... Te invito a que reavives el don de Dios
que recibiste por la imposición de mis manos.
(2 Tm 1, 6)

A) Punto de partida

51. El Capítulo de 1997 había subrayado la importancia de la atención a la persona y el valor de la FP, presentándola como una exigencia imprescindible y una prioridad por excelencia (AC ’97, 119ss). Un nuevo estilo de misión exige en efecto una formación más centrada en los valores y una fuerte identidad comboniana.
En línea con el documento Vita Consecrata (nn. 65; 69), el Capítulo sugería un vuelco total en la comprensión de la FP, colocándola en el centro de un proceso de crecimiento y de renovación que deberían realizarse en la comunidad y a lo largo de toda la vida.
No todo lo que se propuso entonces se ha realizado, no siempre ha tenido la eficacia deseada para sostener la renovación de las personas y de nuestro hacer misión.

52. El hoy de nuestro Instituto nos pone frente a ciertos desafíos:
52.1 repartir del Evangelio de Cristo y de la Regla de Vida como fuentes de inspiración de nuestras opciones, dando mayor énfasis al ser misioneros que al hacer misión;
52.2 desarrollar el sentido de pertenencia al Instituto, liberándonos del individualismo en la manera de vivir la consagración y la misión;
52.3 crecer en la pasión y la mística por la misión para superar el sentido de malestar, desánimo y desilusión;
52.4 cultivar la estima recíproca y la amistad en nuestras relaciones;
52.5 madurar en la capacidad de vivir la interculturalidad como don;
52.6 valorar la riqueza humana, espiritual y misionera de los hermanos ancianos y enfermos.

B) Fundamentos y actitudes

53. Nuestra identidad comboniana consiste, desde su inicio, en acoger la iniciativa de Dios como lo hizo Comboni; en dejarnos consagrar por el Padre con el don de su Espíritu y saber que somos enviados por Él para el servicio del Evangelio. En el Corazón traspasado de Cristo, Buen Pastor, encontramos el modelo, la fuente y la fuerza para donar la vida a los más pobres.

54. Ésta nos interpela para:
54.1 poner la santidad como base de la vida y de la misión de cada uno de nosotros y de todo el Instituto;
54.2 reconocer la consagración misionera como el don que Dios ha puesto en nosotros, cultivándolo en todo momento y actividad de nuestra vida, viviéndolo en la cotidianidad, lugar de reconciliación y de crecimiento;
54.3 asumir constantemente un camino de conversión que se traduce en apertura a la pluralidad y a nuevos estilos de vida, en la opción por la austeridad y la solidaridad, en un nuevo modo de vivir la vida comunitaria y la metodología misionera;
54.4 saber estar con y entre los pobres, haciendo con ellos causa común y aprendiendo a leer juntos la Palabra y la realidad.

55. Al mismo tiempo se manifiesta:
55.1 en la comunidad como lugar de la experiencia de Dios y del encuentro con el otro;
55.2 en una actitud contemplativa capaz de descubrir el amor de Cristo incluso en los acontecimientos desconcertantes. Esto exige la práctica de las disciplinas de la vida espiritual: la escucha de la Palabra, la reflexión, el discernimiento espiritual y apostólico, una intensa vida sacramental;
55.3 en el encarnarnos en la realidad, caminando al lado de los otros como hermanos.

C) Elementos de programación en el camino de la formación

56. La FP y la formación inicial se realizan creando en el sujeto la disponibilidad para dejarse moldear cada día de su vida. Cada etapa exige atenciones específicas para garantizar a la persona la perseverancia en la fidelidad y la capacidad de responder con creatividad a las nuevas exigencias de la vida consagrada y de la misión (cfr. VC 69).

I) La Formación Permanente

57. En el próximo sexenio queremos hacer de la FP la prioridad para ayudarnos a vivir juntos la misión, en la vida de cada día.

58. A nivel personal
58.1 La persona es la primera responsable de su FP.
58.2 Con el proyecto de vida, el misionero asume de modo personalizado el proyecto comunitario y provincial de evangelización y de FP.
58.3 Cada uno será fiel al acompañamiento espiritual.

59. A nivel comunitario
59.1 La comunidad sigue siendo el lugar privilegiado de la FP (cfr. AC ’97 n. 124).
59.2 Cada comunidad sea ayudada a elaborar su Carta de la Comunidad, en la que se definen los encuentros comunitarios, la vida de oración, la reflexión sobre la Regla de Vida, la programación y la revisión de las actividades pastorales, los momentos de recreación y de fraternidad.
59.3 Que se anime a los hermanos a ser fieles a su proyecto de vida.
59.4 Que se valore el ministerio del superior como responsable de la FP de la comunidad.

60. A nivel provincial
60.1 Las comisiones provinciales de FP elaborarán su propio proyecto teniendo presente el proyecto continental.
60.2 Se seguirán organizando cursos de introducción para los recién llegados, dando el tiempo necesario para aprender la lengua, conocer la geografía, la historia y la cultura, la historia de la evangelización y de la presencia comboniana. Esta preparación la sigue un hermano encargado.
60.3 Se elegirán comunidades y personas que acompañen a los hermanos en su primera experiencia misionera.
60.4 Se seguirán realizando los encuentros para grupos de edad y de responsabilidad (superiores y ecónomos), favoreciendo reuniones regulares para jóvenes hermanos.
60.5 Se promoverán encuentros para ayudar a la reinserción de los hermanos que vuelven a su provincia de origen.
60.6 La D G sostendrá al superior provincial en su servicio de FP de toda la provincia.

61. A nivel continental
61.1 Se constituirá un equipo que elabore un proyecto de FP para presentarlo a las provincias.
61.2 Se formará un grupo de reflexión sobre la misión, la evangelización, el carisma y su inculturación. El fruto de las reflexiones será inserido en el proyecto continental de FP.
61.3 El proyecto de FP será acompañado por el provincial encargado y los responsables de sector.

62. A nivel de Instituto
62.1 FP de los formadores y promotores vocacionales: el CG nombrará un grupo de hermanos que coordine la FP de los formadores y de los promotores vocacionales. El grupo estará constituido por el secretario general de la FdB, el coordinador central de la FP, los formadores nombrados por el CG, e incluirá un miembro del equipo del ACFP.
62.2 ACFP: el Año Comboniano de Formación Permanente es parte integrante del camino formativo de todo comboniano. Todos –personas, CP y CG- deberán hacer posible la participación de los candidatos. Es importante que los hermanos participen motivados y de buena gana.
Se aprueba la nueva estructura del ACFP (seis meses de programa común más dos personalizados), manteniendo las dos ediciones en inglés y español.
El CG evaluará la posibilidad y conveniencia de mantener o cambiar las sedes actuales salvaguardando el principio de las dos ediciones lingüísticas. Tomará en consideración la propuesta de la London Province de utilizar la casa de Elstree para esta finalidad.
62.3 Cursos de Actualización: Además del Curso de Renovación de Roma, la DG estudiará la posibilidad de ofrecer a los hermanos de grupos de edad no contemplados en el ACFP, otras modalidades y lugares para su FP.
62.4 Hermanos en dificultad: se dará una atención particular a los hermanos que viven momentos de dificultad. La comunidad se comprometa en la acogida de la persona para favorecer un camino de renovación.
Además del provincial, habrá una persona preparada para el acompañamiento . Si es necesario, serán animados a que acepten una ayuda de personas cualificadas y/o comunidades terapéuticas.
Aun apoyándose en instituciones ya existentes, el CG estudiará las posibilidades de colaborar con otros organismos eclesiales (Institutos religiosos, Iglesias locales) para crear estructuras de apoyo para los hermanos en dificultad.
62.5 Especializaciones: al comienzo del sexenio la DG, en diálogo con los consejos provinciales, programará las especializaciones necesarias para la vida de todo el Instituto y de las provincias, según las necesidades de la misión.
Para los Hermanos, se privilegiarán los siguientes sectores: JPIC y promoción social, medios de comunicación y economía.

II) La Formación de Base

63. La FdB está intrínsecamente ligada a la FP y a la vida del Instituto. Nos sentimos por tanto co-responsables en la formación de nuestros candidatos, principalmente a través del testimonio de nuestra vida personal y comunitaria.

Misión/formación
64. Para favorecer la continuidad entre las distintas fases formativas y la misión, proponemos que:
64.1 los promotores vocacionales y los formadores se encuentren para confrontar lo que este Capitulo ha dicho sobre la misión y el camino de las diversas etapas formativas;
64.2 se programen experiencias concretas de vida misionera con los pobres desde el inicio de la formación;
64.3 se promuevan experiencias nuevas y formas alternativas de formación, mayormente inseridas en la vida de misión, sobre todo para los escolasticados y CIFHs;
64.4 se siga reflexionando sobre el papel del formador integral.

Preparación de los promotores vocacionales y de los formadores de postulantados
65. Debido a la dificultad en elegir y preparar los formadores a nivel de postulantados, se pide una coordinación central más eficaz de parte del secretariado general de la formación en la preparación de los formadores de los postulantados y de los promotores vocacionales.
65.1 La preparación de los formadores tendrá lugar, posiblemente, en el contexto donde desarrollarán su actividad.
65.2 Los formadores serán elegidos entre aquellos que han tenido una experiencia misionera positiva en la provincia o en los lugares donde desarrollaron su servicio.
65.3 Habrá un diálogo y discernimiento más amplio en la elección de los formadores, que involucre la persona, su comunidad y la provincia donde el hermano trabaja.
65.4 Por lo que se refiere a los promotores vocacionales, se asegurará su preparación que les ayude a discernir la idoneidad de los candidatos y la validez de sus motivaciones. En el equipo vocacional habrá, en la medida de lo posible, un Hermano.

Formación profesional de los Hermanos
66. La formación profesional es parte integrante del camino formativo del Hermano y favorece su identidad. El candidato que aún no haya adquirido una profesión, la conseguirá normalmente en el postulantado. Para la elección de los estudios, se tendrán en cuenta las orientaciones del documento final de la Revisión de la Formación y de sectores como JPIC, la promoción social, los medios de comunicación social y la economía.
66.1 Para garantizar una mejor preparación profesional de los postulantes y para tener un equipo formativo con la presencia de Hermanos, el CG estudiará, junto con las provincias, la posibilidad de dar vida a postulantados interprovinciales para Hermanos.
66.2 El CIFH se confirma como etapa formativa en línea con la preparación ministerial específica del apostolado del Hermano.

Preparación de los Hermanos a los votos perpetuos
67. La DG organizará un periodo de preparación a los votos perpetuos para los Hermanos candidatos a los votos perpetuos.

Escolasticados
68. La DG estudiará la posibilidad de abrir un escolasticado en Asia/Filipinas, en una comunidad pequeña y en un ambiente de inserción. Estudiará asimismo la posibilidad de abrir un escolasticado en un contexto árabe.

EN FORMACION PERMANENTE