laicado misionero, me sentí en familia. Y coincidió que éramos todas mujeres. Estábamos junto a laicas de Ocasha y misioneras de Ekumene y de MISEVI. Además estuvo contando su experiencia Teresa López, laica salesiana, que ha estado doce años en Etiopía. Fue como voluntaria para un año y…”me sedujiste Señor y me dejé seducir”. Qué os voy a contar que no sepáis de esta seducción misionera. Por cierto, claro que sí, se ofrece para cualquier duda que tengamos sobre Etiopía o por si tú, David,  quieres contactar con ella. Para quien no lo sepa, David, es LMC que está de misión de Etiopía.

Como laicas misioneras expusimos los carismas de nuestros grupos, la misión ad gentes y la misión “aquí” que realizamos, las dificultades y retos misioneros que vivimos. ¡Qué riqueza y diversidad nos ha regalado el Espíritu Santo!. Sentir una misión en salida, ir a las periferias, el reto de las personas migrantes, la dificultad para mantener nuestras propias organizaciones compaginándolo con nuestro estar en el mundo, la fragilidad de los proyectos personales, familiares, laborales encuadrados en un proyecto misionero laical, la dureza del retorno, los duelos, etc.. Y coincidimos que o trabajamos todas y todos juntos, religiosas, religiosos, sacerdotes, laicado, o no podremos dar respuestas a los retos actuales.

Me pareció interesantísima la ponencia  del Padre Juan Esteban Montoya Otalvaro, doctor en Misionología. Recordando los fundamentos del laicado para la Misión, en la etapa preconciliar y postconciliar. Y cuales han de ser fundamento y condiciones  de cualquier laicado en la iglesia. Especialmente me gustó lo referente a los nuevos paradigmas de Misión. Está a punto de publicar un libro de este tema. Lo último en este campo, la misión “trans”. Ahí lo dejo.

Y como cierre, un regalazo. José Luis Lázaro, misionero del IEME en Zimbabwe. Y su padre.

“Yo soy el padre de José Luis” aquí en España. Cuando llegamos a Zimbabwe para verle, lo primero que nos dijo fue “voy a presentaros a mi familia”. Y nos llevó a ver a sus padres de allí, a quienes le acogieron y le enseñaron la lengua local y le enseñaron a caminar por allí. En aquel poblado, los hombres que son muy amigos, muy amigos, van de la mano. Y mi hijo va de la mano de ellos. Me decían “ahora nosotros somos sus padres”.

José Luis insistió en que una Iglesia y unos cristianos y cristianas que no “estamos en salida”, y que sólo vamos de bautizados, no nos podemos denominar de Cristo. El Mes Misionero Extraordinario, nos lo regala el papa Francisco a toda la Iglesia, no sólo a las Delegaciones de Misiones. A toda la Iglesia, que o es misionera o no es iglesia.

Hasta aquí os cuento. Adelante con la celebración de la “Maximum Illud”.

Una vez más constato que Comboni es actualidad pura. Y doy gracias a Dios por este carisma que me sigue interpelando para salir de mi casa, de mis seguridades y mirar a quienes sobreviven en la invisibilidad. Bautizada y enviada.

Gracias.
Isabel Herrero. Laica Misionera Comboniana