Roma, lunes 18 de junio 2012
“A nombre mio y de los miembros del Consejo General deseamos enviarles un saludo y nuestros mejores deseos de buen trabajo durante la experiencia del próximo fórum comboniano sobre la integridad de la creación que tendrá lugar en Rio del 20 al 25 de junio. Sabemos que la iniciativa de este fórum nace de la exigencia de dar respuestas nuevas a los desafíos misioneros que nos tocan vivir como combonianos en los diversos contextos en donde estamos presentes intentando ser expresión de los valores del Reino. (…) Esperamos que sean días ricos y fecundos para dar pasos concretos en el sector de trabajo a favor de la justicia, la paz y el cuidado y la defensa de la creación.” Estas son las palabras iniciales de la carta del Superior General, P. Enrique Sánchez G., y su Consejo a los participantes del Fórum Comboniano de la Integridad de la Creación (FCIC).
Queridos hermanos y hermanas,
A nombre mio y de los miembros del Consejo General deseamos enviarles un saludo y nuestros mejores deseos de buen trabajo durante la experiencia del próximo fórum comboniano sobre la integridad de la creación que tendrá lugar en Rio del 20 al 25 de junio.
Sabemos que la iniciativa de este fórum nace de la exigencia de dar respuestas nuevas a los desafíos misioneros que nos tocan vivir como combonianos en los diversos contextos en donde estamos presentes intentando ser expresión de los valores del Reino.
Agradecemos a las provincias de Brasil que han trabajado y acompañado la preparación de estas jornadas y esperamos que sean días ricos y fecundos para dar pasos concretos en el sector de trabajo a favor de la justicia, la paz y el cuidado y la defensa de la creación.
La misión hoy nos pone ante situaciones que no podemos callar y ante las cuales tenemos la obligación de decir una palabra que nace del encuentro personal y comunitaria con la Palabra que es el Señor Jesús. Es él quien nos empuja a dar razón de nuestra fe y de nuestro compromiso en todo aquello que haga visibles los valores del Evangelio y del Reino a los que hemos consagrado nuestras vidas.
Nuestro compromiso en la construcción de un mundo más justo, solidario, fraterno y respetuoso de la creación es consecuencia espontánea de la experiencia que vamos haciendo día a día en el esfuerzo de conformar nuestra vida y nuestra acción con el modo de ser y de actuar de Jesús. Es su lógica y su misión que tratamos de traducir en hechos con nuestras acciones en la historia que nos toca escribir en nuestros días.
Como él, soñamos con una humanidad nueva y una sociedad capaz de vivir los valores del Evangelio que nos permiten reconocer el mundo y toda la creación como el espacio que Dios nos ha dado para que podamos encontrarnos con él. Esto nos obliga a señalar con valentía todo aquello que vaya en contra del proyecto de justicia y de vida que Dios ha pensado desde siempre para toda la humanidad.
Hoy en nuestro mundo existen muchas personas que son ejemplos extraordinarios de testimonio comprometido en el cuidado, el respeto y la protección de la creación.
Los movimientos ecológicos y las organizaciones que luchan por la defensa del ambiente están presentes un poco en todas partes y nos ayudan a tomar conciencia de la responsabilidad que todos tenemos de salvaguardar la casa que Dios nos ha dado.
Existe una conciencia nueva en el mundo que va ganando terreno y que nos ayuda a entender que no podemos quedarnos al margen de todo aquello que pueda servir para construir un mundo en donde se viva mejor y en armonía con todo aquello que el Señor nos ha otorgado en su bondad.
Para nosotros misioneros, el compromiso en este campo específico de la misión, es una exigencia que nace de la conciencia que tenemos del deseo de Dios que sueña en nosotros viéndonos en un ambiente bello, bueno, justo y sano en donde cada persona pueda desarrollar todas sus cualidades y dones y en donde pueda hacer la experiencia de una auténtica fraternidad.
Nuestro compromiso con el cuidado de la creación y la construcción de un mundo más justo y en paz serán siempre respuesta a la convicción profunda que nos habita y que no es otra que la certeza del cumplimiento del proyecto de Dios para la humanidad a través de la realización y la manifestación de su Reino.
Ante los intereses escandalosos del mundo con sus proyectos inhumanos y destructores, injustos e indiferentes. Como misioneros no podemos quedarnos como simples espectadores ante tanto sufrimiento y dolor provocados por intereses que no corresponden a los valores profundos del ser humano.
Ante la falta de respeto por la creación, de la vida y de la justicia, como misioneros no podemos pasar indiferentes y es justo que en nuestro pensar la misión asumamos con seriedad la responsabilidad de involucrarnos en todo aquello que sirva para construir y desarrollar espacios de vida en donde sean las personas el valor más importante.
Esperamos y deseamos que estos días de reflexión, de estudio y de trabajo en todo lo que podrán compartir se conviertan en un momento intenso de vida misionera y que a través de su experiencia puedan ayudar a toda nuestra familia misionera a asumir con entusiasmo y seriedad un compromiso cada día más claro y decidido a favor de la vida, de la creación, de los pequeños y grandes espacios que el Señor nos ha dado para vivir como hijos suyos.
Mientras les acompañamos en estos días del fórum, les aseguramos nuestra cercanía y apoyo para que todo lo que logren realizar sea siempre para el bien de la misión y de tantos hermanos y hermanas nuestros que esperan una palabra nuestra, pero más aún, un compromiso decidido en la defensa de todo aquello que nos puede ayudar a construir una humanidad en armonía con los valores de la justicia y de la paz.
Les deseamos buen trabajo y que sea una experiencia enriquecedora.
P. Enrique Sánchez G. Mccj
Superior General y Consejo General
Roma 12 de junio 2012